Arroz al horno

Arroz al horno. Arròs al forn. Ya sabéis de mi afición a los arroces y este no puede faltar, además me viene a colación del la anterior receta de Puchero, y de mi amigo Ximo que buena falta le hace un arroz para recuperarse y volver a dar guerra por este mundo.

El arroz al horno es una receta tradicional valenciana, menos conocido que la paella, aunque me atrevería a decir que mas apreciado por los valencianos. Se elabora en cazuela de barro por ello recibe también el nombre de arroz a la cazuela (arròs a la cassola) o arroz paseado (Arros Passejat) por tener que llevarlo al horno más cercano. Es una receta de aprovechamiento -con esto de la crisis y la cuesta de enero qué mejor que aprovecharlo todo- donde el puchero (cocido) adquiere, o mas bien adquiría un papel importante.

Antiguamente se elaboraba con los restos de un cocido, pero hoy día, lo que se suele aprovechar mas que nada son los garbanzos y el caldo del puchero, el resto de ingredientes pueden o no proceder del mismo. Así es como me enseñaron  y con alguna variación es como yo lo hago.

¡Ponte el delantal y enciende el horno!

Ingredientes para la receta de arroz al horno

  • 200 gr. de arroz bomba
  • 250 gr. garbanzos cocidos
  • 600 ml. de caldo de puchero
  • 200 gr. de costillas de cerdo
  • 100 gr. de panceta fresca
  • Dos (2) morcillas de cebolla
  • Dos (2) tomates maduros
  • Una (1) cabeza de ajos
  • Una (1) cucharada de pimentón molido
  • Unas hebras de azafrán
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Sal

Elaboración de la receta de arroz al horno

  1. Primero de todo enciende el horno a máxima potencia, puedes meter dentro la cazuela de barro para que vaya tomando temperatura y el caldo en un cazo a calentar.
  2. Pon una olla o sartén a fuego medio-fuerte y sofríe con un poco de aceite de oliva la costilla, añade una pizca de sal. Cuando esté dorada la reservas. Haz lo mismo con la panceta y con la morcilla a la que le darás unos pinchazos con un tenedor o cuchillo para que no reviente y de desmorone.
  3. Mientras puedes ir rallando uno de los dos tomates.
  4. En la misma olla sofríe la cabeza de ajos. Yo la pongo entera para que no predomine demasiado el sabor, hay quien la parte por la mitad y sofríe las dos mitades.
  5. Cuando se dore el ajo baja el fuego, añade el pimentón y justo después el tomate rallado, así no se quemará el pimentón que le puede dar un desagradable amargor. Sofríe unos minutos.
  6. Seguidamente incorpora los garbanzos, después el arroz y la mitad de las hebras de azafrán, deja al fuego unos minutos más.
  7. Con cuidado de no quemarte, pasa el sofrito a la cazuela de barro, extiende por el fondo y coloca la carne encima, la cabeza de ajos en el medio de la cazuela y a los lados una mitad de tomate y la morcilla de cebolla.
  8. Añade el caldo bien caliente y menea un poco la cazuela para repartir bien y asentar los ingredientes.
  9. Mete la cazuela en el horno dieciocho (18′) minutos con la temperatura al máximo y sin abrir la puerta.
  10. Pasado ese tiempo deja reposar cinco (5′) minutos tapado con un papel de horno o trapo límpio y lo tienes listo para comer.

«Bon profit»

Curiosidades de la receta de arroz al horno

La receta está pensada para dos (2) personas aunque con estas cantidades bien podrían comer cuatro.

La proporción de caldo con respecto al arroz bomba es de un poco mas de dos partes y media (2’5) de caldo por una (1)  de arroz aproximadamente. Como el arroz lo suelo medir con cazos, le echo por cada cazo de arroz, dos y medio de caldo. Puede que te sobre un poco de caldo.

Como siempre digo si queréis y encontráis costillas y panceta ibérica mejor que mejor, os saldrá un arroz de primera.

La panceta la puedes sustituir por tocino o papada de cerdo o incluso añadirlo sin sustituir, eso si, ten en cuenta que añades grasa en cantidades industriales y se trata de comer bien no de cebarnos, por tanto si le echas de todo controla las cantidades. Si te apetece hacerlo porque quieres «arroz de dieta», puedes sustituir la costilla y panceta por lomo de cerdo limpio de grasas.

Te habrás percatado de que apenas uso la sal en la elaboración de este arroz al horno y es porque el caldo del puchero puede que esté sabroso de por sí, pruébalo de todos modos y añade sal si lo crees conveniente.

Los garbanzos pueden ser de un puchero que hayas hecho y puedas tener congelado, o que los hayas cocido aparte. También puedes usar un bote de garbanzos cocidos de buena calidad.

El arroz al horno tiene una ventaja con respecto a otros, que se mantiene muy bien una vez hecho, e incluso se mejora después de un largo reposo por ello es ideal para reuniones en las que no se sabe exactamente a qué hora se comerá. Si te sobra puedes volver a saltearlo un poco en una sartén para calentarlo, al ser un arroz seco no quedará apelmazado.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Patatas guisadas con costilla

Patatas guisadas con costillas de cerdo. Bueno ya estoy de vuelta, después de estos días de ausencia traigo una receta para recuperar lo desgastado en la carrera que os comenté en la anterior entrada… os cuento un poco.

El pasado fin de semana estuve en los 101 km en 24 horas de Ronda como ya os comenté, ha sido una de la carreras más duras de mi vida y no tanto por los kilómetros sino por la calor asfixiante. El día fué muy duro  ya la noche mucho mas liviana al bajar las temperaturas, al final terminé en 22 horas y 45 minutos aproximadamente muy cansado y dolorido pero increíblemente feliz, los malos tragos se me olvidaron al cruzar la meta arropado por los amigos y conseguir el preciado «ladrillo» que no es más que una medalla conmemorativa que sólo le dan al que finaliza.

Desde aquí quiero agradecer a todos los amigos y compañeros que de una forma u otra me han ayudado en la preparación y consecución de la carrera sobre todo a Jose Manuel Rebollido que ha sido el que me ha metido el ultrafondo en las venas apostando por mi desde el primer momento y enseñándome todo lo que sabe, a Juan José Nicolini que ha estado todo este año  entrenando conmigo y no pensó en abandonar ni un sólo instante además de ser un apoyo incondicional, a José Antonio Santigosa por lo grande que es, por su entrega desinteresada y por sus palabras que tanto ayudan en los momentos delicados, a Manuel García Melgar por su compañía, su humildad y sencillez, a mis hermanos «Los Últimos Susmurais»  y a tantos otros que no nombro pero que también se merecen mención especial aunque si sigo nombrando no pongo receta alguna que de eso trata este blog y no quiero aburriros con tanta dedicatoria.

Esta receta tan típica y tradicional «costilla con papas» o «papas guisadas» como siempre se les ha llamado en mi casa , es sencilla y barata, rica en carbohidratos, con las proteinas justas y baja en grasas, siempre que la costilla sea magra y le quitemos la grasa sobrante. Una receta tradicional de las de toda la vida que en cada casa se hace de forma diferente pero el resultado es similar.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de patatas guisadas con costilla

    • Cuatro (4) patatas grandes
    • 500 gr de costilla de cerdo troceadas
    • Un (1) pimiento rojo
    • Un (1) pimiento verde
    • Una (1) cebolla
    • Un (1) tomate maduro
    • Un (1) pimiento choricero (o su carne)
    • Media (1/2) cabeza de ajos
    • Una (1) guindilla (opcional)
    • Una (1) hoja de laurel
    • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
    • Pimienta negra
    • Unas hebras de azafrán.
    • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
    • Sal
    • 200 ml de agua o caldo de pollo

Elaboración de la receta de patatas guisadas con costilla

  1. Pon a remojar en agua templada el pimiento choricero en el caso que lo tengas seco y no utilices carne de pimiento choricero envasada.
  2. En una olla o cazuela echa cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva y ponla a fuego medio-alto.
  3. Limpia bien de grasas las costillas y échalas en la olla para que se doren.
  4. Mientras tanto lava muy bien las verduras, pélalas y las cortas en trocitos muy pequeños (brunoise). La media cabeza de ajos sólo pela las capas exteriores y con un cuchillo afilado hazle una pequeña incisión en el lomo de cada diente de ajo.
  5. Cuando esté la costilla bien dorada echa la cebolla, el pimiento rojo y el verde que dejaremos pochar hasta que este blandita, que será cuando añadirás el tomate. Deja que se haga lentamente, salpimenta e incorpora la hoja de laurel, la media cabeza de ajos y la carne del pimiento choricero que tenías en remojo. Si quieres puedes echar una guindilla para darle un toquecito picante.
  6. Una vez la verdura esté bien pochada incorpora la cucharadita de pimentón dulce, remueve y seguidamente agrega el agua o caldo para que no se te queme y deja a fuego medio para que las costillas se ablanden o cierra en la olla exprés unos quince (15′) minutos.
  7. Pela las patatas y las troceas «chascandolas» o «triscandolas». Tienen que ser trozos irregulares pero de similar tamaño para que se hagan por igual. Lávalas bien e incorpóralas en la olla, tardarán sólo diez (10′) minutos en hacerse si cierras la olla o déjalas hacer a fuego lento hasta que estén tiernas. Si ves que tiene poco caldo puedes añadir algo más. Al chascar las patatas y no cortarlas soltarán la mas fécula que ayudará a espesar el caldo.
  8. Cuando estén tiernas las patatas retira del fuego, corrige de sal y ya tienes listo el guiso. Yo suelo retirar la cabeza de ajos pero si te gustan puedes dejarlos.

¡Pedazo de pan y a la mesa!

Curiosidades de la receta de patatas guisadas con costilla

Las costillas si son de cerdo ibérico en vez de blanco el plato pasa a convertirse en todo un manjar. También puedes sustituir las costillas por carne de cerdo o ternera y tendrás un guiso de «papas con carne» igualmente rico. Hay quien usa costilla adobada pero por aquí no es muy típica y no la encuentro fácilmente.

Puedes sustituir azafrán por cúrcuma o colorante alimentario, en mi casa mi madre siempre utilizó el colorante para poner los guisos amarillitos, ahora si no lo pongo amarillo es mi mujer la que protesta 😉

Mi madre a este guiso como a tantos otros le echa una pastilla de caldo de pollo que hace las veces del caldo, yo como ya he comentado no suelo utilizar mucho esas pastillas prefiero tener caldo de pollo o de cocido preparado para tal fin, pero si quieres puedes echarle la pastilla junto con el agua.

El pimiento choricero puedes no ponérselo pero a mí me gusta mucho el sabor que le da a los guisos, no cuesta mucho extraer su carne si lo hidratas bien pero si quieres también venden unos envases de carne de pimiento choricero muy apañados.

El sofrito con la costilla antes de añadir la patata (la patata queda zapatona al congelarla) aguanta muy bien la congelación de modo que puedes hacerlo y congelar la mitad o entero para cuando lo vayas hacer. Sólo tendrás que descongelarlo, añadir la patata y algo de caldo si hiciese falta. A veces la mitad lo hago con patatas y la otra le echo un puñado de arroz y ya tengo solucionada otra comida «Arroz con costilla» y si no quieres quitarle la patata pues «Arroz con costilla y patatas».

Esta receta es 100% Sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Saquitos de carrillada iberica con coulis de frambuesa

Saquitos de Carrillada Ibérica con Coulis de Frambuesa es la receta navideña que complementa a a la anterior. Si bien ya sabes hacer una buena carrillada, también has de saber otras formas de presentación para sorprender a tus comensales en Navidad o cualquier otra ocasión, además de acompañarla con alguna salsa que destaque sus sabores y vistosidad del plato.

El coulis de frambuesa es una salsa ligera hecha con frambuesas, muy simple y rápida de hacer, sólo tendrás que hacer un almíbar y poco mas, abajo te detallo el procedimiento. Esta salsa combina estupendamente con la carne y realza los sabores de esta y si acompañas el plato con un buen vino tinto ¿Qué más se puede pedir?

¡Ponte el delantal!

Ingredientes (para 6 saquitos)

Para los saquitos

  • Carrillada Ibérica en salsa
  • Ocho (8) láminas de pasta brick
  • Un (puerro)

Para el coulis de frambuesa

  • 100 gr. de frambuesas frescas
  • 60 gr. de azúcar
  • 50 ml. de agua
  • Una (1) cucharada de zumo de limón

Elaboración

  1. Para hacer el coulis de frambuesa, pon a calentar los 50 ml. de agua en un cazo, añade el azúcar y remueve bien hasta que esté bien diluido.
  2. Tritura las frambuesas con la cucharada de limón y echa sobre estas el almíbar que has preparado, déjalo reposar  unos minutos y tritura bien con la batidora.
  3. Para que te quede una salsa fina pásala por un colador y así eliminarás todas la pepitas. Guárdala en el frigorífico hasta que la vayas a utilizar.
  4. Pon un cazo al fuego con agua. Corta unas tiras de puerro (preferiblemente de la parte verde que es mas consistente) y cuando el agua empiece a hervir las introduces en el agua un minuto para blanquearlas. Retira del fuego y enfría las tiras en un bol con agua y hielo. Resérvalas para atar los saquitos.
  5. Extiende una lámina de pasta brick sobre la encimera, corta un trozo de una de las láminas y colócalo en el centro para darle consistencia al saquito.
  6. Desmenuza la carne y mézclala con un poco de salsa.
  7. Sobre la lámina pon un par de cucharadas de carne, coge todas las puntas del saquito y únelas, cierra con cuidado el saquito y átalo con una tira de puerro. Haz lo mismo con los demás.
  8. Pon el horno a calentar a 180º arriba y abajo, coloca un papel para horno en una bandeja a media altura. Cuando esté caliente coloca sobre el papel pintado con una gotita de aceite de oliva los saquitos y hornea unos minutos hasta que esté dorado el saquito.
  9. Sirve el saquito sobre una cama de salsa y lo acompañas con el coulis de frambuesa. Como guarnición yo he puesto arroz basmatti pero combina muy bien con cualquier tipo de patata, arroz o verdura.

 

A sorprender a vuestros comensales!

Curiosidades

Si quieres hacer mas cantidad de coulis sólo tienes que duplicar o triplicar las cantidades.

Siguiendo la misma receta puedes cambiar las frambuesas por fresas, moras,  frutos del bosque u otra fruta que se te antoje o tengas a mano. Yo las he usado frescas pero también las hay congeladas y dan muy buen resultado.

He usado pasta brick pero si no la encuentras puedes usar pasta filo, obleas de empanadillas y hasta hojaldre, no se saldrá tan fino pero te puede solucionar el saquito y también sale muy bueno.

El relleno lo he puesto de Carrillada Ibérica al vino tinto que la tenía hecha pero puedes rellenarlo con lo que quieras, carne, gambas, pescados o quesos, hazlo a tu gusto.

Como te he dicho antes para acompañar, además de un buen trozo de pan, puedes poner arroz, verduras salteadas, ensalada o cualquier tipo de patata, ya sea puré de patata, patatas duquesa, o lo que tu imaginación te marque.

¡Espero que os guste amig@s y Felices Fiestas!!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Carrillada iberica en salsa de vino tinto

carrillera de cerdo ibericoCarrillada Ibérica en salsa de vino tinto es la receta que os enseño hoy, sigo con las Recetas Navideñas, eso no quiere decir que esta receta venga bien en cualquier momento del año sin tener que ser una fecha señalada. La carrillada o carrillera es una carne un tanto especial, se que a todo el mundo no le gusta por tener una textura algo gelatinosa, pero a quien le gusta, le apasiona. La carrillera es en la carne lo que en el pescado la cococha (kokotxa), una carne considerada casquería pero cada vez va teniendo más adeptos (por desgracia para los precios) y se encuentran fácilmente.

Esta no es una carne excesivamente cara, la ibérica un poco más pero merece la pena para unos días señalados como la Navidad. Es un guiso que debería hacerse lentamente, pero claro no siempre disponemos del tiempo que queremos y tenemos que echar mano de la olla exprés, pero si tenéis la posibilidad de hacerlo a fuego lento, no os defraudará. Si optáis por hacerlo en olla rápida, dejar reducir bien la salsa al final de la cocción.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

  • Un (1) kg. de carrillada ibérica
  • Una (1) cebolla
  • Dos (2) puerros
  • Dos (2) zanahorias
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) ramita de romero
  • Un par (2) de ramitas de tomillo
  • Una (1) hoja de laurel
  • Un (1) clavo de olor
  • Una botella de vino tinto (3/4 L) de calidad
  • 100 ml. de caldo de pollo
  • Dos o tres cucharadas de harina
  • Una (1) cucharada de azúcar
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

  1. Limpia bien de grasas las carrilladas, si no lo ha hecho por tí el carnicero, salpimenta bien por ambos lados y enharina ligeramente.
  2. Pela y corta a trocitos pequeños la cebolla, los puerros y las zanahorias. Resérvalos.
  3. Pon una olla o cacerola al fuego, cuando caliente la olla cubre el fondo con aceite de oliva pero no te pases o te quedará un guiso con mucha grasa.
  4. Fríe las carrilladas a fuego medio para que no se quemen y cuando las tengas con bien doraditas las reservas.
  5. En la misma cacerola echa un poco mas de aceite si hace falta y pocha las verduras hasta que estén blanditas, unos seis o siete (6 ó 7′) minutos. Los ajos los pongo enteros con su piel, dándoles un pequeño golpe con la hoja del cuchillo.
  6. En una cacerola aparte pon al fuego fuerte el vino con las ramitas de romero y tomillo. Añade también la cucharada de azúcar para contrarrestar la acidez del vino. Déjalo reducir.
  7. Cuando estén bien estofadas las verduras añade de nuevo las carrilladas con el líquido que han soltado, echa también el vino que tienes en la otra cacerola y el caldo de pollo y déjalo cocinar aproximadamente una hora y media (1,5 h.) a fuego medio, vigilándolo de vez en cuando para que no se pegue, no le falte líquido y la carne no se desmenuce por estar demasiado blanda. Corrige de sal si hiciese falta.
  8. Pasado ese tiempo, retiramos las carrilladas y si hace falta reducimos un poco más la salsa.
A la mesa, prepara pan!!
 

Curiosidades

Un truco para enharinar bien la carne y no poner todo perdido es echar las dos o tres cucharadas de harina en una bolsa de plástico, metes dentro los trozos de carne y cierras bien. Mueve enérgicamente, saca la carne sacudiendo el exceso que pueda tener de harina y la tienes lista para dorar. La bolsa y la harina la puedes deshechar sin haber manchado ningún cacharro. Ten la precaución que la bolsa no tenga fisuras o estarás perdid@.

Si no tienes caldo de pollo puedes ponerle un poco de agua y media pastilla de caldo de pollo, a mi no me suele gustar pero sé que en la cocina tradicional y nuestras madres siempre lo hacen así, de modo que tú eliges.

Cuanto mas doradas esté la carne, más oscura te saldrá la salsa, y el sabor será mas intenso al reducirla.

La salsa la podemos dejar tal cual, colarla o triturarla, como te guste mas, pero ten en cuenta que si la trituras perderás el brillo del guiso.

El vino tinto que uses que sea de calidad, siempre digo que un vino que no me bebería no lo uso para cocinar, a razón de como sea el vino así te saldrá el guiso, eso no quiere decir que con un tinto barato no salga el guiso, que también sale pero si los ingredientes son de calidad y la carrillada es ibérica no escatimes en un mal vino para una buena carne.

También puedes usas un vino blanco si te gusta mas o lo tienes a mano, o si simplemente no te gusta el sabor intenso que deja el vino tinto.

Para acompañar esta carne puedes hacer una crema o puré de patatas ligero, muy cremoso aligerandolo con caldo de pollo en vez de con leche, como si fuese una velouté o con unas patatas duquesa de mi amigo Javi Recetas, un arroz blanco también le va bien, hasta un poco de pasta combinaría pero con una buena ensalada de entrante a esta carne no le falta de nada.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Flamenquines

El flamenquín es un plato típico cordobés, al igual que el salmorejo.  Se trata de un filete de lomo enrollado con jamón serrano y empanado con huevo y pan rallado, aunque en algunos sitios le ponen huevo y pimiento morrón, en mi familia, que es de Écjia, muy cerquita de Córdoba se hacen de esta forma y como norma se acompaña con unas buenas patatas fritas, un poco de lechuga y salsa mahonesa.

Como en todas las recetas hay muchas variantes, hay quien los hace de ternera, de pollo, de jamón de york y hasta de pan de molde, como el de mi amigo Javi Recetas que hizo esta receta de Flamenquines de pan de molde para un evento organizado por Bimbo, así que si veis en los paquetes de Pan de molde Bimbo una receta de Flamenquines ya sabéis de quien es.

Los rellenos son tan variados como su envuelta, huevos, pimientos y queso los mas tradicionales pero hay otros más innovadores como pueden ser de aguacate, gambas, salmón, bacalao y un sin fin de posibilidades.

Esta receta no es navideña pero, mientras hacemos los platos para la ocasión también hay que comer ¿no?

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) unidades

Para el aliño

  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un ramillete de perejil
  • Un (1)limón
  • Pimienta molida
  • Sal

Para los flamenquines

  • Cuatro (4) filetes de lomo de cerdo
  • Cuatro (4) lonchas de jamón serrano
  • Dos (2) Huevos cocidos
  • Dos (2) pimientos del piquillo

Para el empanado

  • Pan rallado
  • Dos (2) Huevos

Elaboración

  1. Para comenzar hay que aliñar los filetes de lomo, para ello pela y trocea los ajos, pica el perejil y corta los limones en cuatro trozos. Pon los filetes en un bol, salpimentalos y añádele los ajos, el perejil, el zumo del limón. Resérvalo en el frigorífico. Lo ideal es que lo hagas el día anterior para que coja bien el aliño.
  2. Cuece los huevos si no los tienes cocidos y los reservas.
  3. Saca los filetes y extiéndelos sobre la tabla de cortar. Puedes desechar el aliño. Sobre cada uno de los filetes coloca una loncha de jamón serrano, unas tiras de pimiento morrón o del piquillo. Corta los huevos en cuatro mitades a lo largo y coloca sobre la loncha de jamón dos trozos.
  4. Enrolla con cuidado de que no se salga el relleno por los extremos y pincha con un palillo de dientes si lo ves necesario para sellarlo. Repite la operación con todos los filetes.
  5. Pon el pan rallado en un plato y los huevos batidos en otro.
  6. Pasa los flamenquines por pan rallado, huevo y de nuevo por pan rallado.
  7. Fríe los flamenquines en abundante aceite de oliva hasta que estén con un bonito color dorado.

Curiosidades

Yo los paso por pan rallado dos veces, hay quien en la primera operación los pasa por harina y después por pan rallado, hazlo como más te guste, yo lo hago por costumbre.

Está claro que si cambias los filetes de lomo por lomo ibérico o secreto ibérico… los flamenquines salen bailando seguro, prueba a ver, y ya ni te cuento con el tipo de jamón que le pongas…Del relleno ya sabes, o los haces tradicionales como te indico o ponle imaginación y rellénalos con lo que más te guste.

Como te he comentado antes es mejor que los filetes los dejes que cojan bien el aliño, pero si no tienes tiempo y quieres comértelos en el momento de hacerlos estás en pleno derecho, también te saldrán muy ricos.

La receta es para cuatro flamenquines, pero si quieres puedes hacer más y congelarlos  para tenerlos listos en esos momento que no tienes que hacer pero tienes prisa y hambre, sólo los tendrás que freír y listo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tenderloin with Cider (Solomillo a la sidra).

Amig@s, me han invitado a participar en el calendario internacional de recetas navideñas (International Recipe Advent Calendar 2011) de Lexiophiles, en este calendario se incluyen recetas navideñas en inglés de todo el mundo y yo no he querido ser menos así que me han ayudado a traducir la receta de Solomillo a la Sidra que publíqué la pasada semana y saldrá en su blog el día 6 de diciembre, no dejeis de visitar el blog Lexiophiles y disfrutar de las recetas que día a día se irán publicando. Aquí os dejo la receta en cuestión.

Espero que os guste amig@s!

As Christmas is getting closer, I will try to publish some recipes for this special celebration where we all gather together with our family and friends.

I would like to publish simple yet delicious recipes, suitable to all budgets so that everyone is able to find the ingredients without any complication and surprise all your guests. I will also try to also publish some recipes especially for sybarites.

To begin with, today I’ll share with you the Tenderloin with Cider, simple and suitable to any budget, ideal for those who don’t have enough time to cook. Who said you need lots of money to eat properly?

Put on your apron!

Ingredients

  • 1 Tenderloin
  • 2 Garlic Cloves
  • A bottle of Cider (Suggestion: “Llagar de la Ferrería”  Natural Cider from Asturias)
  • 200 ml. Milk Cream (also known as the skin formed over warm milk)
  • White Pepper
  • Extra-virgin olive oil
  • Mashed Potatoes

Preparation

  1. Clean the tenderloin and completely eliminate the fat. Cut it in 2cm slices.
  2. In a hot pan, add two spoons of olive oil and roast the tenderloin slices. Do not leave them too much time in the pan otherwise they will get dry. Put them in a safe place.
  3. Peel the garlic gloves and cut them into thin sheets.
  4. Using the same pan, add one more olive oil spoon and brown the garlic but do not toast it otherwise it will get bitter. Once they are brown add 20cl of cider and let it reduce for a couple of minutes.
  5. When you notice that cider has reduced to half, add the milk cream, some salt according to your taste and a bit of white pepper.
  6. Season the milk and let it reduce; add the tenderloin slices to temper them before being served.
  7. Serve with mashed potatoes or Duchesse Potatoes.

Enjoy!

Solomillo a la sidra

Ya mismo están aquí las navidades y como no, voy a intentar ir publicando una serie de recetas para estas fechas tan entrañables en las que aprovechamos para reunirnos con familiares y amigos.

Las recetas que publicaré quiero que sean sencillas, sin demasiada complicación para que cualquiera pueda elaborarlas sin problemas de encontrar algún ingrediente y con un presupuesto ajustado a los tiempos que corren, pero a la vez resultonas para que podáis sorprender a vuestros comensales. Aunque quizás publique alguna con algún punto de más para los mas sibaritas.

Para comenzar, hoy os traigo un solomillo de cerdo a la sidra, simple, sencillo y como ya he dicho ajustado a todos los bolsillos, ideal para quien no tiene mucho tiempo ¿Quién dijo que para comer bien hay que gastar mucho ?

 ¡Ponte el delantal!

Ingredientes

  • Un (1) solomillo de cerdo
  • Dos (2) dientes de  ajo
  • Una (1) botella de sidra asturiana natural
  • 200 ml. de nata
  • Pimienta blanca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Puré de patatas o Patatas Duquesa

Elaboración

  1. Limpia el solomillo de posibles restos de grasa. Córtalo en rodajas de unos dos centímetros.
  2. Pon una sartén al fuego con un par de cucharadas de aceite de oliva y cuando esté bien caliente dora los medallones de solomillo. No los hagas demasiado para que no se te queden secos. Resérvalos.
  3. Pela los ajos y córtalos en láminas.
  4. En la misma sartén, echa otra cucharada de aceite y dora los ajos, pero no los tuestes o amargarán. Una vez dorados añade unos 20 cl. de sidra, déjala reducir unos minutos.
  5. Cuando veas que la sidra haya perdido fuerza y haya reducido a la mitad añade la nata, corrige de sal y echa un par de vueltas de molinillo de pimenta blanca.
  6. Cocina la nata y redúcela, añade los filetes para atemperarlos antes de servirlos.
  7. Acompaña con un puré de patatas o patatas duquesa*.

¡A comer!

Curiosidades

Esta receta también suelo hacerla con cava, pero en este caso he  utilizado la sidra ya que además de tener una estupenda botella por cortesía de la tienda gourmet  Universo Sibarita, me gusta poner en valor algunos de los estupendos productos que tenemos y variar un poco para no caer en la monotonía de los clásicos ingredientes. De todos modos tu puedes utilizar un cava o espumoso si no tienes sidra asturiana ya que en estas fechas es fácil encontrarlo y a un precio muy asequible.

Si quieres realzar todavía más esta receta utiliza un solomillo ibérico, le dará la categoría que merece una receta navideña y tus comensales lo agradecerán.

Para hacer el solomillo también puedes dejarlo entero, dorarlo y terminarlo de hacer metiendolo unos minutos en el horno, te quedará jugoso y exquisito.

Para la guarnición, puedes cambiar el puré de patatas por unas patatas duquesa, darán mas vistosidad al plato y están deliciosas. Para hacerlas sólo tienes que partir de la receta de puré de patatas, añadirle un una yema de huevo y mezclarlo bien. Mete en una manga pastelera con una boquilla rizada. En una placa de horno pon un papel encerado y sobre este ve formando pequeños montoncitos con la manga pastelera, pinta cuidadosamente con un huevo batido y mete en el horno a 180º unos veinte minutos para que se doren. Si todavía tienes dudas mira la receta de mi amigo Javi recetas: Patatas Duquesa.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Empanada Gallega de carne.

La Empanada es uno de los platos Gallegos por excelencia, siempre está presente en todas las fiestas, reuniones y celebraciones, aunque ya es un bien común en todas partes, lo bueno se comparte y llega a todos los lugares. El pasado 11 de noviembre fué el día de San Martín, que marca la fecha de los fríos del invierno y fecha tradicional de las matanzas del cerdo en Galicia y de ahí la expresión «a todo cerdo le llega su San Martín» («A todo porco lle chega o seu San Martiño»), pues en honor a «San Martiño» mi empanada es de carne de cerdo o sea de «raxo».

La empanada no tiene mucho misterio, un sofrito -que es la base principal-, una masa fácil de hacer -normalmente de harina de trigo, pero también se hace de maiz sobre todo en las Rías Baixas- y un relleno, el que mas guste, se puede rellenar de casi cualquier cosa, no obstante según la zona, tradicionalmente se le pone un relleno diferente. En este caso voy a rellenarla de «raxo», como ya he dicho, pero una de las mas famosas y extendidas es la de atún o bonito,  las del cocido, que se hace con las carnes de este, o las de aprovechamiento, que se hacen con los restos de comida de cualquier guiso o asado que hayamos hecho.

En mi familia no hay gallegos pero si muchos y muy buenos amigos de allí, esta receta la dedico a todos mis amig@s galleg@s, los que lo son y los de adopción y con especial cariño a la «Señora Justa», que hace las mejores empanadas que he probado nunca y he probado unas pocas.

¿Manos a la harina? Pues, ¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para el sofrito

  • 125 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) cebollas
  • Un (1) tomate
  • Medio(1/2) pimiento verde
  • Medio (1/2) pimiento rojo
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce de la vera
  • Sal

Para la masa

  • 500 gr. de harina de trigo
  • 200 ml. de agua tibia
  • 100 ml. de aceite del sofrito
  • 50 ml. de vino blanco
  • 25 gr. de levadura prensada o de panadero
  • Una (1) cucharada pequeña de sal
  • Un (1) huevo (para pintar la empanada)

Para el relleno

  • 500 gr. de lomo de cerdo
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Media (1/2) cucharada de orégano
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Una punta de pimentón
  • sal

 

 Elaboración

1.- Lo primero es hacer el sofrito, para ello pon una sartén amplia al fuego medio con los 125 ml. de aceite de oliva. Corta las cebollas en juliana, los pimientos y los ajos en trocitos. Cuando esté el aceite caliente echa la cebolla, los pimientos y los ajos, deja que se poche lentamente.

2.- Ralla el tomate y cuando esté todo bien pochado se lo añades al sofrito y sigue pochando hasta que se haga. A continuación añade el pimentón y retira del fuego para que no se queme, remueve bien y pasas todo el sofrito a un colador con un recipiente debajo para recoger el aceite sobrante, que utilizarás para hacer la masa.

3.- Corta la carne en trocitos, alíñala con el ajo bien picadito, el orégano, un poco de sal, las hojas de laurel y la punta del cuchillo de pimentón. Remueve bien para que se adobe la carne y resérvala.

4.- Para hacer la masa coge un bol o recipiente profundo y echa la harina previamente tamizada. Haz una especie de volcán en el centro.

5.- Calienta el agua, desmenuza la levadura en el agua y la echas en el volcán. Añade también el aceite de haber hecho el sofrito, el vino blanco y la cucharadita de sal.

6.- Mézclalo bien con una lengua o cuchara de madera y cuando se integren bien todos los ingredientes, pasa la bola de masa a una mesa con un poco de harina espolvoreada para que no se pegue.

7.- Amasa bien unos diez (10′) minutos para que la bola de masa se haga mas firme, poco a poco se irá haciendo mas elástica y menos pegajosa. Reserva la masa en un bol enharinado y tapado con un paño limpio al menos una hora (1 h).

8.- Mientras reposa la masa, en la misma sartén donde has hecho el sofrito, echa un un par de cucharadas de aceite de oliva y fríe la carne, no la hagas mucho pues se terminará de hacer dentro de la empanada en el horno. Mezcla el sofrito que has hecho con la carne, deja que se enfríe y resérvalo.

9.- Ahora divide la masa en dos partes, una un poco mas grande que otra, la grande será la de abajo y la pequeña para arriba.  Estira la cada una con un rodillo, con cuidado de que no se te rompa, sobre una encimera ligeramente enharinada para que no se te pegue.

10.- Coloca sobre una bandeja para horno un papel de hornear y sobre este la masa estirada mas grande. Añade el relleno y extiéndelo por toda la superficie de la base.

11.- Tapa con la otra masa y recorta los bordes sobrantes, sella los bordes dando pequeños pellizcos para que no se abra.12.- Con la masa que te ha sobrado de los bordes haz unas trenzas, tiras o cordoncitos para adornar, una de ellas circular y la colocas en el medio con un ajujero en la masa para que respire. Pincha la masa con un tenedor para que no se infle al cocerla en el horno.

13.- Precalienta el horno a 180ºc, arriba y abajo. Mientras bate un huevo y pinta toda la superficie de la empanada, para que quede con un bonito color dorado.

14.- Mete la empanada en el horno a media altura y hornearla unos cuarenta (40′) minutos.

¡Por fin tienes tu empanada!

Curiosidades

 La empanada puedes hacerla con tiempo suficiente, y dejarla en el frigorífico hasta que la vayas a cocer. Si haces el sofrito el día anterior te saldrá la empanada todavía más rica.

La carne puedes ponerla en filetes finos, cortarla en tiras o picada. Yo la he hecho con lomo pero si quieres puedes utilizar otra parte que te guste. Ya sabes, puedes cambiar la carne por cualquier ingrediente que te guste, pollo, marisco, pescado, hay infinidad de combinaciones.

Vigila la empanada y si al cocer la empanada se infla, pínchala con un tenedor, se bajará la masa inmediatamente.

Si quieres calentar la empanada enciende el horno a 200º y cuando esté caliente mete la empanada, déjala tres o cuatro minutos y la tendrás de nuevo rica y calentita.

¡Qué la disfruteis amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tosta de cabrales, morcilla y huevo de codorniz

Siguiendo con la temática de las tostas y pintxos, hoy os traigo esta Tosta de Queso Cabrales, morcilla y huevo de codorniz, que es una versión de un montadito que suelo pedir en una taberna de aquí de Chiclana, la «Peña Emilio Oliva» donde ponen unos montaditos y tapas tradicionales riquísimas, este en cuestión lo sirven con morcilla y huevo de codorniz, yo le he dado un cuarto vuelta y como tenía un poco de Salsa Cabrales se la he añadido ya que combina estupendamente con cualquier morcilla.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

  • Cuatro (4) rebanadas de pan
  • Salsa cabrales
  • Ocho (8) rodajas de morcilla
  • Cuatro (4) huevos de codorniz
  • Flor de Sal ó Sal de Hielo

Elaboración

1.- Comienza elaborando la salsa cabrales, tienes la receta pinchando aquí: Salsa Cabrales.

2.- Corta las rebanadas de pan y disponlas en una bandeja para horno. Corta también las rodajas de morcilla y las reservas.

3.- Calienta una sartén antiadherente o plancha con unas gotas de aceite de oliva. Casca los huevos de codorniz en un bol y fríelos cuando esté bien caliente, no los hagas del todo pues se terminarán de cocinar en el horno. Los reservas.

4.- Monta la tosta untando la salsa de cabrales en la rebanada de pan, sobre esta dos rodajas de morcilla y terminando con un huevo de codorniz. Sala el huevo con un poco de flor de sal.

5.- En el horno que tendrás previamente precalentado a 180º arriba y abajo, metemos la bandeja con las tostas y dejamos unos minutos para que el pan se ponga crujiente y atempere los ingredientes que hemos puesto sobre este.

¡Ya tienes lista tu tapa!

Curiosidades

Puedes tener la salsa de cabrales hecha con antelación y te ahorrarás un paso, pero no la hagas con mucho tiempo que al llevar nata puede estropearse.

Para abrir los huevos de codorniz utiliza un cuchillo tipo puntilla, corta uno de los extremos y extrae el huevo en un bol, con la precaución de que no caigan trozos de cáscara y así nos evitaremos males desagradables.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Potaje de habichuelas con chorizo y morcilla

Las habichuelas o alubias según la región se llaman de una forma u otra, en casa siempre se le llamó potaje de habichuelas y todo el mundo sabía lo que había.

Este es un potaje tradicional Gaditano de los que se hace en cualquier casa, eso sí, cada uno tiene su forma de hacerlo aunque sean todos muy parecidos. Llegaron las tan esperadas lluvias y con los fríos ya va entrando ganas de meterse un potaje al llegar de trabajar que además de calentarte el cuerpo, es baratito y puedes hacer para más de una vez, con el consiguiente ahorro energético.

Para hacer esta receta no hay que ser un lumbrera, sólo tiene un sofrito y una cocción posterior de las habichuelas, que si son de buena calidad tienes el éxito asegurado y un reposo, porque al día siguiente están todavía mejor. Con estas cantidades salen cuatro raciones bien despachadas, si sois sólo dos, como es mi caso puedes congelar perfectamente las otras dos para otra ocasión, ó comértelas con un poco de arroz cocido al día siguiente como nos hacía mi madre.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) raciones.

  • 400 gr. de habichuelas o alubias blancas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento rojo
  • Dos (2) tomates maduros
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Dos (2) chorizos de ronda
  • Un (1) trozo de morcilla
  • Una pizca de comino
  • Unos granos de cilantro
  • Un par de vueltas del molinillo de pimienta negra
  • Una (1) hoja de laurel
  • 125 ml. de vino fino o blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- El día anterior al que vayas hacer las habichuelas, las ponlas en agua a remojar.

2.- Pela y pica la cebolla. Yo la suelo laminar, no hace falta que sean trozos pequeños. Trocea también el pimiento y el ajo. Ralla el tomate y resérvalo.

3.- Pon una olla a fuego medio, cubre el fondo con aceite de oliva, unas tres cucharadas. Echa la cebolla y una pizca de sal para que se poche. Añade el ajo y el pimiento. Deja que se ablande bien y a continuación añade el tomate rallado, un par de vueltas del molinillo de pimienta negra, una pizca de comino, unos granos de cilantro y la hoja de laurel.

4.- Cuando esté todo bien sofrito, añade una cucharada pequeña de pimentón ahumado, y antes de que se queme echa el vino, déjalo reducir unos minutos.

5.- Tritura el sofrito con la batidora o un pasapurés, ten la precaución de retirar la hoja de laurel, que añadirás de nuevo una vez esté triturado. Si hace falta añade un poco de agua para triturarlo mejor.

6.- Vuelve a poner el sofrito ya triturado en la olla, echa las habichuelas escurridas y cúbrelas con agua hasta dos veces mas de su volumen. Lava bien el chorizo y la morcilla e incorpóralos en la olla.

7.- Pon el fuego fuerte y cuando empiece a hervir, lo bajas a temperatura media y dejas cocer aproximadamente una hora medio tapado y removiendo de vez en cuando, vigilando que no se queden sin caldo.

8.- Retíra la olla del fuego y ya tienes listo el potaje para servirlo, aunque si lo dejas reposar estará mas bueno si cabe.

¡Prepara pan, se avecina una buena siesta!

Curiosidades

La materia principal de esta receta son las habichuelas, busca unas de buena calidad y tendrás el éxito asegurado, pues si no son buenas puede que se deshagan, que queden duras o suelten pellejos desagradables.

Sobre el tiempo de cocción es aproximado ya que no todas las aguas, alubias y fuegos son los mismos, debes prestar atención para que no se te queme, se te quede sin líquidos o te queden duras. También puedes utilizar una olla exprés o rápida, reducirás el tiempo de cocción a quince o veinte minutos, si eres de los que no tienen tiempo, esta es tu opción.

Si no tienes tomates maduros o te da pereza rallarlos puedes utilizar un tomate frito envasado de buena calidad como «Hida» o «Gutarra», el guiso no mermará su calidad y te hará más fácil si cabe la receta puesto que no tienes que prever tener tantas cosas, simplemente echar un vistazo a la despensa.

Suelo hacerlo con chorizo de Ronda o rosario, pero un buen jabuguito u otro de la zona donde residas es igualmente apto. La morcilla es mas personal, si no te gusta se la quitas y listo, el potaje saldrá sólo un poco menos calórico.

Hay quien le echa un hueso de jamón como mi madre, que si no tiene hueso, al estar tan acostumbrados a ese sabor, no les gusta tanto el potaje. Y los hay que le echan un trozo de panceta o tocino, es cuestión de gustos.

 Para que esta receta sea 100% sin gluten y por lo tanto apta para celíacos, sólo tienes que asegurarte de que el chorizo y la morcilla no contengan gluten.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Hida” o «Gutarra», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.