Calabacines rellenos

 

 

Calabacines rellenos de setas y jamón ibérico. Hace unos días mis amigos Javi y Vero me regalaron un calabacín enorme, no sabía bien qué hacer con él, hasta que pensé en rellenarlo, porque de cremas ya estaba un poco cansado, y ahora con la calor apetecen platos ligeros y sanos.

Cada vez que vamos a casa de estos amigos, salimos abriendo la puerta con los pies, no hay una vez que salgamos con las manos vacías. Siempre tienen algo con lo que obsequiarnos; Calabacines, tomates, frutas (todo de la huerta de los abuelos) o cualquier cosa para mi Grumete. Y así llevamos más de una década, cada semana nos reunimos a lo que llamamos «la noche oriental«, que empezó siendo una noche a la semana en la que quedábamos para cenar, y llamábamos al chino, pero más tarde degeneró en cualquier tipo de comida rápida, para disfrutar de la compañía sin tener que cocinar. Ahora, con los niños es cada vez mas difícil hacerlo, pero aún así seguimos quedando esporádicamente, y vamos engrosando la mesa, empezamos siendo cuatro, y vamos ya por siete… Os queremos amigos!

Y con esta pequeña historia, doy paso a esta rica receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico, napados con bechamel y queso gouda del Bucarito, todo un descubrimiento ¡Un quesazo!

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  • Un calabacín grande
  • 200 gr. de setas (yo usé champiñones)
  • 150 gr. de jamón ibérico troceado
  • Una (1) cebolla fresca
  • Un (1) puerro
  • Un (1) diente de ajo
  • Salsa Bechamel (Pincha enlace para ver la receta)
  • Queso gouda (El Bucarito)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Mezcla de pimientas
  • Sal

Elaboración de la receta de calabacines rellenos de setas y jamón ibérico

  1. Pon una olla, a fuego fuerte, con abundante agua y una cucharada de sal. Mientras calienta el agua parte el calabacín. Yo los corté en rodajas, pues el calabacín era muy grande. Puedes hacerlo a lo largo también.
  2. Cuando el agua esté hirviendo añade los trozos de calabacín y cocina durante unos seis (6′) minutos, o hasta que veas que estén tiernos. Retíralos del agua y deja enfriar.
  3. Pica la cebolla, el ajo y los champiñones (o setas) en trocitos muy pequeños. Pon una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva y pocha el ajo y la cebolla. Salpimenta.
  4. Vacía los trozos de calabacín, con cuidado de no romperlos. Pica la pulpa.
  5. Cuando esté bien pochada la cebolla añade la pulpa de calabacín, los champiñones y el jamón ibérico en trocitos. Saltea unos minutos, retira del fuego y reserva.
  6. Si ya tienes hecha la salsa bechamel estupendo, sino tendrás que hacerla ahora.
  7. Añade un par de cucharadas de salsa bechamel al sofrito y mézclalo todo muy bien.
  8. Enciende el horno a 200º arriba, para gratinar.
  9. Pon los trozos de calabacín en una bandeja para horno y rellénalos con cuidado con la farsa que tienes reservada.
  10. Napa los calabacines por encima, con la bechamel. .Espolvorea con queso gouda recién rallado y añade un poco de mezcla de pimientas recién molida.
  11. Mete la bandeja en el horno unos minutos para gratinar, hasta que esté dorada la parte superior.
Decora con unos brotes y sírvelo caliente.

Curiosidades de la receta de calabacines rellenos con setas y jamón ibérico

El relleno de los calabacines, a excepción del jamón, es exclusivamente verdura, por tanto podríamos decir que es una receta vegetariana. Si la van a comer los niños puedes sustituir el jamón ibérico por jamón cocido. Las gambas o el pescado también son una opción estupenda para el relleno.

Yo usé queso gouda, pero puedes usar cualquier otro queso para gratinar, parmesano, grana padano o las bolsas de queso que venden ya rallado. A mi me gusta usar quesos con un  sabor intenso, con personalidad, el queso azúl mezclado con la farsa también le viene genial.

Estos calabacines rellenos los he maridado con un vino blanco. En esta ocasión he elegido Alba Mosto, un vino blanco natural sin crianza, de la localidad gaditana de Sanlucar de Barrameda. Como curiosidad deciros que el nombre de «Alba» proviene del tipo de tierra, albariza, y por la primera luz de la mañana, al ser el primer vino blanco de esta bodega «Alba Viticultores». Si quieres saber más sobre este vino, la nota de cata o donde encontrarlo visita a De Figuereo Vinos.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado el calabacín relleno, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

Salmorejo de fresas y remolacha con queso azul

Salmorejo de fresas y remolacha con queso azul. El salmorejo cordobés en casa es un plato imprescindible, no dejamos de hacerlo en todo el año porque nos encanta. Además, aunque te parezca extraño, es una de las recetas con más éxito del blog. Todo el que la hace, me lo comenta y llegan a la misma conclusión: Siempre sale igual, con una textura muy fina, un color intenso y un sabor extraordinario. En esta ocasión os traigo una variante muy fresquita, con un toque dulzón pero que al combinarlo con el queso azul lo compensa y te deja un sabor en la boca impresionante.

Creo que, en alguna de las recetas anteriores, os he contado que soy corredor habitual y amante de las Ultra Trails (carreras de ultra fondo por montaña), pues bien, este salmorejo es estupendo tanto para los días de calor que nos esperan, cómo para recuperar después de una buena carrera. Está repleto de vitamina y lo hago con un aceite de oliva ecológico Gil-Luna, de primera calidad, con aceitunas Hojiblanca, Picual y Zorzaleña, de una pequeña almazara en El Burgo (Málaga), que es propiedad de mi amiga y compañera de carreras Mariló Luna.

La receta está pensada para cuatro (4) personas y sigue la misma linea que la receta de Salmorejo Cordobés, con la variación en los ingredientes.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Salmorejo de fresas y remolacha

  • 300 gr. de fresas
  • 200 gr. de remolacha cocida (dos piezas pequeñas)
  • 500 gr. de tomates maduros
  • Un (1) diente de ajo pequeño
  • 80 gr. de aceite de oliva virgen extra ecológico Gil-Luna
  • 100 gr. de pan asentado (duro)
  • Una (1) cucharada pequeña de vinagre de jerez
  • Una (1) cucharada de sal

Para la crema de queso azul

  • 100 ml. de nata
  • 40 gr. de queso azul (El Bucarito)
  • Media cucharada pequeña de mantequilla
  • Pimienta negra molida
  • Sal

Elaboración de la receta de Salmorejo de fresas y remolacha

  1. Lava los tomates y las fresas. Córtalos en trozos grandes junto con la remolacha cocida. Yo no le quito la piel a los tomates que pierde color y vitaminas.
  2. Tritura en la batidora o robot de cocina los tomates, las fresas, la remolacha y el diente de ajo. Añade el pan troceado, la sal y el vinagre. Vuelve a poner en marcha la batidora para triturarlo todo muy bien. Tiene que quedar muy fino, sin grumos.
  3. Con la batidora en funcionamiento, ve añadiendo muy poco a poco el aceite de oliva virgen extra. Estará listo cuando veas que haya emulsionado bien y tenga una textura homogénea. Guárdalo tapado en el frigorífico para que esté bien frío al servirlo.
  4. Ahora prepara la crema de queso. Corta o desmenuza el queso azul. Pon un cazo a fuego medio-bajo con la nata, el queso azul, la mantequilla, un poco de sal y pimienta. Ve removiendo de deshaciendo el queso. Yo lo paso por un colador para que la textura sea muy fina. Deja enfriar a temperatura ambiente.
  5. Sirve el salmorejo fresquito, en un cuenco o plato hondo, con unos hilos de crema de queso azul.

¡Acompaña este salmorejo con trozos de fresas y remolacha!

Curiosidades de la receta de Salmorejo de fresas y remolacha

Si ya se terminó la temporada de fresas y quieres hacer este salmorejo puedes emplear fresas o frambuesas congeladas, que las venden en los supermercados. Una buena idea es cambiar las fresas por sandía o cerezas.

Si no tienes robot de cocina y tu batidora no tiene la suficiente fuerza, pica bien todos los ingredientes y ve añadiéndolos uno a uno, es decir: Primero los tomates, los trituras. Después la fresas, las trituras. Y así con el resto de ingredientes.

Para hacer la crema de queso azul puedes poner los ingredientes en un bol y calentarlo 30 segundos en el microondas. Mezcla y vuelve a ponerlo otros 30 segundos. Remueve bien y tendrás hecha la crema en un minuto.

He usado un queso azul de mi tierra, un queso azul gaditano, de la Quesería El Bucarito. Está elaborado con leche cruda de cabra y ostenta el mayor tamaño de este tipo de quesos en España, unos 15 kg.  El queso azul del Bucarito tiene un olor agradable a nata y una textura en boca pastosa, sin llegar a ser empalagosa. El regusto es equilibrado, sin amgargar, deja buen sabor de boca continuo.

A este salmorejo de fresas y remolacha le va muy bien la cebolla frita o la berenjena rebozada, le pone un punto crujiente. También lo puedes acompañar por trocitos de queso azul para aportarle textura al comerlo. A mi me gusta masticar el salmorejo no beberlo 😉

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

De Camino a… El Tragaluz

Restaurante El Tragaluz. La pasada semana visitamos el Restaurante «El Tragaluz», situado en el centro de la localidad gaditana de Rota,  invitados por Paco Guzmán, Cocinero del restaurante, para degustar los platos de la VII Jornadas gastronómicas, que se celebraban en torno a la leche de cabra y con la colaboración de la quesería «El bucarito».

Convocados a la jornada gastronómica asistimos un grupo habitual de blogueros: Pilar Ruiz y su madre Cristina (Aprendiendo a cocinar) acompañadas de Daniel Ruiz, padre y esposo respectivamente. Lola López (La fritada) con Miguel Duarte. Benjamin Colsa (corresponsal de Cosas de Comé). Mª Luisa Ibañez (Biendespachao). Ivan Ricoy (Genuine Andalusia). Yolanda Maya (El Bucarito) y el que suscribe.

(La imagen muestra el cartel de las jornadas, diferentes estancias y detalles del restaurante. El original centro de mesa realizado con un lebrillo y verduras de la huerta roteña, que hace alusión a un típico plato de la localidad, Arranque roteño. Los aperitivos de chips de yuca y platano macho junto con el pan y picos artesanales, ambos elaborados en el  restaurante).

El menú, como he comentado giraba en torno a la leche de cabra y combinando los quesos y productos lácteos de El Bucarito, Paco Guzmán, ya famoso por su trabajo en el restaurante «Santa María» de Barcelona, nos deleitó con los siguientes platos.

El primer plato constaba de bombónes de cuajada láctica con lechuga de mar, sésamo y salsa de emulsión de soja con aceite de oliva. Y queso semicurado de cabra frito con confitura de calabaza con especias. La cuajada láctica, de la cual te hablé en la receta de Ensaldada de brocoli, al tener una textura tan agradable en boca y un sabor muy suave, combina a la perfección con las algas.

Los primeros platos estuvieron maridados con Forlong blanco 2014, un vino ecológico de uva Palomino y Pedro Ximénez, de la bodega de El Puerto de Santa María, con el mismo nombre.

El segundo plato se trataba de una cuajada de cabra con atún marinado al jengibre, tomate, albahaca y salicornia. La frescura del atún junto a la textura y acidez de la cuajada fué todo un expectáculo. Para mi uno de los mejores platos.

 Seguidamente un arenque ahumado con requesón y ensalada de ogonri rojo y tapenade.

El plato fuerte de pescado constaba de un pescado de lonja, en este caso pargo, con queso gouda, panceta curada y ratatouille. El Queso gouda y la panceta curada son dos productos de reciente incorporación a los productos de El Bucarito. Todo un acierto pues el salado de la panceta y el queso gouda le daban el toque justo que necesitaba el pescado para destacar.

Para maridar la carne un vino tinto ecológico Forlong Assemblage 2013, con uvas Merlot, syrah y tintilla de Rota, con 12 meses en barricas de roble francés (90%) y resto en americano, húngaro y español.

El plato principal de carne fué, un lomo de ternera madurado, con un gratén de patata y una crema de queso azul al amontillado. Nada tiene que envidiar el queso azul del Bucarito, primer queso azul Andaluz, a los famosos roquefort o cabrales. Tiene personalidad propia, no tiene porqué parecérseles.

Como colofón a la estupenda cena, nos sirvieron un postre de bizcocho con queso fresco napado con chocolate caliente, naranjas confitadas y sopa de hierbabuena.

Al terminar el servicio, Paco Guzmán se sentó con nosotros a conversar y contarnos sus ideas y vivencias, dando fin a la jornada con una foto de grupo.

El cocinero Paco Guzmán se formó en la Escuela de Hostelería de Barcelona y con el chef Paul Schiff en el Restaurante La Hacienda de Marbella para luego pasar por la Hacienda Benazuza en Sevilla, la incursión andaluza de Ferrá Adriá. Viajó  luego, para completar su formación a Japón y con 23 años se fue al País Vasco con Ramón Roteta, uno de los cocineros mas afamados e influyentes. Luego decidió emprender y montó su Restaurante en Barcelona con el nombre de “Santa María” con el que estuvo durante 17 años siendo toda una referencia en la cocina contemporánea catalana. Luego sumaría también a su oferta Mar, con una oferta también innovadora y desenfadada. Paco entiende la cocina “como una forma de expresión, y lo que es ser cocinero viajando” (vía Cosas de Comé).

El Restaurante «El Tragaluz» se encuentra en pleno centro histórico de Rota, en la calle Veracruz número 6, Rota (Cádiz). Teléfono: 956 84 17 50

Agradecer a Paco Guzmán por acogernos en su casa, a Yolanda Maya por los inumerable detalles que tiene con nosotros y a Pilar Ruiz por convocarnos y estar siempre pendiente para que todo salga tan bien, como de costumbre.

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.