Tagarninas esparragás con huevo

Tagarninas Esparragás o Tagarninas Esparragadas, también se les llama Tagarninas en Ajopollo con huevo. Este es un guiso tradicional Gaditano, mas concretamente de Chiclana, ciudad en la que vivo, y donde se suele ir al campo a coger tanto los espárragos como las tagarninas que se encuentran en las lindes de los caminos, riachuelos y por el monte bajo en invierno.

Hacía mucho tiempo que no comía las tagarninas, aún sabiendo el sabor y la textura tan buena que tienen, pero de estas veces que vas a la plaza (mercado) y las ves ya límpias, peladas y hasta cortadas, no pude resistirme, se vinieron conmigo. Ahora la cuestión es que hacía con ellas si un potaje o un guisote… pues hice los dos, una berza de tagarninas (que ya os publicaré) y unas Tagarninas Esparragás.

La Receta de Tagarninas Esparragás es muy fácil de hacer, es cocina tradicional gaditana, de aprovechamiento, de gente del campo pero rica, rica, no hay que perder las tradiciones y con ello las recetas tradicionales de nuestra tierra, porque son nuestra historia. Esta receta para los días fríos de invierno viene estupenda.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de tagarninas esparragás

  • 500 gr. de tagarninas
  • Dos (2) rebanadas de pan del día anterior (si es de campo mejor)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Pimiento molido (pimentón dulce)
  • Dos huevos
  • Un (1) vaso de vino blanco (fino)
  • Unas gotas de vinagre de Jerez
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de tagarninas esparragás

  1. Limpiamos muy bien las tagarninas, cuidado que suelen tener tierra aunque nos las vendan limpias y cortadas. Si no te las venden limpias has de tener cuidado porque pinchan, utiliza unos guantes para pelarlas
  2. Pon un cazo con agua al fuego y algo de sal, cuando empiece a hervir, cuece las tagarninas para ablandarlas, pero no mucho pues se terminarán de hacer después, las escurres y las reservas.
  3. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva refríe las rebanadas de pan y los dientes de ajo, cuando estén dorados aparta la sartén del fuego y añade una cucharada de pimentón dulce.
  4. Maja en el mortero las rebanadas de pan, los ajos, una pizca de sal, unas gotas de vinagre de Jerez y el aceite con pimentón resultante de freír el pan y los ajos. También puedes pasarlo por la batidora pero en el mortero queda más autentico.
  5. En la misma sartén saltea un poco las tagarninas con una cucharada de aceite de oliva, seguidamente añade el majado y un vaso de vino blanco, lo dejas reducir hasta que evapore el alcohol. Corrige de sal si fuese necesario.
  6. Casca los dos huevos en un bol y cuájalos a tu gusto. Aparta del fuego y sírvelo caliente.

¡A la mesa!

Curiosidades de la receta de tagarninas esparragás

Si no encuentras tagarninas o no te gustan también puedes hacer el guiso con espárragos trigueros o ajetes frescos.

Si te gusta mas suave no le eches vinagre y en vez de vino añade un vaso de agua, pero corrige de sal.

Hay quien en vez de cocer los huevos, los bate y los añade como si fuese un revuelto, es cuestión de gustos, igual de bueno está.

Si le echas un poco de comino, le da un sabor y aroma especial, además de ayudarnos en nuestro sistema digestivo ;).

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Carrillada iberica en salsa de vino tinto

carrillera de cerdo ibericoCarrillada Ibérica en salsa de vino tinto es la receta que os enseño hoy, sigo con las Recetas Navideñas, eso no quiere decir que esta receta venga bien en cualquier momento del año sin tener que ser una fecha señalada. La carrillada o carrillera es una carne un tanto especial, se que a todo el mundo no le gusta por tener una textura algo gelatinosa, pero a quien le gusta, le apasiona. La carrillera es en la carne lo que en el pescado la cococha (kokotxa), una carne considerada casquería pero cada vez va teniendo más adeptos (por desgracia para los precios) y se encuentran fácilmente.

Esta no es una carne excesivamente cara, la ibérica un poco más pero merece la pena para unos días señalados como la Navidad. Es un guiso que debería hacerse lentamente, pero claro no siempre disponemos del tiempo que queremos y tenemos que echar mano de la olla exprés, pero si tenéis la posibilidad de hacerlo a fuego lento, no os defraudará. Si optáis por hacerlo en olla rápida, dejar reducir bien la salsa al final de la cocción.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

  • Un (1) kg. de carrillada ibérica
  • Una (1) cebolla
  • Dos (2) puerros
  • Dos (2) zanahorias
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) ramita de romero
  • Un par (2) de ramitas de tomillo
  • Una (1) hoja de laurel
  • Un (1) clavo de olor
  • Una botella de vino tinto (3/4 L) de calidad
  • 100 ml. de caldo de pollo
  • Dos o tres cucharadas de harina
  • Una (1) cucharada de azúcar
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

  1. Limpia bien de grasas las carrilladas, si no lo ha hecho por tí el carnicero, salpimenta bien por ambos lados y enharina ligeramente.
  2. Pela y corta a trocitos pequeños la cebolla, los puerros y las zanahorias. Resérvalos.
  3. Pon una olla o cacerola al fuego, cuando caliente la olla cubre el fondo con aceite de oliva pero no te pases o te quedará un guiso con mucha grasa.
  4. Fríe las carrilladas a fuego medio para que no se quemen y cuando las tengas con bien doraditas las reservas.
  5. En la misma cacerola echa un poco mas de aceite si hace falta y pocha las verduras hasta que estén blanditas, unos seis o siete (6 ó 7′) minutos. Los ajos los pongo enteros con su piel, dándoles un pequeño golpe con la hoja del cuchillo.
  6. En una cacerola aparte pon al fuego fuerte el vino con las ramitas de romero y tomillo. Añade también la cucharada de azúcar para contrarrestar la acidez del vino. Déjalo reducir.
  7. Cuando estén bien estofadas las verduras añade de nuevo las carrilladas con el líquido que han soltado, echa también el vino que tienes en la otra cacerola y el caldo de pollo y déjalo cocinar aproximadamente una hora y media (1,5 h.) a fuego medio, vigilándolo de vez en cuando para que no se pegue, no le falte líquido y la carne no se desmenuce por estar demasiado blanda. Corrige de sal si hiciese falta.
  8. Pasado ese tiempo, retiramos las carrilladas y si hace falta reducimos un poco más la salsa.
A la mesa, prepara pan!!
 

Curiosidades

Un truco para enharinar bien la carne y no poner todo perdido es echar las dos o tres cucharadas de harina en una bolsa de plástico, metes dentro los trozos de carne y cierras bien. Mueve enérgicamente, saca la carne sacudiendo el exceso que pueda tener de harina y la tienes lista para dorar. La bolsa y la harina la puedes deshechar sin haber manchado ningún cacharro. Ten la precaución que la bolsa no tenga fisuras o estarás perdid@.

Si no tienes caldo de pollo puedes ponerle un poco de agua y media pastilla de caldo de pollo, a mi no me suele gustar pero sé que en la cocina tradicional y nuestras madres siempre lo hacen así, de modo que tú eliges.

Cuanto mas doradas esté la carne, más oscura te saldrá la salsa, y el sabor será mas intenso al reducirla.

La salsa la podemos dejar tal cual, colarla o triturarla, como te guste mas, pero ten en cuenta que si la trituras perderás el brillo del guiso.

El vino tinto que uses que sea de calidad, siempre digo que un vino que no me bebería no lo uso para cocinar, a razón de como sea el vino así te saldrá el guiso, eso no quiere decir que con un tinto barato no salga el guiso, que también sale pero si los ingredientes son de calidad y la carrillada es ibérica no escatimes en un mal vino para una buena carne.

También puedes usas un vino blanco si te gusta mas o lo tienes a mano, o si simplemente no te gusta el sabor intenso que deja el vino tinto.

Para acompañar esta carne puedes hacer una crema o puré de patatas ligero, muy cremoso aligerandolo con caldo de pollo en vez de con leche, como si fuese una velouté o con unas patatas duquesa de mi amigo Javi Recetas, un arroz blanco también le va bien, hasta un poco de pasta combinaría pero con una buena ensalada de entrante a esta carne no le falta de nada.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Muslos de pollo rellenos en salsa de cava

Los muslos o contramuslos de pollo rellenos son una delicia al estar mas tiernos y jugosos que la típica pechuga, por eso el elegir esta pieza del pollo, que además de barata, está exquisita. El relleno es un poco al gusto pero las frutas desecadas y los frutos secos combinan estupendamente con el pollo y con la salsa de cava, aunque también le iria muy bien una salsa al Pedro Xímenez o al oloroso.

Esta Receta Navideña, es como dije en mi propuesta de intenciones barata, fácil y resultona. Los ingredientes son fáciles de encontrar y la unica «pega» por llamarlo así es atar bien el pollo para que no se nos salga el relleno pero con un poco de maña y paciencia seguro que os sale de maravilla.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes

  • Ocho muslos o contramuslos de pollo deshuesados
  • ciruelas pasas
  • pasas
  • almendras
  • Una (1) trufa negra en conserva
  • Una (1) copa de vino oloroso
  • 200 gr. de bacon ahumado
  • Una (1) manzana
  • 300 ml. de nata
  • Una (1) botella pequeña de cava  (benjamín)
  • Una cucharada de mantequilla
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta
  • Sal
  • Hilo de cocina, para atar los muslos.

Elaboración

1. Lo primero que tienes que hacer es deshuesar los muslos, yo en este caso utilicé contramuslos que suelen ser mas grandes y jugosos. Salpimentalos al gusto y reserva un par de ellos.
2. Pica en trocitos muy pequeños dos de los seis muslos, haz lo mismo con las ciruelas y las almendras trocealas con las manos. Mezcla todo esto en un bol con las pasas, una cucharada de vino oloroso y la trufa rallada.
3. Rellena los muslos con cantidad suficiente, pero que no sobresalga. Enrolla los muslos y con hilo de cocina atalo firmemente para que el relleno no se salga. Coloca los muslos rellenos en una fuente y riegalos con el reso del vino oloroso. Déjalo macerar al menos una (1 h.) hora.

4. Pon una cazuela al fuego con la cucharada de mantequilla y un poco de aceite de oliva. Corta el bacon en trocitos pequeños y saltealos en la cazuela. Añade los muslos de pollo rellenos y dóralos. Ve pelando y cortando en trocitos pequeños la manzana.
5. Cuando estén bien dorados los muslos añade la manzana y rehoga bien.
6. Es el momento de echar el cava y la nata, dejalo reducir y cocinar durante treinta (30′) minutos y pasado ese tiempo rectifica de sal y pimienta.

7.Retira los muslos de pollo de la cazuela y déjalos enfriar para poder cortarlos sin que se nos deboronen. Si la salsa te ha quedado muy líquida puedes seguir reduciendola, sino retirala del fuego.
8. Cuando estén frios los muslos de pollo rellenos, córtalos en rodajas con un cuchillo bien afilado y ya puedes servirlos con la salsa.

¡Qué aproveche!

Curiosidades

Puedes pedirle a tu carnicero que lo haga por tí o comprarlos deshuesados en pollerías y grandes supermercados. No es complicado deshuesarlos pero ahorras mucho tiempo si te los dan limpios.

Si tienes picadora o thermomix puedes triturar la mezcla ayudandote de esta y te quedará una mezcla mas homogénea. Aunque si te gusta encontrarte trocitos picalos tu mism@ con el cuchillo bien afilado.

Si la salsa te parece demasiado ácida por acción del cava, puedes añadir algo de azúcar para suavizarla.

El vino oloroso le da un punto muy bueno pero si no tienes puedes cambiarlo por un oporto, un Pedro Xímenez u otro vino blanco añejo que tengas a mano.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Potaje de habichuelas con chorizo y morcilla

Las habichuelas o alubias según la región se llaman de una forma u otra, en casa siempre se le llamó potaje de habichuelas y todo el mundo sabía lo que había.

Este es un potaje tradicional Gaditano de los que se hace en cualquier casa, eso sí, cada uno tiene su forma de hacerlo aunque sean todos muy parecidos. Llegaron las tan esperadas lluvias y con los fríos ya va entrando ganas de meterse un potaje al llegar de trabajar que además de calentarte el cuerpo, es baratito y puedes hacer para más de una vez, con el consiguiente ahorro energético.

Para hacer esta receta no hay que ser un lumbrera, sólo tiene un sofrito y una cocción posterior de las habichuelas, que si son de buena calidad tienes el éxito asegurado y un reposo, porque al día siguiente están todavía mejor. Con estas cantidades salen cuatro raciones bien despachadas, si sois sólo dos, como es mi caso puedes congelar perfectamente las otras dos para otra ocasión, ó comértelas con un poco de arroz cocido al día siguiente como nos hacía mi madre.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) raciones.

  • 400 gr. de habichuelas o alubias blancas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento rojo
  • Dos (2) tomates maduros
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Dos (2) chorizos de ronda
  • Un (1) trozo de morcilla
  • Una pizca de comino
  • Unos granos de cilantro
  • Un par de vueltas del molinillo de pimienta negra
  • Una (1) hoja de laurel
  • 125 ml. de vino fino o blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- El día anterior al que vayas hacer las habichuelas, las ponlas en agua a remojar.

2.- Pela y pica la cebolla. Yo la suelo laminar, no hace falta que sean trozos pequeños. Trocea también el pimiento y el ajo. Ralla el tomate y resérvalo.

3.- Pon una olla a fuego medio, cubre el fondo con aceite de oliva, unas tres cucharadas. Echa la cebolla y una pizca de sal para que se poche. Añade el ajo y el pimiento. Deja que se ablande bien y a continuación añade el tomate rallado, un par de vueltas del molinillo de pimienta negra, una pizca de comino, unos granos de cilantro y la hoja de laurel.

4.- Cuando esté todo bien sofrito, añade una cucharada pequeña de pimentón ahumado, y antes de que se queme echa el vino, déjalo reducir unos minutos.

5.- Tritura el sofrito con la batidora o un pasapurés, ten la precaución de retirar la hoja de laurel, que añadirás de nuevo una vez esté triturado. Si hace falta añade un poco de agua para triturarlo mejor.

6.- Vuelve a poner el sofrito ya triturado en la olla, echa las habichuelas escurridas y cúbrelas con agua hasta dos veces mas de su volumen. Lava bien el chorizo y la morcilla e incorpóralos en la olla.

7.- Pon el fuego fuerte y cuando empiece a hervir, lo bajas a temperatura media y dejas cocer aproximadamente una hora medio tapado y removiendo de vez en cuando, vigilando que no se queden sin caldo.

8.- Retíra la olla del fuego y ya tienes listo el potaje para servirlo, aunque si lo dejas reposar estará mas bueno si cabe.

¡Prepara pan, se avecina una buena siesta!

Curiosidades

La materia principal de esta receta son las habichuelas, busca unas de buena calidad y tendrás el éxito asegurado, pues si no son buenas puede que se deshagan, que queden duras o suelten pellejos desagradables.

Sobre el tiempo de cocción es aproximado ya que no todas las aguas, alubias y fuegos son los mismos, debes prestar atención para que no se te queme, se te quede sin líquidos o te queden duras. También puedes utilizar una olla exprés o rápida, reducirás el tiempo de cocción a quince o veinte minutos, si eres de los que no tienen tiempo, esta es tu opción.

Si no tienes tomates maduros o te da pereza rallarlos puedes utilizar un tomate frito envasado de buena calidad como «Hida» o «Gutarra», el guiso no mermará su calidad y te hará más fácil si cabe la receta puesto que no tienes que prever tener tantas cosas, simplemente echar un vistazo a la despensa.

Suelo hacerlo con chorizo de Ronda o rosario, pero un buen jabuguito u otro de la zona donde residas es igualmente apto. La morcilla es mas personal, si no te gusta se la quitas y listo, el potaje saldrá sólo un poco menos calórico.

Hay quien le echa un hueso de jamón como mi madre, que si no tiene hueso, al estar tan acostumbrados a ese sabor, no les gusta tanto el potaje. Y los hay que le echan un trozo de panceta o tocino, es cuestión de gustos.

 Para que esta receta sea 100% sin gluten y por lo tanto apta para celíacos, sólo tienes que asegurarte de que el chorizo y la morcilla no contengan gluten.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Hida” o «Gutarra», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Albondigas en salsa

Albóndigas en salsa, un plato tradicional en nuestras casas que proviene de los árabes, ellos fueron los que nos enseñaron a prepararlas. Hay infinidad de recetas repartidas por todo el mundo, cada casa y cada cultura tiene la suya y esta es la receta de albóndigas de mi madre.

Es una receta muy simple pero no por ello hay que dejarla pasar, puesto que es una de las elaboraciones que se pasan por alto, pero no todo el mundo sabe hacerlas o hacerlas de esta forma. Al ser la receta de mi madre no voy hacer ninguna modificación relevante, la presento tal cual las hace ella.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de albóndigas en salsa (cuatro (4) personas)

Para las albóndigas:

  • 500 gr. de carne picada. Mitad de cerdo, mitad de ternera.
  • Un (1) diente de ajo
  • Media (1/2) cebolla
  • Dos (2) cucharadas de perejil picado
  • Una (1) rebanada de pan
  • Medio vaso de leche
  • Dos (2) huevos
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva virgen extra (30ml)
  • Pan rallado
  • Pimienta
  • Sal

Para la salsa de albóndigas:

  • Una (1) cebolla
  • Dos (2) rebanadas de pan
  • Una pastilla de caldo («Hacendado»)
  • Medio vaso de vino blanco
  • Dos (2) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • agua
  • pimienta
  • sal

Elaboración de la receta de albóndigas en salsa

1.- Empieza por preparar la carne. Mezcla la ternera con el cerdo. Pica muy finita la media cebolla, el ajo y el perejil. Échaselo a la carne junto con media cucharada pequeña de sal y una vuelta del molinillo de pimienta.

2.- Pon en un recipiente el medio vaso de leche, coloca la rebanada de pan para que se vaya empapando. Casca dos huevos en un cuenco o bol para que no nos caigan cáscaras y èchaselo a la carne. Cuando el pan esté bien mojado, lo escurres bien y también se lo añades a la carne con una cucharada de aceite de oliva. Desecha la leche. Mezcla muy bien todo y déjalo reposar.

3.- Mientras reposa la carne ve pelando y cortando una cebolla en juliana. Pon una sartén a fuego medio con dos cucharadas de aceite de oliva. Pocha la cebolla con la hoja de laurel a la vez que se van tostando las dos rebanadas de pan en la misma sartén. Salpimenta levemente la cebolla.

4.- Cuando esté la cebolla pochada y el pan tostado, lo echas en el vaso de la batidora con el medio vaso de vino blanco y la pastilla de caldo (mi madre utiliza «knorr» pero yo le he puesto hacendado que no tiene gluten). Es conveniente no pasarte con el vino ya que te quedaría un sabor muy fuerte. En este caso como no tenía vino blanco o fino le he puesto un oloroso de modo que sólo he echado dos cucharadas (60 ml) para que no esté tan fuerte. Bate bien con un poco de agua y reserva. No tritures la hoja de laurel, resérvala para más tarde.

5.- Echa un par de cucharadas de pan rallado a la carne y remueve bien. En un recipiente aparte echa un poco de pan rallado. Ve cogiendo con una cuchara porciones de carne para hacer bolitas, pásalas por el pan rallado y resérvalas. Intenta que las bolitas sean de tamaño similar.

6.- Cuando tengas todas las bolitas hechas -con esta cantidad de carne suelen salir unas dieciocho o veinte albóndigas- fríelas en abundante aceite de oliva bien caliente. No hace falta que las hagas demasiado o se quedarán secas, mas tarde se terminarán de hacer en el guiso.

7.- En una cazuela ancha y baja echa el puré y la hoja de laurel que tienes reservado en el vaso de la batidora, pon las albóndigas y añade agua hasta dejarlas casi cubiertas. Remueve bien para que se integre la salsa y cuece a fuego medio unos diez (10′) minutos. Ya estarán listas para emplatar.

¡A la mesa!

Curiosidades de la receta de albóndigas en salsa

La carne que utilizo es mitad de cerdo, mitad de ternera. Tú puedes utilizar la que más te guste, de pollo también salen muy buenas.Hay carnicerías donde además de picarte la carne, también lo hacen junto a la cebolla, el ajo y el perejil, para que no tengas que hacerlo tu. No es mi caso pero en la carnicería de mi madre lo hacen. Pregúntaselo a tu carnicero de confianza y ahorrarás tiempo.

Si dejas reposar la carne con el aliño unas horas, cogerá todo el aroma y sabor, estarán exquisitas.

Cuando tengas el sofrito y las albóndigas en la cazuela puedes echarle unos guisantes, unas zanahorias, unas alcachofas o cualquier verdura que tengas a mano y tendrás unas albóndigas a la jardinera o con verduras. Si trituras las verduras junto con el sofrito te quedará una salsa consistente y muy nutritiva, ideal para los más pequeños de la casa.

Para acompañar las albóndigas qué mejor que unas patatas fritas, un puré de patatas, un arroz cocido o sólo un buen trozo de pan para mojar la salsa.

Para que esta receta sea 100% sin gluten y por lo tanto apta para celíacos tienes que utilizar pan de trigo o sin gluten, el pan rallado también tendrá que ser de ese tipo. Las pastillas de caldo que utilizo son Hacendado, del Mercadona que son 100% sin gluten.

¡Espero que os guste amig@s!

 Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Pollo a la naranja con salsa de soja

Pollo a la naranja con salsa de soja. El pollo es barato, rico y muy versátil, le viene bien casi cualquier elaboración y se le puede acompañar de casi cualquier cosa.  En casa siempre está presente de una forma u otra, esta que os traigo hoy es una forma divertida de comer el pollo en salsa con sus toques dulces y salados.

Esta receta la encontré por internet no recuerdo donde, hace muchos años buscando algo diferente, como es habitual en mi, esta no se parece a la original más que en el pollo, la naranja y la soja, lo demás lo he ido adaptando a mi gusto y a mi forma de cocinarlo. Es muy fácil de preparar, no lleva mucho tiempo el hacerla y queda muy exótica la presentación si le pones un poco de imaginación.

Si quieres que tu receta sea 100% apta para celíacos tienes que hacerle unas pequeñas modificaciones, lee en curiosidades donde te lo explico detalladamente.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de pollo a la naranja para dos (2) personas

  • Medio (1/2) pollo troceado
  • Una (1) cebolla pequeña
  • Un (1) puerro
  • Dos (2) zanahorias
  • Una (1) cucharada pequeña de Bovril
  • Dos (2) cucharadas pequeñas de salsa de soja
  • El zumo de una naranja
  • 125 ml. de caldo de pollo casero
  • Un (1) diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta de colores
  • Sal

Elaboración del pollo a la naranja

1.- Limpia bien el pollo troceado y salpiméntalo. Le suelo dejar la piel pero le intento quitar toda la grasa que puedo, de forma que se cocine con piel que deja mucho sabor pero se la retiro al comerlo. Si quieres puedes optar por quitarle toda la piel al principio y harás la receta todavía mas ligera.

2.- Pon una cazuela con tres cucharadas de aceite de oliva, cuando esté caliente ve dorando el pollo. Dóralo en varias tandas de forma que no baje la temperatura de la cazuela y en vez de dorarse lo que hace es cocerse. Resérvalo.

3.- En la misma cazuela, echa otras dos cucharadas de aceite, mientras se va calentando a temperatura media-baja, pela, lava y trocea la cebolla y el puerro en trocitos muy pequeños (brunoise). Haz lo mismo con el diente de ajo.

4.- Echa el ajo a la cazuela, cuando tome color echa la cebolla y el puerro, déjalo pochar hasta que esté transparente la cebolla. En el fondo de la cazuela puede que hayan quedado restos de haber frito el pollo, cuando eches la cebolla, échale una pizca de sal para que vaya sudando y suelte agua, de este modo y rascando un poco con la pala de madera en el fondo de la cazuela, se irán soltando esos restos que le dan al guiso un concentrado de sabor exquisito. Si ves que no tiene líquido la cazuela y se puede pegar la cebolla, echa una cucharada de agua, verás cómo se suelta con solo pasar por encima la cuchara de madera.

5.- Cuando esté todo pochado echa el caldo de pollo, déjalo unos cinco (5′) minutos y a continuación echa el pollo que tenías reservado, la cucharada pequeña de Bovril y el zumo de la naranja. Déjalo cocer unos quince (15′) minutos.

6.- Pasado ese tiempo echa las dos cucharadas de salsa de soja, intégralo bien con la salsa y ya tienes  el pollo listo.

¡A la mesa!

Curiosidades del pollo a la naranja

Puedes acompañarlo con casi cualquier cosa, yo lo acompaño con un arroz basmati que es muy aromático y combina muy bien con esta elaboración. Si no tienes basmati, puedes usar el que tengas por casa.

El guiso apenas lleva sal, sólo la que le echamos al pollo cuando salpimentarlo al principio y la pizca que le echamos a la cebolla para que sude, ya que la salsa de soja es salada y no es conveniente echarle mucha sal por si nos queda salado el guiso.

Como ya he dicho en otras recetas, y por si no lo has leido, la pimienta de colores es una mezcla de pimientas: pimienta negra, pimienta blanca, pimienta rosa, pimienta de Jamaica y pimienta rosa. La suelen vender en molinillos para mezclarlas todas juntas, en grandes almacenes o a granel en el mercado de tu ciudad. No es necesaria pero si le da un aroma y sabor muy buenos. Puedes sustituirla por pimienta negra recién molida.

Si no tienes caldo de pollo o no tienes tiempo de hacerlo, puedes comprar uno de esos envases de caldo de pollo que son muy apañados, me gustan mas que la típica pastilla de caldo de pollo la cual tambien la puedes utilizar si no tienes ninguna de las otras dos cosas (el del mercadona no contiene gluten).

Si quieres que esta receta sea apta para celíacos, no le pongas Bovril, que el caldo de pollo sea casero y sustituye la salsa de soja por «Tamari«, que es la única salsa de soja apata para celíacos, pero no es lo mismo ya que únicamante lleva soja, agua y sal, mientras que la que la salsa de soja está hecha con soja, agua, sal y trigo. De esta forma tendrás una receta 100% sin gluten. (Información obtenida del blog «Caminar sin gluten» y «En buenas manos«). El tamari lo puedes encontrar en herbolarios y en algunos supermercados.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Menudo de choco

Con el Menudo de choco abro el casillero de los guisos y cuchareo, a la par de las recetas gaditanas, pues ya entramos en otoño, vamos dejando el verano atrás y vienen los primeros fríos, y con estos llegan las ganas de meterse en el cuerpo algún guiso calentito. Como amante de mi tierra y por supuesto su gastronomía, voy hacer un huequecito en este blog donde pondré las recetas típicas gaditanas.

El menudo, un guiso puramente gaditano, si bien no es este el original ya que el menudo es ni más ni menos que “callos con garbanzos”. Es una de las recetas más apreciadas de la gastronomía gaditana sin embargo no a todo el mundo le gustan los callos, así que esta es la versión para que todos puedan disfrutar de este majestuoso plato. En el caso que os guste la versión original, mi amigo Javi Recetas tiene la estupenda receta de “Menudo gaditano”, muy fácil de hacer y pulcramente detallada como nos tiene acostumbrados.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para cuatro (4) personas

  • 500 gr. de choco (sepia o jibia)
  • 250 gr. de garbanzos
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Un (1) tomate
  • Un (1) pimiento choricero (o ñora)
  • Cuatro (4) dientes de ajo
  • 100 gr. de bacon
  • 100 gr. de chorizo
  • 60 gr. de morcilla (opcional)
  • Dos rebanadas de pan
  • Una hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (cayena)
  • Dos (2) clavos de olor
  • Dos (2) ramitas de hierbabuena
  • Una (1) cucharada pequeña de comino
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de semillas de cilantro
  • Media (1/2) cucharada pequeña de pimienta negra
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración

1.- En la víspera del día en que vayas hacer el guiso, pon los garbanzos en agua, o compra los garbanzos remojados. Necesitarán al menos doce (12 h.) horas de remojo.

2.- Pon una olla al fuego con un litro y medio (1’5 L.) de agua y espera que hierva.

3.- Cuando esté hirviendo le echa los garbanzos remojados, que se echan en este momento para que no se encallen, es decir que no se pongan duros.

4.- Pela la cebolla y clávale un par de clavos. A esto se le llama cebolla claveteada y sirve para no perder de vista los clavos y retirarlos mas tarde. Limpia el pimiento y quítale el pedúnculo. Haz lo mismo con el tomate y además, dale unos pinchazos con el cuchillo para que no flote en el guiso.

5.- Echa la cebolla, el tomate, el pimiento, la hoja de laurel y el pimiento choricero sin el rabo y las semillas en el guiso. Desespuma el caldo de vez en cuando para limpiarlo de impurezas.

6.- Corta el bacon a trocitos, dóralo en una sartén sin aceite y con la guindilla. Échalo a la olla sin la grasa que ha soltado.

7.- Limpia muy bien el choco, quítale los cartílagos y córtalo a trocitos pequeños. En la misma sartén y con la misma grasa que ha soltado el bacon, saltéalo con un poco de sal durante un par de minutos. Échalo en la olla.

8.- Si tienes tiempo deja cocer hasta que se pongan blandos los garbanzos, sobre una hora y media (1’5 h.), si no es así cierra la olla exprés unos treinta (30′) minutos.

9.- Ve preparando las especias para el menudo. Echa en el mortero un poco de sal, el comino, el cilantro, la pimienta, el pimentón dulce y lo mueles todo muy bien.

10.- Pasado el tiempo de cocción, abre la olla y pon en el vaso de la batidora el tomate, el pimiento, el pimiento choricero y la cebolla a la que le habremos quitado los clavosy lo reservas.

11.- En la sartén con un poco de aceite de oliva, tuesta los dientes de ajo y las rebanadas de pan. Las echas en el vaso junto con las verduras. Echa ahora la morcilla, no es necesario pero a mí me gusta con ella.

12.- Tritura todo muy bien con un poco de caldo de la olla y las especias que teníamos ya preparadas y molidas. Lo echas en la olla y mueves bien pero con cuidado de no romper los garbanzos. Pruébalo de sal y corrige si es necesario ya que casi no le hemos echado sal en todo el proceso.

13.- Pela el chorizo y córtalo a trocitos pequeños, saltéalo en la sartén un poco y lo echas en la olla sin la grasa que ha soltado. Echa también las ramitas de hierbabuena. Dejalo cocer unos diez minutos mas y retira del fuego.

¡Prepárate para darte un atracón!

Curiosidades

El Choco, también llamado Sepia o Jibia, es un molusco cefalópodo que suele habitar los fondos arenosos, son abundantes en nuestras costas.  Es uno de los ingredientes de la cocina popular gaditana donde tiene una gran variedad de recetas, fritos, a la plancha, guisados, al horno. Si no lo encuentras en tu pescadería habitual o en el supermercado en la zona de congelados, puedes utilizar «pota» pero claro, aunque te puede solucionar el guiso, ya no es lo mismo.

Las especias para menudo las puedes comprar ya hechas, aquí en Cádiz es fácil encontrarlas en el mercado pero si no la encuentras sólo tienes que reunir las especias que te indico y molerlas, si tienes dudas mi amigo Javi Recetas tiene una fórmula de cómo hacerlas: Especias para menudo.

Los garbanzos tienes que ponerlos en remojo la noche anterior. También puedes comprarlos ya remojados y así hacer la receta sin tener que preverla. No recomiendo que uses garbanzos en conserva pues ya vienen cocidos y se triturarían, a no ser que los eches al final de toda la cocción.

Suelo usar un chorizo tipo «jabuguito», pero puedes utilizar cualquiera que sea fresco y no tenga pique, un chorizo del tipo de Ronda o un sarta, pero no hay nada como un buen chorizo casero, si tienes ocasión búscalo en el mercado de tu ciudad, merece la pena.

Si te queda el guiso muy caldoso, puedes hacer varias cosas: Echarle una patata y triturarla cuando esté tierna o triturar unos cuantos garbanzos con un poco de caldo y así engordará la salsa. Hay quien le echa manteca de cerdo al guisarlo, con esto el caldo queda muy contundente, pero yo lo evito puesto que es la opción mas grasa.

El potaje es conveniente hacerlo en vísperas y comerlo al día siguiente, una vez haya reposado los sabores se concentrarán y será todo un espectáculo. Sólo te hará falta una buena hogaza de pan y una buena siesta.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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