Ensalada de Pimientos del Piquillo Gaditanos

Ensalada de pimientos de piquillo con mandarina y aguacate. Qué sí, que estamos en unas fechas complicadas, lo sé, que hay que cortarse un poquito para la operación bikini, no te preocupes, yo te ayudo. Esta ensalada no te defraudará, eso sí, la salsa que resulta no la vayas a mojar con pan, que nos conocemos…

Te cuento cómo surgió la idea de esta ensalada: Hace poco, estaba comprando en mi frutería habitual «Manuel Flores», y escuchando a Maru, una de mis encantadoras fruteras, la oí explicar una ensalada que me resultó cuanto menos curiosa. No me lo pensé y me metí de lleno en la conversación para sacar los ingredientes, que con gusto me dieron, y he aquí la versión de esta rica y fresca ensalada.

La principal característica de esta ensalada son los Pimientos del Piquillo Gaditanos, plantados en Paterna (Cádiz) por la empresa «Conservas Cantizano«. Son totalmente naturales, conservados en aceite de oliva virgen extra de la serranía gaditana.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la ensalada de pimientos del piquillo con mandarina y aguacate

  • Un (1) bote de pimientos del piquillo asados
  • Un (1) aguacate
  • Dos (2) mandarinas
  • Una (1) lata pequeña de maíz
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre de Jerez a la Tintilla de Rota (u otro vinagre de Jerez)
  • Un (1) diente de ajo
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración de la receta de Pimientos de piquillo con mandarina y aguacate

  1. Abre el bote de pimientos del piquillo, escúrrelos y reserva el aceite de oliva virgen extra de la conserva. Córtalos en tiras.
  2. Pela las mandarinas y déjalas sin piel. Aprovecha todo el zumo que puede resultar al pelar, escurriendo las pieles. Resérvalo.
  3. Pela el aguacate y córtalo en dados.
  4. En un bote pequeño con tapa, añade el aceite de conserva de los pimientos que tenías reservado, el zumo de mandarina, una cucharada de vinagre de Tintilla de Rota, una pizca de pimienta recién molida, sal, un diente de ajo pelado y partido en tres trozos y media cucharada de aceite de oliva virgen extra. Cierra el bote y agita enérgicamente para emulsionar el aliño.
  5. Dispón en un bol los pimientos, la mandarina pelada, el aguacate y un par de cucharadas de maíz dulce.
  6. Retira los trozos de ajo y rocía con el aliño la ensalada al gusto.

¡Buen provecho!

Curiosidades de la receta de ensalada de pimientos del piquillo con mandarina y aguacate

Si no encuentras los pimientos del piquillo asados gaditanos, usa unos de buena calidad, merece la pena una buena conserva. Fíjate bien en la procedencia de la conserva, algunos productores etiquetan como producto Navarro y luego resulta que los pimientos son de Chile, que no digo que sean malos, pero no me gusta nada que no sean honestos y engañen al consumidor.

Prueba a ponerle unos dados de mango a la ensalada, además de combinar muy bien por su sabor ácido y dulce, le dará color y otra textura más.

Para la vinagreta he usado un vinagre de Jerez a la Tintilla de Rota de Bodegas «El gato» pero si no lo encuentra usa cualquier otro vinagre de Jerez y si te gusta más fuerte añade más vinagre. Si quieres que la vinagreta sea más suave no le pongas ajo, aunque es casi testimonial.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado la ensalada, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Falafel con Salsa de Yogur

Falafel es una especie de croqueta o albóndiga de garbanzos de origen árabe-hindú sin que se sepa exactamente su procedencia. Siguiendo con esta temática árabe-oriental te voy a enseñar como hago la receta de falafel acompañado con una salsa de yogur que es como tradicionalmente se acompaña aunque también se acompaña de Tahina, de la que ya te he hablado en la receta de Hummus.

Aunque estas croquetas de garbanzo las he probado en varios lugares del mundo, donde más me han gustado es curiosamente aquí en España, en un restaurante de la Villa Medieval de Vejer de la Frontera (Cádiz) «La casa del Califa«. Este restaurante/hotel es digno de la visita del foráneo, sus patios, rincones y habitaciones están decoradas con aires árabes, convirtiendo tanto la estancia en el hotel como en el restaurante en toda una experiencia.

Independientemente del origen de estas croquetas, la tendencia a lo vegetariano y a la comida sana ha popularizado esta elaboración, adoptándola en la dieta al no contener mas que legumbre y verdura. Si nunca las has probado te sorprenderán y si ya las conocías seguro que sorprendes a tus familiares y amigos.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Falafel

Para el Falafel

  • 400 gr. de garbanzos remojados (no cocidos)
  •  Dos (2) cebollas frescas pequeñas
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un (1) manojito de cilantro fresco
  • Un (1) manojito de perejil fresco
  • Una (1) cucharada pequeña de comino
  • Un poquito de canela en polvo
  • Un poquito de pimentón picante o cayena molida
  • Un par de vueltas del molinillo de pimienta negra
  • Dos cucharadas pequeñas de levadura en polvo (tipo Royal, del mercadona no contiene gluten)
  • Cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) cucharadas pequeñas de sal
  • 100 gr. de harina de garbanzos o 100 gr. de garbanzos secos para hacerla

Para la Salsa de Yogur

  • Un (1) yogur natural
  • Dos (2) cucharadas de zumo de limón
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) ramita de tomillo fresco
  • Una (1) cucharada pequeña de Fulful bhar* (mira en curiosidades)
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Unas hojas de menta fresca o hierbabuena
  • Sal

Elaboración de la receta de Falafel tradicional y con Thermomix.

  1. Pon los garbanzos en agua a remojar el día anterior. Esta receta es con garbanzos hidratados y no sirven los garbanzos cocidos.
  2. Lava bien las verduras, pela y trocea las cebollas y los ajos en trozos grandes. Quítale al ajo la semilla central.
  3. Si no tienes harina de garbanzos tritura los 100 gr. de garbanzos secos en la thermomix a velocidad progresiva 5-7-9 durante treinta (30») o hasta que esten hechos harina.
  4. Pon en el vaso de la batidora o Thermomix los garbanzos hidratados y escurridos, las cebollas, los ajos, el perejil, el cilantro, la cucharadita de comino, una pizca de canela molida, el pimentón o cayena, la sal, la pimienta y el aceite de oliva. Tritura veinticinco (25») segundos a velocidad 5. Abre la tapa y con ayuda de una lengua o espátula baja los restos salpicados por el vaso y la tapa. Cierra y programa de nuevo diez (10») segundos a velocidad 6. En el caso de que sea con batidora, muele hasta conseguir una pasta ligeramente grumosa.
  5. Añade al vaso una cucharada colmada de harina de garbanzos y la levadura química. Programa diez (10») segundo a velocidad 5. Con la batidora sólo tienes que batir para mezclar bien. La masa quedará un poco basta, pero fácil de moldear.
  6. Echa la masa en un recipiente y la dejas reposar en la nevera al menos media (30′) hora.
  7. Pasado ese tiempo haz bolas como para hacer albóndigas, úntate las manos con un poco de aceite para que no se te pegue la masa a ellas. También las puedes aplastar como si fuesen pequeñas hamburguesas.
  8. Pon harina de garbanzos en un plato y las pasar por ella para freírlas en abundante aceite bien caliente hasta que estén bien doradas. Resérvalas sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Elaboración de la receta de Salsa de Yogur

  1. Pela el ajo y lo echas en un mortero con el tomillo, las especias, una pizca de sal y una cucharada de aceite de oliva. Muele bien todo hasta que forme una pasta.
  2. Pica la hierbabuena muy finita.
  3. En un bol o cuenco echa el yogur y lo bates bien, añádele una cucharada de zumo de limón, la cucharada de aceite de oliva, lo que has triturado en el mortero y la hierbabuena, mézclalo todo muy bien.
  4. Si te gusta que la salsa esté muy fina puedes pasarla por la Thermomix o batidora.

¿Listos para comer?

Curiosidades de la receta de Falafel con Salsa de Yogur

La receta puede hacerse perfectamente tanto en batidora como en Thermomix ya que sólo se utiliza para triturar los ingredientes, no lleva cocción alguna.

El fulful bhar es una mezcla de especias parecida al ras el hanout, la puedes comprar, hacer tu o sustituirla por unos pocos ingredientes triturados en el mortero o Thermomix. La mezcla de ingredientes varía según quien la hace pero suele contener: Pimentón, cayena, clavo, comino, canela, cúrcuma, pimienta negra, cilantro y nuez moscada entre otros. Haz la mezcla con mas o menos ingredientes según te guste o si te gusta la salsa de yogur suave no se la eches.

Las especias las puedes encontrar en el mercado de tu ciudad o en los grandes supermercados donde segun el fabricante les llaman especies morunas, mezcla de especies oriental o algo parecido.

Con estas cantidades salen aproximadamente veinte (20) albóndigas, por lo que perfectamente pueden comer cuatro personas, te aseguro que llenan mucho así que no pongas demasiado acompañamiento. Si sólo sois dos en casa como es mi caso, divide por dos los ingredientes o congela la mitad para otra ocasión.

Además de acompañar el falafel con la salsa de yogur también puedes hacer unos panes de pita y en vez de hacer albóndigas, aplastarlos un poco como si fuese una hamburguesa y rellenarlos. El hummus, la tahína o una ensalada ligera hacen que sea un completo menú árabe.

Esta receta está 100% libre de gluten y por ello es apta para celíacos además de para vegetarianos.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “La casa del Califa”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Sopa de Espárragos Trigueros – Sopas Cortijeras

Sopa de Espárragos Trigueros. Las sopas cortijeras como las llaman en la localidad gaditana de Setenil de las Bodegas, es una típica sopa de espárragos de la serranía gaditana, muy recomendable en este tiempo frio y por supuesto en tiempo de espárragos trigueros.

Aquí en Chiclana se suele comer sin el chorizo y el pimentón pero la base suele ser igual en casi todos sitios.  También suele llevar un huevo cocido en la misma sopa, hay quien se lo echa y quien no, cuestión de gustos.

Hace poco fuí a la plaza y justo en el mismo puesto de las tagarninas también venden espárragos trigueros y como no, se vinieron conmigo y este es uno de los resultados. La sopa es muy fácil de hacer, barata en temporada de espárragos y no se tarda mucho en hacerla, eso si a fuego lento y con cariño.

Me hubiese gustado más el haber ido a dar un paseo por el monte y traerme una «buena mano» -como dice mi suegro- de espárragos, pero no he tenido esa suerte, a ver si la próxima vez que vengan me traen unos poquitos de los que él con todo el cariño los coje, no sin darse un buen palizón por el campo.

Ingredientes para la receta de sopa de espárragos trigueros

  • Un manojo de espárragos trigueros
  • Media (1/2) cebolla
  • Un (1) pimento verde
  • Un (1) tomate
  • Un (1) diente de ajo
  • Un (1) huevo por persona
  • Un (1) chorizo (tipo jabuguito o rosario)
  • Un (1) Litro de caldo (pollo o carne)
  • Unas rebanadas de pan asentado (de días atrás)
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de sopa de espárragos trigueros

  1.  Lava muy bien las verduras. Corta la cebolla, el pimiento, el tomate y el ajo en trocitos muy pequeños (brunoise). Los espárragos se parten a mano en trocitos.
  2. Pon una cazuela al fuego, preferiblemente de barro te quedará mas auténtica, con tres cucharadas de aceite de oliva. Rehoga todas las verduras durante unos minutos y añade el caldo y el pimentón. Si no tienes o no puedes con una de barro no pasa nada, utiliza la que tengas en casa.
  3. Tapa la cazuela y cuece durante diez (10′) minutos o hasta que los espárragos trigueros estén tiernos.
  4. Mientras tanto corta el pan en daditos y el chorizo en rodajitas. Pasados los diez minutos añadimos el pan, el chorizo y cascamos un huevo por persona.
  5. Deja cocer hasta que cuajen los huevos. Prueba de sal y corrige si hiciese falta.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de sopa de espárragos trigueros

Los espárragos trigueros no son mas que espárragos verdes salvajes, son mas finitos y largos, delicados y con un amargor especial que los que venden en el super. Si no los encuentras puedes hacerlos con los espárragos verdes de cultivo que venden en los supermercados durante todo el año. También los venden envasados en lata pero yo no los he probado.

Si quieres que la sopa sea menos calórica puedes suprimir el chorizo o sustituirlo por taquitos de jamón serrano, pero recuerda que esta sopa es para calentar el cuerpo y como plato único.

El pan debería de ser un pan de pueblo o pan rústico que esté asentado, es decir que lleve al menos un día en casa, no hace falta que esté duro sólo que no sea pan tierno del día. Si tuestas un poco el pan antes de echarlo en la sopa le da un punto muy bueno.

Prueba a utilizar caldo de cocido yo suelo hacerlo y queda mas que buena.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Crema de calabaza

Crema de calabaza. Estas noches que hace frio, después de entrenar  me comería un caballo por los pies, pero tengo que controlarme ese demonio que tengo dentro y tomar algo ligerito y calentito para descansar bien por la noche, que tan importante en el entrenamiento es el comer bien como el descansar adecuadamente. Bueno que me enrollo.

La receta de crema de calabaza que os traigo es una receta muy fácil, rápida y ligera, ¿Quién dá más? Yo había hecho algunas cremas pero aunque esta es muy típica no me había puesto hacerla nunca, lástima porque está riquísima, es muy nutritiva y tiene muy pocas grasas.

La calabaza quizás a vosotros sólo os suena a verdura o a Halloween pero yo cada vez que escucho «calabaza» se me viene a la mente la comparsa del Carnaval de Cádiz del año 1991, de un joven Antonio Martínez Ares… Por aquella época yo todavía era un chiquillo al que el carnaval comenzó a metérsele por las venas. Ya que estamos en vísperas de un nuevo carnaval y como pequeño homenaje este plato va dedicado a esa comparsa. «Calabaza muñeco tonto, andante de los harapos….»

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de crema de calabaza

  • 500 gr. de calabaza
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • Una (1) cebolla fresca (pequeña)
  • Una (1) patata
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) cucharada pequeña de curry
  • Un vaso de caldo (125 ml.)
  • 75 ml. de nata líquida
  • 40 ml. de aceite de oliva
  • sal
  • pimienta

Elaboración de la receta de crema de calabaza

  1. Comienza preparando la verdura, limpia y pela la calabaza, las zanahorias, el puerro, la cebolla y la patata. Trocea en daditos la calabaza, la zanahoria y la patata. La cebolla, el puerro y el ajo en juliana o trocitos pequeños, no te esmeres, después irá todo triturado.
  2. Pon una cacerola al fuego y cubre el fondo con aceite de oliva (unas cuatro cucharadas), calienta a fuego medio-bajo y pocha la cebolla, el ajo y el puerro, unos diez (10′) minutos. No te pases de fuego o se te quemarán las verduras y te saldrá con sabor a quemado y amargo.
  3. Pasado ese tiempo añade la calabaza, la patata y la zanahoria, salpimenta y echa una cucharada pequeña de curry. Rehoga bien unos minutos y añade el vaso de caldo de pollo y cuece durante veinticinco (25′) minutos.
  4. Pasado ese tiempo retira del fuego y tritura todo muy bien con la batidora o pásalo por el pasapurés. Prueba de sal y rectifica.
  5. Añade la nata y vuelve a triturar para que quede muy fino y bien mezclado.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de crema de calabaza

Puedes hacer la crema en la olla exprés y tan sólo te llevará unos minutos o si tienes thermomix también puedes hacerla ahí y triturarla una vez termine de hacerse.

El curry  no es una especia sino una mezcla de varias de ellas, hay muchas variedades y en cada lugar se hace diferente, lo que tienen en común es el color amarillento, el típico aroma y un ligero picante. Si no te gusta o no tienes a mano curry puedes sustituirlo por la especie que más te guste, un poco de comino, algo de canela, pimienta negra… o simplemente prescindir de él.

El caldo de pollo puedes sustituirlo por un vaso de agua pero el sabor será menos concentrado, también le puedes echar un cuarto (1/4) de pastilla de caldo. Si quieres que está menos cremosa puedes echarle un poco mas de caldo.

Hay quien en vez de echarle la nata, le echa unos quesitos tipo «el caserío», le dá un sabor y una textura muy buena, a los crios les encanta.

Si tienes tiempo algún día puedes asar la calabaza antes de cocerla, le dará un sabor dulzón estupendo al haberse caramelizado los azúcares. Seguro que no te arrepientes.

Acompaña la crema con unas zamburiñas o vieiras salteadas, tendrás un plato único de categoría, yo le he puesto un trozo de bacalao confitado y lo he bordado 😉

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tagarninas esparragás con huevo

Tagarninas Esparragás o Tagarninas Esparragadas, también se les llama Tagarninas en Ajopollo con huevo. Este es un guiso tradicional Gaditano, mas concretamente de Chiclana, ciudad en la que vivo, y donde se suele ir al campo a coger tanto los espárragos como las tagarninas que se encuentran en las lindes de los caminos, riachuelos y por el monte bajo en invierno.

Hacía mucho tiempo que no comía las tagarninas, aún sabiendo el sabor y la textura tan buena que tienen, pero de estas veces que vas a la plaza (mercado) y las ves ya límpias, peladas y hasta cortadas, no pude resistirme, se vinieron conmigo. Ahora la cuestión es que hacía con ellas si un potaje o un guisote… pues hice los dos, una berza de tagarninas (que ya os publicaré) y unas Tagarninas Esparragás.

La Receta de Tagarninas Esparragás es muy fácil de hacer, es cocina tradicional gaditana, de aprovechamiento, de gente del campo pero rica, rica, no hay que perder las tradiciones y con ello las recetas tradicionales de nuestra tierra, porque son nuestra historia. Esta receta para los días fríos de invierno viene estupenda.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de tagarninas esparragás

  • 500 gr. de tagarninas
  • Dos (2) rebanadas de pan del día anterior (si es de campo mejor)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Pimiento molido (pimentón dulce)
  • Dos huevos
  • Un (1) vaso de vino blanco (fino)
  • Unas gotas de vinagre de Jerez
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de tagarninas esparragás

  1. Limpiamos muy bien las tagarninas, cuidado que suelen tener tierra aunque nos las vendan limpias y cortadas. Si no te las venden limpias has de tener cuidado porque pinchan, utiliza unos guantes para pelarlas
  2. Pon un cazo con agua al fuego y algo de sal, cuando empiece a hervir, cuece las tagarninas para ablandarlas, pero no mucho pues se terminarán de hacer después, las escurres y las reservas.
  3. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva refríe las rebanadas de pan y los dientes de ajo, cuando estén dorados aparta la sartén del fuego y añade una cucharada de pimentón dulce.
  4. Maja en el mortero las rebanadas de pan, los ajos, una pizca de sal, unas gotas de vinagre de Jerez y el aceite con pimentón resultante de freír el pan y los ajos. También puedes pasarlo por la batidora pero en el mortero queda más autentico.
  5. En la misma sartén saltea un poco las tagarninas con una cucharada de aceite de oliva, seguidamente añade el majado y un vaso de vino blanco, lo dejas reducir hasta que evapore el alcohol. Corrige de sal si fuese necesario.
  6. Casca los dos huevos en un bol y cuájalos a tu gusto. Aparta del fuego y sírvelo caliente.

¡A la mesa!

Curiosidades de la receta de tagarninas esparragás

Si no encuentras tagarninas o no te gustan también puedes hacer el guiso con espárragos trigueros o ajetes frescos.

Si te gusta mas suave no le eches vinagre y en vez de vino añade un vaso de agua, pero corrige de sal.

Hay quien en vez de cocer los huevos, los bate y los añade como si fuese un revuelto, es cuestión de gustos, igual de bueno está.

Si le echas un poco de comino, le da un sabor y aroma especial, además de ayudarnos en nuestro sistema digestivo ;).

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tajine de pollo y verduras

Tajine (Tajín), no había escuchado nunca este nombre hasta que fui a Marruecos, allí es fácil encontrar esta olla en cualquier zoco o mercado callejero así como en las tiendas repartidas por las angostas y encantadoras calles de los pueblos y ciudades marroquíes. Los restaurantes tienen infinidad de platos preparados con esta olla, de cordero, pollo, verduras y un largo ecétera.

Me llamó la atención su forma alargada y cónica, su presentación y como no la gran variedad de comidas que se podían hacer en esta cazuela, del que toma también su nombre la receta, como en mi tierra “el puchero”, que se refiere tanto al cocido o guiso como al recipiente donde se elabora. Esta es mi versión de la receta clasica magrebí.

Hace ya varios años que viajé a Marruecos y me traje conmigo un tajine, pero no fue hasta hace poco cuando me decidí a probarlo al ver unas recetas en un libro y recordar esos olores y sabores que tan buenos recuerdos me han traído. Aprovecho esta receta para mandar un abrazo muy fuerte y al mismo tiempo agradecer a Vicente el habernos acogido en su casa cómo si fuesemos sus hijos, sin apenas conocernos y otro abrazo a todos y cada uno de los componentes del grupo de amigos que nos juntamos para disfutar de esa estancia maravillosa.

¡Ponte el delantal Habibi!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • Medio (1/2) pollo
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) puerro
  • Dos (2) tomates
  • Un (1) calabacín
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) pimiento choricero (o una cucharadita de su carne envasada)
  • Diez (10) ciruelas pasas
  • Diez (10) dátiles (sin hueso)
  • 250 ml de caldo de pollo
  • Dos (2) cucharas pequeñas de concentrado de tomate
  • Dos (2) cucharas pequeñas de especias «Ras el hanut«
  • Media (1/2) guindilla
  • Media (1/2) cuchara pequeña de jengibre fresco rallado
  • Aceite de oliva virgen exta
  • sal

Elaboración

1.- Lo primero, pon el pimiento choricero en un recipiente con agua así se hidrata para posteriormente extraerle la carne (si no lo tienes envasado). Haz lo mismo con las ciruelas y los dátiles.

2.- Empieza a preparar las verduras. Una vez las tengas bien limpias, córtalas en trozos pequeños. A mi me gusta cortar la cebolla, el puerro y los tomates en trocitos muy pequeños para que se integren con la salsa, el calabacín y la zanahoria en trozos un poco mas grandes que cuando los comas notes todo su sabor y textura.

3.- Pon el tajine al fuego y cubre el fondo con un poquito de aceite de oliva (tres o cuatro cucharadas). Cuando esté caliente echas las verduras y las rehogas a fuego medio con una pizca de sal.

4.- Una vez rehogadas las verduras añade el pollo que lo tendrás limpio de pieles y grasas, cortado a trocitos pequeños. Yo suelo usar trocitos de pollo con sus huesos pues queda más jugoso que la pechuga, pero puedes echarle trocitos de pechuga así tendrás menos problemas al comerlo ya que está limpia de pequeños huesos traicioneros, aunque pienso que la pechuga se queda mas seca.

5.- Cuando el pollo esté dorado, le echamos las especias Ras el hanout, la media guindilla y la media cucharita de jengibre*, integramos bien con las verduras y el pollo.

6.- Saca el pimiento choricero del agua y con una cuchara le extraes la pulpa, con cuidado de no romper la piel para que no queden trozos desagradables. Se lo echas junto con las cucharitas de tomate concentrado al tajine. También echa los dátiles y las ciruelas que al haberlas tenido todo este rato en agua se habrán hidratado y le darán al guiso ese dulzor especial que caracteriza la comida árabe.

7.- Es el momento de que le eches el caldo de pollo y bajes el fuego. Tapa el tajine que se hará lentamente durante unos veinte (20′) minutos, concentrará todos los sabores con el vapor que se forma en la tapa cónica de la cazuela y espesará la salsa. Pruebalo de sal y corrige si fuera necesario.

¡A la mesa!

Curiosidades

Si no tenéis tajine, también la podéis hacer en una olla de barro pues queda similar pero, las verduras se cuecen un poco mas y no quedan tan al dente por el hecho de que no se cocina con el vapor de la tapa cónica, además, se pierde un poco el encanto al cocinarlo y servirlo en la mesa con esta olla tan vistosa. Si estaís interesados en la compra de un Tajine podéis encontrarlo en tiendas de artesanía Marroquí como puede ser «Kabila» en Chiclana y Conil de la Frontera o en grandes almacenes como esa conocida cadena Sueca.

Los que tengais vitrocerámica o placa de inducción, os preguntareís cómo cocinar en cazuela de barro, pues bien, existe un artilugio llamado «difusor« que es como la base de una olla donde se pone la cazuela encima y puedes cocinar con cazuelas, es un adaptador de cacharros y evita el rayado de la placa, podeís encontrarlo en grandes almacenes o en «Bazar Victoria«.

Puede que no encuentres la mezcla de especias Ras el hanout, pero anímate a hacerla tu mismo, es muy fácil. No hay una receta exacta ya que en cada lugar se hace de una forma, su traducción literal es “lo mejor de la tienda” o sea que cada uno pone los ingredientes a gusto. La mezcla más habitual es de cúrcuma, pimienta, comino, pimentón, jengibre, cilantro, cardamomo, clavos, nuez moscada y canela. Dicen que lo mejor es comprar las especias enteras y molerlas cuando las vayas a usar, de este modo no perderá aroma y frescura.

Si no tienes jengibre fresco puedes prescindir de él ya que en las especias Ras el hanout ya lo lleva molido, pero el fresco le da muy buen aroma.

El pimiento choricero lo venden en pequeños tarritos en los supermercados, de modo que puedes usarlo y así ahorrarte el tener que hidratar el pimiento y sacarle la carne, aunque tampoco es tan engorroso, lo dejo a tu gusto.

Para hacer todavía más autentica la receta, puedes acompañarla con cuscús, que es muy sencillo y rápido de hacer. En la publicación anterior explico detalladamente cómo se elabora el Cuscús.

Supongo que, como en mi casa, no siempre gusta a todo el mundo el cuscús,  a veces lo acompañarlo de arroz basmati que es muy aromático u otro tipo de arroz y también le va muy bien a este guiso.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “kabila” ni «Bazar Victoria» este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tallarines fritos con marisco y verdura

Los tallarines con gambas son una de las especialidades de los restaurantes chinos que proliferan en nuestras ciudades, siendo a la par del arroz tres delicias uno de los platos mas solicitados.

Recuerdo que de jovencito nos reuníamos los amigos para cualquier celebración y la economía no daba para mucho, así que siempre terminabamos en este tipo de restaurantes, ya que por aquí por el sur, las grandes cadenas de hamburguesas y comida rápida se establecieron mas bien tarde. Se me viene a la mente uno de los úlitmos encuentros con ese grupo de amigos con los que pasé la mayoría de mi juventud, donde curiosamente pagamos con euros y pesetas al mismo tiempo, era una época de cambios, pero de eso ya ha llovido bastante y a lo que vamos es a los ricos tallarines, que me despisto…

Esta receta es muy sencilla pues no tiene complicación ninguna en su elaboración. Si bien la presento con gambas, se puede sustituir por pollo, setas, ternera y otros muchos ingredientes donde la base siempre es la misma -como en los «chinos»-, esta es mi versión de tallarines con marisco.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para dos (2) personas

  • 200 gr. de tallarines
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) calabacin
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • 150 gr. de gambas crudas (frescas o congeladas)
  • 100 gr. de mejillones cocidos (sin la concha)
  • Cuatro (4) palitos de cangrejo (surimi)
  • Salsa de soja
  • Aceite de girasol o de oliva muy suave
  • Semillas de sésamo tostado (ajonjolí)

Elaboración

 1.- Comienza lavando muy bien las verduras y trocéalas. La cebolla y el pimiento en juliana (tiras), la zanahoria y el calabacín en bastoncitos, terminando con el puerro en trozos cuadrados.

2.- Pon una olla al fuego con agua para hervir los tallarines. Cuece los tallarines sin sal,  con un par de cucharadas de salsa de soja. Lava bajo el grifo de agua fria, escurrelos y los reservas.

3.- En un wok o sartén profunda echas dos cucharadas de aceite y lo pones a fuego muy fuerte. Cuando esté caliente, baja un poco el fuego, echa la cebolla y el pimiento con una pizca de sal o glutamato unos tres o cuatro (3′ ó 4′) minutos. Reservalo.

4.- Echa otra cucharada de aceite y cuando esté bien caliente añadele la zanahoria con otra pizca de sal o glutamato. La salteas durante cinco (5′) minutos. Reservala.

5.- De nuevo otra cucharada de aceite y saltea el calabacín un par (2′) de minutos. Reservalo. Sólo te falta por saltear el puerro durante un (1′) minuto.

6.- Vuelve a echar en el wok toda la verdura que tenías reservada, la mezclas a fuego fuerte durante un (1′) minuto y la vuelves a reservar.

7.- Pela las gambas si son frescas y saltéalas un minuto con una cucharada de aceite y echa los palitos de cangrejo troceados (si los mejillones son congelados echalos ahora). No hagas demasiado las gambas pues se quedan secas y con el mismo calor con el que salteamos las verduras y los tallarines es suficiente.

8.- Una vez salteadas las gambas las mezclamos con la verdura y los tallarines, echamos un par de cucharadas de salsa de soja, añade los mejillones (si son cocidos, no congelados) y remueve bien a fuego fuerte un par (2′) de minutos. Los presentamos espolvoreando unas semillas de sésmo tostado por encima.

¡Con los palillos a la mesa!

Curiosidades

Cuando reserves las verduras hazlo en un plato o fuente con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Suelo utilizar tallarines al huevo puesto que quedan muy jugosos pero, utiliza cualquier tipo de pasta oriental, ramen, soba, fideos de arroz, etc…

La sal la puedes sustituir por glutamato monosódico que realza todos los sabores, pero no abuses de él. Hay a quien le produce cefaleas o dolores de cabeza, comúnmente llamado «el sindrome del restaurante chino«, aunque realmente no está demostrado. Usalo bajo tu responsabilidad y con cabeza. Es recomendable el usar muy poca cantidad ya que de por sí, la salsa de soja es salada y si nos pasamos nos puede quedar la receta demasiado «sabrosa». También hay que tener en cuenta el tipo de salsa de soja que utilizas, las hay mas o menos saladas, yo suelo utilizar salsa de soja japonesa (kikkoman), es una salsa muy suave y no tan salada como otras marcas chinas.

Las gambas -o langostinos- puedes usarlas frescas y pelarlas o comprarlas ya peladas y congeladas. Con los mejillones puedes hacer lo mismo, comprarlos frescos y cocerlos o comprarlos congelados y así te evitas el tenerlos que cocer si no tienes demasiado tiempo.

Esta receta es muy fácil pero, es entretenida ya que pasas un ratito preparando los ingredientes de modo que curiosidades tiene pocas, lo curioso es comerlo en buena compañía.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Kikkoman”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Solomillo mar y tierra

Cada vez que hago esta receta en casa me acuerdo de un amigo, Javi «el Moro»,  con el que siempre que nos reuníamos en su casa, nos hacía unos platos contundentes y exquisitos, aunque no siempre era solomillo, lo mismo lo ponía con filetes de pollo que con filetes de lomo, aún así le salían «de muerte».

Seguramente esta receta no sea igual a la que hacía mi amigo pero intentaré reproducirla, aunque como es costumbre en mí, siempre que tomo una receta, sea de quien sea, le doy mi toque personal.

Esta receta, engloba la tierra y el mar como pequeño homenaje al campo y el mar gaditano, tan rico en estos productos, esta fusión da lugar a unos platos increibles maridados con unos caldos sin igual.

 ¡Ponte el delantal!

Ingredientes para 4 personas.

  • Un solomillo de cerdo
  • 100 gr. de champiñones
  • 100 gr. de setas de cardo
  • Ocho (8) espárragos trigueros
  • 100 gr. de jamón serrano
  • 100 gr. de gambas frescas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) diente de ajo
  • Dos (2) cucharadas de caldo concentrado de carne (Bovril)*
  • 200 ml. de nata
  • 50 ml. de vino amontillado (o cualquier vino blanco seco)
  • Pimienta de colores
  • Tres (3)  cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) patatas (para la guarnición)

Elaboración

1.- Limpia de grasas el solomillo, córtalo en rodajas de un centímetro y medio (1’5 cm) aproximadamente. También puedes hacer el solomillo entero pero no a todo el mundo le gusta que quede rosado por dentro.

2.- Limpia los champiñones y córtalos en láminas. Haz lo mismo con las setas de cardo, cortándolas en bastoncitos. Corta la cebolla en juliana y pica el ajo. Pela las gambas y resérvalas.

3.- Pon una sartén al fuego fuerte con las dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, salpimenta el  solomillo, dóralo y lo reservas. Es importante que se dore por fuera y quede tierno por dentro, que no se nos cueza pues nos quedaría duro, para ello el fuego debe de estar fuerte.

4.- En la misma sartén, baja el fuego a temperatura baja-media, echa una cucharada de aceite de oliva y el ajo picado. Cuando el ajo empiece a dorarse, echa la cebolla y déjala pochar.

5.- Cuando esté bien pochada la cebolla, echa los champiñones y las setas y los salteas un par de minutos, a continuación echa las gambas peladas otro par de minutos  y añade el vino, lo dejas reducir.

7.- Una vez el vino haya reducido, le echas la nata, un par de vueltas del molinillo de pimienta y cuando tome temperatura añádele el caldo de carne concentrado*. Movemos bien para que se integre, deja reducir la salsa hasta que espese un poco. Cuando haya reducido, introduce el solomillo que tenemos reservado,  atempera todo un par de minutos.

8.- En otra sartén, saltea los espárragos trigueros y a emplatar.

¡Chúpate los dedos!

Curiosidades

Esta receta es con solomillo blanco de cerdo, pero con un solomillo ibérico queda que ni «pintao». También puedes sustituirlo por filetes de pollo o lomo, tendrá muy buen resultado final.

Las setas y champiñones las suelo usar frescas del mercado, pero, si no encuentras setas frescas, aunque champiñones suele haber todo el año, puedes utilizar setas desecadas o en conserva. También puedes sustituirlas por otras setas que te gusten o tengas a mano. Con unos rebozuelos la receta da un giro de 360º.

En vez de gambas frescas puedes utilizar langostinos ya sean frescos o congelados.

*El caldo de carne concentrado no es mas que un «fondo oscuro«, si no sabes hacerlo o simplemente te da pereza puedes utilizar de los que venden en los supermercados como el «bovril«, da un estupendo resultado.

Acompaña este delicioso plato con unas patatas fritas caseras, unas patatas panaderas, o un puré de patatas casero.

Espero que os guste amig@s.

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Bovril”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Pollo enrollado al Pedro Ximénez

La receta que traigo hoy, no solo es barata sino que además tiene una presentación muy llamativa por la variedad de ingredientes y colores, sobre todo si la presentas con ingenio. En casa nos gusta mucho el pollo y cansados de comerlo de la misma forma, buscamos otras formas de comerlo además de ser una receta que  la puedes hacer con anterioridad y comerla mas tarde con sólo calentarla, aunque está buena hasta en frio. Es una buena opción si comes fuera de casa.

La mezcla de sabores dulces y salados siempre me ha gustado mucho, entiendo que hay personas a las que no les guste esta mezcla sin embargo es una excelente opción para comer pollo y verduras de forma diferente y divertida. No obstante puedes mantener la misma receta y cambiar sólamente la salsa, aunque… ya no sería esta receta.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para dos (2) personas

  • Cuatro (4) fitetes de pollo
  • Cuatro (4) lonchas de bacon
  • Hojas de espinaca o espinaca baby (50 gr. aproximadamente)
  • 50 gr. de queso enmental
  • Una pizca de pimienta
  • sal
  • puré de patatas para dos (2) personas
  • Una (1) cebolla
  • 150 ml. de vino Pedro Ximenez (PX)
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • Una (1) cucharada de azúcar moreno

Elaboración

1.- Salpimenta ligeramente los filetes de pollo.

2.- Pon una loncha de bacon sobre la tabla de cortar o sobre un plato. Sobre esta coloca un filete de pollo, cúbrelo con unas hojas de espinacas y termina con un trozo de queso enmental.

3.- Comenzando por un extremo de la loncha de bacon, enrolla todos los ingredientes hasta formar un rollito. Puedes pinchar el final del bacon con un palillo para que no se abra el rollito.

4.- Pon los rollitos sobre una bandeja para horno. Calienta el horno a 180º e introduce la bandeja con los rollitos una vez haya tomado la temperatura. En unos diez (10′) minutos estarán hechos. Apaga el horno y déjalos dentro hasta el momento de emplatarlos o servirlos. Ten cuidado de que no se te quemen o se resequen demasiado.

5.- Prepara un puré de patatas como te he enseñado en la receta anterior, si no te acuerdas pincha este enlace: «Puré de patatas«. Resérvalo hasta emplatar o servir.

6.- Corta la cebolla en juliana (tiras alargadas y finas), resérvala.

7.- Pon una sartén antiadherente a fuego medio, echa una cucharada de aceite de oliva y cuando esté caliente echa la cebolla.

8.- Cuando la cebolla esté pochada, añade la cucharada de azúcar moreno, remueve bien y añade el vino Pedro Ximénez. Déjalo reducir hasta una tercera parte a fuego medio, la cebolla estará caramelizada.

9.- Monta el plato colocando un poco de puré de patatas, el o los rollitos de pollo y rocía con la cebolla caramelizada al Pedro Ximénez por encima.

¡A la mesa!

Curiosidades

Los filetes de pollo si son finos mejor, necesitan menos tiempo para hacerse en el horno. Puedes utilizar los que venden ya cortados como «filetes finos» o cortar las pechugas tu mismo dándoles un corte fino.

Si no te gusta el queso enmental o no lo quieres utilizar, puedes usar cualquier otro que te guste, que sea similar como el gruyere, edam, gouda o un buen queso semicurado.

El vino Pedro Ximénez es un vino dulce y oscuro con un intenso sabor a pasa, producido principalmente en las comarcas de Cádiz y Córdoba con la denominación de origen Jerez, Xerez, Sherry y Montilla Moriles respectivamente, está hecho con uva del mismo nombre. Este vino se suele consumir como vino de postre ya que intensifica los sabores de cualquier pastel o helado pero, su utilización en la cocina se ha extendido tanto en la elaboración de postres como en recetas de carne y guisos.

Como te he dicho al principio de la receta puedes cambiar la salsa por otra que más te guste. Con sólo cambiar el vino Pedro Ximénez por un vino blanco seco o un fino tendrás una salsa exquisita, si te gusta mas espesa puedes echarle una cucharada de maicena y se espesará.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Musaka

La musaka o musaca es un pastel de berenjenas internacionalmente conocido y de origen árabe pero  realmente lo conocemos por su receta griega o de los países del este. Es parecida a la lasaña por la disposición de los alimentos en capas, pero no lleva pasta, las capas son de berenjena, patatas y carne principalmente.

La primera vez que recuerdo el haber escuchado este nombre y comer este delicioso plato creo hará unos quince años en casa de los padres de la que era mi pareja, unos estupendos cocineros y responsables en parte de «meterme el gusanillo» de la cocina.

Hoy os voy a enseñar cómo preparar una musaka con unos sencillos pasos, es fácil de preparar pero lleva un poco de tiempo el cocinar todos los ingredientes. Suelo prepararla para el fin de semana o cuando vienen amigos a casa. La pongo como plato único ya que, aunque lleva verdura, es muy contundente.

Ponte el delantal y a la cocina!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 600 g. de patatas
  • 250 gr. de carne de ternera picada
  • 250 gr. de carne de cerdo picada
  • Dos (2) berenjenas
  • Una (1) cebolla
  • Tres (3) tomates maduros.
  • Dos (2) dientes de ajos
  • Pimienta molida
  • Canela en rama
  • Azúcar
  • 125 ml. de vino fino
  • Mantequilla
  • 1 l. de Salsa bechamel
  • Queso curado

Elaboración

1.- Pela, lava bien y pica la cebolla en trocitos muy pequeños (brunoise). Haz lo mismo con los ajos. Si tienes un triturador de ajos no estaría de más que le dieses uso, pela los ajos y trituralos, darán todo su sabor y se desharán en el sofrito.

2.- Pon una sartén a fuego medio y echa los ajos picados/ triturados, cuando tomen color, antes de que se doren, añade la cebolla y una pizca de sal para que se vaya ablandando, la dejamos pochar hasta que esté transparente y tierna.

3.- Mientras tanto lava la berenjena y córtala en rodajas. Colócalas en una fuente con un poco de sal por encima para que pierdan agua y quitarle algo de amargor.

4.- Echa la carne a la sartén donde tienes la cebolla, añade un poco de sal, media cucharadita de orégano, un par de vueltas del molinillo de pimienta y un trozo de canela en rama. Remueve bien para deshacer la carne y que se sofría bien.

5.- Lava y escurre las berenjenas, sécalas bien con papel absorbente. Enciende la plancha o pon una sartén al fuego y con una cucharada de aceite de oliva saltea las berenjenas. Las vas reservando sobe un papel de cocina. No tienes que hacerlas demasiado ya que se terminarán de hacer en el horno.

6.- Corta las patatas en rodajas no muy delgadas y las fríes con aceite de oliva a baja temperatura (unos 135º), también las reservas sobre un papel absorbente. Las patatas no deben de quedar doradas, tienen que quedar pochadas y tiernas.

7.- Parte el tomate lavado y rállalo con un rallador, incorporalo a la sartén con la carne, remueve bien y echa una cucharada de azúcar para quitarle la ácidez. Tapa y déjalo sofreír unos veinte (20’) minutos. Lo apagas y lo reservas.

8.- Prepara una bechamel como ya te he enseñado en la anterior receta. Si no te acuerdas, pincha este enlace donde te lo explico detalladamente: “Bechamel”.

9.- Para montar la musaka, engrasa con un poco de mantequilla una fuente para el horno. Cubre el fondo con una capa de patatas, sobre esta pon una capa del sofrito de carne y a continuación una capa con las berenjenas. De nuevo ponemos otra capa del sofrito y la cubrimos con la bechamel.

10.- Rallamos el queso curado sobre la bechamel y un poco de pimienta blanca.

11.- Enciende el horno arriba y abajo a 180º. Mete la fuente con la musaca en el horno unos diez (10’) minutos, ahora pon el horno sólo por arriba para gratinarlo. Cuando esté dorado el queso apagamos el horno y con cuidado de no quemarnos sacamos la fuente del horno.

A la mesa con un buen trozo de pan!!

Curiosidades

Según la recetas originales la carne utilizada para este plato es la de cordero o en todo caso la ternera. Yo utilizo mezcla de ternera y cerdo por ser mas jugosa y menos seca que la ternera. La carne de cordero no gusta a todo el mundo de modo que elige la que más te guste.

Puedes tener la bechamel preparada de antes o hacerla en un santiamén cuando tengas montada la musaka. Recuerda taparla con papel film para que no se forme una costra en la superfície.

Para gratinar la musaka añádele el queso que mas te guste. Un grana padano, un parmesano, un buen queso manchego o un queso Payoyo de la Sierra gaditana. El queso Payoyo es un queso artesanal que se produce en Villaluenga del Rosario, el pueblo más allto de la provincia de Cádiz, en la Sierra de Grazalema, Reserva de la Biosfera. Se elabora con leche de cabra payoya, de ahí su nombre. Tiene premios a nivel regional, nacional y mundial, lo clasifican entre los diez mejores quesos españoles.

Puedes servir la musaca cortandola en porciones con un cortapastas o aro de emplatar, de este modo te quedará muy presentable a la mesa y deslumbrarás a los comensales.

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Quesos Payoyo”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.