Hummus. Paté de Garbanzos.

Hummus. Paté de garbanzos. El pasado fin de semana, con motivo de la final del concurso de agrupaciones carnavalescas del Carnaval de Cádiz, para pasar una noche amena y diferente, preparé una cena con un toque árabe. Iré publicando algunas de las recetas que esa noche elaboré.

La «Final del Falla» como se le llama aquí a esa noche, siempre ha sido tradicional el reunirse con la familia o amigos para ver actuar a las agrupaciones en el templo gaditano «El Gran Teatro Falla», en esta noche se abusa de las chucherías y de los platos preparados, por eso quise cambiar un poco y hacer una comida sana y divertida.

La receta de hoy la vi en el blog de mi amiga Ceci Pereza  «Harina la carmita» donde siempre tiene algo que me inspira y fue el desencadenante para elaborar la cena ambientada árabe, que sé que le gusta mucho, empezando por esta receta de Hummus o paté de garbanzos (pincha el enlace para ver su receta).

 El hummus es un  plato típico de oriente medio, hecho principalmente a base de un puré de garbanzos, limón y Tahina (pasta de sésamo), aunque según el país se prepara con unos u otros ingredientes siendo la base los garbanzos cocidos y se come acompañado por pan de pita. Lo había probado cuando estuve en Egipto y más tarde en un corto viaje a Marruecos pero nunca me había puesto hacerlo y he aquí el resultado.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Hummus

  • 400 gr. de garbanzos cocidos
  • Dos (2) cucharadas pequeñas de tahíni* (mirar en curiosidades)
  • Un (1) diente de ajo
  • Dos (2) cucharadas de zumo de limón
  • 50 ml. de agua de cocción de los garbanzos o agua fría
  • Cinco (5) cucharadas de aceite de oliva
  • Media (1/2) cucharadita de sal
  • Pimentón dulce
  • Semillas de Sésamo tostadas (Ajonjolí)
  • comino en polvo

Elaboración de la receta de Hummus

  1. Para empezar, si no tienes los garbanzos cocidos, cuécelos con un poco de sal.
  2. En el Vaso de la batidora o Thermomix echa los garbanzos cocidos (reserva algunos por si te queda demasiado líquida la masa), dos cucharadas pequeñas de tahini, un diente de ajo pelado, dos cucharadas de zumo de limón, 50 ml. de agua (la de haber cocido los garbanzos o agua fría), cinco cucharadas de aceite de oliva y media cucharadita de sal.
  3. Tritura muy bien todo en la batidora para que quede una masa fina sin grumos. Si tienes Thermomix programa un (1′) minuto a velocidad progresiva de 5 a 10.
  4. Si te ha quedado muy pastoso añade un poco más de agua y si es muy líquido añade unos pocos garbanzos.
  5. Sirvelo en un bol o plato con un poco de pimentón, semillas de sésamo, comino y un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.

¿Complicado?¿Verdad que no?

Curiosidades de la receta de paté de garbanzos

Si no quieres porque te da pereza o no tienes tiempo de cocer los garbanzos, compra un bote de garbanzos cocidos de buena calidad, podrás hacer la receta sin planearla previamente en el momento que quieras. Con un bote de garbanzos en la despensa, si se te presenta una visita, ya tienes un aperitivo rápido, fácil  y original en unos minutos.

*El tahini o tahina es una pasta de sésamo (o ajonjolí como lo llamamos por aquí en el sur) molida, típica de los países de oriente medio y la usan como ingrediente para varias de sus elaboraciones. La puedes encontrar con semillas crudas o con semillas tostadas que tiene un sabor más intens y suelen venderlo en grandes supermercados o herbolarios pero si no lo encuentras, una buena opción sería añadir un poco de sésamo o  unos cuantos cacahuetes que le darán muy buen sabor.

El hummus se suele consumir frio y habitualmente en el desayuno o como aperitivo, acompañado de pan de pita o de verduras frescas. Yo lo he puesto como aperitivo antes del plato principal, para ir picoteando tomando algo con unos panes de pita caseros claro.

Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Crema de calabaza

Crema de calabaza. Estas noches que hace frio, después de entrenar  me comería un caballo por los pies, pero tengo que controlarme ese demonio que tengo dentro y tomar algo ligerito y calentito para descansar bien por la noche, que tan importante en el entrenamiento es el comer bien como el descansar adecuadamente. Bueno que me enrollo.

La receta de crema de calabaza que os traigo es una receta muy fácil, rápida y ligera, ¿Quién dá más? Yo había hecho algunas cremas pero aunque esta es muy típica no me había puesto hacerla nunca, lástima porque está riquísima, es muy nutritiva y tiene muy pocas grasas.

La calabaza quizás a vosotros sólo os suena a verdura o a Halloween pero yo cada vez que escucho «calabaza» se me viene a la mente la comparsa del Carnaval de Cádiz del año 1991, de un joven Antonio Martínez Ares… Por aquella época yo todavía era un chiquillo al que el carnaval comenzó a metérsele por las venas. Ya que estamos en vísperas de un nuevo carnaval y como pequeño homenaje este plato va dedicado a esa comparsa. «Calabaza muñeco tonto, andante de los harapos….»

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de crema de calabaza

  • 500 gr. de calabaza
  • Dos (2) zanahorias
  • Un (1) puerro
  • Una (1) cebolla fresca (pequeña)
  • Una (1) patata
  • Un (1) diente de ajo
  • Una (1) cucharada pequeña de curry
  • Un vaso de caldo (125 ml.)
  • 75 ml. de nata líquida
  • 40 ml. de aceite de oliva
  • sal
  • pimienta

Elaboración de la receta de crema de calabaza

  1. Comienza preparando la verdura, limpia y pela la calabaza, las zanahorias, el puerro, la cebolla y la patata. Trocea en daditos la calabaza, la zanahoria y la patata. La cebolla, el puerro y el ajo en juliana o trocitos pequeños, no te esmeres, después irá todo triturado.
  2. Pon una cacerola al fuego y cubre el fondo con aceite de oliva (unas cuatro cucharadas), calienta a fuego medio-bajo y pocha la cebolla, el ajo y el puerro, unos diez (10′) minutos. No te pases de fuego o se te quemarán las verduras y te saldrá con sabor a quemado y amargo.
  3. Pasado ese tiempo añade la calabaza, la patata y la zanahoria, salpimenta y echa una cucharada pequeña de curry. Rehoga bien unos minutos y añade el vaso de caldo de pollo y cuece durante veinticinco (25′) minutos.
  4. Pasado ese tiempo retira del fuego y tritura todo muy bien con la batidora o pásalo por el pasapurés. Prueba de sal y rectifica.
  5. Añade la nata y vuelve a triturar para que quede muy fino y bien mezclado.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de crema de calabaza

Puedes hacer la crema en la olla exprés y tan sólo te llevará unos minutos o si tienes thermomix también puedes hacerla ahí y triturarla una vez termine de hacerse.

El curry  no es una especia sino una mezcla de varias de ellas, hay muchas variedades y en cada lugar se hace diferente, lo que tienen en común es el color amarillento, el típico aroma y un ligero picante. Si no te gusta o no tienes a mano curry puedes sustituirlo por la especie que más te guste, un poco de comino, algo de canela, pimienta negra… o simplemente prescindir de él.

El caldo de pollo puedes sustituirlo por un vaso de agua pero el sabor será menos concentrado, también le puedes echar un cuarto (1/4) de pastilla de caldo. Si quieres que está menos cremosa puedes echarle un poco mas de caldo.

Hay quien en vez de echarle la nata, le echa unos quesitos tipo «el caserío», le dá un sabor y una textura muy buena, a los crios les encanta.

Si tienes tiempo algún día puedes asar la calabaza antes de cocerla, le dará un sabor dulzón estupendo al haberse caramelizado los azúcares. Seguro que no te arrepientes.

Acompaña la crema con unas zamburiñas o vieiras salteadas, tendrás un plato único de categoría, yo le he puesto un trozo de bacalao confitado y lo he bordado 😉

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Puré de patatas

De nuevo vuelvo con una elaboración básica para aprender cómo hacer el tan «apañao» puré de patatas. Es perfecto como acompañamiento de carnes, pollo o pescado. Con esta receta puedes hacer infinidad de elaboraciones como un pastel de puré de patatas con carne, un brazo o rollo relleno.

Su elaboración es sencilla y rápida, creo que por lo fácil que es hacerla, desecharíamos la opción de utilizar los sobres preparados que venden, aunque reconozco que hay alguno que está muy conseguido, se tarda muy poquito en hacerlo y realmente merece la pena intentarlo.

¡Pela-patatas en mano!

Ingredientes para dos personas

  • Tres (3) patatas (aproximadamente 400 gr.)
  • 50 ml. de leche
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta blanca molida
  • Nuez moscada
  • Sal

Elaboración

1.- Lava bien la patatas en agua fría y las pélalas, si no tienes mucho tiempo córtalas a trocitos, no es necesario, pero acortan el tiempo de cocción. Las patatas deben de ser todas del mismo tipo y si las cortas a trocitos, que sean más o menos del mismo tamaño.

2.- Échalas en una cacerola con agua hasta cubrirlas completamente y ponlas al fuego fuerte con la hoja de laurel y una cucharada de sal gorda.

3.- Tapa la cacerola y cuando empiece a hervir las dejas cocer unos veinte minutos (20’). También la puedes meter en una olla rápida u olla exprés cinco minutos aproximadamente.

4.- Cuando las pinches con un palillo o tenedor y compruebes que están tiernas, las retiras del fuego y las escurres. Deshecha la hoja de laurel.

5.- En la misma cacerola, que todavía está caliente, echa la leche para que se caliente, una o dos cucharadas de aceite de oliva y las patatas. Cháfalas con un tenedor o varilla y échale un poco de pimienta molida y de nuez moscada. Remueve bien hasta que se forme una pasta homogénea más o menos espesa, depende de cómo te guste o para que lo vayas a utilizar.

¡Ya tienes tu puré listo para utilizarlo en la receta que quieras!

Curiosidades

Según el tipo de patatas el tiempo de cocción aumentará o disminuirá, el tiempo que te pongo es aproximado de modo que tendrás que estar pendiente de que no se te deshagan las patatas o te queden duras.

Suelo utilizar leche entera o semidesnatada, en ningún caso leche desnatada porque quedaría aguado como si le echásemos agua. Hay quien le deja un poco de agua de la cocción y no le echa leche, pero yo le echo leche que queda muy cremoso. La cantidad de leche, siempre que no te pases, es un poco al gusto, según quieras el puré más o menos espeso y depende de para que lo vayas a utilizar, pero si te aconsejo que eches muy poco a poco la leche y así podrás ir viendo la textura y no pasarte con ella.

A veces suelo utilizar una varilla acoplada a la batidora y batir el puré, de esta forma además de ser más rápido y con poco esfuerzo, queda una textura muy suave, sin grumos y como la varilla le introduce aire queda muy esponjoso. También puedes, si tienes, pasarlo por el pasapurés.

Hay quien lo hace con mantequilla, queda muy sabroso, pero a mi me gusta echarle aceite de oliva virgen extra.

Una vez lo tengas hecho, si lo metes en una manga pastelera podrás decorar tu plato dándole un aspecto diferente, cambia de boquilla la manga y elige el dibujo que más te guste.

Espero que os sea útil!

Ralu.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Salmorejo Cordobés

Salmorejo Cordobés. Con esta entrada de Salmorejo Cordobés a mi manera abro la veda en este blog, es una receta que viene de mi familia ya que por sus raíces forma parte de nuestra dieta. No hay verano en el que este plato no pase por la mesa, aunque no hace falta que llegue el verano para hacerlo ya que siempre que tengo unos tomates maduros y un poco de pan duro tengo una comida solucionada. Cada uno tiene una forma de hacerlo pero yo he encontrado la manera que más me gusta.

El salmorejo cordobés es una receta sencilla que cualquiera puede hacer, muy fresquita para los días de calor y que combina bien con casi cualquier cosa además de que se invierte muy poquito tiempo en hacerla, pero no todo el mundo sabe hacerla así que aquí teneis una muy facilita.

Ponte el delantal y a la cocina!

Ingredientes para la receta de Salmorejo

  • 600 gr. de tomates maduros
  • 170 gr. de pan de pueblo duro
  • Un (1) diente de ajo
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Una cucharadita de vinagre de Jerez
  • Media (1/2) cucharadita de sal

Para la guarnición del Salmorejo

  • 150 gr. de jamón serrano
  • 150 gr. de queso curado (puedes utilizar el queso que mas te guste)
  • Una (1) Berenjena  (unos 200 gr.)
  • Tres (3) huevos (dos para cocer y uno para el empanado)
  • Pan rallado (para empanar la berenjena)

Elaboración de la receta de Salmorejo

1.- Lava muy bien los tomates, quítale el pedúnculo central y trocéalos. No suelo quitarles la piel ya que, si la batidora es potente, se muele bien y en el color final se nota el resultado. De todos modos si te gusta más puedes pelarlo.

2.- Pelamos el ajo y le quitamos la semilla interior, que según dicen es lo que hace que se repita. Yo le echo sólo uno puesto que en casa nos gusta suave, pero si te gusta un sabor más potente échale otro.

3.- Corta el pan duro a trocitos pequeños, quitándole la corteza y resérvalo.

4.- Echa el aceite de oliva en la batidora de vaso, el vinagre, la sal, el ajo y los tomates, por este orden. Pon a funcionar la batidora a máxima potencia. Cuando esté bien triturado añade el pan que se mojará con esta mezcla. Deja reposar unos minutos a fin de que el pan se ablande. Hay quien remoja el pan antes de meterlo en la batidora pero a mí no me gusta ya que queda muy aguado. De nuevo pon en funcionamiento la batidora hasta que veas que se ha formado una papilla suave, sin grumos, que haya emulsionado bien con el aceite. Prueba la textura y si hace falta rectifica con la sal y el vinagre, eso es un poco a gusto del comensal.

5.- Vacía el salmorejo en un bol y mételo en el frigorífico a enfriar.

6.- Vamos preparando la guarnición. En un cazo con agua hirviendo, cuece dos huevos, medio para cada persona. Enfría los huevos con agua y quítales la piel. Corta el Jamón y el queso a daditos de un centímetro más o menos, y reserva todo en un platito para servirlo más tarde acompañando el salmorejo.

7.- Corta la berenjena a cubitos de unos dos centímetros, pásala por el pan rallado. Con el huevo que nos queda, lo bates en un bol como para hacer una tortilla francesa y pasa la berenjena por él. De nuevo la pasas por pan rallado. Fríela en aceite bien caliente, a unos 180º y retírala a un plato con un papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite.

8.- Es el momento de montar el plato. Coge un bol o plato hondo, llénalo con el salmorejo y dispón sobre él el jamón, el queso, el medio huevo cocido a trocitos o rodajas y la berenjena frita. Echa un hilo de aceite de oliva virgen extra por encima y unas gotas de vinagre. Sírvelo a la mesa.

Curiosidades

Los tomates deben de ser rojos pues, si no están maduros y rojos el color y el sabor de nuestro salmorejo se verá mermado. El hecho de pelar los tomates es aconsejable pero no necesariamente imprescindible si tienes una buena batidora o una thermomix. Eso si, deben de estar muy limpios.

El pan tiene que ser con miga, no nos sirve una baguette o una barra, aunque nos podría sacar de un apuro, no hay nada como un buen pan de pueblo para hacer esta receta.

 Cuanto mejor sea el aceite de oliva, mejor sabrá el salmorejo, sólo hay que tener en cuenta que si tiene un aroma demasiado intenso y amargo en el sabor final predominará demasiado ocultando los demás sabores. Elige un aceite de buena calidad pero con un aroma suave.

La guarnición es a gusto del comensal, puedes ponerle solamente huevo cocido, o una infinidad de ingredientes, desde patatas fritas como suelen poner mis familiares hasta melva canutera pasando por cualquier embutido o bacalao.

Cuando se sirve el salmorejo hay quien le echa un hilo de aceite por encima, que le dá un regusto estupendo. También unas gotas de vinagre de Jerez o reducción de vinagre de Pedro Ximenez es una buena opción, pero ya te digo que eso es a gusto, si te gusta adelante pero si no puedes saltarte este paso.

Chúpate los dedos!!

 Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.