Atún encebollado

Ventresca de atún rojo  encebollada. El atún rojo o atún toro como lo llaman los japoneses, es el cerdo ibérico del mar, de él se aprovecha prácticamente todo, es de los pescados más valorados para su consumo por su enorme fuente de proteínas y aceites grasos omega 3 ya que es un pescado azul, el rey de los azules diria yo… Aquí en Cádiz hay una gran tradición conservera pero también muy buenas recetas con atún, varias de las cuales os las iré mostrando. Podría quedarme toda una parrafada hablando de este grande de los oceanos pues hay mucho que contar y mucho que aprender de él pero si queréis saber un poco más sólo tenéis que pinchar el enlace siguiente donde el escritor y gastrónomo gaditano, miembro del Grupo Gastronómico Gaditano y autor del libro «El libro del Atún y su cocina» Carlos Spínola nos habla de él: El atún y su consumo.

El atún encebollado es una receta tradicional cuya paternidad, como dice el gastrónomo Gaditano Pepe Oneto en su libro «Memoria de una Isla de Olores y Sabores», la reclaman para sí los Barbateños y Onubenses, y es posible que lleven razón pero hay que reconocer que esta especialidad se ha hecho desde tiempos ancestrales en mi Isla natal, la Isla de León (San Fernando), por lo que se le puede dar el calificativo de receta Gaditana o mas aún, Receta Isleña.

Ingredientes para la receta de atún encebollado

  • Un (1) Kg. de atún fresco (yo usé ventresca de atún rojo)
  • Tres (3) cebollas (preferiblemente rojas)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • 250 ml. de vino fino (o blanco)
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Una (1) cucharada pequeña rasa de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de orégano
  • Unos granos de comino (opcional)
  • Pimenta negra
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Flor de sal (o sal común)

Elaboración de la receta de atún encebollado

  1. Lava el atún, mételo en agua fría unos diez (10′) minutos para que se desangre y sécalo. Trocéalo en dados de unos dos (2) centímetros aproximadamente. Marina el atún en un bol con la sal, pimienta, orégano, cominos y lo reservas.
  2. Corta las cebollas en rodajas. Pela los ajos y los cortas en láminas.
  3. Pon una olla a fuego medio con el fondo cubierto de aceite de oliva. sofríe  los ajos y antes de que cojan color añade la cebolla. Incorpora el laurel. Deja pochar a fuego suave hasta que la cebolla esté muy tierna.
  4. Retira la olla del fuego y añade el pimentón, remueve bien para que se integre y no se queme o tomará un sabor amargo.
  5. Vuelve a poner al fuego lento la olla, añade el vino y los trozos de atún. Deja reducir y que el atún haga durante unos quince (15′) minutos. No le pierdas ojo para que no se te pegue y ve moviéndolo con cuidado para que no se desmenuce. Si ves que se queda sin caldo puedes echarle un poco de caldo de pescado (fumet) o simplemente un poco de agua.
  6. Rectifica de sal si hiciese falta. ¡Ya lo tienes listo!

¡Prepara la telera de pan que hay donde mojar!

Curiosidades de la receta de atún encebollado

La receta está hecha con ventresca de atún rojo de almadraba también llamada, ventrecha, barriga o ijada pero puedes utilizar cualquier otro trozo como lomo, cola, tarantelo, etc u otro tipo de atún como barcora, bonito, listado, etc.

El atún no debe de hacerse mucho o corres el riesgo de que quede seco por ello debes de vigilarlo ya que el tiempo de cocción del atún es corto y debe quedar jugoso.

La cebolla que se suele utilizar para esta receta es la cebolla roja, si no la encuentras usa una cebolla blanca fresca que también es suave o sino usa una cebolla común.

No me canso de decir que utilices un vino de calidad y no un vino que no serías capaz de tomarte, es una pena gastarte un dinero en un pescado de calidad para que le eches un vino de cartón. Puedes usar un fino de Chiclana o Jerez le viene estupendo o una manzanilla de Sanlúcar.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta par Celíacos.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Garbanzos con almejas

Garbanzos con almejas. Que sea casi verano y haga calor no quiere decir que en mi casa no se coman guisos o legumbres. Nosotros las comemos durante todo el año, eso si, en vez de hacer guisos o potajes contundentes preferimos hacerlos mas ligeros y frescos ¿Coméis vosotros legumbres en verano?

La receta que traigo se la vi a mi amiga Ceci del blog «Harina la carmita», que le gustan tanto los platos de cuchara como a mi, y al verla no dudé en poner garbanzos a remojar. Este plato se parece mucho a la receta gaditana de los típicos Garbanzos con Langostinos que se hacen por aquí en Cádiz, muy rápida, fácil y barata, con un resultado realmente bueno, ideal si quieres comer legumbres sin meterte una bomba de calorías y mantener la línea del bañador/bikini en su sitio, que no es mi caso ya que me como a mi padre por los pies 😉

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Garbanzos con almejas

  • 800 gr. de garbanzos cocidos
  • Medio (1/2) kg. de almejas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Tres (3) dientes de ajo
  • 12 almendras crudas y peladas
  • Un (1) tomate
  • 125 ml. de vino fino
  • 750 ml. de caldo de pescado
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla
  • Pimienta negra molida
  • Una (1) ramita de perejil
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Sal

Elaboración de la receta de Garbanzos con almejas

  1. Lo primero que has de hacer es cocer los garbanzos. Para ello los debes de poner a remojar el día anterior. Cocerlos en abundante agua hirviendo hasta que se pongan tiernos. Resérvalos.
  2. Lava muy bien las almejas bajo el grifo y las pones en un recipiente con agua y un puñado de sal gorda al menos una (1h) hora para que vayan soltando la posible arena que contengan. Las almejas deberán ser frescas, sin trozos rotos ni que estén abiertas, desecha las que veas así.
  3. Pon a calentar a fuego medio una olla con tres cucharadas de aceite de oliva. Mientras tanto trocea la cebolla, el pimiento, corta los ajos en láminas y ralla el tomate. (El tamaño no es importante porque después triturarás el sofrito).
  4. Pocha la cebolla con una pizca de sal y pimienta. Una vez esté pochada añade el pimiento troceado, el ajo laminado y las almendras. Sofríe la verdura durante unos diez (10′) minutos.
  5. Añade el tomate, la hoja de laurel y el vino. Deja reducir el vino un par (2′) de minutos y agrega el caldo caliente. Ahora es el momento de triturar el sofrito (sin la hoja de laurel ya que quedarían trocitos desagradables al paladar).
  6. Escurre las almejas sin verter sobre ellas el agua en el que están metidas, es decir, retira las almejas sacándolas del bol sin remover el agua para que la tierra que puedan haber soltado quede en el fondo. Incorpóralas en la olla junto con los garbanzos.
  7. Prueba de sal y corrige si hiciese falta. Deja cocer unos minutos para que se abran las almejas.
  8. Pica un poco de perejil y servimos el guiso con un poco por encima. Si lo dejas reposar o de un día para otro todavía estará mas bueno, como casi todos los guisos.

Curiosidades de la receta de garbanzos con almejas

Los garbanzos los puedes cocer o si quieres puedes utilizar un bote de los que ya vienen cocidos, te ahorrará un trabajo y harás la receta en un pis-pas.

En vez de tomate rallado puedes utilizar tomate triturado de calidad o tomate concentrado, adaptando la cantidad si usas este último (dos o tres cucharadas pequeñas serían suficiente).

Yo le he puesto una guindilla porque me gusta el puntito picante, si no te gusta con no ponérsela tienes suficiente. Además soy mucho de especias por lo que un poco de pimentón molido, unas hebras de azafrán y comino no le viene nada mal a esta receta.

El caldo de pescado si no lo tienes hecho de alguna otra receta o congelado lo puedes sustituir por un brick de caldo de pescado o una pastilla de caldo concentrado, que te solucionará la papeleta, aunque como un buen fumet de pescado no hay nada, nada.

Las almendras además de dar sabor «engordan» el caldo pero si no tienes en el momento de hacer el guiso puedes freir una rebanada de pan y triturarla junto al sofrito, también es muy buena opción. También puedes probar a cambiar las almendras por avellanas.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Boquerones fritos

Boquerones fritos. Pescaito frito. A ver, a quién no viene a la cabeza el verano cuando ve unos boquerones fritos, quién no piensa en un chiringuito de playa gaditana, u otra playa claro, con un buen tinto de verano? Pues nada, aunque sea una receta muy sencilla y se trate sólo de rebozar pescado aquí te la explico para que puedas disfrutar de un buen pescaito frito gaditano estés donde estés y seas de donde seas.

Los boquerones son apreciados, baratos y sanos por contener ácidos grasos omega 3, las grasas buenas para el organismo y ayudan a reducir los niveles de colesterol malo. El boquerón también llamado anchoa, antxoa o bocarte es un pescado azul que está en temporada así que aprovecha las bondades de este pequeño, primo hermano de atún que tiene más propiedades buenas de las que crees.

Así es como hago yo en casa el pescadito frito y como se suele hacer por aquí por el sur, tanto en Cádiz como en Málaga o Huelva donde el pescaito frito es toda una tradición que curiosamente la trajeron los gallegos, que fueron los que pusieron las primeras freidurias en Cádiz. El éxito de la receta radica como bien díce Juan Ramón Gónzalez Higuero en la calidad de la materia prima.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de boquerones fritos

Elaboración de la receta de boquerones fritos

  1. Limpia y lava muy bien los boquerones en agua fría, quítale la cabeza, las vísceras y la espina central dejando los lomos unidos por la cola.
  2. La técnica para limpiar boquerones es bien fácil: Presiona a la altura de las agallas con ambos dedos y tira de la cabeza en dirección a la cola sujetando el cuerpo con la otra mano, saldrán prácticamente todas las vísceras. Introduce el dedo pulgar en el vientre y deslízalo suavemente en dirección a la cola y paralelo a la espina central, con este movimiento conseguirás separar los lomos y eliminar las vísceras que hayan podido quedar. Tira de la espina central y rómpela al llegar a la cola para que así se queden unidos los lomos por esta. Ten cuidado de no pincharte con las espinas.
  3. Lávalos muy bien bajo el grifo de agua fría y escúrrelos. Si es necesario sécalos con papel de cocina.
  4. Sala ligeramente los boquerones y pásalos por harina de freír pescados. Agítalos para eliminar el exceso de harina. Un truco para enharinarlos y no manchar toda la cocina es poner la harina en una bolsa limpia, meter dentro los boquerones y agitar la bolsa, sólo cogerán la harina que les haga falta.
  5. Fríe los boquerones en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente y ponlos en una bandeja con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. En mi casa mi madre a veces los hace uniendo las colas de varios boquerones y los fríe juntos en forma de abanico. Fríelos en pequeñas tandas para que el aceite no se enfríe y los boquerones no se peguen entre si.
  6. Sírvelos calentitos con una ensalada de pimentos asados por ejemplo y un poco de flor de sal por encima que no le viene nada mal.

¡Éxito asegurado!

Curiosidades de la receta de boquerones fritos

Hay quien los marina una media (1/2) hora en zumo de limón antes de enharinarlos, les da un toque fresco  o simplemente acompaña con limón para exprimirlo sobre el pescado. No soy 100% partidario de esto pues pienso que el limón se hace protagonista y en parte oculta el sabor del buen pescado fresco, si bien unas gotas lo realza, mucho me es desagradable. Dicen las malas lenguas que cuando se acompaña el pescado con limón es para ocultar los olores de un pescado que no está todo lo fresco que debería, aunque no siempre es así.

Puedes utilizar esta misma técnica para freír otro tipo de pescado como sardinas, salmonetes, zapatillas (dorada pequeña), pijota (pescadilla), acedías, choco, calamares, puntillitas, gambas u otros mas grandes previamente troceados y a veces marinados o en adobo como el cazón que aquí en Cádiz se le llama Bienmesabe o el atún, ya que aquí el pescaito frito es todo pescado que puedas encontrar en la plaza (mercado) sin importar la forma o el tamaño.

Con estos ingredientes tienes una receta para dos (2) personas de buen comer con plato único o un entrante para cuatro (4) personas. Acompaña los boquerones con una ensalada de pimientos asados o un buen salmorejo y si te los llevas a la playa mejor que mejor.

Para los intolerantes al gluten puedes utilizar harina de garbanzo u otra harina sin gluten y así convertir esta receta 100% sin gluten y así apta para celíacos.

El maridaje de esta receta bien puede ser una buena cerveza bien fresquita o un buen vino blanco de la tierra, dicese de un Barbadillo, un Tierra Blanca o una Manzanilla de Sanlucar.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Patatas guisadas con costilla

Patatas guisadas con costillas de cerdo. Bueno ya estoy de vuelta, después de estos días de ausencia traigo una receta para recuperar lo desgastado en la carrera que os comenté en la anterior entrada… os cuento un poco.

El pasado fin de semana estuve en los 101 km en 24 horas de Ronda como ya os comenté, ha sido una de la carreras más duras de mi vida y no tanto por los kilómetros sino por la calor asfixiante. El día fué muy duro  ya la noche mucho mas liviana al bajar las temperaturas, al final terminé en 22 horas y 45 minutos aproximadamente muy cansado y dolorido pero increíblemente feliz, los malos tragos se me olvidaron al cruzar la meta arropado por los amigos y conseguir el preciado «ladrillo» que no es más que una medalla conmemorativa que sólo le dan al que finaliza.

Desde aquí quiero agradecer a todos los amigos y compañeros que de una forma u otra me han ayudado en la preparación y consecución de la carrera sobre todo a Jose Manuel Rebollido que ha sido el que me ha metido el ultrafondo en las venas apostando por mi desde el primer momento y enseñándome todo lo que sabe, a Juan José Nicolini que ha estado todo este año  entrenando conmigo y no pensó en abandonar ni un sólo instante además de ser un apoyo incondicional, a José Antonio Santigosa por lo grande que es, por su entrega desinteresada y por sus palabras que tanto ayudan en los momentos delicados, a Manuel García Melgar por su compañía, su humildad y sencillez, a mis hermanos «Los Últimos Susmurais»  y a tantos otros que no nombro pero que también se merecen mención especial aunque si sigo nombrando no pongo receta alguna que de eso trata este blog y no quiero aburriros con tanta dedicatoria.

Esta receta tan típica y tradicional «costilla con papas» o «papas guisadas» como siempre se les ha llamado en mi casa , es sencilla y barata, rica en carbohidratos, con las proteinas justas y baja en grasas, siempre que la costilla sea magra y le quitemos la grasa sobrante. Una receta tradicional de las de toda la vida que en cada casa se hace de forma diferente pero el resultado es similar.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de patatas guisadas con costilla

    • Cuatro (4) patatas grandes
    • 500 gr de costilla de cerdo troceadas
    • Un (1) pimiento rojo
    • Un (1) pimiento verde
    • Una (1) cebolla
    • Un (1) tomate maduro
    • Un (1) pimiento choricero (o su carne)
    • Media (1/2) cabeza de ajos
    • Una (1) guindilla (opcional)
    • Una (1) hoja de laurel
    • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
    • Pimienta negra
    • Unas hebras de azafrán.
    • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
    • Sal
    • 200 ml de agua o caldo de pollo

Elaboración de la receta de patatas guisadas con costilla

  1. Pon a remojar en agua templada el pimiento choricero en el caso que lo tengas seco y no utilices carne de pimiento choricero envasada.
  2. En una olla o cazuela echa cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva y ponla a fuego medio-alto.
  3. Limpia bien de grasas las costillas y échalas en la olla para que se doren.
  4. Mientras tanto lava muy bien las verduras, pélalas y las cortas en trocitos muy pequeños (brunoise). La media cabeza de ajos sólo pela las capas exteriores y con un cuchillo afilado hazle una pequeña incisión en el lomo de cada diente de ajo.
  5. Cuando esté la costilla bien dorada echa la cebolla, el pimiento rojo y el verde que dejaremos pochar hasta que este blandita, que será cuando añadirás el tomate. Deja que se haga lentamente, salpimenta e incorpora la hoja de laurel, la media cabeza de ajos y la carne del pimiento choricero que tenías en remojo. Si quieres puedes echar una guindilla para darle un toquecito picante.
  6. Una vez la verdura esté bien pochada incorpora la cucharadita de pimentón dulce, remueve y seguidamente agrega el agua o caldo para que no se te queme y deja a fuego medio para que las costillas se ablanden o cierra en la olla exprés unos quince (15′) minutos.
  7. Pela las patatas y las troceas «chascandolas» o «triscandolas». Tienen que ser trozos irregulares pero de similar tamaño para que se hagan por igual. Lávalas bien e incorpóralas en la olla, tardarán sólo diez (10′) minutos en hacerse si cierras la olla o déjalas hacer a fuego lento hasta que estén tiernas. Si ves que tiene poco caldo puedes añadir algo más. Al chascar las patatas y no cortarlas soltarán la mas fécula que ayudará a espesar el caldo.
  8. Cuando estén tiernas las patatas retira del fuego, corrige de sal y ya tienes listo el guiso. Yo suelo retirar la cabeza de ajos pero si te gustan puedes dejarlos.

¡Pedazo de pan y a la mesa!

Curiosidades de la receta de patatas guisadas con costilla

Las costillas si son de cerdo ibérico en vez de blanco el plato pasa a convertirse en todo un manjar. También puedes sustituir las costillas por carne de cerdo o ternera y tendrás un guiso de «papas con carne» igualmente rico. Hay quien usa costilla adobada pero por aquí no es muy típica y no la encuentro fácilmente.

Puedes sustituir azafrán por cúrcuma o colorante alimentario, en mi casa mi madre siempre utilizó el colorante para poner los guisos amarillitos, ahora si no lo pongo amarillo es mi mujer la que protesta 😉

Mi madre a este guiso como a tantos otros le echa una pastilla de caldo de pollo que hace las veces del caldo, yo como ya he comentado no suelo utilizar mucho esas pastillas prefiero tener caldo de pollo o de cocido preparado para tal fin, pero si quieres puedes echarle la pastilla junto con el agua.

El pimiento choricero puedes no ponérselo pero a mí me gusta mucho el sabor que le da a los guisos, no cuesta mucho extraer su carne si lo hidratas bien pero si quieres también venden unos envases de carne de pimiento choricero muy apañados.

El sofrito con la costilla antes de añadir la patata (la patata queda zapatona al congelarla) aguanta muy bien la congelación de modo que puedes hacerlo y congelar la mitad o entero para cuando lo vayas hacer. Sólo tendrás que descongelarlo, añadir la patata y algo de caldo si hiciese falta. A veces la mitad lo hago con patatas y la otra le echo un puñado de arroz y ya tengo solucionada otra comida «Arroz con costilla» y si no quieres quitarle la patata pues «Arroz con costilla y patatas».

Esta receta es 100% Sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Torrijas

Torrijas paso a paso. Las Torrijas son un dulce tradicional, hay recetas desde el S. XV, su origen era humilde para aprovechar el pan duro  y se elaborada en la cuaresma para saciar el hambre producido por no consumir carne. Hoy en día cuando la cuaresma y la Semana Santa cobran vida, no hay lugar donde no se hagan, cada uno con su toque particular.  Esta receta consiste básicamente en una rebanada de pan frito empapado en leche. Yo voy hacerlas parecidas a como las hace mi amigo Javi Recetas o como se suelen hacen por aquí por Cádiz,  pero con un innovador toque  ¿os cuento?

Normalmente las torrijas suelen ir enmeladas, es decir, bañadas con miel, pero han tenido el detalle de enviarme un producto nuevo para probarlo y me ha sorprendido: «Sirope de Ágave» de Sunny Via, un producto natural con la textura de la miel, que combinado con las Torrijas hacen de esta una receta mas sana si cabe. El Sunny Via es un sustitutivo natural del azúcar, natural y sin aditivos, sorprende por su sabor neutro y el bajo índice glucémico, indicado para personas diabéticas. Seguro que te sorprende como a mi.

¡Ponte el capirote, que diga, el delantal!

Ingredientes para la receta de torrijas

  • 350 gr. de pan para torrijas (para 10-12 torrijas)
  • Un (1) vaso de vino moscatel de Chiclana (125 ml.)
  • Medio (1/2) litro de leche
  • Dos (2) huevos
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna (para freír las torrijas)
  • Cinco (5) cucharadas de azúcar (opcional)
  • Una (1) cucharada de canela en polvo (opcional)
  • Cuatro (4) cucharadas de Sunny Via Sirope de Ágave (o Miel)
  •  Cuatro (4) cucharadas de agua

Elaboración de la receta de torrijas paso a paso

  1. Corta el pan en rebanadas, yo utilicé uno especial para torrijas que ya viene cortado, con el grosor adecuado.
  2. Vierte la leche en una fuente e incorpora el vino. Ve mojando por ambas caras el pan, que se empape bien y reserva las rebanadas en otra fuente para que suelten el exceso de leche.
  3. Pon una sartén a fuego fuerte con abundante aceite de oliva y mientras calienta bate los dos huevos en un cuenco.
  4. Ve bañando las rebanadas de pan en el huevo y las vas friendo por ambas caras en el aceite caliente. Hazlo por tandas para que el aceite no baje de temperatura y reserva las rebanadas en papel absorbente para quitarle el exceso de aceite.
  5. En una fuente mezcla el azúcar y la canela y pasa el pan frito por ella. Sólo tendrán que coger un poco y golpearlas suavemente para quitar el exceso. Si quieres puedes saltarte este paso ya que con el baño de sirope es mas que suficiente para endulzarlas, pero a mi me gusta.
  6. En un cazo pequeño echa el Sirope de Ágave (o la miel) y el agua, caliéntalo para que se disuelva bien. Baña con este almíbar las torrijas por ambos lados y listas para comer, aunque si las dejas reposar para que absorban bien todo el jugo y sabor estarán todavía mejor.

¡Cuidado que desaparecen!

Curiosidades de la receta de Torrijas

El pan a utilizar en esta receta de torrijas puede ser uno específico para ellas, que lo puedes encontrar tanto en panaderías como en supermercados (yo lo compré en el «Maradona» que viene cortado y con una buena miga) o una buena barra de pan del día anterior, también puedes aventurarte y hacerlo tu mism@, pero como yo soy flojete lo he comprado.

Con el pan y los ingredientes que he utilizado salen unas diez (10) torrijas.

La torrijas tradicionales suelen llevar miel como ya te he dicho pero en este caso y ya que me habían enviado el Sunny Via pues lo he utilizado y con ello participo en su concurso. Si quieres saber algo mas sobre el Sirope de Agave no dejes de pasarte por su Blog.

Si no tienes Sunny Vía, no lo encuentras o no te apetece utilizarlo siempre puedes utilizar una buena miel de calidad o simplemente saltarte ese paso si no te gusta, también estarán deliciosas tus torrijas, pero acuérdate de pasarlas por azúcar y canela si no se lo echas.

El vino moscatel de Chiclana puedes sustituirlo por cualquier otro vino dulce como un málaga dulce, un oporto u otro que te guste o tengas a mano. Por la poca cantidad que lleva no es perjudicial si las torrijas las van a comer niños, aunque si quieres puedes no echárselo y aromatizar la leche infusionandola con cáscara de naranja, limón o ambos, además de una ramita de canela o una vaina de vainilla.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Arroz cremoso de Calabaza y queso Payoyo

Arroz cremoso de calabaza y queso payoyo. Ya os he comentado que el arroz me encanta pero suelo esperar al fin de semana para hacerlo ya que requiere algo de tiempo y entre semana no quiero  esperar a que se haga, que vengo con hambre del trabajo y no es cuestión de comer a las cinco de la tarde, aunque a veces dejo hecho el sofrito y sólo tengo que esperar los dieciocho o veinte minutos que tarda en hacerse.

Esta receta arroz cremoso de calabaza proviene de uno que probé en el restaurante «Fogón del Guanche» del cual ya os he hablado alguna vez, formaba parte de un plato al que llamaban (y digo llamaban porque ya no está en carta)  «Carne de Bragueta con cremoso de arroz de calabaza y Payoyo». Este plato representaba una de las comidas tradicionales de la Cocina Gaditana de 1812, ganador entre otros del premio de «La senda de las maritatas» organizada por la Diputación de Cádiz para homenajear y recordar la gastronomía popular gaditana de hace dos siglos.

El nombre de arroz está claro de donde viene  pero el de la carne os resumo a groso modo su historia: «La carne de bragueta» es según cuentan, que en aquellos tiempos la comida era escasa y los carniceros escondían las mejores piezas para evitar controles en el bolsillo o «bragueta» del pantalón para después venderlas o consumirlas, de ahí su curioso y cómico nombre.

Esta es mi versión de la receta de arroz cremoso de calabaza que presentaban tapado con una copa para que el humo y aroma se desprendiese cuando llegase al comensal, yo lo acompaño normalmente con una pieza de presa ibérica (la receta original es solomillo) que en este caso lo he omitido para no quitarle protagonismo al arroz  que es el protagonista de mi receta.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para el arroz cremoso de calabaza y queso payoyo

  • 200 gr. de arroz sénia (arroz valenciano de toda la vida Sos o Nomen)
  • 200 gr. de calabaza
  • 100 gr. de queso  Payoyo (u otro queso cremoso semicurado de cabra)
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) diente de ajo
  • 125 ml. de vino moscatel de Chiclana (u otro vino dulce)
  • 500 ml. de caldo de pollo
  • Una (1) rama de romero
  • 100 ml. de nata para cocinar
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta de colores (varios tipos de pimienta)
  • Sal

Elaboración del arroz cremoso de calabaza y queso payoyo

  1. Lava y pela la calabaza y córtala a trocitos cuadrados de un centímetro aproximadamente. Haz lo mismo con la cebolla pero la picas muy pequeñita (brunoise).
  2. Ralla el queso con un rallador o en un robot de cocina (la Thermomix es estupenda para esto) y lo reservas.
  3. Pon una sartén o paella a fuego medio-bajo con tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añade la cebolla, un poco de sal y pimienta. Cuando veas que se está ablandando echa el ajo muy picadito. A veces lo trituro con el prensa-ajos para que deje todo el sabor pero no se note que está. Ten cuidado con el fuego para que no se te queme o dará un sabor amargo al sofrito.
  4. Ahora añade la calabaza en daditos para que se dore un poco, la ramita de romero y justo después el vaso de vino. Déjalo reducir y que evapore el alcohol.
  5. Reducido el vino echa el arroz y remueve bien. Ve añadiendo el caldo bien caliente poco a poco, como si de un risotto se tratase, para que el arroz vaya soltando el almidón y quede cremoso. No dejes de remover suavemente para que no se pegue y  añade caldo según le vaya haciendo falta. Prueba de sal y corrige si hiciese falta.
  6. Cuenta desde el momento de echar el arroz unos dieciocho (18′) minutos, pasado ese tiempo echa el queso rallado y la nata, mezcla muy bien con el arroz. Puedes retirar la ramita de romero y desecharla.
  7. Deja reposar el arroz cuatro (4′) minutos y sírvelo.
¡Qué aporveche!
 
 

Curiosidades del arroz cremoso de calabaza y queso payoyo

El arroz que uso para este tipo de recetas es un arroz sénia, que es el arroz valenciano de toda la vida, de grano medio pero también uso un arroz bomba que le viene estupendamente, como tiene mas almidón queda mas cremoso si cabe, eso si, has de tener en cuenta que el arroz bomba necesitará el tripe en vez de el doble de caldo o líquido para su cocción.

Esta receta está pensada para dos (2) personas, si tienes mas comensales sólo tendrás que ir doblando los ingredientes y adaptándolos a los mismos.

Si tienes tiempo prueba a asar ligeramente la calabaza, le dará un intenso sabor y un dulzón característico de haberse caramelizado los azúcares ¡exquisito!

El queso Payoyo que utilizo en esta receta es un queso del que ya os he hablado alguna vez en las recetas de «Musaka» o «Canutillo de queso de cabra y chocolate«. Es un queso de cabra payoya de la Sierra de Cádiz. Se elabora artesanalmente en encantador pueblecito de Villaluenga del Rosario donde precisamente este fin de semana se celebra la «Feria Turística del Queso artesanal» ¿Os animáis a ir? No os arrepentiréis.

El Vino para maridar o armonizar el arroz de calabaza bien podría ser un cava, una sidra o un vino de aguja. La cuestión es que cualquier vino que tenga algo de carbónico (burbujas para que me entendáis) le vendría estupendamente bajo mi parecer, un vino joven que potencie el sabor del plato sin que le quite protagonismo.

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “El fogón del Guanche”, «Queso Payoyo«, «Sos» y/o «Nomen» estos enlaces son puramente informativos.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Albóndigas de choco en salsa

Albóndigas de choco en salsa. Como ya te comenté en la receta de Menudo de choco, este molusco cefalópodo es lo mismo que la sepia o la jibia, sólo que aquí en el sur se le llama así, hay quien lo confunde con el calamar cuando no tiene nada que ver uno con el otro, quizás cortado y frito puede tener un aspecto similar pero nada más lejos de la realidad son «bichos» distintos.

Esta es una popular receta Gaditana, aunque es típica de Huelva, en fin, digamos que es una receta de aquí del Sur… pues la procedencia de esta no está determinada, pero a lo que vamos es que está rica y que así la hago yo, y como entramos en cuaresma pues toma receta de cuaresma para celebrarla o no, una opción al tradicional potaje.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Albóndigas de Choco

Para hacer las albóndigas:

  • Un (1) choco de unos 400 gr.
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un manojito de perejil (unas ramitas)
  • Un (1) huevo
  • 200 gr. de pan duro
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra

Para la salsa:

  • Una (1) cebolla
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria grande
  • Medio (1/2) litro de caldo de pescado
  • Un vaso de vino blanco (125 ml)
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (opcional)
  • Unas hebras de azafrán
  • Cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un poco de Pimienta
  • Sal

Elaboración de la receta de Albóndigas de Choco

  1. Limpia muy bien el choco, puedes pedirle a tu pescadero que  te lo deje limpio, aún así lávalo y córtalo en trozos grandes. Trocea también el pan y échalo junto con el choco en la picadora o batidora. Si tienes Thermomix puedes utilizarla para picarlo, yo lo hice así.
  2. Añade en el vaso el huevo, con cuidado que no caigan cáscaras, un manojo de perejil, los ajos pelados, una pizca de sal y pimienta blanca.
  3. Tritura todo pero no hace falta que quede una pasta fina, sino que queden trocitos, que sea un triturado basto.
  4.  Forma las bolas de albóndigas con las manos humedecidas en agua para que no se te pegue la masa y rebózalas en harina. 
  5. Fríelas por tandas en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Resérvalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  6. Para hacer la salsa pica la cebolla y el puerro muy fino (brunoise), pela y corta la zanahoria en daditos.
  7. Pon una cazuela a fuego bajo con las cuatro cucharadas de aceite de oliva. Pocha la cebolla y el puerro junto con la guindilla (si quieres echársela, a mi me gusta un puntito picante, sino no se la pongas) y un poco de sal. Deja que se ablande, no hace falta que se dore.
  8. Mientras tanto lleva a ebullición el caldo de pescado (fumet) en un cazo donde echarás la zanahoria troceada, la hoja de laurel, unas hebras de azafrán y unos granos de pimienta negra. Deja cocer tapado hasta que esté la zanahoria tierna pero no excesivamente pues terminará de hacerse junto con el guiso.
  9. Cuando la cebolla y el puerro esté bien pochado agrega el vaso de vino, sube el fuego y déjalo reducir un par de minutos. Añade el contenido del cazo y cuando comience a hervir incorporamos las albóndigas y comprobamos de sal y pimienta. Deja cocer unos diez (10′) minutos, verás que las albóndigas crecerán al absorber parte de la salsa. 
  10. Espolvorea con un poco de perejil picado y… !A comer! Acompaña el guiso con una buena fritada de patatas o un arroz cocido.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de Albóndigas de Choco

Hay quien a la masa de las albóndigas le añade un huevo cocido y/o un poco de leche para que queden mas jugosas pero yo no suelo echárselo a no ser que vea que la masa está un poco seca. Si ves que la masa te ha quedado poco consistente o muy líquida puedes añadir algo de pan rallado, pero no abuses de él o secará demasiado las albóndigas.

También hay quien mezcla choco con gambas o langostinos lo que le da muy buen sabor y jugosidad a la albóndiga, echando también algunas a la salsa, y con las cabezas y pieles hace el caldo.

Haz el fumé o caldo de pescado con pescados de roca, «descartes» que se suelen llamar aquí en Cádiz, cabezas o espinas de algún pescado que hayas utilizado para otra receta o vayas a utilizar y algo de verdura. Si no tienes caldo o no quieres hacerlo puedes utilizar un envase de caldo de pescado pero no será lo mismo que un buen fumé casero. Como he comentado alguna vez no me suelen gustar las pastillas de caldo, aunque nuestras madres siempre las han utilizado y utilizan pero también es una opción, aunque… yo no te la he dicho 😛

Si al guiso le echas unos guisantes, que por cierto ahora estamos en temporada, quedará una salsa de lujo. Sólo tendrás que cocerlos junto con las zanahorias.

Si ves que la salsa te ha quedado un poco «caldosa» y te gusta mas ligada y espesa puedes añadirle un poco de harina o maicena. Yo suelo diluir en medio vaso de agua fría una cucharada de harina de maíz (maicena) y añadirlo al guiso, espesa la salsa sin formar grumos como puede ocurrir con la harina.

De vez en cuando, sobre todo en fin de semana, me gusta tomar una copa de vino con el guiso o plato que preparo, esta vez he maridado el plato con un vino blanco con Denominación geográfica Tierra de Cádiz «Estero Blanco» de las bodegas William Humbert. Es un vino joven y fresco de uva palomino de los viñedos de la campiña de Jerez que marida a la perfección con primeros platos, guisos, potajes y sobre todo pescados y mariscos. Este mismo vino es el que he utilizado para hacer el guiso ya que como siempre digo y no me canso de decir, no cocines con un vino que no seas capaz de beberte, si los ingredientes son buenos porqué «matarlos» con un mal vino…

Espero que os guste amig@s y en especial a ti Graci (pinchos y canapés) que tenías ganas de que publicase esta receta 😉

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Bodegas William humbert», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Lentejas estofadas con chorizo

Lentejas estofadas con chorizo. No os vayáis a creer que porque me haya despistado publicando algunas recetas árabes que ya no iba a publicar recetas de toda la vida como es este guiso de lentejas ¿Puede haber otro más tradicional que este? Pues aunque no os lo creáis, todavía hay gente que no sabe hacer unas simples lentejas, pero eso lo soluciono yo rápido.

Mi relación con las lentejas ha sido un tanto tortuosa, os lo explico. De pequeño es uno de esos platos que se te atraviesan, que le coges un odio atroz y pánico al llegar del colegio y encontrártelas, hasta llegar al punto de «desquiciar» a mi madre y ponérmelas de sombrero. Pues mira si da vueltas la vida que ahora no hay semana que no las prepare, eso si, triturando el sofrito para no encontrármelo (trauma infantil, que le vamos hacer), me encantan.

Como todas las recetas, hay mil y una formas de hacerlas y cada uno buscamos la que más nos gusta, pues así es como yo las hago en casa, aunque no siempre las hago igual porque somos dos en casa y a mi me gustan con jamón (como siempre las hace mi madre) y a mi mujer le gustan sin él. En fin, voy a lo que nos trae por aquí y como mi prima Marimar quería esta receta pues a ello.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Lentejas Estofadas con chorizo

  • 250 gr. de lentejas pardinas (las grandes no me gustan)
  • Una (1) cebolla hermosa
  • Medio (1/2) pimiento rojo
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) tomate maduro
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) zanahoria grande
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una pizca de comino
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón ahumado o pimentón dulce
  • Dos (2) chorizos (tipo rosario o jabuguito)
  • Un (1) hueso de jamón (opcional)
  • Pimienta negra
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal

Elaboración de la receta de lentejas estofadas

  1. Lava bien todas las verduras y las pelas. El tomate lo rallas y lo reservas.
  2. Corta la cebolla, los ajos y los pimientos en trozos grandes. La zanahoria en taquitos pequeños o a en rodajas, eso es a gusto.
  3. Cubre el fondo de una olla con aceite de oliva y la pones a fuego medio. Cuando tome temperatura echa la cebolla y los pimientos, añade una pizca de sal para que sude la cebolla y se vaya reblandeciendo. Al cabo de unos minutos añade el ajo, que para que no se nos queme lo echamos más tarde, echa también unas semillas de comino, y unas vueltas del molinillo de pimienta negra.
  4. Una vez tome color la verdura y antes de que se nos pegue agrega el tomate rallado y cuando veas que la verdura esté bien pochada le echas la cucharadita de pimentón ahumado, remueve y retira del fuego.
  5. En este punto yo suelo triturar todo el sofrito con un vaso de agua, si a ti te gusta sin triturar puedes saltarte este paso, sino, añade un vaso de agua y tritura con el brazo de la batidora.
  6. Vuelve a poner al fuego y echa las lentejas pardinas, las cubres con agua que sobre pase dos dedos por encima de ellas, echa la hoja de laurel, los chorizos, la zanahoria y una cucharadita de sal.
  7. Deja cocer lentamente, sin hervir, removiendo de vez en cuando con cuidado para que no se peguen pero que no se rompan las lentejas y se conviertan en puré. Pasada la media hora prueba las lentejas para saber si están tiernas y cómo están de sal. Déjalas el tiempo que necesiten siempre y cuando tengan caldo suficiente para que no se peguen, a fuego lento y teniendo en cuenta que si echas más agua, tendrás que añadir algo de sal.
  8. Si tienes olla exprés ciérrala diez minutos, la abres y pruebas si están tiernas, si no lo están le quedará muy poco, ponlas a fuego lento y termina su cocción.
  9. Déjalas reposar y las sirves, pero si las haces de un día para otro estarán todavía mejor.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de Lentejas Estofadas

Las lentejas pardinas, son esas lentejas pequeñitas que no necesitan remojo es por ello que puedes hacerlas sin planearlo con un día de antelación.

Esta receta para cuatro (4) personas o como en mi caso para dos y congelo la mitad, así tengo unas ricas lentejas el día que me apetecen sin tener que cocinarlas, con el correspondiente ahorro de tiempo y energía.

Aquí en Cádiz se suelen comer con babetas, que son unos fideos planos como si fuesen tallarines, aunque a mí me gusta  comer un día las lentejas y otro le echo un puñadito de arroz, sólo tendrás que tener en cuenta que tenga caldo suficiente para cocer el arroz o cocerlo aparte y añadirlo al plato.

A veces me gusta echarle un trozo de morcilla o panceta, le van estupendamente y me encanta, pero no puedo abusar de echarle embutidos que se convierte en un guiso hipercalórico. Si quieres que el guiso sea más ligero evita echarle los embutidos, te saldrá igual de rico pero con menos grasas.

Yo no suelo echarle patata, entre otras cosas porque si piensas congelar una parte con la patata no queda bien al descongelar, queda «zapatona».

Si te resulta muy fuerte el sabor a jamón puedes meterlo en agua la noche anterior y quitarle la piel dura externa, te dará sabor pero no será el protagonista.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Sopa de Espárragos Trigueros – Sopas Cortijeras

Sopa de Espárragos Trigueros. Las sopas cortijeras como las llaman en la localidad gaditana de Setenil de las Bodegas, es una típica sopa de espárragos de la serranía gaditana, muy recomendable en este tiempo frio y por supuesto en tiempo de espárragos trigueros.

Aquí en Chiclana se suele comer sin el chorizo y el pimentón pero la base suele ser igual en casi todos sitios.  También suele llevar un huevo cocido en la misma sopa, hay quien se lo echa y quien no, cuestión de gustos.

Hace poco fuí a la plaza y justo en el mismo puesto de las tagarninas también venden espárragos trigueros y como no, se vinieron conmigo y este es uno de los resultados. La sopa es muy fácil de hacer, barata en temporada de espárragos y no se tarda mucho en hacerla, eso si a fuego lento y con cariño.

Me hubiese gustado más el haber ido a dar un paseo por el monte y traerme una «buena mano» -como dice mi suegro- de espárragos, pero no he tenido esa suerte, a ver si la próxima vez que vengan me traen unos poquitos de los que él con todo el cariño los coje, no sin darse un buen palizón por el campo.

Ingredientes para la receta de sopa de espárragos trigueros

  • Un manojo de espárragos trigueros
  • Media (1/2) cebolla
  • Un (1) pimento verde
  • Un (1) tomate
  • Un (1) diente de ajo
  • Un (1) huevo por persona
  • Un (1) chorizo (tipo jabuguito o rosario)
  • Un (1) Litro de caldo (pollo o carne)
  • Unas rebanadas de pan asentado (de días atrás)
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de sopa de espárragos trigueros

  1.  Lava muy bien las verduras. Corta la cebolla, el pimiento, el tomate y el ajo en trocitos muy pequeños (brunoise). Los espárragos se parten a mano en trocitos.
  2. Pon una cazuela al fuego, preferiblemente de barro te quedará mas auténtica, con tres cucharadas de aceite de oliva. Rehoga todas las verduras durante unos minutos y añade el caldo y el pimentón. Si no tienes o no puedes con una de barro no pasa nada, utiliza la que tengas en casa.
  3. Tapa la cazuela y cuece durante diez (10′) minutos o hasta que los espárragos trigueros estén tiernos.
  4. Mientras tanto corta el pan en daditos y el chorizo en rodajitas. Pasados los diez minutos añadimos el pan, el chorizo y cascamos un huevo por persona.
  5. Deja cocer hasta que cuajen los huevos. Prueba de sal y corrige si hiciese falta.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de sopa de espárragos trigueros

Los espárragos trigueros no son mas que espárragos verdes salvajes, son mas finitos y largos, delicados y con un amargor especial que los que venden en el super. Si no los encuentras puedes hacerlos con los espárragos verdes de cultivo que venden en los supermercados durante todo el año. También los venden envasados en lata pero yo no los he probado.

Si quieres que la sopa sea menos calórica puedes suprimir el chorizo o sustituirlo por taquitos de jamón serrano, pero recuerda que esta sopa es para calentar el cuerpo y como plato único.

El pan debería de ser un pan de pueblo o pan rústico que esté asentado, es decir que lleve al menos un día en casa, no hace falta que esté duro sólo que no sea pan tierno del día. Si tuestas un poco el pan antes de echarlo en la sopa le da un punto muy bueno.

Prueba a utilizar caldo de cocido yo suelo hacerlo y queda mas que buena.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Bacalao confitado con algas

Bacalao confitado con algas. De nuevo os traigo una receta sacada de la mar y esta vez por partida doble, por el bacalao y por las algas. El bacalao se elabora de muchas formas, hoy lo voy hacer confitado, que es cocinado en aceite de oliva a baja temperatura y acompañado de unas algas. Esta es una receta muy sencilla pero tendrás que atender a los tiempos de desalado del bacalao si no quieres «jartarte» de agua.

La novedad de esta receta es que la voy a acompañar de un salteado de algas, en concreto lechuga de mar. Con la ayuda de algunos empresari@s emprendedores, como «Suralgae» en San Fernando (Cádiz), se está introduciendo cada vez mas las algas en nuestra gastronomía. Son plantas marinas con muchas propiedades beneficiosas y todavía desconocidas para el ciudadano de a pié. La particularidad de las algas de Suralgae es que crecen en los esteros y antiguas salinas del litoral gaditano y se recogen de forma artesanal sin invadir ni perjudicar al medio ambiente pero sin merma en la gran calidad y beneficio de sus productos.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Bacalao confitado con algas

Para el bacalao confitado

  • Dos (2) trozos de bacalao en salazón
  • 1/4 L. de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) dientes de ajo

Para el salteado de algas

  • lechuga de mar en salazón
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) guindilla (opcional)

Elaboración de la receta de bacalao confitado con algas

  1. Para hacer esta receta tienes que desalar el bacalao, para ello mételo en agua al menos 24 horas, cambiándole el agua cada 8 horas, mas o menos.
  2. Pon un cazo pequeño al fuego bajo con el aceite de oliva, tiene que tener una temperatura aproximada de 70º. Mete dentro dos dientes de ajo pelados y cuando alcance la temperatura introduce el bacalao con la piel hacia arriba, debe de estar cubierto por el aceite y tardará unos veinte (20′) minutos en confitarse.
  3. Mientras confita el bacalao, mete las algas en agua unos minutos, con tres (3′) es suficiente, así las hidratas y eliminas el exceso de sal de conservación. Córtalas un poco, las escurres y reservas.
  4. Pela dos ajos y córtalos en láminas. Pon una sartén al fuego con un par de cucharadas de aceite de oliva y dora los ajos y la guindilla, los retiras antes de que se quemen.
  5. En la misma sartén, saltea las algas, echa otra cucharada de aceite si hiciese falta. Añade un poquito de pimienta, sal no le hace falta puesto que las algas de por sí ya son bastante saladas.
  6. Cuando el bacalao esté hecho -te darás cuenta que está hecho porque se separarán las lascas de pescado con facilidad- marca o dora la piel en la sartén donde has salteado las algas, le dará un bonito color dorado y estará crujiente.
  7. En el plato donde las vayas a servir coloca las algas con los ajos salteados. sobre esta cama de algas pon el bacalao con la piel hacia arriba, riega con un poco de aceite de su confitado y acompáñalo con los ajos confitados.

¡Qué lo disfrutes!

Curiosidades de la receta de bacalao confitado con algas

Te aconsejo que al desalar el bacalao pruebes un pellizquito para determinar el punto de sal puesto que depende de la pieza, será suficiente con unas horas o tendrás que dejarlo más de un día. Es importantísimo el punto de sal del bacalao así como su correcto desalado.

También puedes comprar piezas de bacalao que ya están desalados y hasta congelados en su punto de sal, te ahorrarás el planificar con tanta antelación la receta y si es de calidad tendrá muy buen resultado.

Si no tienes termómetro, para saber la temperatura del aceite sólo tienes que introducir el la yema del dedo en el aceite y cuando empieze a quemar, bajas la temperatura al mínimo y la mantienes. Debes tener cuidado si te has pasado con el calor para no quemarte.

Si no encuentras algas puedes utilizar hojas de espinacas o acelgas, también quedará muy rico pero si tienes la oportunidad prueba las algas, no sólo están ricas sino que tienen muchas propiedades beneficiosas. También las puedes comprar frescas o en conserva, en la página de Suralgae puedes informarte donde comprarlas y alguna información extra sobre las algas.

Puedes acompañar este plato con una crema de calabaza como yo hice o con cualquier otra que le de color y realze su sabor.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Suralgae”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.