Pastel de Cabracho

El cabracho, también llamado escórpora,  tiñosu en Asturias o rascacio como aquí en mi tierra, Cádiz, es un pescado de roca de color rosado y cubierto de espinas, a veces confundido con la gallineta. Sus espinas son venenosas hasta que se cocinan y  los ejemplares suelen tener un peso de entre un kg y medio a dos kg., de carne blanca y grasa. Antiguamente era un pescado que se desechaba pero hoy día es  muy apreciado y considerado de altísima calidad.

Os voy a enseñar cómo hago yo este pastel de cabracho, aunque más que un pastel es una especie de pudding, también hay sitios donde lo llaman paté de cabracho. Este pastel lleva muchos años cocinándose pero desde que el cocinero Juan Marí Arzak allá por los años setenta lo puso en su carta, ha llegado todavía a más lugares y se ha hecho un plato esencial en las celebraciones de muchos hogares y aunque su nacimiento no es de esta tierra ya lo hemos adoptado como plato gaditano, así que esta es otra de mis propuestas para estas Navidades, y como ya he dicho en mi declaración de intenciones tiene que ser: barato, sencillo y resultón.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para cocer el cabracho

  • Un (1) cabracho de un kilo aproximadamente
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) tomate
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria
  • Unos granos de pimienta
  • Dos (2) hojas de laurel
  • 100 ml.  de vino blanco
  • Sal

Para el pastel

  • El cabracho limpio, desespinado y desmigadon (unos 400 gr. aproximadamente)
  • 200 ml. de nata
  • Cuatro (4) huevos
  • Tres (3) cucharadas de tomate frito casero
  • Un (1) pimiento de piquillo
  • Pimienta blanca
  • Sal

Para el molde

  • Mantequilla
  • Pan rallado

Elaboración

  1. Comienza poniendo una olla con agua al fuego para cocer el pescado. Pela la cebolla, la zanahoria y el puerro.
  2. Echa en la olla la zanahoria, la cebolla, el puerro en trozos grandes y el tomate sin el pedúnculo y con unos pinchazos para que no flote. Añade también la hoja de laurel, unos granos de pimienta negra (cinco o seis), el vino blanco y media cucharada pequeña de sal. Déjalo cocer unos quince (15’) minutos.
  3. Mientras va cociendo la verdura limpia el pescado de tripas y escamas (si no lo ha hecho previamente el pescadero por ti) y transcurridos los quince minutos lo metes en la olla. No lo cuezas demasiado, lo suficiente para que esté hecho y se despegue con facilidad la piel y las espinas o te quedará muy seco ya que tendrá cocción posterior en el horno.
  4. Una vez cocido el cabracho, lo limpias bien de pieles, debes tener especial cuidado con las espinas, no vayas a llevarte una desagradable sorpresa al comerte el pastel y lo desmigas.
  5. En el vaso de la batidora pon el pescado, las tres cucharadas de tomate frito, los huevos, la nata, el pimiento del piquillo, un poco de sal, un par de vueltas del molinillo de pimienta blanca y tritúralo bien.
  6. Coge uno o varios moldes aptos para el horno y píntalo con mantequilla, posteriormente lo espolvoreas con pan rallado -todo esto es para que no se peque el pastel al desmoldarlo- le das unos golpecitos para eliminar el excedente de pan.
  7. Precalienta el horno a 180º (arriba y abajo) e introduce una fuente con agua hasta aproximadamente a la mitad para cocer el pastel al baño maría.
  8. Vierte en el molde lo que has triturado, tápalo bien con un papel de aluminio para que no se nos reseque y lo pones dentro de la fuente que has puesto en el horno cuando haya tomado la temperatura. Déjalo cocer  al baño maría unos cuarenta y cinco  (45’) minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.

 Acompáñalo de pan tostado (tostas) para untarlo sobre él y un poquito mahonesa o salsa rosa, potenciará el sabor del pastel, delicioso!!!

Curiosidades

Este pastel sirve de base para cualquier otro pescado, de modo que si no encuentras cabracho lo puedes hacer perfectamente con merluza u otro pescado, también te saldrá riquísimo.

Hay quien lo hace sin triturar pero a mi me gusta que salga finito como un paté para untar, si quieres encontrarte los trozos simplemente no lo tritures, mézclalo.

El caldo resultante de haber cocido el pescado puedes guardarlo y tendrás un fumet o caldo de pescado estupendo para otras elaboraciones como puede ser  un buen arroz negro o una sopa de pescado o marisco. La verdura puedes desecharla ya que tiene poco valor culinario al haber dejado toda la sustancia en el caldo. También puedes aprovechar las espinas y cabezas de otros pescados y mariscos para hacer el caldo, resultará un caldo sustancioso y habrás aprovechado todo ese estupendo material que normalmente se desecha.

Cómo he comentado en otras ocasiones, si no tienes tomate frito casero puedes utilizar uno envasado de muy buena calidad y tu receta no se resentirá.

El pimiento del piquillo es conveniente estrujarlo bien para que suelte toda el agua o corres el riesgo que el pastel te quede sin demasiada consistencia.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Croquetas de bacalao

Las croquetas me pierden, como ya he dicho en alguna que otra ocasión, el mes pasado os expliqué la forma de hacer unas croquetas de cabrales, pero eran de patatas, hoy os voy a explicar la forma de hacer las croquetas tradicionales, en este caso rellenas de bacalao. Las croquetas tienen su origen en Francia pero son tan populares en España como en cualquier país del mundo, con sus variantes correspondientes.

Esta receta la tenía pendiente de publicar pero, de la forma que me lo ha pedido la hija de mi amiga Cori, Helena, no me he podido negar a publicarla. Helena tiene 1 año y medio y  con un apetito que mas quisieran muchos, le gusta casi todo, como a los padres, que son de buen comer. He aquí pues la receta, ideal para chicos y grandes.

Las croquetas tienen poco misterio, es tan fácil como seguir los pasos de la receta de  salsa bechamel, pues la masa de las croquetas no es más que una bechamel enriquecida con el relleno que le queramos poner.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para la bechamel

  • 60 gr. de harina de trigo
  • 60 gr. de mantequilla
  • 700 ml. de leche entera
  • Nuez moscada
  • Pimienta blanca molida
  • Sal

Para el relleno

  • Una (1) cebolla
  • 200 gr. de bacalao desalado
  • Un manojo de perejil fresco
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Para el empanado

  • Dos (2) huevos
  • 150 gr. de pan rallado
  • Sal

Elaboración

1.- Lo primero es tener el bacalao desalado, para ello debes meterlo en agua al menos 12 horas antes de elaborar la receta e ir cambiándole el agua cada cuatro u seis horas, como ya he comentado en otras recetas como la del bacalao dorado. Seca y desmiga el bacalao, lo reservas.

2.- Pon una sartén amplia a fuego medio, echa dos cucharadas de aceite de oliva y espera que se caliente. Mientras tanto pica la cebolla y el perejil muy fino (brunoise). Reserva el perejil.

3.- Echa la cebolla en la sartén, la sofreímos unos diez (10′) minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, en este momento añadimos el bacalao y el perejil, removemos bien y retiramos del fuego.

 3.- En la misma sartén hacemos la bechamel como te indico pinchando en la receta de Salsa Bechamel y la mezclamos  bien con el relleno. Al ser el bacalao de por sí salado tendrás que probar si has de rectificar con sal o no.

4.- En una fuente levemente engrasada para que no se nos pegue la masa, la echamos, cubrimos con papel film sobre toda la superficie para que no nos quede reseca la masa y se forme costra y reservamos en el frigorífico.

5.- Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro, comenzamos a empanar las croquetas, para ello prepara dos platos hondos, uno con los dos huevos batidos y un poco de sal y el otro con el pan rallado.

6.- Con una cuchara ve cogiendo porciones de masa, le dales forma, ya sea con dos cucharas o con la mano y las pasas primero por huevo y después por pan rallado. Repite el proceso hasta que no te quede masa. También puedes hacer las croquetas que te vayas a comer y guardar la masa en el congelador para hacerlas en otra ocasión.

7.- Pon una sartén a calentar con abundante aceite de oliva, cuando esté bien caliente ve friendo las croquetas en tandas pequeñas para que no se nos enfríe el aceite y podamos manejarlas bien al darles la vuelta, así se dorarán bien por todos los lados. Las vamos reservando en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

¡A la mesa!

Curiosidades

Si no tienes tiempo o simplemente no te apetece desalar el bacalao puedes comprar unos envases de bacalao desalado en tu supermercado habitual, suele ser más barato que comprar un lomo y muy apañado si vas con prisas.

Esta receta está hecha con la base de la Salsa Bechamel, simplemente le he reducido la cantidad de leche para que me salga una masa mas compacta de forma que pueda trabajarla con comodidad al hacer las croquetas y cuando las fría no se abran.

En este caso las he hecho con bacalao, pero puedes hacerlas con cualquier ingrediente que se te ocurra como jamón, carne, pescado, verduras o aprovechar restos de otras recetas para el relleno, como carnes del cocido, puchero o berza.

Como ha he dicho antes, puedes congelar la masa o hacerlas todas y congelarlas, simplemente tendrás que freírlas sin descongelar en el momento que quieras, estupendas para una tapeo o llevártelas en un «tupper» al trabajo.

Si te gustan contundentes y bien empanadas puedes pasarlas primero por pan rallado, después por el huevo y termina por el pan rallado, te quedará una capa de empanado extra y la croqueta tendrá más consistencia pero con todo el cremoso interior.

Si te parece engorroso el hacer las croquetas, prueba a meter la masa en una manga pastelera o en una bolsa para congelados, corta uno de los extremos y haz una especie de churros sobre una superficie plana. Corta con el cuchillo las porciones y las empanas. Es otra forma fácil de hacerlas.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Arroz negro

Arroz negro. El Arroz negro de choco es uno de los que más me gustan, hay a quien le echa para atrás el color poco atractivo pero una vez que lo prueban cambia su parecer sobre el mismo. Según el cocinero José Andres, de todos lo arroces que tenemos en España, este es de los más exclusivos.

He estado haciendo un pequeño curso sobre arroces en el Restaurante «Diverso tapas y vinos», que está en el pueblo de Rota (Cádiz) con tapas de toda la vida pero con un toque de diseño acompañadas por unos buenos vinos de diferentes denominaciones de origen. El restaurante es gestionado por un joven y simpático cocinero Roteño, Antonio Abad Fernández, su curriculum es impresionante.  El curso trata básicamente de arroces, paella valenciana, risotto, arroz caldoso y otras tantas elaboraciones, la verdad ha sido muy ameno y más con la grata compañía de mi vecino Javi Recetas.

Como tenía ganas de emplearme en las técnicas que he aprendido, aunque este arroz ya lo hacía anteriormente, he intentado perfeccionar los tiempos de cocción para que salga perfecto, de modo que ahí va la receta.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes de arroz negro para dos (2) personas

  • 200 gr Arroz bomba
  • Un (1) choco de unos 200/250 gr. (Sepia, Jibia)
  • Tres (3) bolsitas de tinta de calamar
  • 200 gr. de cebolla
  • Dos (2) dientes de ajo
  • 200 gr. de tomate maduro rallado
  • Medio (0’5) litro de fumet o caldo de pescado*
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Un (1) sobrecito de azafrán molido
  • Sal

Elaboración de la receta de arroz negro

1.- Lo primero es limpiar muy bien el choco y cortarlo. Lávalo bajo el grifo y límpialo bien. Córtalo en trocitos pequeños de menos de un centímetro. Resérvalo.

2.- Pela y corta la cebolla en trozos muy pequeños (brunoise), haz lo mismo con los ajos y resérvalo. Ralla el tomate y resérvalo también.

3.- Pon una paellera al fuego, echa dos (2) cucharadas de aceite de oliva y lo calientas al máximo. Cuando esté muy caliente, echa los trocitos de choco y saltéalos. Cuando tomen color y estén doraditos retíralos del fuego. Resérvalo.

4.- Baja el fuego y añade tres (3) cucharadas de aceite de oliva. Echa la cebolla picada en la paellera y deja que se poche, añadimos una pizca de sal. Al cabo de unos minutos añade el ajo picado. Cuando esté todo bien pochado incorpora el tomate y deja sofreír unos diez (10′) minutos, mueve bien para que no se pegue y vaya evaporando el agua. Vuelve a incorporar el choco que tenías reservado y rehógalo con el sofrito.

5- Es el momento de echar el arroz bomba, repartirlo bien por la paellera y sofreírlo un poco. Añade las bolsitas de tinta de calamar, mezcla bien con el arroz y el sofrito y cocina unos dos (2) minutos.

6.- Mientras se sofríe, calienta el caldo que esté bien caliente para que no corte la cocción al añadirlo al arroz. Añade el doble de caldo que de arroz y un poquito mas, para 200 gr. de arroz unos 500 ml de caldo. Junto con el caldo incorpora el sobre de azafrán y prueba de sal. Corrige de sal si fuera necesario.

7.- Deja cocer a fuego medio unos diez (10′) minutos, removiendo para que no se pegue. Mientras tanto pon el horno a calentar a máxima potencia.

8.- Mete en el horno unos seis (6′) minutos cuando esté a máxima potencia y pasado ese tiempo lo sacamos y volvemos a ponerlo en el fuego para hacerle el socarrat.

9.- Para el socarrat hay que poner el fuego al máximo y escuchar cómo se consumen los líquidos -si es que queda alguno- y va crepitando el arroz. El socarrat es todo un arte ya que tienes que tostar el arroz sin que llegue a quemarse y se forme una costra.

10.- Prepara una salsa alioli para acompañar el arroz mientras dejas reposar unos cinco (5′) minutos. Tienes una receta de salsa alioli con sólo pinchar en el enlace o mirando la receta anterior.

¡A disfrutarlo!

Curiosidades de la receta de arroz negro

Si no tienes horno o no quieres usarlo, puedes terminar la cocción en el mismo fuego, adecuando el tiempo y vigilando que no se te pegue, serían unos 17 minutos a fuego medio-fuerte. Al no terminarlo en el horno tienes que tener especial cuidado con el caldo. No te olvides del reposo que es tan importante como la cocción, tapado con papel de hornear.

La paellera puedes sustiturila por una sartén o cazuela apta para el horno, que no tenga piezas de plástico que se puedan derretir, aunque como mejor sale el arroz es en una paellera, qua para eso fueron concebidas.

Yo he utilizado arroz bomba Brazal del pirineo aragonés, es un arroz de tipo bomba cultivado en Aragón con agua pura del pirineo. Es un producto distinguido con la «C» de calidad del Gobierno Aragonés. Tiene la particularidad de absorber caldo hasta duplicar su volumen reteniendo de esta forma todos los sabores y no romperse una vez superado el tiempo de cocción. Puedes utilizar cualquier otro tipo de arroz ya sea senia o bomba pero la calidad del arroz es señal de éxito seguro en tu receta. Ten en cuenta que el arroz bomba absorbe más líquido que otros tipos de arroces de modo que puede que tengas que añadir algo más de caldo durante su cocción.

El choco puedes pedir a tu pescadero que te lo deje limpio. Pero si tienes la oportunidad de limpiarlo tú, por ser un chocho de pesca artesana, no dudes en guardar la bolsita de tinta que lleva en su interior, pues esa bolsita contiene todo el sabor del mar, mezclada con un poco de caldo ya no te harán falta las bolsitas de tinta de calamar y el arroz te quedará de película. Si no encuentras choco, sepia o jibia, puedes utilizar calamares.

En muchas cocinas profesionales se suele utilizar tomate frito envasado como los de la marca «Hida» o «Gutarra», son de excelente calidad y lo puedes sustituir perfectamente por el tomate rallado. Pero no utilices un tomate de mala calidad pues te estropearía el arroz.

*Sobre el fumet o caldo de pescado puedo abrir una entrada sola para él, he de decir que el arroz sabe a lo que absorbe por lo tanto si le echamos agua, por mucho que coja el sabor de sofrito no tendrá el mismo sabor que si absorbe caldo de pescado o marisco. El caldo o fumet de pescado lo hago con mariscos, pescados y verdura. Si no tienes tiempo de hacerlo o no te apetece hacerlo puedes utilizar los envases de caldo de pescado de venden en formato brick, no es lo mismo pero te hacen el apaño. Lo que no me gusta son las pastillas de caldo pero claro, también las puedes utilizar si lo que le echas es agua. Lo dejo a tu elección, pero yo no te lo he dicho.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta para celíacos. Ten en cuenta el caldo que usas para elaborarla, si es casero no tendrás problemas de lo contrario, cerciorate de que no contiene gluten. Los envases del Mercadona no suelen contenerlo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Hida” y «Gutarra», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Menudo de choco

Con el Menudo de choco abro el casillero de los guisos y cuchareo, a la par de las recetas gaditanas, pues ya entramos en otoño, vamos dejando el verano atrás y vienen los primeros fríos, y con estos llegan las ganas de meterse en el cuerpo algún guiso calentito. Como amante de mi tierra y por supuesto su gastronomía, voy hacer un huequecito en este blog donde pondré las recetas típicas gaditanas.

El menudo, un guiso puramente gaditano, si bien no es este el original ya que el menudo es ni más ni menos que “callos con garbanzos”. Es una de las recetas más apreciadas de la gastronomía gaditana sin embargo no a todo el mundo le gustan los callos, así que esta es la versión para que todos puedan disfrutar de este majestuoso plato. En el caso que os guste la versión original, mi amigo Javi Recetas tiene la estupenda receta de “Menudo gaditano”, muy fácil de hacer y pulcramente detallada como nos tiene acostumbrados.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 500 gr. de choco (sepia o jibia)
  • 250 gr. de garbanzos
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) tomate
  • Un (1) pimiento choricero (o ñora)
  • Cuatro (4) dientes de ajo
  • 100 gr. de bacon
  • 100 gr. de chorizo
  • 60 gr. de morcilla (opcional)
  • Dos rebanadas de pan
  • Una hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (cayena)
  • Dos (2) clavos de olor
  • Dos (2) ramitas de hierbabuena
  • Una (1) cucharada pequeña de comino
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de semillas de cilantro
  • Media (1/2) cucharada pequeña de pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- En la víspera del día en que vayas hacer el guiso, pon los garbanzos en agua, o compra los garbanzos remojados. Necesitarán al menos doce (12 h.) horas de remojo.

2.- Pon una olla al fuego con un litro y medio (1’5 L.) de agua y espera que hierva.

3.- Cuando esté hirviendo le echa los garbanzos remojados, que se echan en este momento para que no se encallen, es decir que no se pongan duros.

4.- Pela la cebolla y clávale un par de clavos. A esto se le llama cebolla claveteada y sirve para no perder de vista los clavos y retirarlos mas tarde. Limpia el pimiento y quítale el pedúnculo. Haz lo mismo con el tomate y además, dale unos pinchazos con el cuchillo para que no flote en el guiso.

5.- Echa la cebolla, el tomate, el pimiento, la hoja de laurel y el pimiento choricero sin el rabo y las semillas en el guiso. Desespuma el caldo de vez en cuando para limpiarlo de impurezas.

6.- Corta el bacon a trocitos, dóralo en una sartén sin aceite y con la guindilla. Échalo a la olla sin la grasa que ha soltado.

7.- Limpia muy bien el choco, quítale los cartílagos y córtalo a trocitos pequeños. En la misma sartén y con la misma grasa que ha soltado el bacon, saltéalo con un poco de sal durante un par de minutos. Échalo en la olla.

8.- Si tienes tiempo deja cocer hasta que se pongan blandos los garbanzos, sobre una hora y media (1’5 h.), si no es así cierra la olla exprés unos treinta (30′) minutos.

9.- Ve preparando las especias para el menudo. Echa en el mortero un poco de sal, el comino, el cilantro, la pimienta, el pimentón dulce y lo mueles todo muy bien.

10.- Pasado el tiempo de cocción, abre la olla y pon en el vaso de la batidora el tomate, el pimiento, el pimiento choricero y la cebolla a la que le habremos quitado los clavosy lo reservas.

11.- En la sartén con un poco de aceite de oliva, tuesta los dientes de ajo y las rebanadas de pan. Las echas en el vaso junto con las verduras. Echa ahora la morcilla, no es necesario pero a mí me gusta con ella.

12.- Tritura todo muy bien con un poco de caldo de la olla y las especias que teníamos ya preparadas y molidas. Lo echas en la olla y mueves bien pero con cuidado de no romper los garbanzos. Pruébalo de sal y corrige si es necesario ya que casi no le hemos echado sal en todo el proceso.

13.- Pela el chorizo y córtalo a trocitos pequeños, saltéalo en la sartén un poco y lo echas en la olla sin la grasa que ha soltado. Echa también las ramitas de hierbabuena. Dejalo cocer unos diez minutos mas y retira del fuego.

¡Prepárate para darte un atracón!

Curiosidades

El Choco, también llamado Sepia o Jibia, es un molusco cefalópodo que suele habitar los fondos arenosos, son abundantes en nuestras costas.  Es uno de los ingredientes de la cocina popular gaditana donde tiene una gran variedad de recetas, fritos, a la plancha, guisados, al horno. Si no lo encuentras en tu pescadería habitual o en el supermercado en la zona de congelados, puedes utilizar «pota» pero claro, aunque te puede solucionar el guiso, ya no es lo mismo.

Las especias para menudo las puedes comprar ya hechas, aquí en Cádiz es fácil encontrarlas en el mercado pero si no la encuentras sólo tienes que reunir las especias que te indico y molerlas, si tienes dudas mi amigo Javi Recetas tiene una fórmula de cómo hacerlas: Especias para menudo.

Los garbanzos tienes que ponerlos en remojo la noche anterior. También puedes comprarlos ya remojados y así hacer la receta sin tener que preverla. No recomiendo que uses garbanzos en conserva pues ya vienen cocidos y se triturarían, a no ser que los eches al final de toda la cocción.

Suelo usar un chorizo tipo «jabuguito», pero puedes utilizar cualquiera que sea fresco y no tenga pique, un chorizo del tipo de Ronda o un sarta, pero no hay nada como un buen chorizo casero, si tienes ocasión búscalo en el mercado de tu ciudad, merece la pena.

Si te queda el guiso muy caldoso, puedes hacer varias cosas: Echarle una patata y triturarla cuando esté tierna o triturar unos cuantos garbanzos con un poco de caldo y así engordará la salsa. Hay quien le echa manteca de cerdo al guisarlo, con esto el caldo queda muy contundente, pero yo lo evito puesto que es la opción mas grasa.

El potaje es conveniente hacerlo en vísperas y comerlo al día siguiente, una vez haya reposado los sabores se concentrarán y será todo un espectáculo. Sólo te hará falta una buena hogaza de pan y una buena siesta.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tallarines fritos con marisco y verdura

Los tallarines con gambas son una de las especialidades de los restaurantes chinos que proliferan en nuestras ciudades, siendo a la par del arroz tres delicias uno de los platos mas solicitados.

Recuerdo que de jovencito nos reuníamos los amigos para cualquier celebración y la economía no daba para mucho, así que siempre terminabamos en este tipo de restaurantes, ya que por aquí por el sur, las grandes cadenas de hamburguesas y comida rápida se establecieron mas bien tarde. Se me viene a la mente uno de los úlitmos encuentros con ese grupo de amigos con los que pasé la mayoría de mi juventud, donde curiosamente pagamos con euros y pesetas al mismo tiempo, era una época de cambios, pero de eso ya ha llovido bastante y a lo que vamos es a los ricos tallarines, que me despisto…

Esta receta es muy sencilla pues no tiene complicación ninguna en su elaboración. Si bien la presento con gambas, se puede sustituir por pollo, setas, ternera y otros muchos ingredientes donde la base siempre es la misma -como en los «chinos»-, esta es mi versión de tallarines con marisco.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para dos (2) personas

  • 200 gr. de tallarines
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) calabacin
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • 150 gr. de gambas crudas (frescas o congeladas)
  • 100 gr. de mejillones cocidos (sin la concha)
  • Cuatro (4) palitos de cangrejo (surimi)
  • Salsa de soja
  • Aceite de girasol o de oliva muy suave
  • Semillas de sésamo tostado (ajonjolí)

Elaboración

 1.- Comienza lavando muy bien las verduras y trocéalas. La cebolla y el pimiento en juliana (tiras), la zanahoria y el calabacín en bastoncitos, terminando con el puerro en trozos cuadrados.

2.- Pon una olla al fuego con agua para hervir los tallarines. Cuece los tallarines sin sal,  con un par de cucharadas de salsa de soja. Lava bajo el grifo de agua fria, escurrelos y los reservas.

3.- En un wok o sartén profunda echas dos cucharadas de aceite y lo pones a fuego muy fuerte. Cuando esté caliente, baja un poco el fuego, echa la cebolla y el pimiento con una pizca de sal o glutamato unos tres o cuatro (3′ ó 4′) minutos. Reservalo.

4.- Echa otra cucharada de aceite y cuando esté bien caliente añadele la zanahoria con otra pizca de sal o glutamato. La salteas durante cinco (5′) minutos. Reservala.

5.- De nuevo otra cucharada de aceite y saltea el calabacín un par (2′) de minutos. Reservalo. Sólo te falta por saltear el puerro durante un (1′) minuto.

6.- Vuelve a echar en el wok toda la verdura que tenías reservada, la mezclas a fuego fuerte durante un (1′) minuto y la vuelves a reservar.

7.- Pela las gambas si son frescas y saltéalas un minuto con una cucharada de aceite y echa los palitos de cangrejo troceados (si los mejillones son congelados echalos ahora). No hagas demasiado las gambas pues se quedan secas y con el mismo calor con el que salteamos las verduras y los tallarines es suficiente.

8.- Una vez salteadas las gambas las mezclamos con la verdura y los tallarines, echamos un par de cucharadas de salsa de soja, añade los mejillones (si son cocidos, no congelados) y remueve bien a fuego fuerte un par (2′) de minutos. Los presentamos espolvoreando unas semillas de sésmo tostado por encima.

¡Con los palillos a la mesa!

Curiosidades

Cuando reserves las verduras hazlo en un plato o fuente con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Suelo utilizar tallarines al huevo puesto que quedan muy jugosos pero, utiliza cualquier tipo de pasta oriental, ramen, soba, fideos de arroz, etc…

La sal la puedes sustituir por glutamato monosódico que realza todos los sabores, pero no abuses de él. Hay a quien le produce cefaleas o dolores de cabeza, comúnmente llamado «el sindrome del restaurante chino«, aunque realmente no está demostrado. Usalo bajo tu responsabilidad y con cabeza. Es recomendable el usar muy poca cantidad ya que de por sí, la salsa de soja es salada y si nos pasamos nos puede quedar la receta demasiado «sabrosa». También hay que tener en cuenta el tipo de salsa de soja que utilizas, las hay mas o menos saladas, yo suelo utilizar salsa de soja japonesa (kikkoman), es una salsa muy suave y no tan salada como otras marcas chinas.

Las gambas -o langostinos- puedes usarlas frescas y pelarlas o comprarlas ya peladas y congeladas. Con los mejillones puedes hacer lo mismo, comprarlos frescos y cocerlos o comprarlos congelados y así te evitas el tenerlos que cocer si no tienes demasiado tiempo.

Esta receta es muy fácil pero, es entretenida ya que pasas un ratito preparando los ingredientes de modo que curiosidades tiene pocas, lo curioso es comerlo en buena compañía.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Kikkoman”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Solomillo mar y tierra

Cada vez que hago esta receta en casa me acuerdo de un amigo, Javi «el Moro»,  con el que siempre que nos reuníamos en su casa, nos hacía unos platos contundentes y exquisitos, aunque no siempre era solomillo, lo mismo lo ponía con filetes de pollo que con filetes de lomo, aún así le salían «de muerte».

Seguramente esta receta no sea igual a la que hacía mi amigo pero intentaré reproducirla, aunque como es costumbre en mí, siempre que tomo una receta, sea de quien sea, le doy mi toque personal.

Esta receta, engloba la tierra y el mar como pequeño homenaje al campo y el mar gaditano, tan rico en estos productos, esta fusión da lugar a unos platos increibles maridados con unos caldos sin igual.

 ¡Ponte el delantal!

Ingredientes para 4 personas.

  • Un solomillo de cerdo
  • 100 gr. de champiñones
  • 100 gr. de setas de cardo
  • Ocho (8) espárragos trigueros
  • 100 gr. de jamón serrano
  • 100 gr. de gambas frescas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) diente de ajo
  • Dos (2) cucharadas de caldo concentrado de carne (Bovril)*
  • 200 ml. de nata
  • 50 ml. de vino amontillado (o cualquier vino blanco seco)
  • Pimienta de colores
  • Tres (3)  cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) patatas (para la guarnición)

Elaboración

1.- Limpia de grasas el solomillo, córtalo en rodajas de un centímetro y medio (1’5 cm) aproximadamente. También puedes hacer el solomillo entero pero no a todo el mundo le gusta que quede rosado por dentro.

2.- Limpia los champiñones y córtalos en láminas. Haz lo mismo con las setas de cardo, cortándolas en bastoncitos. Corta la cebolla en juliana y pica el ajo. Pela las gambas y resérvalas.

3.- Pon una sartén al fuego fuerte con las dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, salpimenta el  solomillo, dóralo y lo reservas. Es importante que se dore por fuera y quede tierno por dentro, que no se nos cueza pues nos quedaría duro, para ello el fuego debe de estar fuerte.

4.- En la misma sartén, baja el fuego a temperatura baja-media, echa una cucharada de aceite de oliva y el ajo picado. Cuando el ajo empiece a dorarse, echa la cebolla y déjala pochar.

5.- Cuando esté bien pochada la cebolla, echa los champiñones y las setas y los salteas un par de minutos, a continuación echa las gambas peladas otro par de minutos  y añade el vino, lo dejas reducir.

7.- Una vez el vino haya reducido, le echas la nata, un par de vueltas del molinillo de pimienta y cuando tome temperatura añádele el caldo de carne concentrado*. Movemos bien para que se integre, deja reducir la salsa hasta que espese un poco. Cuando haya reducido, introduce el solomillo que tenemos reservado,  atempera todo un par de minutos.

8.- En otra sartén, saltea los espárragos trigueros y a emplatar.

¡Chúpate los dedos!

Curiosidades

Esta receta es con solomillo blanco de cerdo, pero con un solomillo ibérico queda que ni «pintao». También puedes sustituirlo por filetes de pollo o lomo, tendrá muy buen resultado final.

Las setas y champiñones las suelo usar frescas del mercado, pero, si no encuentras setas frescas, aunque champiñones suele haber todo el año, puedes utilizar setas desecadas o en conserva. También puedes sustituirlas por otras setas que te gusten o tengas a mano. Con unos rebozuelos la receta da un giro de 360º.

En vez de gambas frescas puedes utilizar langostinos ya sean frescos o congelados.

*El caldo de carne concentrado no es mas que un «fondo oscuro«, si no sabes hacerlo o simplemente te da pereza puedes utilizar de los que venden en los supermercados como el «bovril«, da un estupendo resultado.

Acompaña este delicioso plato con unas patatas fritas caseras, unas patatas panaderas, o un puré de patatas casero.

Espero que os guste amig@s.

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Bovril”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Bacalao dorado

Bacalao dorado. El bacalao dorado es de origen portugués, donde es muy popular, pero muy conocido en nuestra tierra, sobre todo en los pueblos fronterizos. También llamada Bacalao a bras en zonas alejadas de la frontera de España. Es de las recetas más famosas de la cocina portuguesa.

Esta receta aunque es de pescado suele gustar hasta a quien no le hace demasiada gracia el pescado o no les gusta el sabor fuerte del pescado. Es muy fácil  y rápido de hacer, os lo aseguro.

Este bacalao no es más que una especie de revuelto al que cada uno le da su toque especial. Tiene un sinfín de elaboraciones y varían los ingredientes según la zona donde se haga pero siempre se mantiene el bacalao, el huevo y las patatas, yo la hago de esta forma.

Ingredientes de la receta de bacalao dorado

  • 250 gr. de bacalao desmigado y desalado
  • Una (1) cebolla pequeña (100 gr. Aproximadamente)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Cuatro (4) patatas medianas
  • Cuatro (4) Huevos
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un (1) manojito de perejil fresco
  • Sal
  • Pimienta negra

Elaboración de la receta de bacalao dorado

1.- Pela las patatas y lávalas bien. Córtalas muy finas tipo patatas paja, puedes ayudarte de una mandolina para hacerlas muy finas si no tienes pericia con el cuchillo. Lávalas de nuevo para quitarle la fécula de modo que no se pegarán demasiado cuando las frías y quedarán sueltecitas. Fríelas y resérvalas con un papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

2.- Corta la cebolla en trocitos muy pequeños. Puedes cortarla también en láminas pero a mí me gusta más cortarla muy pequeñita para que no le quite protagonismo al bacalao.

3.-El bacalao debes tenerlo ya desalado así que sólo tienes que desmigarlo con las manos (mira en «curiosidades»).

4.- En una sartén pon las dos cucharadas de aceite de oliva, ponla a fuego medio. Échale los dos dientes de ajo sin pelar, sólo con un golpe para romperlos un poco. Cuando estén dorados añade la cebolla, que se vaya pochando. Antes de que se empiece a dorar añade el bacalao y lo rehógalo hasta que haya perdido el agua que suelte. En este paso puedes retirar los ajos si no te gusta encontrártelos enteros mas tarde.

5.- Inmediatamente añade las patatas fritas y justo después los huevos. Remueve bien para que cuajen los huevos y retira del fuego. Me gusta retirarlo antes de que cuaje totalmente el huevo ya que se termina de cuajar con el calor residual, así queda muy jugoso, pero si te gusta el huevo mas cuajado sólo tienes que retirarlo del fuego cuando te guste.

6.- Pruébalo de sal y añádele si le hace falta. En esta receta tienes que tener cuidado con la sal ya que el bacalao de por si es salado de modo que aconsejo probarlo al final y si le hace falta rectifícalo.

7.- Muele un poco de pimienta negra por encima y rocía con perejil picado.

A la mesa calentito!

Curiosidades de la receta de bacalao dorado

Uno de los puntos importantes de esta receta es que las patatas sean “paja” o sea muy finas, como digo en el punto uno puedes cortarlas con una mandolina, que no es más que una maquinita que nos facilita la labor de cortar verduras entre otras cosas, o cortarlas con el cuchillo, primero a rodajas muy finas y después esas rodajas en bastones muy finitos. Al freírlas se dorarán y quedarán crujientes. La mandolina la puedes encontrar en grandes almacenes o en tiendas especializadas en utensilios de cocina como puede ser «Bazar Victoria» en Sevilla donde también tienen compra on line.

El bacalao es necesario desalarlo, para ello debes meterlo en agua al menos 12 horas antes de elaborar la receta e ir cambiándole el agua cada cuatro u seis horas. Si no tienes tiempo o simplemente no te apetece desalarlo puedes comprar unos envases de bacalao desalado en tu supermercado habitual, suele ser más barato que comprar un lomo y muy apañado si vas con prisas.

Hay quien antes de echar el huevo lo bate, a mi me gusta echarlo entero y romperlo al mezclarlo con las patatas y el bacalao. Ten la precaución de cascar el huevo fuera del recipiente donde lo cocinas para que no caigan trozos de la cascara en la que se encuentran los gérmenes de la salmonelosis. Te aconsejo que casques el huevo sobre la encimera de la cocina o la tabla de cortar, lo pongas en un cuenco y después lo eches sobre la sartén.

¡Buen provecho!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con «Bazar Victoria», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.