Calabacines rellenos

 

 

Calabacines rellenos de setas y jamón ibérico. Hace unos días mis amigos Javi y Vero me regalaron un calabacín enorme, no sabía bien qué hacer con él, hasta que pensé en rellenarlo, porque de cremas ya estaba un poco cansado, y ahora con la calor apetecen platos ligeros y sanos.

Cada vez que vamos a casa de estos amigos, salimos abriendo la puerta con los pies, no hay una vez que salgamos con las manos vacías. Siempre tienen algo con lo que obsequiarnos; Calabacines, tomates, frutas (todo de la huerta de los abuelos) o cualquier cosa para mi Grumete. Y así llevamos más de una década, cada semana nos reunimos a lo que llamamos «la noche oriental«, que empezó siendo una noche a la semana en la que quedábamos para cenar, y llamábamos al chino, pero más tarde degeneró en cualquier tipo de comida rápida, para disfrutar de la compañía sin tener que cocinar. Ahora, con los niños es cada vez mas difícil hacerlo, pero aún así seguimos quedando esporádicamente, y vamos engrosando la mesa, empezamos siendo cuatro, y vamos ya por siete… Os queremos amigos!

Y con esta pequeña historia, doy paso a esta rica receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico, napados con bechamel y queso gouda del Bucarito, todo un descubrimiento ¡Un quesazo!

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  • Un calabacín grande
  • 200 gr. de setas (yo usé champiñones)
  • 150 gr. de jamón ibérico troceado
  • Una (1) cebolla fresca
  • Un (1) puerro
  • Un (1) diente de ajo
  • Salsa Bechamel (Pincha enlace para ver la receta)
  • Queso gouda (El Bucarito)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Mezcla de pimientas
  • Sal

Elaboración de la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  1. Pon una olla, a fuego fuerte, con abundante agua y una cucharada de sal. Mientras calienta el agua parte el calabacín. Yo los corté en rodajas, pues el calabacín era muy grande. Puedes hacerlo a lo largo también.
  2. Cuando el agua esté hirviendo añade los trozos de calabacín y cocina durante unos seis (6′) minutos, o hasta que veas que estén tiernos. Retíralos del agua y deja enfriar.
  3. Pica la cebolla, el ajo y los champiñones (o setas) en trocitos muy pequeños. Pon una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva y pocha el ajo y la cebolla. Salpimenta.
  4. Vacía los trozos de calabacín, con cuidado de no romperlos. Pica la pulpa.
  5. Cuando esté bien pochada la cebolla añade la pulpa de calabacín, los champiñones y el jamón ibérico en trocitos. Saltea unos minutos, retira del fuego y reserva.
  6. Si ya tienes hecha la salsa bechamel estupendo, sino tendrás que hacerla ahora.
  7. Añade un par de cucharadas de salsa bechamel al sofrito y mézclalo todo muy bien.
  8. Enciende el horno a 200º arriba, para gratinar.
  9. Pon los trozos de calabacín en una bandeja para horno y rellénalos con cuidado con la farsa que tienes reservada.
  10. Napa los calabacines por encima, con la bechamel. .Espolvorea con queso gouda recién rallado y añade un poco de mezcla de pimientas recién molida.
  11. Mete la bandeja en el horno unos minutos para gratinar, hasta que esté dorada la parte superior.
Decora con unos brotes y sírvelo caliente.

Curiosidades de la receta de calabacines rellenos con setas y jamón ibérico

El relleno de los calabacines, a excepción del jamón, es exclusivamente verdura, por tanto podríamos decir que es una receta vegetariana. Si la van a comer los niños puedes sustituir el jamón ibérico por jamón cocido. Las gambas o el pescado también son una opción estupenda para el relleno.

Yo usé queso gouda, pero puedes usar cualquier otro queso para gratinar, parmesano, grana padano o las bolsas de queso que venden ya rallado. A mi me gusta usar quesos con un  sabor intenso, con personalidad, el queso azúl mezclado con la farsa también le viene genial.

Estos calabacines rellenos los he maridado con un vino blanco. En esta ocasión he elegido Alba Mosto, un vino blanco natural sin crianza, de la localidad gaditana de Sanlucar de Barrameda. Como curiosidad deciros que el nombre de «Alba» proviene del tipo de tierra, albariza, y por la primera luz de la mañana, al ser el primer vino blanco de esta bodega «Alba Viticultores». Si quieres saber más sobre este vino, la nota de cata o donde encontrarlo visita a De Figuereo Vinos.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado el calabacín relleno, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Croquetas de mejillones y algas

Croquetas de mejillones y algas. El día 16 de enero se celebró el #diadelacroqueta, y yo  como croquetero confeso que soy no podía perdérmerlo, pero por cosas que pasan cuando uno no quiere hasta yo me pongo malo de vez en cuando… En fín.

Mis amigas María (la niña pimiento) y Susana (delantal o mandil) quisieron que así fuese, que la croqueta tenga un día y entre todo un grupo de blogueros y twiteros, cómo no, homenajear a la croqueta, ella tan cremosa y a la vez crujiente y a su vez pequeño homenaje a nuestras abuelas y madres que son las que mejor hacen las croquetas del mundo ¿O no es así?

Que te sobraron mejillones y no sabes que hacer con ellos: Croquetas. Que no tienes mejillones y tienes langostinos, pues sustituye uno por otro, ponle imaginación y podrás hacer croquetas con lo que quieras.

Las algas tienen muchas propiedades beneficiosas de las que no estamos al tanto, deberíamos de incluirlas en nuestra dieta como cualquier otra verdura. Tienen un sabor intenso a mar y un olor peculiar. En esta receta le dá un punto marinero, un olor Gaditano como el que te viene al entrar por Cádiz…

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de croquetas de mejillón y algas

Para la bechamel

  • 110 gr. de harina de trigo
  • 110 gr. de mantequilla
  • Un (1) Litro de caldo o fumé de pescado
  • Pimienta blanca
  • Nuez moscada
  • Sal

Para el relleno

  • 250 gr. de mejillones cocidos y separados de sus conchas
  • Dos (2) cucharadas pequeña de especias de algas*
  • 100 gr. de cebolla picada muy fina
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanado

  • Harina
  • Dos (2) huevos
  • Pan rallado crujiente cracker

Elaboración de la receta de croquetas de mejillones y algas

  1. Como vamos a hacerla por pasos lo primero será hacer una bechamel (en este caso velouté) sustituyendo la leche por caldo de pescado. Ten cuidado que no te quede muy líquida o te será complicado darles forma.
  2.  Pon una olla con el litro de caldo de pescado, la temperatura alta para que llegue a hervir.
  3. En otra olla o sartén antiadherente (casi mas aconsejable) pon los 110 gr. de mantequilla a temperatura media.
  4. Tamiza la harina en un cuenco o sobre la mantequilla derretida directamente, remueve con unas varillas (si la sartén es antiadherente que las varillas sean de plástico o  de goma, corres el riesgo de quedarte sin sartén).
  5. Cocina la harina durante un (1′) minuto al menos e Incorpora el caldo sin dejar de mover.
  6. Antes de que espese añade salpimienta blanca y nuez moscada a tu gusto, no mucha pues no debe predominar el sabor, pero no tiene que quedar sosa.
  7. Cuando haya espesado retira del fuego y reserva tapando la salsa bechamel con un papel film pegado para que no cree costra.
  8. Cuando tengas hecha y reservada la bechamel pon una sartén al fuego bajo con la cucharada de aceite de oliva, añade la cebolla picada y rehoga hasta que esté tierna.
  9. Trocea los mejillones y saltéalos un poco junto con la cebolla, añade la cucharada de especies de algas.
  10. Incorpora la velouté y remueve muy bien cocinando todo durante unos cinco  (5′) minutos.
  11. Retira del fuego y reserva en una bandeja tapada con papel film en contacto con la masa y cuando la masa esté fría dales forma a las croquetas.
  12. Pasa la masa de croquetas primero por harina, después por huevo y termina en el pan rallado cracker.
  13. Fríe las croquetas en pequeñas tandas y escurre el exceso de aceite con papel absorbente.

¡A degustar!

Curiosidades de la receta de croquetas de mejillones y algas

*Las algas que he usado son Especias de algas de Suralgae que es una joven empresa Gaditana que consideró que las algas son un recurso marino que se debía potenciar como alimento, no sólo por su  aporte nutricional sino por lo innovador a la hora de introducirlo en nuestros platos. Puedes ver donde comprarlas en este enlace: Puntos de vental.

Tienes la opción de comprar estas algas que vienen ya troceadas, comprar otras que te gusten y trocearlas tu. Encontrarlas no creo que sea difícil en grandes supermercados o tiendas gourmet.

Haz el fumé o caldo de pescado con pescados de roca, “descartes” que se suelen llamar aquí en Cádiz, cabezas o espinas de algún pescado que hayas utilizado para otra receta o vayas a utilizar y algo de verdura. También puedes usar el caldo resultante de haber cocido los mejillones o gambas pero si lo mezclas con algo de pescado, solo estaría como incompleto.

Si no tienes caldo o no quieres hacerlo puedes utilizar un envase de caldo de pescado pero no será lo mismo que un buen fumé casero, te aconsejo el que hace Aneto porque es de muy buena calidad y da unos resultados estupendos.

El pan rallado crujiente pan cracker le da un punto «crunch» a la croqueta, puedes encontrarlo en supermercados, los hay de varias marcas, una de ellas es Santa Rita la cual suelo usar por decantarme por un producto de confianza, con la certeza de que me va a salir bueno, haga lo que haga.

Si quieres puedes echarle un vistazo a las otras croquetas que hemos visto ya:

Croquetas caseras de pollo

Croquetas de Bacalao

Croquetas de Boletus

Croquetas de patata y queso cabrales

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Croquetas de Boletus

Croquetas de Boletus. Si, ya se que hace nada publiqué una receta de croquetas de pollo caseras pero es que estoy en racha croquetil. Este verano visité de nuevo un restaurante del que alguna vez ya os he hablado «El fogón del Guanche» y tenían unas curiosas jornadas «Semana de las Croquetas» que me recordó un comentario que hice en la receta de croquetas de patata y cabrales de que podría hacer todo un dosier completo de croquetas pues en casa nos encantan, allí probamos casi todas: Las de Boletus, las de serranito, muy originales, las de espinacas y queso que realmente nos sorprendieron y las de choco en su tinta que estaban estupendas. 

Las croquetas que voy hacer hoy son de setas, en concreto croquetas de Boletus (Boletus edulis), similares a las que probé pero mas sencillas, sin el toque de manzana pero con todo el espectacular aroma que el boletus le aporta, el secreto está en la bechamel y por supuesto el ingrediente o ingredientes principales.

Es complicado aquí en el sur encontrar setas frescas que no sean de cultivo cuanto mas unos Boletus aunque estén en temporada, pero setas deshidratadas las hay ya en muchos sitios y según para qué recetas pues vienen muy bien y dan muy buen resultado.

¡Ponte el delantal y saca 30 croquetas de esta masa!

Ingredientes para la receta de croquetas de boletus

Para la bechamel

  • 60 gr. de harina de trigo tamizada (yo usé una harina para croquetas y bechamel de Santa Rita Harinas)
  • 60 gr. de mantequilla
  • 700 ml. de leche entera
  • Nuez moscada
  • Pimienta blanca molida
  • Sal

Para el relleno

  • Media (1/2) cebolla
  • Un (1) diente de ajo
  • 50 gr. de boletus deshidratados (200 gr. frescos)
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Para el empanado

  • Dos (2) huevos
  • 150 gr. de pan rallado
  • Sal

Elaboración de la receta de croquetas de boletus

  1. Pon a hidratar las setas deshidratadas. Puedes hacerlo en frío: Cubriendolas con agua según las indicaciones del fabricante, normalmente ente cinco y doce (5-12h) horas. O en caliente: Ponlas a hervir unos diez (10′) minutos cubiertas de agua. Escurre las setas y córtalas en pequeños trozos. Reserva las setas y  el agua de haberlas hidratado.
  2. Pela y lava la cebolla y el diente de ajo. Pícalos muy finitos (brunoise).
  3. Pon un sartén a fuego bajo y calienta dos cucharadas de aceite de oliva.
  4. Cuando esté caliente, echa el ajo picado hasta que comience a dorarse, pero sin quemarse que daría sabor amargo a las croquetas, entonces añade  la cebolla y la pochas unos diez (10′) minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, pero no a quemarse. Si ves que dora demasiado rápido baja mas el fuego y echa una cucharada de agua.
  5. Para hacer la Bechamel, una vez esté la cebolla bien pochada añade la mantequilla cortada a trocitos y deja que se derrita, mientras tanto calienta la leche pero sin que llegue a hervir. (Si no tienes paciencia puedes ayudarte de la Thermomix para hacer la bechamel).
  6. Añade la harina tamizada poco a poco sin dejar de remover, para que se integre bien con la mantequilla, déjala cocinar un par (2′) de minutos y vierte tres cuartas (3/4) partes de la leche, sin dejar de remover, puedes ayudarte de una varilla de repostería. La harina se irá disolviendo poco a poco sin dejar grumos y cuando espese añade el resto de la leche, sal al gusto, pimienta blanca y nuez moscada, sigue removiendo enérgicamente hasta que se disuelvan por completo todos los grumos.
  7. Añáde las setas a la bechamel mezclando bien para que estén repartidas por igual en la masa.
  8. Vierte la masa en una manga pastelera o en una bandeja engrasada con aceite de oliva, unas gotas para que no se peque y cúbrela con papel film transparente, reservándola hasta que enfríe totalmente. Mejor de un día para otro en el frigorífico.
  9. Para empanar las croquetas, coloca dos recipientes, uno con los dos huevos batidos y una pizca de sal , y otro con pan rallado.
  10. Ve cogiendo pequeñas porciones de masa y la pasas primero por el pan rallado, luego por el huevo y termina con el pan rallado. Dale la forma que quieras, la tradicional de croqueta, bolas redondas o cuadrados.
  11. Fríe la croquetas en abundante aceite de oliva virgen extra hasta que estén doradas.

¡Cómelas calentitas acompañadas de un poco de salsa reducción de Pedro Ximénez, y te abrazarás llorando a quien tengas al lado!

 Curiosidades de la receta de croquetas de boletus

Los boletus edulis son para mi la reina de las setas, su intenso sabor y aroma las hace únicas, por ello y por la escasez de estas repercuten en su precio no obstante las puedes encontrar deshidratadas o congeladas a un precio moderado. También puedes encontrar otro tipo de boletus como los Aereus, Pinicola o Reticulatus que te servirán igualmente y hasta puede que los encuentres mas baratos.

Reserva el agua de haber hidratado los boletus para posteriores recetas como un risotto de setas y pollo o algún guiso al que le quieras intensificar el sabor a campo. Añade un par de cucharadas de este agua a la bechamel para enriquecerla.

Si te gustan los sabores intensos puedes hidratar los boletus en la leche que mas tarde utilizarás para hacer la bechamel y en esta dejarán todo su aroma y no perderán un ápice de sabor.

Si tienes la suerte de que son boletus frescos, simplemente los limpias bien con un paño húmedo, los troceas y saltéalos un poco en la sartén, los tendrás listos para utilizarlos en la receta.

Esta receta es muy parecida a las croquetas de bacalao y las croquetas caseras de pollo pero cada una tiene su punto para que te salgan estupendas.

Si tienes dudas de como hacer la bechamel pincha el enlace «Salsa Bechamel» donde estoy seguro que se te resolverán. También puedes hacer la bechamel en la Thermomix y ahorrarás tiempo pero muy a pesar de lo que me digan no quedan igual.

Quieres sorprenderte o sorprender a los tuyos de verdad, utiliza un Crujiente Pan Crackers de Santa Rita, es un pan rallado un poco mas grueso que el normal pero queda muy crujiente y con una textura increíble. Santa Rita busca la excelencia en sus productos elaborando harinas y derivados con la máxima calidad, es una apuesta segura en tu cocina.

Después de darte el trabajo de hacer las croquetas puedes comértelas todas o guardar algunas en el congelador y así tenerlas listas en el momento que  aparezcan los amigos por la puerta.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Croquetas caseras de pollo

Croquetas caseras de pollo. No me canso de decir que las croquetas me pierden, cada una tiene su encanto. Ya os he dicho como hago las croquetas de Cabrales y las croquetas de bacalao, estas que traigo hoy son croquetas caseras de pollo,  muy parecidas todas pero casi todas tienen su punto, ¡apunta!

Como cuando hago pollo (pollo guisado o pollo al horno) o puchero (cocido) siempre sobra algo y en casa no se tira nada, hay que aprovechar recursos y emplearlos en otras recetas. Esta es de las recetas de aprovechamiento a la que mas se recurre.

Receta Ideal para los pequeños de la casa, siempre y cuando el pollo que utilices esté bien limpio de grasas y no lo hayas cocinado con muchas especias. Ahora que en casa estamos en estado de buena esperanza tendré que ponerme al día con una nueva sección: Recetas para niños 😉

¡Ponte el delantal y ya mismo el babero!

Ingredientes para la receta de croquetas caseras de pollo

Para la bechamel

  • 60 gr. de harina de trigo
  • 60 gr. de mantequilla
  • 700 ml. de leche entera
  • Nuez moscada
  • Pimienta blanca molida
  • Sal

Para el relleno

  • Media (1/2) cebolla pequeña
  • 150 gr. de pollo*
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanar las croquetas

  • Dos (2) huevos
  • 150 gr. de pan rallado
  • Sal

Para freír las croquetas

  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Elaboración de la receta de croquetas caseras de pollo

  1. Pela, lava la cebolla y pícala muy finita (brunoise).
  2. Pon un sartén a fuego medio-bajo y calienta dos cucharadas de aceite de oliva.
  3. Cuando esté caliente, echa la cebolla en la sartén, la sofríes unos diez (10′) minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, pero no a quemarse. Si ves que dora demasiado rápido baja el fuego y echa una cucharada de agua.
  4. Trocea el pollo o pícalo en la picadora a tu gusto o Thermomix (2 ó 3 golpes de turbo ).
  5. Una vez esté la cebolla bien pochada haz la bechamel según te indico en la receta «Salsa Bechamel» (Pincha sobre el nombre para ver la receta).
  6.  Cuando tengas la bechamel lista añade los trocitos de pollo mezclándolos bien para que se integren y repartan homogéneamente.
  7. En una fuente levemente engrasada con aceite de oliva para que no se pegue la masa, la echas, cubres con papel film (bien pegado a la masa) sobre toda la superficie para que no te quede reseca la masa y se forme costra o mete la masa en una manga pastelera como suelo hacer yo y reserva en el frigorífico una vez esté templada.
  8. Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro, comienza a empanar las croquetas, para ello prepara dos platos o cuencos, uno con los dos huevos batidos y un poco de sal (no te pases con la sal que la bechamel ya  lleva y depende como se cocinó el pollo es posible que también tenga) y el otro con el pan rallado.
  9. Coge porciones de masa con una cuchara y dales forma, ya sea con dos cucharas o con la mano. Si has metido la masa en una manga pastelera sólo tendrás que cortar la punta según el grosor que quieras y darle algo de forma.
  10. Pasa primero por pan rallado, sigue con el huevo y de nuevo por pan rallado y repite el proceso hasta que no te quede masa.
  11. Pon una sartén a calentar con abundante aceite de oliva, cuando esté bien caliente fríe las croquetas en tandas pequeñas para que no se te enfríe el aceite y puedas manejarlas bien al darles la vuelta, así se dorarán bien por todos los lados. Las vas reservando en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite que hayan podido coger aunque si la temperatura es correcta no absorberá aceite de más.
Acompaña las croquetas con la salsa que mas te guste y ¡A disfrutarlas!

Curiosidades de la receta de croquetas caseras de pollo

 *El pollo que suelo utilizar como ya he dicho, es el que me sobra de haber hecho pollo asado o pollo en salsa. Siempre puedes utilizar las sobras de un pollo asado que hayas comprado y no sepas que hacer con él. También puedes utilizar una pechuga de pollo a la plancha o cocida de un puchero o cocido, pero lo que se trata es que la receta sea de aprovechamiento.

Si el pollo tiene salsa o caldo también lo puedes aprovechar sustituyendo una parte de leche de la bechamel por el caldo, quedará con más sabor aún.

Hay quien al relleno le echa también un huevo cocido troceado, yo no suelo hacerlo pero seguro que a tus peques (y mayores) les gusta.

Si las croquetas las fríes en el aceite con la temperatura correcta,170º aproximadamente, no absorberán aceite de más, aunque depende del fuego que utilices. Si utilizas una buena freidora no tendrás ese problema.

Ya sabes que si te sobran croquetas o no te vas a comer todas de una sentada las puedes congelar una vez las tengas empanadas y así tenerlas siempre listas para cuando se te apetezcan. No hace falta que las descongeles, simplemente necesitarán un poco mas de tiempo para que se hagan bien por dentro.

Si no tienes manga pastelera o mangas pasteleras desechables puedes utilizar una bolsa de congelación y cortarle una punta cuando vayas a usar la masa.

Con estos ingredientes tienes para mas o menos unas treinta (30) croquetas, si quieres mas sólo tienes que repetir la operación o añadir ingredientes proporcionalmente.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Erizos de mar gratinados

Erizos de mar gratinados. Hoy ta receta también viene del mar, si es que teniendolo tan cerca cómo no aprovechar sus recursos. Esta receta no es propiamente de la gastronomía gaditana porque aquí se suelen comer crudos, tal como salen del agua pero he querido hacerla de una forma un poco diferente, no sólo por ser típico gaditano el comer erizos sino por ser parte de mi foto de portada, donde la concha camino se funde con la cocina y lo gaditano.

Los erizos en Cádiz son toda una tradición culinaria en estas fechas, como ya comenté en la receta de tortillitas de camarones, la «erizá» es una fiesta gastronomica que precede al Carnaval Gaditano y en ella, una de las peñas carnavalescas invita a comer kilos y kilos de este preciado manjar del mar.

Supongo que habrá a quién le eche para atrás este «bichito» pero su intenso sabor a mar es digno de que se pruebe alguna vez, no se puede decir no me gusta si no lo pruebas, pero será como todo, o te encanta o no puedes ni verlo…

¡Ponte el disfraz, que diga… el delantal!

Ingredientes para hacer los erizos de mar gratinados

  • Ocho (8) erizos de mar frescos
  • 20 gr. de mantequilla sin sal
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Dos (2) cucharadas de harina de trigo
  • Una (1) cebolla fresca (pequeña)
  • Una (1) cebolleta roja
  • 200 ml. de leche
  • 30 ml. de brandy
  • pan rallado
  • Pimienta
  • Nuez moscada
  • sal

Elaboración de la receta de erizos gratinados

1.- Limpia muy bien los erizos, con mucho cuidado porque pinchan una barbaridad, además de que las púas pueden ser tóxicas, te aconsejo que te pongas unos guantes para manipularlos o utilices un trapo para sujetarlos cuando los abras. Para abrirlos puedes ponerlos de lado (boca perpendicular a la tabla de cortar) y darle un golpe seco con un cuchillo -así es como se abren por aquí- o si no tienes experiencia con una tijeras de cocina, le clavas una de las hojas y vas cortando alrededor de la boca, con cuidado de no partir el cascarón, hasta hacerle una abertura lo suficientemente grande como para vaciarlos y posteriormente rellenarlos.

2.- Vacía los erizos con una cuchara pequeña, reservando las huevas y el líquido que contienen. Resérvalo.

3.- Pon una sartén a fuego medio con la mantequilla y las dos cucharadas de aceite de oliva, mientras calienta pica la cebolla y la cebolleta muy finitas.

4.- Cuando esté la cebolla pochadita, echa el brandy y lo flambeas, si te da miedo que salga fuego, déjalo reducir simplemente.

5.- Ahora añade la harina tamizada y la cocinas para que pierda el sabor a crudo -es para hacer una especie de bechamel enriquecida- y seguidamente agregamos la leche caliente sin dejar de remover para que no se creen grumos. Echa un poco de sal, pimienta blanca y algo de nuez moscada.

6.- Cuando la bechamel tenga la textura deseada, no la dejes reducir mucho para que no se quede seca, le añades las huevas con su líquido, remueves bien para que se integre con la bechamel y con el mismo calor se cocine. Puede que al añadir el líquido te quede la bechamel muy ligera, si es así sólo tienes que dejarla al fuego un poco mas para que coja consistencia.

7.- Límpia las conchas de los erizos y con la bechamel rellénalos y los colocas en una fuente para horno. Enciende el horno arriba a 220º.

8.- Espolvoréa sobre los erizos con un poco de pan rallado y los metes en el horno unos minutos hasta que se doren.

Curiosidades de la receta de Erizos de mar gratinados

Esta receta es simplenente una bechamel ligera enriquecida, me inspiré en una receta de erizos gratinados que vi en el blog «Mi blog de pintxos«, aunque yo los he hecho un poco diferentes, de la forma que me gustaba.

Si no te gusta rellenar las conchas de los erizos porque creas que te puedes pinchar o te resulten desagradables, puedes rellenar una conchas de vieiras o unos cuencos pequeños aptos para el horno, te quedará igual de rico pero quizás menos vistoso.

Los erizos es importante que sean muy frescos, ya se sabe que con el marísco hay que tener cuidado, que no estamos para sustos.

Al limpiar los erizos, has de tener mucho cuidado, no sólo de pincharte sino de que caigan trocitos de cáscara o púas en el interior, te aconsejo de que retires las huevas y cueles el caldo por si las moscas.

He flambeado el sofrito con brandy pero puedes ponerle cualquier vino blanco de calidad que tengas, una manzanilla, un buen albariño y hasta una sidra o cava, el resultado será estupendo.

*Si no encuentras erizos de mar o te resulta tedioso el manipularlos los puedes encontrar en conserva como «conserva de carne de erizo» en grandes almacenes como Carrefour, según me comenta Manolo Pavón. Gracias Manolo por la aportación.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Mejillones Tigre. Croquetas de Mejillón.

Mejillones Tigres o Croquetas de Mejillón. Esta receta es una masa de bechamel enriquecida con mejillones, muy fácil de hacer y con una buena presentación al colocar la masa sobre las conchas de los mismos mejillones que cocemos para hacer la Receta de Mejillones Tigre.

Los Mejillones Tigre en casa siempre han gustado y tengo costumbre de hacerlos por Navidad pero se me quedó en cartera las pasadas navidades, y como cualquier época del año es buena para este delicioso manjar la publico ahora para que la podaís disfrutar cuando os apetezca, una reunión con la familia, amigos o porqué no, con tu pareja celebrando vuestro aniversario o San Valentín que está a la vuelta de la esquina.

Esta receta de mejillones tigre es mas bien la receta gallega que hace la bechamel enriquecida con el mejillón y no un sofrito de mejillón cubierto con bechamel como lo hacen en otros sitios. Cómo si fuese una masa para croquetas pero friéndolas en la concha del mejillón. Así que si quieres puedes desechar la concha y freír unas estupendas croquetas de mejillones.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Mejillones Tigre

  • Dos (2) kg. de mejillones frescos
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) guindilla
  • Medio (1/2) litro de bechamel
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva
  • 50 ml. de vino fino o blanco
  • Una (1) ramita de perejil fresco
  • Un (1) huevo
  • Pan rallado
  • Sal

Elaboración de la receta de Mejillones Tigre

  1. Lo primero que tienes que hacer es cocer los mejillones, para ello límpialos muy bien bajo el grifo de agua fría y los pones en una olla o cazuela con un dedo de agua para abrirlos. También puedes sustituir el agua por vino blanco o cava, que le darán un aroma estupendo.
  2. Una vez se abran las conchas, las separas y reserva una de las dos conchas para hacer de soporte de la masa que vas a preparar. El mejillón (el bicho) lo troceas y también lo reservas. Los trocitos como más te gusten, si te gusta encontrarte trozos hazlos mas grandes y si quieres una masa con sabor pero no tropezones, hazlos muy pequeños.
  3. Haz una bechamel, si no sabes o no te acuerdas pincha aquí: Receta de Salsa Bechamel. La reservas.
  4. Pon una sartén a fuego medio-bajo con la cucharada de aceite de oliva, mientras calienta  pica la cebolla y el ajo en trocitos muy pequeños (brunoise).
  5. Cuando esté caliente el aceite pocha la cebolla, el ajo y la guindilla hasta que esté la cebolla blandita y transparente, echa el vino fino y déjalo reducir. Puedes retirar la guindilla cuando esté la cebolla pochada ó picarla y dejarla si te gusta el punto picante.
  6. Añade a la sartén los mejillones troceados, saltéalos un momento con el perejil picado y seguidamente añade la bechamel, mezcla bien todos los ingredientes.
  7. Con esta masa ve rellenando las conchas que has reservado,  con una buena cucharada será suficiente, las pasas por huevo y pan rallado para rebozarlos y los metes en la nevera al menos una (1h) hora envueltos en papel transparente (film).
  8. Pasado el tiempo de enfriado, fríe los mejillones en aceite de oliva bien caliente y los escurres en un plato con papel absorvente.

¡Rápido, sírvelos calentitos!

 Curiosidades de la receta de mejillones tigre

Los Mejillones los puedes comprar ya cocidos con su agua de cocción que los venden en los grandes supermercados, y si son de buena calidad te ahorrarás una cocción, lógicamente no será lo mismo, pero te puedes apañar en un caso concreto.

Una vez hechos, los mejillones tigre se pueden congelar sin problemas antes de freírlos, así podrás comerlos en el momento que se te apetezca sin tenerte que meter en la cocina.

Si los mejillones los has cocido con vino, cuélalo y lo puedes reutilizar en la receta sustituyendo al vino que te pongo en los ingredientes. El vino con el líquido que suelta el mejillón al cocerlo dará un sabor extra a tu receta.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Croquetas de bacalao

Las croquetas me pierden, como ya he dicho en alguna que otra ocasión, el mes pasado os expliqué la forma de hacer unas croquetas de cabrales, pero eran de patatas, hoy os voy a explicar la forma de hacer las croquetas tradicionales, en este caso rellenas de bacalao. Las croquetas tienen su origen en Francia pero son tan populares en España como en cualquier país del mundo, con sus variantes correspondientes.

Esta receta la tenía pendiente de publicar pero, de la forma que me lo ha pedido la hija de mi amiga Cori, Helena, no me he podido negar a publicarla. Helena tiene 1 año y medio y  con un apetito que mas quisieran muchos, le gusta casi todo, como a los padres, que son de buen comer. He aquí pues la receta, ideal para chicos y grandes.

Las croquetas tienen poco misterio, es tan fácil como seguir los pasos de la receta de  salsa bechamel, pues la masa de las croquetas no es más que una bechamel enriquecida con el relleno que le queramos poner.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

Para la bechamel

  • 60 gr. de harina de trigo
  • 60 gr. de mantequilla
  • 700 ml. de leche entera
  • Nuez moscada
  • Pimienta blanca molida
  • Sal

Para el relleno

  • Una (1) cebolla
  • 200 gr. de bacalao desalado
  • Un manojo de perejil fresco
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Para el empanado

  • Dos (2) huevos
  • 150 gr. de pan rallado
  • Sal

Elaboración

1.- Lo primero es tener el bacalao desalado, para ello debes meterlo en agua al menos 12 horas antes de elaborar la receta e ir cambiándole el agua cada cuatro u seis horas, como ya he comentado en otras recetas como la del bacalao dorado. Seca y desmiga el bacalao, lo reservas.

2.- Pon una sartén amplia a fuego medio, echa dos cucharadas de aceite de oliva y espera que se caliente. Mientras tanto pica la cebolla y el perejil muy fino (brunoise). Reserva el perejil.

3.- Echa la cebolla en la sartén, la sofreímos unos diez (10′) minutos hasta que esté blandita y comience a dorarse, en este momento añadimos el bacalao y el perejil, removemos bien y retiramos del fuego.

 3.- En la misma sartén hacemos la bechamel como te indico pinchando en la receta de Salsa Bechamel y la mezclamos  bien con el relleno. Al ser el bacalao de por sí salado tendrás que probar si has de rectificar con sal o no.

4.- En una fuente levemente engrasada para que no se nos pegue la masa, la echamos, cubrimos con papel film sobre toda la superficie para que no nos quede reseca la masa y se forme costra y reservamos en el frigorífico.

5.- Cuando la masa esté fría, mejor de un día para otro, comenzamos a empanar las croquetas, para ello prepara dos platos hondos, uno con los dos huevos batidos y un poco de sal y el otro con el pan rallado.

6.- Con una cuchara ve cogiendo porciones de masa, le dales forma, ya sea con dos cucharas o con la mano y las pasas primero por huevo y después por pan rallado. Repite el proceso hasta que no te quede masa. También puedes hacer las croquetas que te vayas a comer y guardar la masa en el congelador para hacerlas en otra ocasión.

7.- Pon una sartén a calentar con abundante aceite de oliva, cuando esté bien caliente ve friendo las croquetas en tandas pequeñas para que no se nos enfríe el aceite y podamos manejarlas bien al darles la vuelta, así se dorarán bien por todos los lados. Las vamos reservando en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

¡A la mesa!

Curiosidades

Si no tienes tiempo o simplemente no te apetece desalar el bacalao puedes comprar unos envases de bacalao desalado en tu supermercado habitual, suele ser más barato que comprar un lomo y muy apañado si vas con prisas.

Esta receta está hecha con la base de la Salsa Bechamel, simplemente le he reducido la cantidad de leche para que me salga una masa mas compacta de forma que pueda trabajarla con comodidad al hacer las croquetas y cuando las fría no se abran.

En este caso las he hecho con bacalao, pero puedes hacerlas con cualquier ingrediente que se te ocurra como jamón, carne, pescado, verduras o aprovechar restos de otras recetas para el relleno, como carnes del cocido, puchero o berza.

Como ha he dicho antes, puedes congelar la masa o hacerlas todas y congelarlas, simplemente tendrás que freírlas sin descongelar en el momento que quieras, estupendas para una tapeo o llevártelas en un «tupper» al trabajo.

Si te gustan contundentes y bien empanadas puedes pasarlas primero por pan rallado, después por el huevo y termina por el pan rallado, te quedará una capa de empanado extra y la croqueta tendrá más consistencia pero con todo el cremoso interior.

Si te parece engorroso el hacer las croquetas, prueba a meter la masa en una manga pastelera o en una bolsa para congelados, corta uno de los extremos y haz una especie de churros sobre una superficie plana. Corta con el cuchillo las porciones y las empanas. Es otra forma fácil de hacerlas.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Timbal de pasta. Fusilli al forno.

Fusilli-al-fornoLa pasta gratinada con bechamel en casa la llamamos timba de macarrones o timbal de pasta, desde hace muchos años los hago con muchas variantes, según que tenga por la nevera o según de qué tengamos ganas ya que combina con casi todo y a todos les gusta, hasta a los que no les gusta la verdura y las setas como a mi tocayo Raúl «el peluo», que jamás había comido verdura y al probar este timbal de pasta se sorprendió de lo rico que está.

Es una receta muy completa, ya que aporta los carbohidratos de la pasta y las proteínas de la carne o el pescado. Muy fácil de hacer y muy recomendada para los niños, de los mayores ni hablamos, en casa no sobra nada cada vez que la hago. La puedes hacer con tiempo y sólo tienes que gratinarla cuando vayas a comerla.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 400 gr. de espirales de pasta
  • 250 gr. de carne picada (mitad cerdo, mitad ternera)
  • Una (1) cebolla pequeña (100 gr.)
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) cuchara pequeña de orégano
  • Una (1) ramita de tomillo
  • Una (1) ramita de romero
  • 100 gr. de bacon
  • 150 gr. de setas
  • 400 gr. de tomate frito casero
  • Un litro de salsa bechamel
  • queso parmesano
  • mantequilla
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • pimienta

Elaboración

1.- Pon una sartén al fuego con dos cucharadas de aceite de oliva. Rehoga la carne picada hasta que cambie por completo el color, no debe de quedarte totalmente hecha o se te resecaría demasiado. Resérvala en un colador grande para eliminar las grasas y líquidos (si tuviese) sobrantes.

2.- En la misma sartén echa dos cucharadas de aceite de oliva y lo calientas. Mientras tanto pela y corta la cebolla en trocitos pequeños (brunoise). Haz lo mismo con el diente de ajo. Echa el ajo picadito en la sartén, antes de que se dore añade la cebolla y sofríe hasta que la cebolla esté tierna. Echa un poquito de sal, un par de vueltas del molinillo de pimienta, una ramita de romero, otra de tomillo y media cucharada pequeña de orégano.

3.- Limpia bien las setas y trocéalas. Añádelas a la sartén y saltéalas con el ajo y la cebolla. Reserva las setas con el sofrito. Puedes retirar las ramitas que ya habrán dejado todo el aroma.

4.- Corta el bacon en trocitos pequeños y en la misma sartén, sin añadir aceite dóralo. Cuando esté dorado échalo junto con el sofrito con cuidado de que no caiga la grasa que ha soltado.

5.- Vuelve a echar la carne en la sartén, añade el sofrito con las setas y el bacon,  añade también el tomate frito y remueve bien para que todos los ingredientes se integren.

6.- Pon una cacerola alta con agua a calentar. Cuando esté hirviendo añade una cucharada de sal, remueve y echa los espirales de pasta. Cuécelos hasta que estén al dente, para ello prueba uno de vez en cuando, tienen que estar tiernos pero que ofrezcan algo de resistencia al morderlos.

8.- Escurre bien la pasta y mézclala con todos los ingredientes.

9.- Si no tienes salsa bechamel hecha, es buen momento para hacerla. Pincha en el enlace y obtendrás la receta.

9.- Engrasa una fuente para horno con mantequilla, echa un poco de bechamel para que cubra ligeramente el fondo, sobre esta coloca la pasta bien repartida y cúbrela con bechamel. Corta unos daditos pequeños de mantequilla y repártelos sobre la bechamel. Espolvorea con queso rallado, orégano y un poquito de pimienta.

10.- Enciende el horno a 250º sólo arriba y gratina la fuente hasta que tenga un bonito color dorado.

¡Prepara el pan, esto es un atraco’n!

Curiosidades

La pasta es una cosa que puedes variar, macarrones, lacitos o mariposas, conchas, la que mas te guste o tengas por casa.

Como variante puedes cambiar la carne por pollo, atún ó salmón, pruébalo también queda muy rico.

Si no tienes ramitas de hierbas frescas puedes sustituirlas por las mismas secas pero en menor cantidad, utiliza las hierbas que tengas por casa o te gusten.

Si tienes la suerte de conseguir setas frescas, enhorabuena, yo lo tengo un poco difícil de modo que he utilizado unas setas variadas envasadas. También las hay congeladas o desecadas.

El bacon que tanto me gusta, tiene mucha grasa, si quieres hacer la receta algo mas suave, puedes sustituirlo por tacos de jamón de york, pero el sabor tostadito del bacon es irremplazable.

Para gratinar suelo utilizar un parmesano, un grana padano o un buen queso curado que no sea excesivamente fuerte para que no sea el protagonista.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Salsa Bechamel

La salsa bechamel tiene una elaboración muy sencilla y nos sirve para multitud de recetas, el único inconveniente que podemos encontrar al hacerla es que nos queden grumos, pero con esta receta espero poder explicaros la forma para que no os salgan y poderla utilizar en próximas recetas que iré publicando.

No se sabe a ciencia cierta el origen de esta salsa pero se ha hecho muy popular por utilizarse en recetas como gratinados de pasta o verduras, croquetas y otras muchas. La salsa tiene muchas variantes ya que si le echamos cebolla, tenemos la base de las croquetas o el relleno de unos pimientos, también admite la incorporación de quesos y queda muy sabrosa. Ya la venden hasta envasada pero con lo fácil que es hacerla y el tiempo que se tarda no merece la pena sacrificar el sabor y la textura de una salsa recién hecha.

¡Manos a la harina!

Ingredientes

  • Un (1) litro de leche entera
  • 60 gr. de mantequilla sin sal
  • 60 gr. de harina de trigo
  • Pimienta blanca molida
  • Nuez moscada
  • Sal

Elaboración

1.- Pon un cazo o sartén antiadherente a fuego medio y echa la mantequilla cortada a trocitos.

2.- En otro cazo pon a calentar la leche sin que llegue a hervir. También la puedes ir calentando en el microondas.

3.- Tamiza la harina, con un tamiz o un colador y resérvala. (ver curiosidades)

4.- Cuando esté derretida la mantequilla echa la harina tamizada y remueve bien con una varilla. Ten la precaución de que si la sartén es antiadherente tendrás que utilizar una de goma o plástico para no rallarla ya que puede perder su cualidad antiadherente. Tuéstala un par de minutos, el tiempo suficiente para que pierda el sabor a harina cruda y se despegue de las paredes de la sartén.

5.- Vierte en la sartén poco a poco tres cuartas partes (750 ml.) de la leche caliente sin dejar de remover con la varilla. Es posible que te queden grumos pero no te preocupes, no dejes de remover e irán disolviéndose. Cuando espese la salsa, remueve fuertemente con la varilla y añade el resto de la leche hasta que se integre bien.

6.- Apaga el fuego y cuando se disuelvan todos los grumos, échale un poco de sal, muele un poco de pimienta blanca y ralla un poco de nuez moscada.

¡Ya tienes tu salsa bechamel lista para utilizarla en las recetas que próximamente publicaré!

Curiosidades

Es conveniente el tamizar la harina cada vez que vayamos a utilizarla en salsas o pasteles, de esta forma eliminaremos las posibles bolitas que se forman al compactarse la harina y minimizaremos el riesgo de que se formen grumos. Para tamizarla simplemente tienes que pasar la harina por un colador dando unos golpecitos sobre este o con un tamiz o tamizador. Cualquiera de estos elementos los puedes encontrar en supermercados o grandes almacenes con relativa facilidad.

La mantequilla la suelo utilizar sin sal y corregir al final de la elaboración probando un poco de la salsa.

Como ya he dicho en otras ocasiones la pimienta me gusta que sea recién molida con el molinillo pero si no tienes, puedes echarle pimienta molida, eso si, perderá frescura y aroma. De la misma forma rallaremos la nuez moscada con un rallador en el momento de utilizarla, si no tienes rallador, puede pasar el cuchillo por su superficie arañándola, no es lo mismo pero te puede solucionar el problema.

Para que la salsa te salga mas o menos espesa, según para que la vas a utilizar, sólo tienes que adaptar la cantidad de harina y mantequilla pero siempre manteniendo la misma proporción de estas.

Si vemos que a pesar de hacer la receta como te indico no logras deshacer los grumos, siempre puedes utilizar de la batidora de brazo y eliminarlos, pero si sigues los pasos no creo que te vaya hacer falta.

Cuando tengas hecha la salsa y no la vayas a utilizar en el mismo momento, viértela sobre un bol o cuenco y tápala con papel transparente film pegando el plástico a la superficie de la salsa, de esta forma evitaremos que se seque la superficie formándose una costra. La puedes volver a calentar en el momento de su utilización o simplemente utilizarla fría para la receta que quieras.

 Espero que os sea útil!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.