Muffins de Calabacín y Chocolate

Muffins de Calabacín y Chocolate. Hoy traigo una receta dulce, pensada para hacerla con vuestro hijos, aprenderán no sólo a cocinar sino a valorar los alimentos que más tarde comerán. Hacer unos muffins es una idea estupenda para pasar una tarde de invierno compartiendo la actividad con ellos, se divertirán ayudándote preparando los ingredientes, mezclando la masa y poniendo la cocina patas arriba, pero un día es un día, dejadlos disfrutar como lo que son, niños. Cuando los niños manipulan los alimentos los hacen parte de su juego y de esta forma disfrutan mucho mas de la comida y tu te divertirás con ellos, creando un vínculo difícil de romper y trasmitiendo valores jugando.

La receta está pensada, entre otras cosas, para hacer atractivos ciertos alimentos como puede ser el calabacín, fácil de hacer con su colaboración y que se vayan acostumbrando a ciertos sabores y texturas, de tal forma que coman los alimentos que quizás no lo hacen de otra forma. Si te preguntas porqué el calabacín, te diré que es muy poco calórico, contiene muchas vitaminas y minerales. No se nota su textura y su sabor es dulce.

Esta receta pertenecerá a la publicación «El ático de los gatitos», una revista infantil literaria y cultural, promovida por mi amiga Rosario Troncoso, escritora y directora de El Ático de los Gatos, revista literaria y cultural.

¡Poned el delantal a los peques de la casa!

Ingredientes para la receta de muffins de calabacín y chocolate

  • 200 gr. de calabacín
  • 100 gr. de zanahoria
  • 175 gr. de pepitas de chocolate
  • 160 gr. de harina de trigo
  • 170 gr. de azúcar
  • Dos (2) cucharadas de cacao en polvo
  • Una pizca de canela en polvo (la punta de la cucharilla pequeña)
  • Levadura en polvo ¼ cucharilla pequeña
  • Bicarbonato sódico ½ cucharilla pequeña
  • Sal ¼ cucharilla pequeña
  • Un (1) huevo grande (a temperatura ambiente)
  • 120 ml. de aceite de girasol
  • Extracto de vainilla una cucharadita pequeña

Elaboración de la receta de muffins de calabacín y chocolate

  1. Comienza encendiendo el horno para que caliente. Arriba y abajo a 180º.
  2. Prepara dos boles grandes. Uno para los ingredientes secos y otro para los húmedos.
  3. En un bol tamiza la harina, la canela y el cacao. Añade el azúcar, la levadura, el bicarbonato sódico y la sal. Mezcla hasta obtener un polvo homogéneo. Incorpora las pepitas de chocolate.
  4. Ralla el calabacín y la zanahoria. Resérvalo.
  5. En el otro bol cascamos el huevo a temperatura ambiente y lo batimos bien con la cucharadita de extracto de vainilla. Vamos añadiendo el aceite de girasol poco a poco mientras vamos mezclando con la varilla. Termina incorporando el calabacín y la zanahoria rallada y mezcla suavemente con una cuchara de madera para no oxidarlos.
  6. Vierte este último bol sobre el bol de los ingredientes secos. Remueve suavemente con la cuchara de madera hasta que quede todo integrado. Si bates demasiado corres el riesgo de que queden apelmazados los muffins.
  7. Reparte la masa en 12 moldes de papel para muffins o magdalenas.
  8. Hornea unos treinta (30′) minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga seco y cuando los presiones, notes su esponjosidad y cedan levemente volviendo a su posición inicial.
  9. Enfría sobre una rejilla antes de disfrutralos.
¡Cuidado, son adictivos!

Curiosidades de la receta de muffins de calabacín y chocolate

Yo le he puesto cacao en polvo, que es amargo, pero si quieres lo puedes sustituir por cacao el polvo tipo colacao o nesquik, a los niños les gustará más.

Puedes añadirle unas nueces troceadas, le viene genial, a mi me encantan así. Cuidado si lo comen niños pequeños. Los anacardos también le van estupendamente.

Si te gusta más el azúcar moreno, adelante, sustitúyelo.

Puedes conservarlos perfectamente unos días en un recipiente hermético.

Si quieres ver la receta original de muffins de chocolate con pepitas pincha en el enlace.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Calabacines rellenos

 

 

Calabacines rellenos de setas y jamón ibérico. Hace unos días mis amigos Javi y Vero me regalaron un calabacín enorme, no sabía bien qué hacer con él, hasta que pensé en rellenarlo, porque de cremas ya estaba un poco cansado, y ahora con la calor apetecen platos ligeros y sanos.

Cada vez que vamos a casa de estos amigos, salimos abriendo la puerta con los pies, no hay una vez que salgamos con las manos vacías. Siempre tienen algo con lo que obsequiarnos; Calabacines, tomates, frutas (todo de la huerta de los abuelos) o cualquier cosa para mi Grumete. Y así llevamos más de una década, cada semana nos reunimos a lo que llamamos «la noche oriental«, que empezó siendo una noche a la semana en la que quedábamos para cenar, y llamábamos al chino, pero más tarde degeneró en cualquier tipo de comida rápida, para disfrutar de la compañía sin tener que cocinar. Ahora, con los niños es cada vez mas difícil hacerlo, pero aún así seguimos quedando esporádicamente, y vamos engrosando la mesa, empezamos siendo cuatro, y vamos ya por siete… Os queremos amigos!

Y con esta pequeña historia, doy paso a esta rica receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico, napados con bechamel y queso gouda del Bucarito, todo un descubrimiento ¡Un quesazo!

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  • Un calabacín grande
  • 200 gr. de setas (yo usé champiñones)
  • 150 gr. de jamón ibérico troceado
  • Una (1) cebolla fresca
  • Un (1) puerro
  • Un (1) diente de ajo
  • Salsa Bechamel (Pincha enlace para ver la receta)
  • Queso gouda (El Bucarito)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Mezcla de pimientas
  • Sal

Elaboración de la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  1. Pon una olla, a fuego fuerte, con abundante agua y una cucharada de sal. Mientras calienta el agua parte el calabacín. Yo los corté en rodajas, pues el calabacín era muy grande. Puedes hacerlo a lo largo también.
  2. Cuando el agua esté hirviendo añade los trozos de calabacín y cocina durante unos seis (6′) minutos, o hasta que veas que estén tiernos. Retíralos del agua y deja enfriar.
  3. Pica la cebolla, el ajo y los champiñones (o setas) en trocitos muy pequeños. Pon una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva y pocha el ajo y la cebolla. Salpimenta.
  4. Vacía los trozos de calabacín, con cuidado de no romperlos. Pica la pulpa.
  5. Cuando esté bien pochada la cebolla añade la pulpa de calabacín, los champiñones y el jamón ibérico en trocitos. Saltea unos minutos, retira del fuego y reserva.
  6. Si ya tienes hecha la salsa bechamel estupendo, sino tendrás que hacerla ahora.
  7. Añade un par de cucharadas de salsa bechamel al sofrito y mézclalo todo muy bien.
  8. Enciende el horno a 200º arriba, para gratinar.
  9. Pon los trozos de calabacín en una bandeja para horno y rellénalos con cuidado con la farsa que tienes reservada.
  10. Napa los calabacines por encima, con la bechamel. .Espolvorea con queso gouda recién rallado y añade un poco de mezcla de pimientas recién molida.
  11. Mete la bandeja en el horno unos minutos para gratinar, hasta que esté dorada la parte superior.
Decora con unos brotes y sírvelo caliente.

Curiosidades de la receta de calabacines rellenos con setas y jamón ibérico

El relleno de los calabacines, a excepción del jamón, es exclusivamente verdura, por tanto podríamos decir que es una receta vegetariana. Si la van a comer los niños puedes sustituir el jamón ibérico por jamón cocido. Las gambas o el pescado también son una opción estupenda para el relleno.

Yo usé queso gouda, pero puedes usar cualquier otro queso para gratinar, parmesano, grana padano o las bolsas de queso que venden ya rallado. A mi me gusta usar quesos con un  sabor intenso, con personalidad, el queso azúl mezclado con la farsa también le viene genial.

Estos calabacines rellenos los he maridado con un vino blanco. En esta ocasión he elegido Alba Mosto, un vino blanco natural sin crianza, de la localidad gaditana de Sanlucar de Barrameda. Como curiosidad deciros que el nombre de «Alba» proviene del tipo de tierra, albariza, y por la primera luz de la mañana, al ser el primer vino blanco de esta bodega «Alba Viticultores». Si quieres saber más sobre este vino, la nota de cata o donde encontrarlo visita a De Figuereo Vinos.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado el calabacín relleno, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

Papas aliñás

 

Papas aliñás con atún rojo del cantábrico (patatas aliñadas). La pasada semana, con ocasión de la visita de mi amiga Marta Mendía a Cádiz, paseando por la playa, hablando un poco de todo y arreglando el mundo, se nos pasó por la mente el porqué no fusionar el norte y el sur en una receta. Enseguida se nos ocurrió que a las típicas papas aliñás de cádiz le vendría genial cualquier conserva del cantábrico. Y este es el resultado, unas papas aliñás de cádiz con un atún rojo en aceite de oliva, del que por cierto, tuvo el detalle de traerme una lata, que debería de guardarla en manteca, puesto que desde hace ya un par de años no envasan al no tener cupo de capturas. Pero como mejor se conserva una lata, es vacía, y eso es lo que hemos hecho, vaciarla en esta receta.

El atún rojo del cantábrico (Thunnus Tynnus) o cimarrón es el mismo atún rojo salvaje que se pesca en las almadrabas gaditanas, sólo que éste, se desvía ligeramente y va a parar a las costas cantábricas para su reproducción, en época estival. Lo pescan con artes tradicionales, al igual que aquí, sin dañar las piezas. Olasagasti lo elabora en fresco y a mano, manteniendo todo el sabor, el intenso color que le da nombre a este atún y la suave textura en boca, que hace que tanto nos guste.

La receta de patatas aliñadas es bien fácil y sana, siguiendo la filosofía Olasagasti, de vida sana,  educación alimentaria y la transmisión de padres a hijos. Es una receta fresca para el verano y con unos ingredientes sencillos pero de máxima calidad, ideal para una dieta sana, que conjugado con algo deporte, nos hacen llevar un estilo de vida saludable, ejemplo de dieta mediterránea. Y si tienes como yo a los niños de vacaciones, porqué no hacer la receta con ellos y transmitirle estos valores a la vez que se divierten cocinando.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de papas aliñás

  • 500 gr. de patatas nuevas
  • Una (1) lata de atún rojo en aceite de oliva (yo usé Olasagasti)
  • Una (1) cebolleta morada fresca (o cebolla fresca)
  • Perejil fresco picado
  • 100 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • Una (1) cucharada de vinagre de jerez
  • Sal

Elaboración de la receta de papas aliñás 

  1. Lava las patatas bajo el grifo. Ayúdate de un cepillo, si hiciese falta, para quitarle toda la tierra.
  2. Pon una olla o cacerola a fuego fuerte, mete las patatas y cúbrelas de agua. Añade una cucharada de sal. Deja cocinar unos veinticinco (25′) minutos.
  3. Mientras cuecen las patatas, pela y corta la cebolleta en trocitos pequeños. Pica el perejil bien finito y reserva.
  4. Pasados los 25 minutos de cocción retira del fuego y deja reposar unos minutos. Escurre y deja enfriar.
  5. Cuando estén templadas las pelas, las cortas en trozos grandes y las vas poniendo en un bol (mejor de cristal que metálico).
  6. Añade al bol el atún rojo escurrido, la cebolleta, el perejil picado y sal al gusto.  Luego incorpora una cucharada de vinagre de jerez y el aceite de oliva virgen extra. Mezcla bien, con cuidado de no romper los trozos de patata y deja reposar a temperatura ambiente.

Acompaña con unos picos ¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de papas aliñás

La receta original de papas aliñás sólo lleva patatas, cebolleta y perejil (además del aliño) pero a mí siempre me ha gustado acompañarla de atún. A veces también le pongo huevo cocido, aceitunas o ambas.

Usa unas buenas patatas nuevas o de cocer para un resultado óptimo. De un tamaño similar para que se cuezan todas por igual.

Estas patatas como están más buenas es a temperatura ambiente, si la metes en el frío, modificará los sabores de los ingredientes y la textura de la patata. Si las metes en el frigorífico para conservarlas, te aconsejo sacarlas un buen rato antes de consumirlas.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

 

Tortilla de patatas

Tortilla de patatas. ¿Cómo hacer una tortilla de patatas? Es una pregunta que muchos se hacen, más de los que nos pensamos. Aunque hay quien sabe hacerla, le gustaría mejorar su técnica o que la tortilla de patata le quedase siempre con la misma textura y aspecto. Pues bien, voy a enseñaros como la hago yo.

Es muy complicado que las tortillas salgan perfectas, lo interesante de esto es hacerlas perfectas para nosotros, darles el punto de jugosidad que nos gusta y disfrutar de ellas. Ni mucho menos mis tortillas son perfectas pero salen como yo quiero que estén, eso es fácil controlando la técnica.

La Tortilla de patatas o tortilla española es una de las recetas más típicas de la cocina española, se encuentran en cualquier hogar, bar o restaurante y hasta grandes cocineros, como José Andrés, tienen su peculiar versión de ella. Mi receta de tortilla de patata la he tomado prestada de mi buen amigo Ximo Carrión (Fentdetutto), que es un pedazo de cocinero, pero mucho mejor persona y hace unas tortillas espectaculares, además de arroces valencianos y otras recetas, no dudéis en visitar su cuidado blog de cocina. Pincha aquí si quieres ver su receta.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de tortilla de patatas

  • 800 gr. de patatas nuevas (tres patatas medianas)
  • Seis (6) huevos (de corral a ser posible)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de tortilla de patatas

  1. Lava muy bien las patatas y las pelas.
  2. Córtalas a lo largo por la mitad y sobre una tabla las laminas. Intenta que queden casi todas del mismo grosor, mas bien finitas, para que se cocinen igual. Las pones en un escurridor  y las vuelves a lavar para quitarles el almidón. Déjalas escurrir bien para eliminar el exceso de agua.
  3. Pon una sartén grande al fuego medio-bajo con abundante aceite de oliva virgen extra y añade las patatas. El aceite debe cubrirlas por completo.
  4. Tapa la sartén para que se pochen bien las patatas. Vigila la cocción y remueve de cuando en cuando para que no se peguen o apelmacen.
  5. Casca los seis (6) huevos en un bol y los bates ligeramente con una pizca de sal, no hace falta que le saques espuma, si te pasas batiendo no queda tan jugosa.
  6. Cuando las patatas estén blanditas las escurres bien para quitarle todo el aceite que puedas. Yo pongo un escurridor o colador sobre un bol que aguante bien el calor y vierto el contenido de la sartén sobre él.
  7. Chafa un poco las patatas, casi como si fuera un puré, y las añades al huevo batido con un poco de sal. Mezcla bien todo y deja reposar al menos quince (15′) minutos. El huevo debe cubrir la patata por completo.
  8. Pon una sartén a fuego medio-bajo con una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Déjala calentar bien. Añade el contenido del bol y cocina lentamente hasta que veas que los bordes estén bien cuajados y puedas darle la vuelta.
  9. Ayúdate de un plato llano, más grande que la sartén, píntalo con una gota de aceite de oliva para que no se te pegue, y dale la vuelta a la tortilla con cuidado, con un movimiento rápido y decidido. Vuelve a depositarla en la sartén.
  10. A mí no me gusta darle muchas vueltas a la tortilla, por tanto me aseguro que está bien cuajada y dorada por el lado que le doy la vuelta. Si lo ves necesario vuelve a darle la vuelta para darle el punto de cocción que desees, o dorarla un poco mas
  11. Presiona ligeramente la tortilla para saber si está bien cuajada por dentro. Retírala del fuego.

Déjala reposar unos minutos y ¡a comer!

Curiosidades de la receta de tortilla de patatas

Las patatas deben de ser de calidad, no uses patatas viejas o harinosas. Deben estar prietas al tacto y con buen aspecto exterior, nunca blandas.
Yo uso huevos naturales, de las gallinas de mi padre o de mi suegro. Usa unos buenos huevos frescos, de corral a ser posible. El color amarillo intenso de la tortilla es por ese motivo, porque sólo comen trigo, grano, hierbas e insectos, nada de piensos.

Hay dos creencias sobre la tortilla de patata: La que lleva cebolla o la que no la lleva. Yo soy de los que creo que está buena con lo que le pongas, pero no siempre la hago con cebolla. Pero si tu eres de los que le gustan con ella, elige una cebolla fresca  y la cortas en trocitos pequeños, la pochas y cuando esté bien tierna la añades a la mezcla de patatas y huevo.

Para esta receta necesitarás una buena sartén antiadherente. Te aconsejo que tengas una sartén sólo para hacer tortillas o huevos fritos. Una sartén de calidad, con suelo difusor. Si no tienes una así y piensas que se te puede pegar, calienta la sartén cubriendo el fondo de la misma con sal, cocínala hasta que torne a un color dorado y retírala con un papel de cocina, limpiando bien la superficie. Ya la tienes lista para que no se te pegue la tortilla.

Un truco para saber qué cantidad de patatas y huevos necesitas es, por cada patata grande, dos huevos. Es mejor que te pases con el huevo que quedarte corto y que la tortilla quede seca.

Hay infinidad de variantes en esto de la tortilla de patatas y aceptan casi cualquier ingrediente, desde chorizo hasta cualquier verdura, como ya te enseñé en la Receta de Tortilla de Verduras. Y acompañadas de salsas como mahonesa, alioli, picantes o barbacoa. Existe hasta una ciencia que estudia las tortillas en su amplio sentido. Pepe Monforte sabe mucho de eso y nos lo cuenta en la Licenciatura en Tortillología en Cosas de Comé.

Acompaña la tortilla con un vino rosado, blanco o un espumoso. Yo te recomendaría un espumoso bajo en alcohol, el «Sandara» de Vicente Gandía ó  un espumoso de uva moscatel como «Apiane» de Tierras de Mollina, son perfectos para maridar la tortilla. Puedes encontrarlos en Vinum Populus.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado la tortilla, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

Croquetas de puchero paso a paso

Croquetas caseras de puchero paso a paso. Siendo un fan incondicional de las croquetas caseras, croquetero confeso y miembro del #clubdelacroqueta, no podían faltar en mi recetario unas tan importantes como son estas croquetas de aprovechamiento, ¿y qué mejor momento que el cambio de hora para comerlas?

En la receta de puchero comenté que hay muchas formas de aprovechar las carnes con el que se hace, una de estas formas son estas croquetas de puchero, una opción mas que buena, pero no menos buena que otras ya que puedes aprovechar cualquier sobra que tengas a mano para hacerlas. Guisos, pescados, mariscos, quesos… todo vale si la croqueta es buena.

Las croquetas son fáciles de hacer y hasta tus hijos pueden ayudarte, pues además de ser toda una delicia para ellos echarán un rato divertido en la cocina junto a sus papis, de las mejores actividades que podéis hacer, te gusta a tí y que es una novedad para ellos.

El truco -si es que hay alguno- está en la bechamel o velouté, evidentemente los ingredientes de relleno juegan un papel crucial pero nos centraremos en la masa pues el ingrediente viene por añadido. La bechamel  o velouté ha de ser suave, sin sabor a harina y con una textura cremosa ¿Qué cómo hacemos esto? Pues teniendo en cuenta las cantidades de harina y leche (o en este caso caldo), y en el tiempo de cocción. Apunta bien porque esta es la receta definitiva, la receta fácil de croquetas que te servirá para cualquier otro relleno.

¡Ponte el delantal y atiende!

Ingredientes para la receta de las croquetas de puchero

Para la bechamel (velouté por que es con caldo)

  • 110 gr. de harina de trigo
  • 110 gr. de mantequilla
  • Un (1) Litro de caldo de puchero
  • Pimienta blanca
  • Nuez moscada
  • Sal

Para el relleno

  • 250 gr. de carnes del puchero (ternera, pollo, jamón, etc)
  • 100 gr. de cebolla picada muy fina
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanado

  • Harina
  • Dos (2) huevos
  • Pan Rallado

Elaboración de la receta de croquetas de cocido

  1. Para hacer las croquetas por pasos lo primero será hacer una bechamel con el caldo, es decir una velouté.
  2. Pon una olla con el litro de caldo, la temperatura alta para que llegue a hervir.
  3. En otra olla o sartén antiadherente (casi mas aconsejable) pon los 110 gr. de mantequilla a temperatura media.
  4. Tamiza la harina en un cuenco o sobre la mantequilla derretida directamente, remueve con unas varillas (si la sartén es antiadherente que las varillas sean de plástico o  de goma, corres el riesgo de quedarte sin sartén).
  5. Cocina la harina durante un (1′) minuto al menos e Incorpora el caldo hirviendo sin dejar de mover.
  6. Antes de que espese añade sal, pimienta blanca y nuez moscada a tu gusto, no mucha pues no debe predominar el sabor, pero no tiene que quedar sosa.
  7. Cuando haya espesado retira del fuego y reserva tapando la bechamel con un papel film pegado para que no cree costra.
  8. Ahora pon la sartén al fuego bajo con la cucharada de aceite de oliva, cuando caliente añade la cebolla picada y rehoga hasta que esté tierna.
  9. Sube el fuego y saltea la carne del puchero que previamente habrás troceado a tu gusto.
  10. Añade la bechamel al salteado y remueve la masa resultante durante unos cinco (5′) minutos a fuego alto.
  11. Retira del fuego y reserva en una bandeja tapada con papel transparente (film) en contacto con la masa.
  12. Cuando la masa esté fría procede a darle forma a las croquetas de una en una.
  13. Prepara tres cuencos uno con harina, otro con los huevos batidos y el tercero con pan rallado. Pasa la masa primero por harina, después por huevo y termina en el pan rallado.
  14. Sólo te queda freírlas en pequeñas tandas, con abundante aceite de oliva caliente. Si tienes freidora la temperatura está entre los 160º y 170º no mas o se arrebatarían.
  15. Deposita las croquetas que vayas friendo en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
¡Ya tienes listas tus croquetas caseras de puchero!

Curiosidades de la receta de croquetas de puchero

Truco para que la bechamel o velouté no tenga grumos: La leche o caldo ha de estar hirviendo en el momento de mezclarla con la harina. Bate muy bien con las varillas antes de que espese, te saldrá una bechamel fina, cremosa y sin grumos.

La carne del puchero puedes trocearla a cuchillo para que se noten los trozos o picarla en una picadora o Thermomix al grosor que te guste. Yo suelo utilizar las carnes magras, las grasas y tocinos no se suelo poner a las croquetas, que ya llevan suficientes calorías con la harina y la mantequilla.

Para que no se te pegue la masa en la bandeja puedes pintarla con una gota de aceite de oliva, de este modo la masa saldrá sin ningún tipo de resistencia.

Para darle forma a las croquetas puedes meter la masa en una manga pastelera desechable (o una bolsa de congelación grande), cortar la punta y hacer tiras del mismo grosor que cortarás con un cuchillo para darles igual tamaño, sólo tendrás que empanarlas. También puedes darle la vuelta a la bandeja, saldrá la masa ya que la habías engrasado con aceite de oliva y hacer cortes con el cuchillo como si fuera un tablero de ajedrez. tendrás cuadrados de similar tamaño que podrás empanar.

Puedes congelar las croquetas y las tendrás preparadas para cualquier ocasión. Un truco para congelar las croquetas: Disponlas alineadas sin tocarse en la bandeja de los hielos, cuando estén congeladas pásalas a bolsas de congelación, así ni se pegarán entre ellas ni se deformarán.

En vez de hacer una Velouté, si no tienes caldo, puedes hacer una Bechamel sustituyendo el caldo de puchero  por leche, como tradicionalmente se hacen las croquetas, también te saldrán unas croquetas de puchero de escándalo y le darás otro punto de cremosidad.

Esta receta de croquetas caseras de cocido paso a paso es una receta que puedes utilizar para cualquier otro relleno de croquetas, sólo tienes que cambiar el ingrediente principal y poner el que más te guste: Pescado, marisco, embutidos… cualquier cosa le va bien a las croquetas.

Si quieres puedes echarle un vistazo a las otras croquetas que hemos visto ya:

Croquetas caseras de pollo

Croquetas de Bacalao

Croquetas de Boletus

Croquetas de patata y queso cabrales

Croquetas de mejillones y algas

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Puchero Gaditano. Caldo de puchero.

Puchero Gaditano o Puchero Andalúz. Caldo de Puchero. Para comenzar bien el año que menos que hacerlo comiendo bien y con una comida tan típica en Cádiz, «El Puchero», que en otros lugares se les llama Cocido, como el tradicional Cocido Madrileño, haciendo referencia en todos al recipiente donde se cuece.

Esta receta es la base de otras muchas, si sabes hacer un buen puchero tendrás  un buen trecho ganado en la cocina, así es como yo la suelo hacer, casi siempre la hago igual pero a veces cambio o modifico algún ingrediente según el mercado o capricho, pero en líneas generales mantengo la base que es la que os voy a enseñar.

Hace ya mucho tiempo que tenía ganas de publicar esta receta junto con otras muchas recetas de aprovechamiento como la ropavieja, las croquetas de puchero, el cuscús de pringá, el sándwich de pollo (chanwi en Cádiz) que iré publicando y podréis aprovechar al máximo este cocido ya que la economía no está para chistes.

Aquí en Cádiz se suele comer el caldo con las verduras y garbanzos y después las carnes a las que se les llama «Pringá del cocido» y se comen pringando pan en ellas.

El puchero tiene poco misterio así que ¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de puchero gaditano

  • Un (1) buen trozo de Jarrete de ternera (morcillo) 
  • Medio (1/2) pollo o gallina
  • 400 gr. de garbanzos
  • Un (1) trozo de tocino
  • Un (1) trozo de papada de cerdo
  • Un (1) trozo de tocino «añejo»
  • Un (1) hueso de espinazo
  • Un (1) trozo de costilla salada
  • Un (1) hueso blanco salado (hueso de pata de ternera)
  • Un (1) hueso de jamón serrano
  • Un (1) puerro
  • Dos (2) zanahorias
  • Dos (2) pencas de apio
  • Dos (2) patatas
  • Un (1) nabo (yo no suelo echárselo)
Para el caldo de puchero
  • arroz o fideos
  • unas hojas de hierbabuena
  • huevo cocido (opcional)
  • taquitos de jamón serrano

Elaboración de la receta de Puchero

  1. Lo primero es poner a remojo los garbanzos el día anterior. Ponlos en un bol cubiertos con agua fría, del grifo vamos. Hay quien le echa un puñado de sal, yo no suelo hacerlo.
  2. Lava muy bien todos los ingredientes en especial los salados y así quitarles el exceso de sal pues traen bastante.
  3. Lava y pela la zanahoria, el puerro, el apio y el nabo. Trocea la zanahoria y el puerro en dos, el nabo en cuartos y el apio en trozos mas o menos grandes.
  4. Pon una olla o puchero casi lleno a fuego vivo (mas o menos 3 litros). Añade el jarrete de  ternera, el pollo, el tocino, la papada, el añejo, el espinazo, el hueso jamón, la costilla salada y el hueso blanco.
  5. Cuando empiece a hervir echa los garbanzos y las verduras.
  6. Mientras hierve puede que salga espuma, que deberás retirar con un cazo o espumadera.
  7. Cuando no salga espuma, deja cocer semi tapado a fuego medio unas dos (2h.) o dos horas y media (2h30′). Vigila de vez en cuando y retira las verduras una vez veas que están tiernas. Sigue cociendo hasta que los garbanzos estén tiernos.
  8. Una vez esté listo el puchero retira las carnes en una bandeja. Puedes desechar el hueso de espinazo, el añejo y el hueso blanco. Cuando se enfríe procede a desmenuzar el pollo, el jamón y si quieres la costilla salada. Cuidado con los huesos pequeños o punzantes.
  9. Cuela el caldo y resérvalo. Haz lo mismo con los garbanzos. Ya está listo el PucheroRectifica de sal el caldo si  ves que es necesario, pues no se añade sal al llevar los huesos salados.
  10. Para hacer el caldo de puchero: Pon caldo en un cazo (depende de los comensales) añade garbanzos si quieres y cuando empiece a hervir echa unos puñados de fideos o arroz. Cuando estén tiernos puedes poner un poco de carne del cocido y algo de verdura o unos trozos de jamón y huevo cocido.
  11. La «pringá» preséntala en una bandeja para que cada cual se sirva a su gusto.

¡Prepara pan para la pringá y unas hojas de hierbabuena!

Curiosidades de la receta de Puchero gaditano

Los ingredientes de calidad definen a esta receta por tanto no te la juegues con cualquier carne, dile a tu carnicero que te ponga jarrete de ternera, un buen trozo, así tendrás para hacer croquetas de puchero u otra receta de aprovechamiento.

El tocino, la papada y el jamón si son ibéricos mejor que mejor, esto no hay ni que decirlo, te saldrá una pringá de categoría.

El Puchero en olla exprés es lo que tienes que hacer si no tienes mucho tiempo, sólo debes seguir los pasos hasta el punto 6 y cerrar la olla unos cuarenta (40′) minutos desde el momento en que empieza a salir el vapor. Ten la precaución de no llenar la olla mas allá de los tornillos de las asas.

El caldo lo puedes congelar en pequeños botes y sacarlos cuando quieras consumirlos, para una sopa o para utilizarlo como ingrediente de otra receta.

Puedes también hacer con el caldo del puchero un consomé al Jerez añadiendo un poco de fino, añadirle unos picatostes (pan frito) o cuajarle un huevo en el caldo.

Los garbanzos puedes remojarlos y congelarlos, de esta forma no se te olvidará nunca ponerlos en remojo y los tendrás listos para usar, no tendrás ni que descongelarlos.

Con las carnes del puchero ya he comentado que se pueden aprovechar para hacer ropavieja, que se hace añadiendo patatas fritas y un sofrito, Croquetas de puchero, cuscús de pringá, sándwich de pollo, tostadas de pringá, canelones de pringá y otras muchas recetas de aprovechamiento, estad atentos que iré publicándolas.

El hueso de jamón puede dar un color y sabor excesivo a veces, puedes hacer dos cosas, una meterlo en agua la vispera anterior como los garbanzos o quitarle la piel antes de cocinarlo, así suavizará un poco ese fuerte sabor que a veces ocasiona.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos, de todos modos nunca está de más el comprobar los envases de los productos que vayas a usar y cerciorarte que están libres de gluten, aunque la mayoría de fabricantes ya se van concienciando y se preocupan de informarnos.

Espero que os guste amig@s y Feliz año nuevo!

Si tienes interés en la historia y procedencia del puchero puedes mirar estos artículos: «Del puchero con tos sus avíos» de Julio de la Torre y «Berzas, cocidos y pucheros de Cádiz» de Manuel Ruiz Torres.

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Croquetas caseras de pollo

Croquetas caseras de pollo. No me canso de decir que las croquetas me pierden, cada una tiene su encanto. Ya os he dicho como hago las croquetas de Cabrales y las croquetas de bacalao, estas que traigo hoy son croquetas caseras de pollo,  muy parecidas todas pero casi todas tienen su punto, ¡apunta!

Como cuando hago pollo (pollo guisado o pollo al horno) o puchero (cocido) siempre sobra algo y en casa no se tira nada, hay que aprovechar recursos y emplearlos en otras recetas. Esta es de las recetas de aprovechamiento a la que mas se recurre.

Receta Ideal para los pequeños de la casa, siempre y cuando el pollo que utilices esté bien limpio de grasas y no lo hayas cocinado con muchas especias. Ahora que en casa estamos en estado de buena esperanza tendré que ponerme al día con una nueva sección: Recetas para niños 😉

¡Ponte el delantal y ya mismo el babero!

Ingredientes para la receta de croquetas caseras de pollo

Para la bechamel

  • 60 gr. de harina de trigo
  • 60 gr. de mantequilla
  • 700 ml. de leche entera
  • Nuez moscada
  • Pimienta blanca molida
  • Sal

Para el relleno

  • Media (1/2) cebolla pequeña
  • 150 gr. de pollo*
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanar las croquetas

  • Dos (2) huevos
  • 150 gr. de pan rallado
  • Sal

Para freír las croquetas

  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Elaboración de la receta de croquetas caseras de pollo

  1. Pela, lava la cebolla y pícala muy finita (brunoise).
  2. Pon un sartén a fuego medio-bajo y calienta dos cucharadas de aceite de oliva.
  3. Cuando esté caliente, echa la cebolla en la sartén, la sofríes unos diez (10′) minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, pero no a quemarse. Si ves que dora demasiado rápido baja el fuego y echa una cucharada de agua.
  4. Trocea el pollo o pícalo en la picadora a tu gusto o Thermomix (2 ó 3 golpes de turbo ).
  5. Una vez esté la cebolla bien pochada haz la bechamel según te indico en la receta «Salsa Bechamel» (Pincha sobre el nombre para ver la receta).
  6.  Cuando tengas la bechamel lista añade los trocitos de pollo mezclándolos bien para que se integren y repartan homogéneamente.
  7. En una fuente levemente engrasada con aceite de oliva para que no se pegue la masa, la echas, cubres con papel film (bien pegado a la masa) sobre toda la superficie para que no te quede reseca la masa y se forme costra o mete la masa en una manga pastelera como suelo hacer yo y reserva en el frigorífico una vez esté templada.
  8. Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro, comienza a empanar las croquetas, para ello prepara dos platos o cuencos, uno con los dos huevos batidos y un poco de sal (no te pases con la sal que la bechamel ya  lleva y depende como se cocinó el pollo es posible que también tenga) y el otro con el pan rallado.
  9. Coge porciones de masa con una cuchara y dales forma, ya sea con dos cucharas o con la mano. Si has metido la masa en una manga pastelera sólo tendrás que cortar la punta según el grosor que quieras y darle algo de forma.
  10. Pasa primero por pan rallado, sigue con el huevo y de nuevo por pan rallado y repite el proceso hasta que no te quede masa.
  11. Pon una sartén a calentar con abundante aceite de oliva, cuando esté bien caliente fríe las croquetas en tandas pequeñas para que no se te enfríe el aceite y puedas manejarlas bien al darles la vuelta, así se dorarán bien por todos los lados. Las vas reservando en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite que hayan podido coger aunque si la temperatura es correcta no absorberá aceite de más.
Acompaña las croquetas con la salsa que mas te guste y ¡A disfrutarlas!

Curiosidades de la receta de croquetas caseras de pollo

 *El pollo que suelo utilizar como ya he dicho, es el que me sobra de haber hecho pollo asado o pollo en salsa. Siempre puedes utilizar las sobras de un pollo asado que hayas comprado y no sepas que hacer con él. También puedes utilizar una pechuga de pollo a la plancha o cocida de un puchero o cocido, pero lo que se trata es que la receta sea de aprovechamiento.

Si el pollo tiene salsa o caldo también lo puedes aprovechar sustituyendo una parte de leche de la bechamel por el caldo, quedará con más sabor aún.

Hay quien al relleno le echa también un huevo cocido troceado, yo no suelo hacerlo pero seguro que a tus peques (y mayores) les gusta.

Si las croquetas las fríes en el aceite con la temperatura correcta,170º aproximadamente, no absorberán aceite de más, aunque depende del fuego que utilices. Si utilizas una buena freidora no tendrás ese problema.

Ya sabes que si te sobran croquetas o no te vas a comer todas de una sentada las puedes congelar una vez las tengas empanadas y así tenerlas siempre listas para cuando se te apetezcan. No hace falta que las descongeles, simplemente necesitarán un poco mas de tiempo para que se hagan bien por dentro.

Si no tienes manga pastelera o mangas pasteleras desechables puedes utilizar una bolsa de congelación y cortarle una punta cuando vayas a usar la masa.

Con estos ingredientes tienes para mas o menos unas treinta (30) croquetas, si quieres mas sólo tienes que repetir la operación o añadir ingredientes proporcionalmente.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.