Tajine de pollo y verduras

Tajine (Tajín), no había escuchado nunca este nombre hasta que fui a Marruecos, allí es fácil encontrar esta olla en cualquier zoco o mercado callejero así como en las tiendas repartidas por las angostas y encantadoras calles de los pueblos y ciudades marroquíes. Los restaurantes tienen infinidad de platos preparados con esta olla, de cordero, pollo, verduras y un largo ecétera.

Me llamó la atención su forma alargada y cónica, su presentación y como no la gran variedad de comidas que se podían hacer en esta cazuela, del que toma también su nombre la receta, como en mi tierra “el puchero”, que se refiere tanto al cocido o guiso como al recipiente donde se elabora. Esta es mi versión de la receta clasica magrebí.

Hace ya varios años que viajé a Marruecos y me traje conmigo un tajine, pero no fue hasta hace poco cuando me decidí a probarlo al ver unas recetas en un libro y recordar esos olores y sabores que tan buenos recuerdos me han traído. Aprovecho esta receta para mandar un abrazo muy fuerte y al mismo tiempo agradecer a Vicente el habernos acogido en su casa cómo si fuesemos sus hijos, sin apenas conocernos y otro abrazo a todos y cada uno de los componentes del grupo de amigos que nos juntamos para disfutar de esa estancia maravillosa.

¡Ponte el delantal Habibi!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • Medio (1/2) pollo
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) puerro
  • Dos (2) tomates
  • Un (1) calabacín
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) pimiento choricero (o una cucharadita de su carne envasada)
  • Diez (10) ciruelas pasas
  • Diez (10) dátiles (sin hueso)
  • 250 ml de caldo de pollo
  • Dos (2) cucharas pequeñas de concentrado de tomate
  • Dos (2) cucharas pequeñas de especias «Ras el hanut«
  • Media (1/2) guindilla
  • Media (1/2) cuchara pequeña de jengibre fresco rallado
  • Aceite de oliva virgen exta
  • sal

Elaboración

1.- Lo primero, pon el pimiento choricero en un recipiente con agua así se hidrata para posteriormente extraerle la carne (si no lo tienes envasado). Haz lo mismo con las ciruelas y los dátiles.

2.- Empieza a preparar las verduras. Una vez las tengas bien limpias, córtalas en trozos pequeños. A mi me gusta cortar la cebolla, el puerro y los tomates en trocitos muy pequeños para que se integren con la salsa, el calabacín y la zanahoria en trozos un poco mas grandes que cuando los comas notes todo su sabor y textura.

3.- Pon el tajine al fuego y cubre el fondo con un poquito de aceite de oliva (tres o cuatro cucharadas). Cuando esté caliente echas las verduras y las rehogas a fuego medio con una pizca de sal.

4.- Una vez rehogadas las verduras añade el pollo que lo tendrás limpio de pieles y grasas, cortado a trocitos pequeños. Yo suelo usar trocitos de pollo con sus huesos pues queda más jugoso que la pechuga, pero puedes echarle trocitos de pechuga así tendrás menos problemas al comerlo ya que está limpia de pequeños huesos traicioneros, aunque pienso que la pechuga se queda mas seca.

5.- Cuando el pollo esté dorado, le echamos las especias Ras el hanout, la media guindilla y la media cucharita de jengibre*, integramos bien con las verduras y el pollo.

6.- Saca el pimiento choricero del agua y con una cuchara le extraes la pulpa, con cuidado de no romper la piel para que no queden trozos desagradables. Se lo echas junto con las cucharitas de tomate concentrado al tajine. También echa los dátiles y las ciruelas que al haberlas tenido todo este rato en agua se habrán hidratado y le darán al guiso ese dulzor especial que caracteriza la comida árabe.

7.- Es el momento de que le eches el caldo de pollo y bajes el fuego. Tapa el tajine que se hará lentamente durante unos veinte (20′) minutos, concentrará todos los sabores con el vapor que se forma en la tapa cónica de la cazuela y espesará la salsa. Pruebalo de sal y corrige si fuera necesario.

¡A la mesa!

Curiosidades

Si no tenéis tajine, también la podéis hacer en una olla de barro pues queda similar pero, las verduras se cuecen un poco mas y no quedan tan al dente por el hecho de que no se cocina con el vapor de la tapa cónica, además, se pierde un poco el encanto al cocinarlo y servirlo en la mesa con esta olla tan vistosa. Si estaís interesados en la compra de un Tajine podéis encontrarlo en tiendas de artesanía Marroquí como puede ser «Kabila» en Chiclana y Conil de la Frontera o en grandes almacenes como esa conocida cadena Sueca.

Los que tengais vitrocerámica o placa de inducción, os preguntareís cómo cocinar en cazuela de barro, pues bien, existe un artilugio llamado «difusor« que es como la base de una olla donde se pone la cazuela encima y puedes cocinar con cazuelas, es un adaptador de cacharros y evita el rayado de la placa, podeís encontrarlo en grandes almacenes o en «Bazar Victoria«.

Puede que no encuentres la mezcla de especias Ras el hanout, pero anímate a hacerla tu mismo, es muy fácil. No hay una receta exacta ya que en cada lugar se hace de una forma, su traducción literal es “lo mejor de la tienda” o sea que cada uno pone los ingredientes a gusto. La mezcla más habitual es de cúrcuma, pimienta, comino, pimentón, jengibre, cilantro, cardamomo, clavos, nuez moscada y canela. Dicen que lo mejor es comprar las especias enteras y molerlas cuando las vayas a usar, de este modo no perderá aroma y frescura.

Si no tienes jengibre fresco puedes prescindir de él ya que en las especias Ras el hanout ya lo lleva molido, pero el fresco le da muy buen aroma.

El pimiento choricero lo venden en pequeños tarritos en los supermercados, de modo que puedes usarlo y así ahorrarte el tener que hidratar el pimiento y sacarle la carne, aunque tampoco es tan engorroso, lo dejo a tu gusto.

Para hacer todavía más autentica la receta, puedes acompañarla con cuscús, que es muy sencillo y rápido de hacer. En la publicación anterior explico detalladamente cómo se elabora el Cuscús.

Supongo que, como en mi casa, no siempre gusta a todo el mundo el cuscús,  a veces lo acompañarlo de arroz basmati que es muy aromático u otro tipo de arroz y también le va muy bien a este guiso.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “kabila” ni «Bazar Victoria» este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Cuscús

De nuevo os traigo una elaboración muy básica para acompañar vuestros platos o como base de otros muchos. Lo había hecho alguna vez desde que lo comí en marruecos, sin que me saliese del todo a mi gusto, me salía apelmazado y no tenía esa textura que debe tener, hasta que mi vecino Javi Recetas publicó una receta infalible y facilísima la cual he adaptado a mi forma de hacerla, desde ese momento no hay cuscús que se me resista.

El cuscús ó cous-cous es un plato tradicional en Marruecos y Argelia, está hecho con sémola de trigo y es perfecto como acompañamiento de carnes como pollo y cordero, así como verduras y platos tradicionales árabes. Se ha extendido de tal manera que se ha convertido en el plato magrebí más conocido, adaptándose a la zona donde se cocina.

Es tan fácil y rápida que, para el que se esté iniciando en ese mundo de la cocina es perfecta, también recomendada para vegetarianos, según con que se acompañe, claro. Para prepararlo se utiliza una cacerola que se llama “cuscusera”, donde tradicionalmente se cuece al vapor, pero no es este el caso puesto que no tengo esa cacerola.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 250 gr. de cuscús
  • 250 ml. de agua
  • 50 gr. de mantequilla sin sal
  • Aceite de oliva suave
  • Sal

Elaboración

1.- Coge una fuente o bol y reparte por el fondo el cuscús.

2.-Pon el agua a calentar en un cazo con media cucharadita de sal, un poquito de aceite de oliva y espera a que hierva.

3.- Cuando el agua esté hirviendo, viértela sobre el cuscús de modo que se reparta bien. Déjalo que vaya absorbiendo el líquido unos cinco (5’) minutos.

4.- Pasados los cinco minutos añádele la mantequilla y remueve muy bien con un tenedor para despegar los granos y se queden sueltos.

¡Ya tienes tu cuscús listo para utilizarlo en la receta que quieras!

¿Hás visto lo difícil que es hacer esta receta?

Curiosidades

Las cantidades suelen ser, por cada parte de cuscús la misma de agua o líquido (en caso que se le eche caldo), pero es conveniente mirar en la caja del fabricante los consejos de preparación y seguirlos. Los envases que normalmente hay en nuestros supermercados son de cuscús precocido, por eso es el que se hidrate en tan poco tiempo.

Si en vez de agua, le echas caldo (de pollo, verduras, etc.) le aporta un sabor extra y queda exquisito. Pruébalo, verás cómo cambia la historia.

Puedes comerlo recién hecho, calentito, o hacerlo con antelación y comerlo frío. Se conserva muy bien para poderlo llevar en una fiambrera al trabajo.

Para servirlo puedes meterlo en un molde circular, de estos que vienen con el hueco en medio, de forma que pongas en el medio la guarnición o plato y te quedará muy bien presentado.

Hoy en día, encontramos también un cuscús hecho de arroz, de maiz o de espelta, apto para celíacos, de modo que puedan disfrutar también de este plato las personas intolerantes al gluten. Lo puedes encontrar en tiendas de dietética, ecológicas o específicas.

¡Espero que os guste y le deis buen uso amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Alimentos sin gluten”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tallarines fritos con marisco y verdura

Los tallarines con gambas son una de las especialidades de los restaurantes chinos que proliferan en nuestras ciudades, siendo a la par del arroz tres delicias uno de los platos mas solicitados.

Recuerdo que de jovencito nos reuníamos los amigos para cualquier celebración y la economía no daba para mucho, así que siempre terminabamos en este tipo de restaurantes, ya que por aquí por el sur, las grandes cadenas de hamburguesas y comida rápida se establecieron mas bien tarde. Se me viene a la mente uno de los úlitmos encuentros con ese grupo de amigos con los que pasé la mayoría de mi juventud, donde curiosamente pagamos con euros y pesetas al mismo tiempo, era una época de cambios, pero de eso ya ha llovido bastante y a lo que vamos es a los ricos tallarines, que me despisto…

Esta receta es muy sencilla pues no tiene complicación ninguna en su elaboración. Si bien la presento con gambas, se puede sustituir por pollo, setas, ternera y otros muchos ingredientes donde la base siempre es la misma -como en los «chinos»-, esta es mi versión de tallarines con marisco.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para dos (2) personas

  • 200 gr. de tallarines
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) calabacin
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • 150 gr. de gambas crudas (frescas o congeladas)
  • 100 gr. de mejillones cocidos (sin la concha)
  • Cuatro (4) palitos de cangrejo (surimi)
  • Salsa de soja
  • Aceite de girasol o de oliva muy suave
  • Semillas de sésamo tostado (ajonjolí)

Elaboración

 1.- Comienza lavando muy bien las verduras y trocéalas. La cebolla y el pimiento en juliana (tiras), la zanahoria y el calabacín en bastoncitos, terminando con el puerro en trozos cuadrados.

2.- Pon una olla al fuego con agua para hervir los tallarines. Cuece los tallarines sin sal,  con un par de cucharadas de salsa de soja. Lava bajo el grifo de agua fria, escurrelos y los reservas.

3.- En un wok o sartén profunda echas dos cucharadas de aceite y lo pones a fuego muy fuerte. Cuando esté caliente, baja un poco el fuego, echa la cebolla y el pimiento con una pizca de sal o glutamato unos tres o cuatro (3′ ó 4′) minutos. Reservalo.

4.- Echa otra cucharada de aceite y cuando esté bien caliente añadele la zanahoria con otra pizca de sal o glutamato. La salteas durante cinco (5′) minutos. Reservala.

5.- De nuevo otra cucharada de aceite y saltea el calabacín un par (2′) de minutos. Reservalo. Sólo te falta por saltear el puerro durante un (1′) minuto.

6.- Vuelve a echar en el wok toda la verdura que tenías reservada, la mezclas a fuego fuerte durante un (1′) minuto y la vuelves a reservar.

7.- Pela las gambas si son frescas y saltéalas un minuto con una cucharada de aceite y echa los palitos de cangrejo troceados (si los mejillones son congelados echalos ahora). No hagas demasiado las gambas pues se quedan secas y con el mismo calor con el que salteamos las verduras y los tallarines es suficiente.

8.- Una vez salteadas las gambas las mezclamos con la verdura y los tallarines, echamos un par de cucharadas de salsa de soja, añade los mejillones (si son cocidos, no congelados) y remueve bien a fuego fuerte un par (2′) de minutos. Los presentamos espolvoreando unas semillas de sésmo tostado por encima.

¡Con los palillos a la mesa!

Curiosidades

Cuando reserves las verduras hazlo en un plato o fuente con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Suelo utilizar tallarines al huevo puesto que quedan muy jugosos pero, utiliza cualquier tipo de pasta oriental, ramen, soba, fideos de arroz, etc…

La sal la puedes sustituir por glutamato monosódico que realza todos los sabores, pero no abuses de él. Hay a quien le produce cefaleas o dolores de cabeza, comúnmente llamado «el sindrome del restaurante chino«, aunque realmente no está demostrado. Usalo bajo tu responsabilidad y con cabeza. Es recomendable el usar muy poca cantidad ya que de por sí, la salsa de soja es salada y si nos pasamos nos puede quedar la receta demasiado «sabrosa». También hay que tener en cuenta el tipo de salsa de soja que utilizas, las hay mas o menos saladas, yo suelo utilizar salsa de soja japonesa (kikkoman), es una salsa muy suave y no tan salada como otras marcas chinas.

Las gambas -o langostinos- puedes usarlas frescas y pelarlas o comprarlas ya peladas y congeladas. Con los mejillones puedes hacer lo mismo, comprarlos frescos y cocerlos o comprarlos congelados y así te evitas el tenerlos que cocer si no tienes demasiado tiempo.

Esta receta es muy fácil pero, es entretenida ya que pasas un ratito preparando los ingredientes de modo que curiosidades tiene pocas, lo curioso es comerlo en buena compañía.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Kikkoman”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Musaka

La musaka o musaca es un pastel de berenjenas internacionalmente conocido y de origen árabe pero  realmente lo conocemos por su receta griega o de los países del este. Es parecida a la lasaña por la disposición de los alimentos en capas, pero no lleva pasta, las capas son de berenjena, patatas y carne principalmente.

La primera vez que recuerdo el haber escuchado este nombre y comer este delicioso plato creo hará unos quince años en casa de los padres de la que era mi pareja, unos estupendos cocineros y responsables en parte de «meterme el gusanillo» de la cocina.

Hoy os voy a enseñar cómo preparar una musaka con unos sencillos pasos, es fácil de preparar pero lleva un poco de tiempo el cocinar todos los ingredientes. Suelo prepararla para el fin de semana o cuando vienen amigos a casa. La pongo como plato único ya que, aunque lleva verdura, es muy contundente.

Ponte el delantal y a la cocina!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 600 g. de patatas
  • 250 gr. de carne de ternera picada
  • 250 gr. de carne de cerdo picada
  • Dos (2) berenjenas
  • Una (1) cebolla
  • Tres (3) tomates maduros.
  • Dos (2) dientes de ajos
  • Pimienta molida
  • Canela en rama
  • Azúcar
  • 125 ml. de vino fino
  • Mantequilla
  • 1 l. de Salsa bechamel
  • Queso curado

Elaboración

1.- Pela, lava bien y pica la cebolla en trocitos muy pequeños (brunoise). Haz lo mismo con los ajos. Si tienes un triturador de ajos no estaría de más que le dieses uso, pela los ajos y trituralos, darán todo su sabor y se desharán en el sofrito.

2.- Pon una sartén a fuego medio y echa los ajos picados/ triturados, cuando tomen color, antes de que se doren, añade la cebolla y una pizca de sal para que se vaya ablandando, la dejamos pochar hasta que esté transparente y tierna.

3.- Mientras tanto lava la berenjena y córtala en rodajas. Colócalas en una fuente con un poco de sal por encima para que pierdan agua y quitarle algo de amargor.

4.- Echa la carne a la sartén donde tienes la cebolla, añade un poco de sal, media cucharadita de orégano, un par de vueltas del molinillo de pimienta y un trozo de canela en rama. Remueve bien para deshacer la carne y que se sofría bien.

5.- Lava y escurre las berenjenas, sécalas bien con papel absorbente. Enciende la plancha o pon una sartén al fuego y con una cucharada de aceite de oliva saltea las berenjenas. Las vas reservando sobe un papel de cocina. No tienes que hacerlas demasiado ya que se terminarán de hacer en el horno.

6.- Corta las patatas en rodajas no muy delgadas y las fríes con aceite de oliva a baja temperatura (unos 135º), también las reservas sobre un papel absorbente. Las patatas no deben de quedar doradas, tienen que quedar pochadas y tiernas.

7.- Parte el tomate lavado y rállalo con un rallador, incorporalo a la sartén con la carne, remueve bien y echa una cucharada de azúcar para quitarle la ácidez. Tapa y déjalo sofreír unos veinte (20’) minutos. Lo apagas y lo reservas.

8.- Prepara una bechamel como ya te he enseñado en la anterior receta. Si no te acuerdas, pincha este enlace donde te lo explico detalladamente: “Bechamel”.

9.- Para montar la musaka, engrasa con un poco de mantequilla una fuente para el horno. Cubre el fondo con una capa de patatas, sobre esta pon una capa del sofrito de carne y a continuación una capa con las berenjenas. De nuevo ponemos otra capa del sofrito y la cubrimos con la bechamel.

10.- Rallamos el queso curado sobre la bechamel y un poco de pimienta blanca.

11.- Enciende el horno arriba y abajo a 180º. Mete la fuente con la musaca en el horno unos diez (10’) minutos, ahora pon el horno sólo por arriba para gratinarlo. Cuando esté dorado el queso apagamos el horno y con cuidado de no quemarnos sacamos la fuente del horno.

A la mesa con un buen trozo de pan!!

Curiosidades

Según la recetas originales la carne utilizada para este plato es la de cordero o en todo caso la ternera. Yo utilizo mezcla de ternera y cerdo por ser mas jugosa y menos seca que la ternera. La carne de cordero no gusta a todo el mundo de modo que elige la que más te guste.

Puedes tener la bechamel preparada de antes o hacerla en un santiamén cuando tengas montada la musaka. Recuerda taparla con papel film para que no se forme una costra en la superfície.

Para gratinar la musaka añádele el queso que mas te guste. Un grana padano, un parmesano, un buen queso manchego o un queso Payoyo de la Sierra gaditana. El queso Payoyo es un queso artesanal que se produce en Villaluenga del Rosario, el pueblo más allto de la provincia de Cádiz, en la Sierra de Grazalema, Reserva de la Biosfera. Se elabora con leche de cabra payoya, de ahí su nombre. Tiene premios a nivel regional, nacional y mundial, lo clasifican entre los diez mejores quesos españoles.

Puedes servir la musaca cortandola en porciones con un cortapastas o aro de emplatar, de este modo te quedará muy presentable a la mesa y deslumbrarás a los comensales.

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Quesos Payoyo”, este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Codillo al horno

Hará unos años que al visitar ese gran almacén sueco me quedé allí a comer, y descubrí además de las típicas comidas suecas, había una carne que me llamó la atención, el codillo al horno, yo creía que era un plato típico alemán, y así era.  Por supuesto lo pedí para probarlo y me sorprendió lo tierno y jugoso que estaba, casi sin grasa, así que me propuse el hacerlo en casa.

El codillo asado no tiene mucho misterio, es una carne magra, siempre que le quitemos la piel y grasas que lo rodean. Tiene una elaboración muy sencilla con un resultado y una presentación estupenda. Además es una receta que puedes tenerla preparada con antelación y terminarla en el horno si tienes invitados en casa.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para dos personas

  • Dos (2) codillos de cerdo (sin piel y limpios de grasa)
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Dos (2) ramitas de romero fresco
  • Dos (2) ramitas de tomillo fresco
  • Sal de hielo (mira en curiosidades)
  • Pimienta de colores
  • Tres (3) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un (1) vaso de vino fino (unos 125ml)
  • Dos (2) Patatas hermosas para la guarnición

Elaboración

1.- Pon una olla con agua y las dos hojas de laurel a hervir. Mete dentro los dos codillos que ya los tienes que tener sin piel y limpios de grasa. Normalmente los codillos por esta zona los venden limpios pero si no es así con decírselo a tu carnicero de confianza es suficiente y te ahorras un trabajo.

2.-Deja cocer treinta minutos (30′) a fuego alto. Mientras tanto precalienta el horno a 180º.

3.- Una vez transcurrido el tiempo, escurre los codillos, desecha el agua y las hojas de laurel y pásalos a una fuente ligeramente engrasada con una cucharada de aceite de oliva. Frota los codillos con las ramitas de romero y tomillo, rocía con un par de cucharadas de aceite de oliva, muele un poco de pimienta de colores sobre estos y por último sala los codillos con sal de hielo.

4.- Pasados unos veinte minutos (20′) echa el vaso de vino fino sobre los codillos. Vuelve a cerrar el horno y cada quince minutos riega por encima los codillos con la salsa resultante que hay en la fuente. Mantén el asado en el horno hasta completar una hora y media (1,5h). Si ves que el codillo se queda sin líquido y se está resecando, puedes añadirle un poco de agua.

6.- Al pasar la hora y media, la carne del codillo debe de verse que se despega del hueso y queda muy tierna, además de tener un bonito color dorado. Si es necesario déjalo un poco mas sin perderlo de vista ya que se te puede quedar muy seco o quemarse.

7.- Saca la fuente del horno con cuidado de no quemarte, sirve el codillo en los platos y desecha la salsa que contiene mucha grasa. Acompáñalo con lo que más te guste.

Curiosidades

Como guarnición puedes cortar unas patatas en dados, freírlas pero no dorarlas sino dejarlas tiernas sin terminar de hacer y echarlas en la fuente con el codillo cuando le falte media hora para sacarlo del horno. Las patatas se dorarán y quedarán jugosas con la salsa del codillo.

También puedes acompañarlo con un puré de patatas, una ensalada o alguna pasta cocida, combina bien con la salsa tártara, la mostaza a la antigua o cualquiera que se te antoje.

La sal de hielo o flor de sal es la sal de más alta calidad, son los primeros granos que salen a la superficie cristalizándose, se recoge a mano y no pasa ningún proceso industrial. Es una sal que se produce en mi tierra, Cádiz y todavía no tan conocida como la famosa sal maldon, aunque ya la venden en casi todos los grandes almacenes, yo como las salinas las tengo cerca de casa voy y la compro allí. Si pasas por la provincia de Cádiz en Chiclana tienes las Salinas Bartivas y en San Fernando está la Salina San Vicente entre otras muchas de las que hay en la provincia.

Puedes utilizar la sal de hielo u otra que tengas o te guste, a mi me gusta utilizarla ya que al secarse con el horno se quedan granos adheridos a la carne formando costra, una vez los metes en la boca se deshacen y al ser una sal muy sutil deja muy buen gusto.

La pimienta de colores es una mezcla de pimientas: pimienta negra, pimienta blanca, pimienta rosa, pimienta de Jamaica y pimienta rosa. La suelen vender en molinillos para mezclarlas todas juntas, en grandes almacenes o a granel en el mercado de tu ciudad. No es necesaria pero si le da un aroma y sabor muy buenos. Puedes sustituirla por pimienta negra recién molida.

El romero y el tomillo lo suelo usar fresco ya que en casa lo tengo en macetas pero puedes sustituirlo por romero o tomillo seco, con media cucharada de cada uno será más que suficiente.

Espero que os guste!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Bacalao dorado

Bacalao dorado. El bacalao dorado es de origen portugués, donde es muy popular, pero muy conocido en nuestra tierra, sobre todo en los pueblos fronterizos. También llamada Bacalao a bras en zonas alejadas de la frontera de España. Es de las recetas más famosas de la cocina portuguesa.

Esta receta aunque es de pescado suele gustar hasta a quien no le hace demasiada gracia el pescado o no les gusta el sabor fuerte del pescado. Es muy fácil  y rápido de hacer, os lo aseguro.

Este bacalao no es más que una especie de revuelto al que cada uno le da su toque especial. Tiene un sinfín de elaboraciones y varían los ingredientes según la zona donde se haga pero siempre se mantiene el bacalao, el huevo y las patatas, yo la hago de esta forma.

Ingredientes de la receta de bacalao dorado

  • 250 gr. de bacalao desmigado y desalado
  • Una (1) cebolla pequeña (100 gr. Aproximadamente)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Cuatro (4) patatas medianas
  • Cuatro (4) Huevos
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un (1) manojito de perejil fresco
  • Sal
  • Pimienta negra

Elaboración de la receta de bacalao dorado

1.- Pela las patatas y lávalas bien. Córtalas muy finas tipo patatas paja, puedes ayudarte de una mandolina para hacerlas muy finas si no tienes pericia con el cuchillo. Lávalas de nuevo para quitarle la fécula de modo que no se pegarán demasiado cuando las frías y quedarán sueltecitas. Fríelas y resérvalas con un papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

2.- Corta la cebolla en trocitos muy pequeños. Puedes cortarla también en láminas pero a mí me gusta más cortarla muy pequeñita para que no le quite protagonismo al bacalao.

3.-El bacalao debes tenerlo ya desalado así que sólo tienes que desmigarlo con las manos (mira en «curiosidades»).

4.- En una sartén pon las dos cucharadas de aceite de oliva, ponla a fuego medio. Échale los dos dientes de ajo sin pelar, sólo con un golpe para romperlos un poco. Cuando estén dorados añade la cebolla, que se vaya pochando. Antes de que se empiece a dorar añade el bacalao y lo rehógalo hasta que haya perdido el agua que suelte. En este paso puedes retirar los ajos si no te gusta encontrártelos enteros mas tarde.

5.- Inmediatamente añade las patatas fritas y justo después los huevos. Remueve bien para que cuajen los huevos y retira del fuego. Me gusta retirarlo antes de que cuaje totalmente el huevo ya que se termina de cuajar con el calor residual, así queda muy jugoso, pero si te gusta el huevo mas cuajado sólo tienes que retirarlo del fuego cuando te guste.

6.- Pruébalo de sal y añádele si le hace falta. En esta receta tienes que tener cuidado con la sal ya que el bacalao de por si es salado de modo que aconsejo probarlo al final y si le hace falta rectifícalo.

7.- Muele un poco de pimienta negra por encima y rocía con perejil picado.

A la mesa calentito!

Curiosidades de la receta de bacalao dorado

Uno de los puntos importantes de esta receta es que las patatas sean “paja” o sea muy finas, como digo en el punto uno puedes cortarlas con una mandolina, que no es más que una maquinita que nos facilita la labor de cortar verduras entre otras cosas, o cortarlas con el cuchillo, primero a rodajas muy finas y después esas rodajas en bastones muy finitos. Al freírlas se dorarán y quedarán crujientes. La mandolina la puedes encontrar en grandes almacenes o en tiendas especializadas en utensilios de cocina como puede ser «Bazar Victoria» en Sevilla donde también tienen compra on line.

El bacalao es necesario desalarlo, para ello debes meterlo en agua al menos 12 horas antes de elaborar la receta e ir cambiándole el agua cada cuatro u seis horas. Si no tienes tiempo o simplemente no te apetece desalarlo puedes comprar unos envases de bacalao desalado en tu supermercado habitual, suele ser más barato que comprar un lomo y muy apañado si vas con prisas.

Hay quien antes de echar el huevo lo bate, a mi me gusta echarlo entero y romperlo al mezclarlo con las patatas y el bacalao. Ten la precaución de cascar el huevo fuera del recipiente donde lo cocinas para que no caigan trozos de la cascara en la que se encuentran los gérmenes de la salmonelosis. Te aconsejo que casques el huevo sobre la encimera de la cocina o la tabla de cortar, lo pongas en un cuenco y después lo eches sobre la sartén.

¡Buen provecho!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con «Bazar Victoria», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.