Tortillitas de Camarones

Tortillitas de Camarones. Estas tortillitas han convertido en todo una representación de la gastronomía gaditana, siendo de origen humilde son a día de hoy todo un manjar apreciado tanto por nativos como foráneos.

Nada mas termina la navidad, comienza el preludio de la «Fiesta Grande» de Cádiz «Los Carnavales» y con estos, sus fiestas gastronómicas, es momento de degustar estas tortillitas de camarones, los erizos, los ostiones, los pestiños y las papas aliñás entre otros productos. Las distintas peñas carnavalescas ofrecen de forma gratuita, un mes antes del comienzo oficial del concurso de agrupaciones, estos productos en unas fiestas llamadas la Pestiñá, la Erizá y la Ostíoná entre otras. Hará unas semanas se celebraron estas fiestas y para que podaís acompañarnos en la celebración, os enseño como se hace la receta de tortillitas de camarones.

Como bien dice Pepe Monforte en su Revista Gastronómica de la provincia de Cádiz «Las cosas de comé», los origenes son inciertos aunque superan el siglo de historia, y aseguran que pudo tener sus inicios en La Isla de León (San Fernando), no obstante, lo que si es cierto es que si tuvo o no su origen en esta ciuidad, a este plato se la relaciona con ella y al menos es «su madre adoptiva».

¡Ponte el delantal, la mascara o antifaz!

Ingredientes para la receta de tortillas de camarones

  • 250 gr. de camarones (tienen que estar vivos)
  • 150 gr. de harina de trigo
  • 150 gr. de harina de garbanzos
  • Tres (3) cebolletas rojas
  • Un (1) manojo de perejil
  • 500 ml. de agua con gas (soda)
  • Sal
  • Aceite de oliva suave (para freir las tortillitas)

Elaboración de las tortillitas de camarones

  1. Comienza lavando las cebolletas y el perejil. Pícalo todo en trocitos muy pequeños (brunoise). Reserva.
  2. En un cuenco o bol echa el agua y a continuación la harina de trigo y la de garbanzos (si la tamizas mejor que mejor), mezcla bien con una varilla o tenedor hasta conseguir una masa homogénea, te tendrá que quedar un tanto liquida.
  3. Agrega los camarones, la cebolleta, el perejil y una pizca de sal, remueve todo muy bien.
  4. Pon una sartén al fuego fuerte con abundante aceite de oliva.
  5. Cuando el aceite este bien caliente -casi humeando- ve friendo las tortillitas de una en una.  Echa una cucharada de masa en el aceite y dale la vuelta para que se dore por los dos lados.
  6. Deposita las tortillitas que vayas friendo en un plato o fuente con papel absorvente para el exceso de aceite.

¡Cómelas calentitas!

Curiosidades de la receta de tortilla de camarones

Los camarones deben estar «vivitos y coleanto», no hay mejor señal de que son frescos que salten, pero si no tienes opción a camarones vivos también puedes encontrarlos congelados (aunque aquí no suele hacerse con ellos) o si no los encuentras gambitas pequeñas y hasta bacalao son buena opción, pero ya no serán tortillitas de camarones.

La cebolleta roja es una cebolla fina y alargada, con un sabor suave, pero si no la encuentras en tu zona puedes usar la cebolla que tengas a mano, si es fresca mejor.

La harina de garbanzos la venden en cualquier supermercado pero si no la encuentras y tienes una buena batidora o thermomix con sólo triturar hasta dejar en polvo los garbanzos ya tienes la harina. Si usas sólo de trigo también puedes hacerlas pero se te inflarán las tortillitas como si fuesen buñuelos.

La masa es mas bien líquida, parecida a una tempura. Prueba hacer la primera tortillita y según como te salga tendrás que corregir añadiendo un poco de agua si está muy espesa o con un poco de harina si es demasiado líquida, aunque con los ingredientes que te pongo debe de salir bien la masa. Al probar la primera tortillita corrige el punto de sal si fuese necesario.

En mi casa, mi madre siempre utilizó casera blanca en vez de agua con gas, y la verdad no se nota la diferencia. El echarle agua con gas es porque al freirse le dá a las tortillitas esa curiosa terminación «con encaje».

Si quieres saber algo más sobre la historia de las tortillitas de camarones puedes echarle un vistazo al  blog de Manuel J. Ruiz Torres «Cocina Gaditana del Doce» donde hace una magnifica investigación sobre la procedencia de esta receta, además de divulgar la cocina Gaditana en la época de las Cortes de Cádiz, que precisamente este año es el 200 aniversario de la promulgación de la primera Constitución Española.

¡Espero que os guste amig@s y Felíz Carnaval!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Erizos de mar gratinados

Erizos de mar gratinados. Hoy ta receta también viene del mar, si es que teniendolo tan cerca cómo no aprovechar sus recursos. Esta receta no es propiamente de la gastronomía gaditana porque aquí se suelen comer crudos, tal como salen del agua pero he querido hacerla de una forma un poco diferente, no sólo por ser típico gaditano el comer erizos sino por ser parte de mi foto de portada, donde la concha camino se funde con la cocina y lo gaditano.

Los erizos en Cádiz son toda una tradición culinaria en estas fechas, como ya comenté en la receta de tortillitas de camarones, la «erizá» es una fiesta gastronomica que precede al Carnaval Gaditano y en ella, una de las peñas carnavalescas invita a comer kilos y kilos de este preciado manjar del mar.

Supongo que habrá a quién le eche para atrás este «bichito» pero su intenso sabor a mar es digno de que se pruebe alguna vez, no se puede decir no me gusta si no lo pruebas, pero será como todo, o te encanta o no puedes ni verlo…

¡Ponte el disfraz, que diga… el delantal!

Ingredientes para hacer los erizos de mar gratinados

  • Ocho (8) erizos de mar frescos
  • 20 gr. de mantequilla sin sal
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) cucharadas de harina de trigo
  • Una (1) cebolla fresca (pequeña)
  • Una (1) cebolleta roja
  • 200 ml. de leche
  • 30 ml. de brandy
  • pan rallado
  • Pimienta
  • Nuez moscada
  • sal

Elaboración de la receta de erizos gratinados

1.- Limpia muy bien los erizos, con mucho cuidado porque pinchan una barbaridad, además de que las púas pueden ser tóxicas, te aconsejo que te pongas unos guantes para manipularlos o utilices un trapo para sujetarlos cuando los abras. Para abrirlos puedes ponerlos de lado (boca perpendicular a la tabla de cortar) y darle un golpe seco con un cuchillo -así es como se abren por aquí- o si no tienes experiencia con una tijeras de cocina, le clavas una de las hojas y vas cortando alrededor de la boca, con cuidado de no partir el cascarón, hasta hacerle una abertura lo suficientemente grande como para vaciarlos y posteriormente rellenarlos.

2.- Vacía los erizos con una cuchara pequeña, reservando las huevas y el líquido que contienen. Resérvalo.

3.- Pon una sartén a fuego medio con la mantequilla y las dos cucharadas de aceite de oliva, mientras calienta pica la cebolla y la cebolleta muy finitas.

4.- Cuando esté la cebolla pochadita, echa el brandy y lo flambeas, si te da miedo que salga fuego, déjalo reducir simplemente.

5.- Ahora añade la harina tamizada y la cocinas para que pierda el sabor a crudo -es para hacer una especie de bechamel enriquecida- y seguidamente agregamos la leche caliente sin dejar de remover para que no se creen grumos. Echa un poco de sal, pimienta blanca y algo de nuez moscada.

6.- Cuando la bechamel tenga la textura deseada, no la dejes reducir mucho para que no se quede seca, le añades las huevas con su líquido, remueves bien para que se integre con la bechamel y con el mismo calor se cocine. Puede que al añadir el líquido te quede la bechamel muy ligera, si es así sólo tienes que dejarla al fuego un poco mas para que coja consistencia.

7.- Límpia las conchas de los erizos y con la bechamel rellénalos y los colocas en una fuente para horno. Enciende el horno arriba a 220º.

8.- Espolvoréa sobre los erizos con un poco de pan rallado y los metes en el horno unos minutos hasta que se doren.

Curiosidades de la receta de Erizos de mar gratinados

Esta receta es simplenente una bechamel ligera enriquecida, me inspiré en una receta de erizos gratinados que vi en el blog «Mi blog de pintxos«, aunque yo los he hecho un poco diferentes, de la forma que me gustaba.

Si no te gusta rellenar las conchas de los erizos porque creas que te puedes pinchar o te resulten desagradables, puedes rellenar una conchas de vieiras o unos cuencos pequeños aptos para el horno, te quedará igual de rico pero quizás menos vistoso.

Los erizos es importante que sean muy frescos, ya se sabe que con el marísco hay que tener cuidado, que no estamos para sustos.

Al limpiar los erizos, has de tener mucho cuidado, no sólo de pincharte sino de que caigan trocitos de cáscara o púas en el interior, te aconsejo de que retires las huevas y cueles el caldo por si las moscas.

He flambeado el sofrito con brandy pero puedes ponerle cualquier vino blanco de calidad que tengas, una manzanilla, un buen albariño y hasta una sidra o cava, el resultado será estupendo.

*Si no encuentras erizos de mar o te resulta tedioso el manipularlos los puedes encontrar en conserva como «conserva de carne de erizo» en grandes almacenes como Carrefour, según me comenta Manolo Pavón. Gracias Manolo por la aportación.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Crema de calabaza

Crema de calabaza. Estas noches que hace frio, después de entrenar  me comería un caballo por los pies, pero tengo que controlarme ese demonio que tengo dentro y tomar algo ligerito y calentito para descansar bien por la noche, que tan importante en el entrenamiento es el comer bien como el descansar adecuadamente. Bueno que me enrollo.

La receta de crema de calabaza que os traigo es una receta muy fácil, rápida y ligera, ¿Quién dá más? Yo había hecho algunas cremas pero aunque esta es muy típica no me había puesto hacerla nunca, lástima porque está riquísima, es muy nutritiva y tiene muy pocas grasas.

La calabaza quizás a vosotros sólo os suena a verdura o a Halloween pero yo cada vez que escucho «calabaza» se me viene a la mente la comparsa del Carnaval de Cádiz del año 1991, de un joven Antonio Martínez Ares… Por aquella época yo todavía era un chiquillo al que el carnaval comenzó a metérsele por las venas. Ya que estamos en vísperas de un nuevo carnaval y como pequeño homenaje este plato va dedicado a esa comparsa. «Calabaza muñeco tonto, andante de los harapos….»

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de crema de calabaza

  • 500 gr. de calabaza
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • Una (1) cebolla fresca (pequeña)
  • Una (1) patata
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) cucharada pequeña de curry
  • Un vaso de caldo (125 ml.)
  • 75 ml. de nata líquida
  • 40 ml. de aceite de oliva
  • sal
  • pimienta

Elaboración de la receta de crema de calabaza

  1. Comienza preparando la verdura, limpia y pela la calabaza, las zanahorias, el puerro, la cebolla y la patata. Trocea en daditos la calabaza, la zanahoria y la patata. La cebolla, el puerro y el ajo en juliana o trocitos pequeños, no te esmeres, después irá todo triturado.
  2. Pon una cacerola al fuego y cubre el fondo con aceite de oliva (unas cuatro cucharadas), calienta a fuego medio-bajo y pocha la cebolla, el ajo y el puerro, unos diez (10′) minutos. No te pases de fuego o se te quemarán las verduras y te saldrá con sabor a quemado y amargo.
  3. Pasado ese tiempo añade la calabaza, la patata y la zanahoria, salpimenta y echa una cucharada pequeña de curry. Rehoga bien unos minutos y añade el vaso de caldo de pollo y cuece durante veinticinco (25′) minutos.
  4. Pasado ese tiempo retira del fuego y tritura todo muy bien con la batidora o pásalo por el pasapurés. Prueba de sal y rectifica.
  5. Añade la nata y vuelve a triturar para que quede muy fino y bien mezclado.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de crema de calabaza

Puedes hacer la crema en la olla exprés y tan sólo te llevará unos minutos o si tienes thermomix también puedes hacerla ahí y triturarla una vez termine de hacerse.

El curry  no es una especia sino una mezcla de varias de ellas, hay muchas variedades y en cada lugar se hace diferente, lo que tienen en común es el color amarillento, el típico aroma y un ligero picante. Si no te gusta o no tienes a mano curry puedes sustituirlo por la especie que más te guste, un poco de comino, algo de canela, pimienta negra… o simplemente prescindir de él.

El caldo de pollo puedes sustituirlo por un vaso de agua pero el sabor será menos concentrado, también le puedes echar un cuarto (1/4) de pastilla de caldo. Si quieres que está menos cremosa puedes echarle un poco mas de caldo.

Hay quien en vez de echarle la nata, le echa unos quesitos tipo «el caserío», le dá un sabor y una textura muy buena, a los crios les encanta.

Si tienes tiempo algún día puedes asar la calabaza antes de cocerla, le dará un sabor dulzón estupendo al haberse caramelizado los azúcares. Seguro que no te arrepientes.

Acompaña la crema con unas zamburiñas o vieiras salteadas, tendrás un plato único de categoría, yo le he puesto un trozo de bacalao confitado y lo he bordado 😉

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Milhojas de atún ahumado y mango

Milhojas de atún ahumado y mango. Uno de los productos estrella de la provincia de Cádiz, además de sus famosos Vinos de Jerez, son las conservas de pescado, de entre ellas el atún de almadraba y sus derivados como el atún ahumado y la mojama. El atún suele compararse con el buen jamón, lo han llegado a bautizar como el «Jamón del Mar».

Existen muchas y muy buenas empresas conserveras en Cádiz, sobre todo el la localidad de Barbate, donde se encuentran la mayoría de ellas, que no todas. Empresas con gran tradición y prestigio en el elaborado tradicional de los productos capturados en el litoral gaditano, muy apreciados por su gran calidad certificada por la Junta de Andalucía.

La entrada de hoy es una ensalada de atún ahumado presentada en capas, con un producto que compré de una de estas empresas «La Chanca«, que tiene un despacho en la localidad donde resido . Al pasar por esa tienda, de la cual ya conocía bien sus productos me maravillé de otros tantos que desconocía y alguno que otro se vino conmigo. Esta receta en cuestión es una adaptación de una ensalada que tenían en carta del encantador restaurante gaditano «Ventorrillo el Chato» donde lo tradicional encaja a la perfección con lo innovador.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de milhojas de atún ahumado y mango

  • Una (1) bolsa de ensalada gourmet o brotes tiernos
  • Seis (6) filetitos de atún ahumado en aceite de oliva
  • Un (1) tomate de ensalada (yo utilicé kumato)
  • Una (1) granada
  • Un (1) mango
  • Wasabi en polvo (o pasta de wasabi) (Sólo la puntita de un cuchillo)*
  • Tres (3) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • reducción de vinagre balsámico
  • Sal de hielo (o sal común)

Elaboración de la receta de milhojas de atún ahumado y mango

  1. En un bol ponemos las tres cucharadas de aceite de oliva y lo mezclamos bien con la punta de un cuchillo de wasabi. Resérvalo.
  2. Lava bien la fruta y verdura. Pela y corta el mango en rodajas finas. Haz lo mismo con el tomate.
  3. Corta el atún si en tu caso viene en un taco, en mi caso lo compré cortado y conservado en aceite de oliva.
  4. Desgrana la granada y reserva los granos. Hay una forma de desgranar la granada sin que sea engorroso, corta la granada en dos mitades y coloca la parte cortada sobre una mano, introdúcela en un bol y con una cuchara golpea la piel, los granos saldrán solos.
  5. En un plato o bandeja con un aro de montar o emplatar (esos aros de acero que venden parecidos a los cortapastas), ve colocando capas alternando ensalada, granada, atún, mango y tomate.
  6. Rocía con el aceite de wasabi, un chorrito de la reducción de vinagre de módena y una pizca de sal de hielo (controla la cantidad de sal ya que el atún de por sí es salado).

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de milojas de atún ahumado y mango

El atún ahumado en aceite de oliva es un producto excelente que nada tiene que envidiar a el tan famoso salmón ahumado noruego, son productos totalmente diferentes pero el atún es un producto de nuestra tierra y hay que ponerlo en valor. Yo lo he comprado en cortado en filetes y en aceite de oliva pero también lo hay en un taco o pieza sin cortar, como la mojama.

*El wasabi es la raíz de un rábano picante procedente de Japón, si no te gusta el toque picante o no lo encuentras puedes sustituirlo por un poco de pimienta negra o simplemente prescinde de él. Debes tener mucho cuidado con el wasabi pues es extremadamente picante y puedes pasarte de cantidad con facilidad, para no pasarte usa el mango de una cuchara pequeña y sólo coge una pequeña cantidad.

El tomate kumato es un tomate de un color oscuro y una calidad superior, no sólo en aspecto sino también en sabor, si tienes la posibilidad, pruébalo, sino, utiliza un tomate de ensalada de toda la vida, que seguro que te quedará riquísimo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “La Chanca» y “Ventorrillo el Chato”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Pez de espada a la plancha

Pez de espada a la plancha. Esta receta, si se puede llamar así, no es fácil, es lo siguiente. El hecho de publicarla es mas por los recuerdos que me trae que por otra cosa. De pequeño, como supongo que a todos, es el pescado que mas me gustaba puesto que además de no tener espinas parece un filete de carne, así que os recomiendo esta receta para niños, también es ideal para dietas ya sean para perder peso como para deportistas y personas con intolerancia al gluten ya que esta receta es 100% apta para celíacos.

Hacía tiempo que no compraba filete de pez espada pero este fin de semana he estado en la plaza y había bastante pescado de calidad, se me quedó mirando un buen trozo de pez espada y se vino conmigo. Al pez espada siendo calidad no le hace falta mas que un poquito de calor en la plancha y poco mas.

El pez espada es un pescado muy apreciado, sobre todo por aquí por el sur, suele hacerse en salsa verde, con almejas y gambas como lo hace mi madre o a la cordobesa que es con tomate, pero yo simplemente lo voy hacer a la plancha, sencillo no sólo por cuidar la dieta sino también porque como dijo Laura del blog «Sano y de rechupete«: «A menudo se impone lo sencillo, lo maravillosamente saludable y lleno de sabor» y con esa frase me he quedado.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para receta de pez de espada a la plancha

  • Dos (2) filetes hermosos de pez de espada
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un limón
  • Pimienta blanca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboracion de la receta de pez espada a la plancha

  1. Calienta una plancha o sartén. Pela y corta los ajos en láminas. Cuando esté bien caliente echa unas gotas de aceite de oliva y saltea los ajos. Resérvalos.
  2. Salpimenta el pez espada y dóralo en la plancha, vuelta y vuelta, no necesita mas tiempo, aunque depende un poco del grosor.
  3. Cuando esté dorado, pero no muy hecho que te podría quedar seco, le exprimes unas gotas de zumo de limón y lo retiras del fuego.
  4. Sírvelo con los ajitos sobre el filete.

Viste que lo sencillo tiene poco que explicar…

Curiosidades de la receta de pez espada a la plancha

Si no encuentras pez espada también puedes comprar filetes de atún, que si son de buena calidad no se quedan secos y también es muy buena opción, y no digo nada si el atún es de la almadraba de Barbate, Atún rojo, pero para eso hay que esperar que empiece la temporada.

En mi casa el filete de pez espada suele acompañarse con patatas fritas caseras, puré de patatas o una buena ensalada, no le hace falta mucho más, acompáñala con algo ligero y que no le «mate» su exquisito sabor.

No debes de pasarte en el tiempo de cocinado del filete pues si te pasas se te puede quedar seco y no hay quien se lo coma, aunque si es de buena calidad no suele secarse demasiado.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tagarninas esparragás con huevo

Tagarninas Esparragás o Tagarninas Esparragadas, también se les llama Tagarninas en Ajopollo con huevo. Este es un guiso tradicional Gaditano, mas concretamente de Chiclana, ciudad en la que vivo, y donde se suele ir al campo a coger tanto los espárragos como las tagarninas que se encuentran en las lindes de los caminos, riachuelos y por el monte bajo en invierno.

Hacía mucho tiempo que no comía las tagarninas, aún sabiendo el sabor y la textura tan buena que tienen, pero de estas veces que vas a la plaza (mercado) y las ves ya límpias, peladas y hasta cortadas, no pude resistirme, se vinieron conmigo. Ahora la cuestión es que hacía con ellas si un potaje o un guisote… pues hice los dos, una berza de tagarninas (que ya os publicaré) y unas Tagarninas Esparragás.

La Receta de Tagarninas Esparragás es muy fácil de hacer, es cocina tradicional gaditana, de aprovechamiento, de gente del campo pero rica, rica, no hay que perder las tradiciones y con ello las recetas tradicionales de nuestra tierra, porque son nuestra historia. Esta receta para los días fríos de invierno viene estupenda.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de tagarninas esparragás

  • 500 gr. de tagarninas
  • Dos (2) rebanadas de pan del día anterior (si es de campo mejor)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Pimiento molido (pimentón dulce)
  • Dos huevos
  • Un (1) vaso de vino blanco (fino)
  • Unas gotas de vinagre de Jerez
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de tagarninas esparragás

  1. Limpiamos muy bien las tagarninas, cuidado que suelen tener tierra aunque nos las vendan limpias y cortadas. Si no te las venden limpias has de tener cuidado porque pinchan, utiliza unos guantes para pelarlas
  2. Pon un cazo con agua al fuego y algo de sal, cuando empiece a hervir, cuece las tagarninas para ablandarlas, pero no mucho pues se terminarán de hacer después, las escurres y las reservas.
  3. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva refríe las rebanadas de pan y los dientes de ajo, cuando estén dorados aparta la sartén del fuego y añade una cucharada de pimentón dulce.
  4. Maja en el mortero las rebanadas de pan, los ajos, una pizca de sal, unas gotas de vinagre de Jerez y el aceite con pimentón resultante de freír el pan y los ajos. También puedes pasarlo por la batidora pero en el mortero queda más autentico.
  5. En la misma sartén saltea un poco las tagarninas con una cucharada de aceite de oliva, seguidamente añade el majado y un vaso de vino blanco, lo dejas reducir hasta que evapore el alcohol. Corrige de sal si fuese necesario.
  6. Casca los dos huevos en un bol y cuájalos a tu gusto. Aparta del fuego y sírvelo caliente.

¡A la mesa!

Curiosidades de la receta de tagarninas esparragás

Si no encuentras tagarninas o no te gustan también puedes hacer el guiso con espárragos trigueros o ajetes frescos.

Si te gusta mas suave no le eches vinagre y en vez de vino añade un vaso de agua, pero corrige de sal.

Hay quien en vez de cocer los huevos, los bate y los añade como si fuese un revuelto, es cuestión de gustos, igual de bueno está.

Si le echas un poco de comino, le da un sabor y aroma especial, además de ayudarnos en nuestro sistema digestivo ;).

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Pastel de Cabracho

El cabracho, también llamado escórpora,  tiñosu en Asturias o rascacio como aquí en mi tierra, Cádiz, es un pescado de roca de color rosado y cubierto de espinas, a veces confundido con la gallineta. Sus espinas son venenosas hasta que se cocinan y  los ejemplares suelen tener un peso de entre un kg y medio a dos kg., de carne blanca y grasa. Antiguamente era un pescado que se desechaba pero hoy día es  muy apreciado y considerado de altísima calidad.

Os voy a enseñar cómo hago yo este pastel de cabracho, aunque más que un pastel es una especie de pudding, también hay sitios donde lo llaman paté de cabracho. Este pastel lleva muchos años cocinándose pero desde que el cocinero Juan Marí Arzak allá por los años setenta lo puso en su carta, ha llegado todavía a más lugares y se ha hecho un plato esencial en las celebraciones de muchos hogares y aunque su nacimiento no es de esta tierra ya lo hemos adoptado como plato gaditano, así que esta es otra de mis propuestas para estas Navidades, y como ya he dicho en mi declaración de intenciones tiene que ser: barato, sencillo y resultón.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para cocer el cabracho

  • Un (1) cabracho de un kilo aproximadamente
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) tomate
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria
  • Unos granos de pimienta
  • Dos (2) hojas de laurel
  • 100 ml.  de vino blanco
  • Sal

Para el pastel

  • El cabracho limpio, desespinado y desmigadon (unos 400 gr. aproximadamente)
  • 200 ml. de nata
  • Cuatro (4) huevos
  • Tres (3) cucharadas de tomate frito casero
  • Un (1) pimiento de piquillo
  • Pimienta blanca
  • Sal

Para el molde

  • Mantequilla
  • Pan rallado

Elaboración

  1. Comienza poniendo una olla con agua al fuego para cocer el pescado. Pela la cebolla, la zanahoria y el puerro.
  2. Echa en la olla la zanahoria, la cebolla, el puerro en trozos grandes y el tomate sin el pedúnculo y con unos pinchazos para que no flote. Añade también la hoja de laurel, unos granos de pimienta negra (cinco o seis), el vino blanco y media cucharada pequeña de sal. Déjalo cocer unos quince (15’) minutos.
  3. Mientras va cociendo la verdura limpia el pescado de tripas y escamas (si no lo ha hecho previamente el pescadero por ti) y transcurridos los quince minutos lo metes en la olla. No lo cuezas demasiado, lo suficiente para que esté hecho y se despegue con facilidad la piel y las espinas o te quedará muy seco ya que tendrá cocción posterior en el horno.
  4. Una vez cocido el cabracho, lo limpias bien de pieles, debes tener especial cuidado con las espinas, no vayas a llevarte una desagradable sorpresa al comerte el pastel y lo desmigas.
  5. En el vaso de la batidora pon el pescado, las tres cucharadas de tomate frito, los huevos, la nata, el pimiento del piquillo, un poco de sal, un par de vueltas del molinillo de pimienta blanca y tritúralo bien.
  6. Coge uno o varios moldes aptos para el horno y píntalo con mantequilla, posteriormente lo espolvoreas con pan rallado -todo esto es para que no se peque el pastel al desmoldarlo- le das unos golpecitos para eliminar el excedente de pan.
  7. Precalienta el horno a 180º (arriba y abajo) e introduce una fuente con agua hasta aproximadamente a la mitad para cocer el pastel al baño maría.
  8. Vierte en el molde lo que has triturado, tápalo bien con un papel de aluminio para que no se nos reseque y lo pones dentro de la fuente que has puesto en el horno cuando haya tomado la temperatura. Déjalo cocer  al baño maría unos cuarenta y cinco  (45’) minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.

 Acompáñalo de pan tostado (tostas) para untarlo sobre él y un poquito mahonesa o salsa rosa, potenciará el sabor del pastel, delicioso!!!

Curiosidades

Este pastel sirve de base para cualquier otro pescado, de modo que si no encuentras cabracho lo puedes hacer perfectamente con merluza u otro pescado, también te saldrá riquísimo.

Hay quien lo hace sin triturar pero a mi me gusta que salga finito como un paté para untar, si quieres encontrarte los trozos simplemente no lo tritures, mézclalo.

El caldo resultante de haber cocido el pescado puedes guardarlo y tendrás un fumet o caldo de pescado estupendo para otras elaboraciones como puede ser  un buen arroz negro o una sopa de pescado o marisco. La verdura puedes desecharla ya que tiene poco valor culinario al haber dejado toda la sustancia en el caldo. También puedes aprovechar las espinas y cabezas de otros pescados y mariscos para hacer el caldo, resultará un caldo sustancioso y habrás aprovechado todo ese estupendo material que normalmente se desecha.

Cómo he comentado en otras ocasiones, si no tienes tomate frito casero puedes utilizar uno envasado de muy buena calidad y tu receta no se resentirá.

El pimiento del piquillo es conveniente estrujarlo bien para que suelte toda el agua o corres el riesgo que el pastel te quede sin demasiada consistencia.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Huevos Rellenos

Huevos rellenos. Los huevos rellenos han sido desde la antigüedad un aperitivo en nuestras mesas, hay recetas que constan en recetarios del S. XVI. Aunque la receta está totalmente expandida por toda la geografía, también es una elaboración tradicional Gaditana.

Es una receta bien sencilla y fácil de preparar pero no por ello menos vistosa y rica. Siguiendo un poco la tradición y como estoy inmerso en publicar recetitas para las próximas Fiestas Navideñas voy a publicarla como aperitivo, eso no quita que sea una receta ligera y refrescante para el verano donde también está presente.

Hay mil y una formas de rellenar los huevos, la más clásica, con atún, tomate y cubierto con mahonesa, que es la que recuerdo que se ha hecho en mi familia en casi todas las reuniones familiares y otras mas innovadoras como pueden ser de gambas, salmón, huevas, palitos de cangrejo, aguacate o pollo.

Los huevos rellenos que voy a elaborar serán una mezcla de la tradicional con un puntito más,  para que no desentonen en la presentación de tu mesa navideña. Para inspirarme un poco he cogido algunas ideas de un  libro del cocinero Sergio Fernández del programa “Cocinamos Contigo” de Canal Cocina.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de huevos rellenos

  • Dos (2) huevos
  • Una (1) lata de ventresca de atún en aceite de oliva
  • Dos (2) cucharadas de tomate frito casero
  • Dos (2) cucharadas de mahonesa
  • Unas alcaparras
  • Unos copos de maiz tostados (cornflakes)
  • Lechuga, alcaparras, cebollino (para presentar)

Elaboración de la receta de huevos rellenos

  1. Pon un cazo con agua y una cucharada de sal a fuego fuerte, cuando comience a hervir mete los huevos con una cuchara para que no se rompan. Deja hervir unos doce (12’) minutos.
  2. Enfría los huevos bajo el grifo de agua fría. Pélalos y los cortas por la mitad. Retírales la yema y la echas en un bol. Reserva las mitades de las claras.
  3. Tritura con un tenedor las yemas y añádele el atún y el tomate, mezcla bien hasta que forme una especie de pasta.
  4. Rellena los huevos con esta mezcla, ponle un poco de mahonesa por encima y disponlos en un plato o bandeja de servir con hojas para ensalada troceadas.
  5. Decora con cereales para darle un toque crujiente, unas alcaparras y alguna hoja de perejil rizado o cebollino.

¡Ponle peguitas!

Curiosidades de la receta de huevos rellenos

La receta es un entrante o tapeo para dos pesonas, si vas a servirlo para mas comensales sólo tienes que duplicar las cantidades.

Si te gusta menos triturada la mezcla del relleno, no la muelas tanto para encontrarte los trocitos bien diferenciados. También puedes sustituir la ventresca de atún por atún en aceite, melva u otra conserva que te guste.

¿Eres maños@? pues puedes vaciar la clara del huevo con un vaciador o cuchillo de modo que tendrás mas hueco para rellenar y mas relleno contando con la clara que has obtenido.

Que no tienes tiempo de hacer un tomate frito casero, utiliza uno envasado de calidad como puede ser “Hida” o “Gutarra” que son productos de calidad.

La mahonesa me gusta hacerla casera, no se tarda mucho tiempo y le da un «plus» de sabor casero a nuestros platos, eso si, siempre con cuidado porque contiene huevo sin cocinar y no quiero que nos llevemos un disgusto. Si optas por esta opción, el hacer una mahonesa casera es muy fácil tan sólo tienes que seguir la receta del alioli rápida pero quitándole el ajo.

Ya has visto lo fácil que es la receta y las múltiples variaciones que le puedes hacer con sólo variar algún ingrediente o todos, es cuestión de gustos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Potaje de habichuelas con chorizo y morcilla

Las habichuelas o alubias según la región se llaman de una forma u otra, en casa siempre se le llamó potaje de habichuelas y todo el mundo sabía lo que había.

Este es un potaje tradicional Gaditano de los que se hace en cualquier casa, eso sí, cada uno tiene su forma de hacerlo aunque sean todos muy parecidos. Llegaron las tan esperadas lluvias y con los fríos ya va entrando ganas de meterse un potaje al llegar de trabajar que además de calentarte el cuerpo, es baratito y puedes hacer para más de una vez, con el consiguiente ahorro energético.

Para hacer esta receta no hay que ser un lumbrera, sólo tiene un sofrito y una cocción posterior de las habichuelas, que si son de buena calidad tienes el éxito asegurado y un reposo, porque al día siguiente están todavía mejor. Con estas cantidades salen cuatro raciones bien despachadas, si sois sólo dos, como es mi caso puedes congelar perfectamente las otras dos para otra ocasión, ó comértelas con un poco de arroz cocido al día siguiente como nos hacía mi madre.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) raciones.

  • 400 gr. de habichuelas o alubias blancas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento rojo
  • Dos (2) tomates maduros
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Dos (2) chorizos de ronda
  • Un (1) trozo de morcilla
  • Una pizca de comino
  • Unos granos de cilantro
  • Un par de vueltas del molinillo de pimienta negra
  • Una (1) hoja de laurel
  • 125 ml. de vino fino o blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- El día anterior al que vayas hacer las habichuelas, las ponlas en agua a remojar.

2.- Pela y pica la cebolla. Yo la suelo laminar, no hace falta que sean trozos pequeños. Trocea también el pimiento y el ajo. Ralla el tomate y resérvalo.

3.- Pon una olla a fuego medio, cubre el fondo con aceite de oliva, unas tres cucharadas. Echa la cebolla y una pizca de sal para que se poche. Añade el ajo y el pimiento. Deja que se ablande bien y a continuación añade el tomate rallado, un par de vueltas del molinillo de pimienta negra, una pizca de comino, unos granos de cilantro y la hoja de laurel.

4.- Cuando esté todo bien sofrito, añade una cucharada pequeña de pimentón ahumado, y antes de que se queme echa el vino, déjalo reducir unos minutos.

5.- Tritura el sofrito con la batidora o un pasapurés, ten la precaución de retirar la hoja de laurel, que añadirás de nuevo una vez esté triturado. Si hace falta añade un poco de agua para triturarlo mejor.

6.- Vuelve a poner el sofrito ya triturado en la olla, echa las habichuelas escurridas y cúbrelas con agua hasta dos veces mas de su volumen. Lava bien el chorizo y la morcilla e incorpóralos en la olla.

7.- Pon el fuego fuerte y cuando empiece a hervir, lo bajas a temperatura media y dejas cocer aproximadamente una hora medio tapado y removiendo de vez en cuando, vigilando que no se queden sin caldo.

8.- Retíra la olla del fuego y ya tienes listo el potaje para servirlo, aunque si lo dejas reposar estará mas bueno si cabe.

¡Prepara pan, se avecina una buena siesta!

Curiosidades

La materia principal de esta receta son las habichuelas, busca unas de buena calidad y tendrás el éxito asegurado, pues si no son buenas puede que se deshagan, que queden duras o suelten pellejos desagradables.

Sobre el tiempo de cocción es aproximado ya que no todas las aguas, alubias y fuegos son los mismos, debes prestar atención para que no se te queme, se te quede sin líquidos o te queden duras. También puedes utilizar una olla exprés o rápida, reducirás el tiempo de cocción a quince o veinte minutos, si eres de los que no tienen tiempo, esta es tu opción.

Si no tienes tomates maduros o te da pereza rallarlos puedes utilizar un tomate frito envasado de buena calidad como «Hida» o «Gutarra», el guiso no mermará su calidad y te hará más fácil si cabe la receta puesto que no tienes que prever tener tantas cosas, simplemente echar un vistazo a la despensa.

Suelo hacerlo con chorizo de Ronda o rosario, pero un buen jabuguito u otro de la zona donde residas es igualmente apto. La morcilla es mas personal, si no te gusta se la quitas y listo, el potaje saldrá sólo un poco menos calórico.

Hay quien le echa un hueso de jamón como mi madre, que si no tiene hueso, al estar tan acostumbrados a ese sabor, no les gusta tanto el potaje. Y los hay que le echan un trozo de panceta o tocino, es cuestión de gustos.

 Para que esta receta sea 100% sin gluten y por lo tanto apta para celíacos, sólo tienes que asegurarte de que el chorizo y la morcilla no contengan gluten.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Hida” o «Gutarra», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Menudo de choco

Con el Menudo de choco abro el casillero de los guisos y cuchareo, a la par de las recetas gaditanas, pues ya entramos en otoño, vamos dejando el verano atrás y vienen los primeros fríos, y con estos llegan las ganas de meterse en el cuerpo algún guiso calentito. Como amante de mi tierra y por supuesto su gastronomía, voy hacer un huequecito en este blog donde pondré las recetas típicas gaditanas.

El menudo, un guiso puramente gaditano, si bien no es este el original ya que el menudo es ni más ni menos que “callos con garbanzos”. Es una de las recetas más apreciadas de la gastronomía gaditana sin embargo no a todo el mundo le gustan los callos, así que esta es la versión para que todos puedan disfrutar de este majestuoso plato. En el caso que os guste la versión original, mi amigo Javi Recetas tiene la estupenda receta de “Menudo gaditano”, muy fácil de hacer y pulcramente detallada como nos tiene acostumbrados.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 500 gr. de choco (sepia o jibia)
  • 250 gr. de garbanzos
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) tomate
  • Un (1) pimiento choricero (o ñora)
  • Cuatro (4) dientes de ajo
  • 100 gr. de bacon
  • 100 gr. de chorizo
  • 60 gr. de morcilla (opcional)
  • Dos rebanadas de pan
  • Una hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (cayena)
  • Dos (2) clavos de olor
  • Dos (2) ramitas de hierbabuena
  • Una (1) cucharada pequeña de comino
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de semillas de cilantro
  • Media (1/2) cucharada pequeña de pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- En la víspera del día en que vayas hacer el guiso, pon los garbanzos en agua, o compra los garbanzos remojados. Necesitarán al menos doce (12 h.) horas de remojo.

2.- Pon una olla al fuego con un litro y medio (1’5 L.) de agua y espera que hierva.

3.- Cuando esté hirviendo le echa los garbanzos remojados, que se echan en este momento para que no se encallen, es decir que no se pongan duros.

4.- Pela la cebolla y clávale un par de clavos. A esto se le llama cebolla claveteada y sirve para no perder de vista los clavos y retirarlos mas tarde. Limpia el pimiento y quítale el pedúnculo. Haz lo mismo con el tomate y además, dale unos pinchazos con el cuchillo para que no flote en el guiso.

5.- Echa la cebolla, el tomate, el pimiento, la hoja de laurel y el pimiento choricero sin el rabo y las semillas en el guiso. Desespuma el caldo de vez en cuando para limpiarlo de impurezas.

6.- Corta el bacon a trocitos, dóralo en una sartén sin aceite y con la guindilla. Échalo a la olla sin la grasa que ha soltado.

7.- Limpia muy bien el choco, quítale los cartílagos y córtalo a trocitos pequeños. En la misma sartén y con la misma grasa que ha soltado el bacon, saltéalo con un poco de sal durante un par de minutos. Échalo en la olla.

8.- Si tienes tiempo deja cocer hasta que se pongan blandos los garbanzos, sobre una hora y media (1’5 h.), si no es así cierra la olla exprés unos treinta (30′) minutos.

9.- Ve preparando las especias para el menudo. Echa en el mortero un poco de sal, el comino, el cilantro, la pimienta, el pimentón dulce y lo mueles todo muy bien.

10.- Pasado el tiempo de cocción, abre la olla y pon en el vaso de la batidora el tomate, el pimiento, el pimiento choricero y la cebolla a la que le habremos quitado los clavosy lo reservas.

11.- En la sartén con un poco de aceite de oliva, tuesta los dientes de ajo y las rebanadas de pan. Las echas en el vaso junto con las verduras. Echa ahora la morcilla, no es necesario pero a mí me gusta con ella.

12.- Tritura todo muy bien con un poco de caldo de la olla y las especias que teníamos ya preparadas y molidas. Lo echas en la olla y mueves bien pero con cuidado de no romper los garbanzos. Pruébalo de sal y corrige si es necesario ya que casi no le hemos echado sal en todo el proceso.

13.- Pela el chorizo y córtalo a trocitos pequeños, saltéalo en la sartén un poco y lo echas en la olla sin la grasa que ha soltado. Echa también las ramitas de hierbabuena. Dejalo cocer unos diez minutos mas y retira del fuego.

¡Prepárate para darte un atracón!

Curiosidades

El Choco, también llamado Sepia o Jibia, es un molusco cefalópodo que suele habitar los fondos arenosos, son abundantes en nuestras costas.  Es uno de los ingredientes de la cocina popular gaditana donde tiene una gran variedad de recetas, fritos, a la plancha, guisados, al horno. Si no lo encuentras en tu pescadería habitual o en el supermercado en la zona de congelados, puedes utilizar «pota» pero claro, aunque te puede solucionar el guiso, ya no es lo mismo.

Las especias para menudo las puedes comprar ya hechas, aquí en Cádiz es fácil encontrarlas en el mercado pero si no la encuentras sólo tienes que reunir las especias que te indico y molerlas, si tienes dudas mi amigo Javi Recetas tiene una fórmula de cómo hacerlas: Especias para menudo.

Los garbanzos tienes que ponerlos en remojo la noche anterior. También puedes comprarlos ya remojados y así hacer la receta sin tener que preverla. No recomiendo que uses garbanzos en conserva pues ya vienen cocidos y se triturarían, a no ser que los eches al final de toda la cocción.

Suelo usar un chorizo tipo «jabuguito», pero puedes utilizar cualquiera que sea fresco y no tenga pique, un chorizo del tipo de Ronda o un sarta, pero no hay nada como un buen chorizo casero, si tienes ocasión búscalo en el mercado de tu ciudad, merece la pena.

Si te queda el guiso muy caldoso, puedes hacer varias cosas: Echarle una patata y triturarla cuando esté tierna o triturar unos cuantos garbanzos con un poco de caldo y así engordará la salsa. Hay quien le echa manteca de cerdo al guisarlo, con esto el caldo queda muy contundente, pero yo lo evito puesto que es la opción mas grasa.

El potaje es conveniente hacerlo en vísperas y comerlo al día siguiente, una vez haya reposado los sabores se concentrarán y será todo un espectáculo. Sólo te hará falta una buena hogaza de pan y una buena siesta.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.