Berberechos con naranja

Berberechos con naranja. La receta de hoy es bien sencilla, rápida de preparar y rica en hierro, el responsable de la producción de la hemoglobina en tu cuerpo, que más adelante sabrás el porqué de esto. Es tan fácil de hacerla que hasta un niño podría hacerla, o porqué no, hacerla con tu hijo.

Hoy 14 de junio se celebra el día mundial del Donante de sangre y para fomentarlo Benjamín Colsa (Visita Recomendada) y la Asociación de Donantes de Sangre de Cádiz han organizado unas iniciativas en la que varios restaurantes de la provincia de Cádiz tendrán en su carta un plato especial para los donantes de sangre, rico en hierro, además algunos blogueros gaditanos publicarán una receta rica en hierro.

No sólo el motivo es de celebración, sino de que nos animemos a contar historias de personas las cuales hayan salvado la vida gracias a la donación de sangre para motivar a los donantes habituales a que sigan donando y promuevan esta acción a sus amigos y familiares cercanos para que comiencen a hacerlo.

De los donantes de sangre podría contaros algo mas ya que mi padre fue durante al menos una década Presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Cádiz, y que precisamente el pasado lunes le homenajearon, junto a otros catorce donantes por tener en su cartilla alrededor de 100 donaciones desinteresadas, pero esto no es lo que me trae aquí sino la receta rica en hierro…

La creencia popular es que las lentejas (7-8 mg. por cada 100 gr.) o las espinacas (3-4 mg. por cada 100 gr.) tienen un alto contenido en hierro, sin embargo, los berberechos son el alimento con más alto contenido en hierro (24 mg. por cada 100 gr.) Ten en cuenta que es necesario acompañarlo de algún ácido para que el cuerpo lo absorba mejor: limón, lima…

¡Ponte el delantal vayas a mancharte de sangre!

Ingredientes para la receta de berberechos con naranja

  • Una (1) naranja grande (naranjas ché)
  • Una (1) lata de berberechos
  • Pimienta negra
  • Un (1) limón
  • Flor de sal ( o sal común) Bártivas
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Elaboración de la receta de berberechos con naranja

  1. Abre con cuidado la lata de berberechos y reserva el caldo.
  2. Pela la naranja. Debes dejarla bien limpia de piel. Sácale los gajos pelados y resérvalos.
  3. Prepara una vinagreta  con la mitad del caldo de los berberechos, el zumo de medio limón y una cucharada de aceite de oliva virgen extra, mezcla para emulsionar la vinagreta.
  4. Presenta la tapa en cucharitas, cucharitas chinas o cuencos pequeños colocando en cada una un gajo o trozo de naranja, dos o tres berberechos, una cucharada de la vinagreta, una pizca de flor de sal y otra de pimienta negra.
  5. Ralla un poco de cáscara de limón o lima por encima.

Disfrútala con amigos es la mejor forma!

Curiosidades de la receta de berberechos con naranja

Puedes comprar los berberechos frescos (si están en temporada) y cocerlos tu mismo, aprovechando el jugo que sueltan al cocerlos para hacer la vinagreta. Para ello limpia muy bien los berberechos y cuécelos en agua hirviendo durante unos segundos con la tapa de la olla. Escurrir y aprovechar sólo los que se han abierto. Cuela el caldo con una gasa para poder aprovecharlo.

Si optas por comprarlos enlatados, busca unos de calidad, con un tamaño decente (20-30 piezas por lata aproximadamente), son algo caros pero merece la pena de vez en cuando y más sabiendo los beneficios que nos aportan.

Prueba a cambiar el limón por lima y la naranja por pomelo, tendrás otro sabor sorprendente y variarás en la presentación del plato combinando las cucharillas.

¡Espero que os guste amig@s! ¡Da vida, Dona Sangre!

Ralu

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Tartar de Atún Rojo

Tartar de Atún Rojo de Almadraba. Nos encontramos en plena temporada de almadraba, una técnica de pesca artesana formando un laberinto de redes que desde muy antiguo se sigue utilizando en las costas gaditanas para recibir al atún toro, como lo llaman los japoneses. El Atún de Almadraba, con mayúsculas, el atún rojo manjar gaditano por excelencia, apreciado y buscado en todo el mundo, que tantas alegrías y disgustos trae a la costa gaditana.

Hablar de atún es hablar de Barbate, y quién no conoce Barbate… del que sólo se acuerdan cuando hablan de atunes y alijos… que tanto uno como otro pueden estar degustándose en menos de dos horas desde su lugar de procedencia, la mar… pero el atún rojo es lo que nos trae aquí y no otras historias…

El atún rojo es inconfundible por su carne roja, que puede llegar a recordar a un buen entrecot de ternera o buey, con un sabor intenso y a la vez suave, su textura es tierna ideal para comerlo crudo en sashimi, sushi, tataki o en un tartar como el que hoy os muestro.

La temporada de atún rojo suele oscilar entre los meses de Abril y Julio aproximadamente por tanto cualquier establecimiento que os ofrezca este manjar fresco o no es atún rojo de almadraba gaditana o es atún rojo pero ni es de esta zona o no es todo lo fresco que dice que es… Para compar atún rojo de calidad ve a pescaderos de confianza, yo te recomiendo a Fernando Coucheiro en el puesto 121 del Mercado central de Cádiz, donde no sólo es excelente el pescado sino también el trato al cliente. También tienes la opción de encargarlo, tanto en Barbate como en Chiclana hay establecimientos como «La Chanca» que puedes pedirlo y te lo traen fresco.

Esta receta está muy extendida por la costa gaditana -Cádiz, Conil, Barbate, Zahara…- sólo tiene un truco, unos productos de excelente frescura y calidad. Yo hago el tartar de atún rojo con aguacate y tomate, macerando el atún con una vinagreta, poco más.

Para hacer esta receta he usado un trozo del lomo alto de atún rojo, aunque podía haber utilizado un trozo de solomillo, morrillo o de ventresca (barriga, ijada) por ser piezas con pocas hebras y muy limpias. La ventresca es de las piezas más apreciadas por su alto contenido graso, se le llega a comparar con el buen jamón ibérico de bellota, su forma y textura recuerda a el tocino entreveráo del ibérico.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Tartar de atún rojo

  • 300 gr. de atún rojo
  • Una (1) lima (sólo la ralladura)
  • Un (1) tomate
  • Un (1) aguacate (maduro que no blando)
  • Un poco de cebollino fresco
  • Un poco de pimienta negra
  • Flor de sal Bártivas
  • Reducción de vinagre balsámico de Módena

Para la vinagreta

  • Cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Una (1) cucharada de salsa de soja
  • Una (1) cucharada pequeña de vinagre de Jerez
  • Una (1) cucharada pequeña de mostaza

Elaboración de la receta de Tartar de Atún Rojo

  1.  Comienza cortando el atún rojo en dados de un centímetro aproximadamente.
  2. Ralla la cáscara de media lima sobre el atún, añade un poco de sal y un poco de pimienta negra recién molida, reserva sin que se rompa la cadena de frio.
  3. Perpara en un pequeño bote una vinagreta con las cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, una cucharada de salsa de soja, el vinagre de Jerez y la mostaza. Agita el bote para que emulsione la vinagreta.
  4. Corta el tomate en dos, limpialo de semillas y trocea en dados similares al atún. Haz lo mismo con el aguacate.
  5. Añade la vinagreta al atún y mezclalo bien para que se reparta. No lo dejes marinar en exceso, como mucho cinco (5′) minutos.
  6. Pica fino el cebollino y resérvalo.
  7. Monta el tartar con un aro de cocina, colocando en el fondo el aguacate y el tomate, después el atún rojo macerado y sobre este el cebollino picado.
  8. Pinta con la reducción de vinagre balsámico sobre el tartar y el plato y sirve inmeditatamente.

¡Puedes llorar un poquito, no pasa nada!

Curiosidades de la receta de Tartar de Atún Rojo

El atún rojo es una pieza exclusiva y por ello el precio es elevado pero para hacer un tartar no te hace falta demasiado, por muy caro que esté el atún un trocito no te hará un estropicio en la bolsa de la compra. También puedes usar un trozo de otro tipo de atún como el yellow finn o el bonito del norte (casi más apreciado por su carne blanca, hasta que descubrieron las propiedades del rojo) aunque ya no será lo mismo.

Hay muchos tipos y marcas de salsa de soja, la que me gusta utilizar es la del tipo japonesa (kikkoman) aunque puedes usar cualquiera que tengas a mano.

Para redondear el plato unas huevas de salmón serían ideales, tanto para mezclarlas como para decorar, la textura que dan junto con el intenso sabor a mar hacen de ellas un combinado perfecto.

Puedes usar cualquier mostaza pero la mostaza tipo dijon es la más adecuada al ser intensa y con un punto picante, mejor que la americana o la alemana que suelen ser algo más dulces, cuestión de probar o de gustos.

Las cantidades de la vinagreta son un tanto orientativas, lo mejor es probar y darle el punto que a cada uno le gusta, eso sólo se puede hacer repitiendo la receta y encontrando el punto adecuado a cada comensal.

Si eres de los atrevidos prueba a poner en la vinagreta un poco de polvo de wasabi. Un tartar con un aire Japo, no te arrepentirás.

Puedes prescindir de la reducción de vinagre de módena y usar un poco de la vinagreta para decorar u otra salsa como puede ser salsa de soja con wasabi o reducción de Pedro Ximénez.

Si no te animas a cocinar atún pero quieres probarlo yo te recomendaría darte un paseo por el mercado central de Cádiz y hacer una parada en Gadisushi, un establecimiento que se dedica a la comida Japonesa. Allí Mauricio Navascues hace el mejor sushi que he probado, con productos de excelente calidad, comprados en el mismo mercado y una familiaridad que hace que vuelvas. No te olvides de probar los niguiri de ventresca de atún rojo o los originales sushis gaditanizados!!

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Pastel de berenjenas asadas con mojama y aceite de café

Pastel de berenjenas asadas con mojama y aceite de café. No tenía pensado publicar esta receta pero viendo la aceptación que ha tenido entre mis amigos y seguidores del blog por el Facebook, y lo mucho que ha gustado he decidido publicarla.

Es un pastel de berenjenas algo diferente, no es el típico pastel de berenjenas tipo Musaka, sino es mas bien parecido a una mousse o paté ligero. La textura es muy cremosa y fácil de untar en tostas o biscotes, ideal para compartir. Por su vistosidad es muy recomendable como receta de navidad, receta de cuaresma o de ocasiones especiales.

La receta original, que la leí hace tiempo en uno de mis libros, llevaba cecina en vez de mojama de atún como le he puesto a esta receta, pues entre otras cosas, la cecina es típica del norte y aquí no se suele encontrar con facilidad, el Atún por aquí es el rey, por este motivo y por que combina estupendamente con el pastel lo he elegido.

 

El aceite de café es un potenciador de sabor ya que la berenjena de por sí es un poco insípida y aprovechando que Illy me ha mandado un estupendo café he probado a combinarlo con el pastel y ha quedado de Lujo.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para el pastel de berenjenas con mojama y aceite de café

  • Una (1) berenjena grande (250 gr. aproximadamente)
  • 250 ml de nata (33% materia grasa)
  • Tres (3) huevos
  • Un (1) diente de ajo
  • Un (1) trozo de pimiento rojo
  • 100 gr. de mojama de atún
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Una (1) cucharada pequeña de semillas de sésamo tostado
  • Unas ramitas de cebollino
  • Flor de sal Bártivas
  • Una (1) cucharada de café Illy

Elaboración de la receta de pastel de berenjenas asadas

  1. Lo primero será asar las berenjenas, para ello enciende el horno a 180º.
  2.  Mete las berenjenas enteras en una bandeja apta para el horno cuando tenga la temperatura.
  3. Una vez estén tiernas las sacas (no apagues el horno) y dejas que se enfríen un poco para poderlas manipular.
  4. Pela las berenjenas, trocéalas bastamente y las echas en el vaso de la batidora (o Thermomix) junto con la nata, el diente de ajo, una pizca de sal y los huevos. Tritura bien hasta obtener una crema fina.
  5. Vierte la crema en un molde o bandeja de horno, tápalo con papel aluminio o lo envuelves con papel transparente (film) y mete de nuevo en el horno -que tendrás encendido de haber hecho las berenjenas- pero al baño maría, es decir, dentro de otro recipiente con agua (como si fueses a hacer flan).
  6. Una vez la crema esté bien cuajada (puedes comprobarlo introduciendo un palillo y si sale limpio es que está hecha) saca del horno y deja enfriar. Mete el molde en el frigorífico unas horas, si es de un día para otro mejor.
  7. Desmolda con cuidado y corta el pastel en trozos. Yo hice uno alargado pero puedes adaptarlo al plato en el cual lo sirvas.
  8. Prepara la presentación del plato. Corta el pimiento rojo y la mojama en trocitos pequeño y pica el cebollino muy finito.
  9. Para el aceite de café mezcla muy bien el aceite de oliva con una cucharada de café y el sésamo tostado.
  10. Presenta el pastel y sobre este vierte el aceite de café, los trocitos de pimiento rojo, la mojama, el cebollino y unas escamas de flor de sal.

Sírvelo junto con pan tostado, delicioso!

Curiosidades de la receta de berenjenas asadas

Esta receta puede ser perfectamente una receta de aprovechamiento, ideal para dar salida restos de berenjena, nata o unos trozos de mojama de los que se quedan en el frigorífico esperando ser receta pero nunca lo consigue…

Para que no se pegue la crema al molde y puedas desmoldarlo con facilidad, puedes poner un poco de mantequilla y espolvorear con pan rallado o usar un molde antiadherente ligeramente engrasado.

Para saber si las berenjenas están tiernas suelo palparlas con un guante de horno y con cuidado de no quemarme, cuando ceden a la presión, las retiro del horno pues interesa que estén asadas pero no que se deshagan.

La mojama la puedes sustituir por jamón serrano, ibérico o cecina, cualquiera de ellos combina de lujo.

Las hojas de rúcula, los brotes o las flores comestibles son otras de las muchas opciones para decorar el plato, le pueden dar el punto de frescura y color.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Croquetas de mejillones y algas

Croquetas de mejillones y algas. El día 16 de enero se celebró el #diadelacroqueta, y yo  como croquetero confeso que soy no podía perdérmerlo, pero por cosas que pasan cuando uno no quiere hasta yo me pongo malo de vez en cuando… En fín.

Mis amigas María (la niña pimiento) y Susana (delantal o mandil) quisieron que así fuese, que la croqueta tenga un día y entre todo un grupo de blogueros y twiteros, cómo no, homenajear a la croqueta, ella tan cremosa y a la vez crujiente y a su vez pequeño homenaje a nuestras abuelas y madres que son las que mejor hacen las croquetas del mundo ¿O no es así?

Que te sobraron mejillones y no sabes que hacer con ellos: Croquetas. Que no tienes mejillones y tienes langostinos, pues sustituye uno por otro, ponle imaginación y podrás hacer croquetas con lo que quieras.

Las algas tienen muchas propiedades beneficiosas de las que no estamos al tanto, deberíamos de incluirlas en nuestra dieta como cualquier otra verdura. Tienen un sabor intenso a mar y un olor peculiar. En esta receta le dá un punto marinero, un olor Gaditano como el que te viene al entrar por Cádiz…

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de croquetas de mejillón y algas

Para la bechamel

  • 110 gr. de harina de trigo
  • 110 gr. de mantequilla
  • Un (1) Litro de caldo o fumé de pescado
  • Pimienta blanca
  • Nuez moscada
  • Sal

Para el relleno

  • 250 gr. de mejillones cocidos y separados de sus conchas
  • Dos (2) cucharadas pequeña de especias de algas*
  • 100 gr. de cebolla picada muy fina
  • Una (1) cucharada de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna

Para el empanado

  • Harina
  • Dos (2) huevos
  • Pan rallado crujiente cracker

Elaboración de la receta de croquetas de mejillones y algas

  1. Como vamos a hacerla por pasos lo primero será hacer una bechamel (en este caso velouté) sustituyendo la leche por caldo de pescado. Ten cuidado que no te quede muy líquida o te será complicado darles forma.
  2.  Pon una olla con el litro de caldo de pescado, la temperatura alta para que llegue a hervir.
  3. En otra olla o sartén antiadherente (casi mas aconsejable) pon los 110 gr. de mantequilla a temperatura media.
  4. Tamiza la harina en un cuenco o sobre la mantequilla derretida directamente, remueve con unas varillas (si la sartén es antiadherente que las varillas sean de plástico o  de goma, corres el riesgo de quedarte sin sartén).
  5. Cocina la harina durante un (1′) minuto al menos e Incorpora el caldo sin dejar de mover.
  6. Antes de que espese añade salpimienta blanca y nuez moscada a tu gusto, no mucha pues no debe predominar el sabor, pero no tiene que quedar sosa.
  7. Cuando haya espesado retira del fuego y reserva tapando la salsa bechamel con un papel film pegado para que no cree costra.
  8. Cuando tengas hecha y reservada la bechamel pon una sartén al fuego bajo con la cucharada de aceite de oliva, añade la cebolla picada y rehoga hasta que esté tierna.
  9. Trocea los mejillones y saltéalos un poco junto con la cebolla, añade la cucharada de especies de algas.
  10. Incorpora la velouté y remueve muy bien cocinando todo durante unos cinco  (5′) minutos.
  11. Retira del fuego y reserva en una bandeja tapada con papel film en contacto con la masa y cuando la masa esté fría dales forma a las croquetas.
  12. Pasa la masa de croquetas primero por harina, después por huevo y termina en el pan rallado cracker.
  13. Fríe las croquetas en pequeñas tandas y escurre el exceso de aceite con papel absorbente.

¡A degustar!

Curiosidades de la receta de croquetas de mejillones y algas

*Las algas que he usado son Especias de algas de Suralgae que es una joven empresa Gaditana que consideró que las algas son un recurso marino que se debía potenciar como alimento, no sólo por su  aporte nutricional sino por lo innovador a la hora de introducirlo en nuestros platos. Puedes ver donde comprarlas en este enlace: Puntos de vental.

Tienes la opción de comprar estas algas que vienen ya troceadas, comprar otras que te gusten y trocearlas tu. Encontrarlas no creo que sea difícil en grandes supermercados o tiendas gourmet.

Haz el fumé o caldo de pescado con pescados de roca, “descartes” que se suelen llamar aquí en Cádiz, cabezas o espinas de algún pescado que hayas utilizado para otra receta o vayas a utilizar y algo de verdura. También puedes usar el caldo resultante de haber cocido los mejillones o gambas pero si lo mezclas con algo de pescado, solo estaría como incompleto.

Si no tienes caldo o no quieres hacerlo puedes utilizar un envase de caldo de pescado pero no será lo mismo que un buen fumé casero, te aconsejo el que hace Aneto porque es de muy buena calidad y da unos resultados estupendos.

El pan rallado crujiente pan cracker le da un punto «crunch» a la croqueta, puedes encontrarlo en supermercados, los hay de varias marcas, una de ellas es Santa Rita la cual suelo usar por decantarme por un producto de confianza, con la certeza de que me va a salir bueno, haga lo que haga.

Si quieres puedes echarle un vistazo a las otras croquetas que hemos visto ya:

Croquetas caseras de pollo

Croquetas de Bacalao

Croquetas de Boletus

Croquetas de patata y queso cabrales

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Calamares rellenos

Calamares rellenos en salsa. Este plato es una de tantas formas como se comen por Cádiz los calamares, concretamente por Conil de la frontera suelen hacerse mucho como bien dice Bartolo, del blog «La cocina de Bartolo» aunque es un clásico en cualquier recetario. El relleno puede ser de lo que que quieras, calamares rellenos de gambas como los hace mi amigo Javi Recetas, carne o la mezcla de ambos, el típico «mar y tierra«, esta versión es con calamar, huevos y jamón.

Es una receta gaditana muy fácil de hacer, no hagáis caso de quien os diga que es laborioso, no es para tanto, hay recetas que te llevan mucho más tiempo y después el resultado no es tan agradecido y si tienes invitados pues puedes tenerla hecha con antelación y sólo tendrás que calentarlos en su salsa antes de servirlos.

Llevaba tiempo queriendo publicar esta receta, aún más después de escuchar a mi padre varias veces que en un bar que suele frecuentar los hacen muy ricos, no he tenido la oportunidad de probarlos pero espero que estos le gusten tanto como los que me comenta.

 ¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de calamares rellenos en salsa

  • Siete (7) calamares de un tamaño mediano
  • Tres (3) huevos (dos de ellos cocidos)
  • Dos (2) cucharadas de pan rallado (sin gluten para los celiacos)
  • Tres (3) lonchas de jamón serrano
  • Un ramillete de perejil
  • Una (1) cebolla
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una (1) hoja de laurel
  • 125 ml. de vino blanco (yo usé un vino fino)
  • Unas hebras de azafrán (o colorante)
  • aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • sal

Elaboración de la receta de calamares rellenos en salsa

  1. Limpia muy bien los calamares bajo el grifo, vacíalos, separa las aletas limpias y resérvalas junto a las patas. Este paso es importante pues en el interior pueden tener tierra o restos de otros pescados además de la bolsa de tinta que la puedes guardar si no se te rompe para otras elaboraciones
  2. Da la vuelta a los cuerpos de los calamares, para que el relleno quede compacto, con cuidado que no se partan y límpialos bien de telitas y restos.
  3. Corta un calamar, las patas y aletas en trozos pequeños desechando la zona de los ojos hacia arriba y la boca.
  4. En un bol mezcla los trozos de patas y aletas junto con las dos cucharadas de pan rallado (sin gluten para celíacos), un huevo crudo, el perejil picado, dos huevos cocidos y el jamón cortado en trocitos pequeños, un poco de sal y pimienta. No te pases con la sal que el jamón es sabroso.
  5. Mete la farsa (masa) resultante en una manga pastelera o similar y rellena con cuidado los calamares, puedes utilizar también una bolsa de las que se usan para congelar. Llena tres cuartas partes del calamar para poder cerrarlo bien sin que se salga el relleno o reviente el calamar en la cocción.
  6. Con un palillo de dientes cierra la abertura del calamar para que no salga el relleno. Pincha con un palillo varias veces el cuerpo.
  7. Pica una cebolla en juliana (a tiras) y los dientes de ajo en brunoise (trocitos pequeños).
  8. Pon una sartén o cazuela a fuego medio con el fondo cubierto de aceite, sofríe los ajos y antes de que se doren añade la cebolla y la hoja de laurel. Deja pochar la cebolla hasta que esté bien tierna y en ese momento incorpora los calamares rellenos y las hebras de azafrán que nos dará color y aroma, rehoga unos minutos.
  9. Echa el vino blanco o fino y cuando hierva deja reducir un par de minutos para incorporar caldo de pescado. Baja el fuego y deja cocinar lentamente unos veinte (20′) minutos.

¡Si lo acompañas con patatas fritas triunfas como la coca cola en lata!

 Curiosidades de la receta de calamares rellenos

Los calamares que me gustaría haber utilizado en esta receta son los calamares de potera, es decir los que se pescan aquí en el golfo de Cádiz a mano y no por pesca extractiva pero como no pude comprarlos en el mercado estos son calamares congelados de Mauritania, también muy buenos pero nada comparado con el calamar de aquí.

Corta los calamares en frío para que no se desmenuce el relleno y preséntalos de modo que el relleno se vea y al mismo tiempo absorba la salsa quedando jugoso.

Cuando eches el caldo en la olla y los calamares no quedan cubiertos no te preocupes, los calamares sueltan agua y se cocerán con el caldo y sus jugos.

Si no tienes caldo de pescado casero puedes usar un caldo envasado de calidad como los de Aneto que son 100% naturales ademas de no contener gluten. Si utilizas agua en vez de caldo de pescado puedes añadir media pastilla de caldo de pescado o corregir de sal.

Para acompañar estos calamares rellenos que mejor que unas patatas fritas como ya te he comentado, un arroz blanco o si eres mas atrevido un puré de manzana asada sería una opción estupenda.

Esta receta, a excepción del pan rallado, es 100% sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos, de todos modos nunca está de más el comprobar los envases de los productos y cerciorarse que están libres de gluten, aunque la mayoría de las marcas como Aneto ya se van preocupando de informarnos. Hoy día existe pan rallado sin gluten que puedes encontrar tanto en herborísterías como en el «Maradona» o grandes supermercados.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Ensaladilla de pulpo a la gallega

Ensaladilla de pulpo a la gallega. Como no podía ser de otra manera en verano no puede faltar una buena ensaladilla, decidme que bar, por lo menos aquí en Andalucía, no tiene una ensaladilla en su carta, ya sea ensaladilla rusa, ensaladilla de gambas, salpicón u otras, la que traigo hoy es una receta de veranola ensaladilla de pulpo casera, mas de otras tierras que de esta pero que curiosamente se ha establecido desde hace mas de una década en tierras gaditanas, por lo tanto ya se le puede considerar de la cocina de Cádiz.

Una de las primeras y la más famosa ensaladilla de pulpo es la del mítico Restaurante gaditano «El Balandro» donde es una de las estrellas de la carta, aunque no sólo en Cádiz se elabora, aquí en Chiclana de la Frontera hay una venta que también «lo clava», la clásica «Venta La Alegría» donde la especialidad es la cocina Asturiana pero que también puedes tomarte una buena parrillada o tapear alzando un culín de sidra, lo mejor de esta venta amén de los platos es el servicio, la amabilidad y simpatía del personal hacen que te sientas en casa, cosa que últimamente brilla por su ausencia en algunos establecimientos, parece que les debas algo por cómo te tratan, con lo fácil que es esbozar una sonrisa.

La ensaladilla no tiene misterio ninguno, no sé porqué hay sitios donde está incomestible ya sea porque la ponen muy salada, con poca o mucha mahonesa, con ingredientes de una pésima calidad o preparados para ensaladilla congelada, con lo rápido y fácil que es hacer una ensaladilla casera buena no deberíamos escatimar en el poco tiempo y coste de esta, pues en función de los ingredientes será más o menos barata, a gusto de nuestro bolsillo o del comensal. Así es como hago yo esta ensaladilla casera.

Ingredientes para la receta de ensaladilla de pulpo a la gallega

Elaboración de la receta de ensaladilla de pulpo a la gallega

  1. Pela las patatas, lávalas bien y trocéalas en dados pequeños mas o menos iguales para que todos se cuezan igual.
  2. Pon una cacerola con abundante agua y un puñado de sal, llévala a ebullición y cuando esté hirviendo echa las patatas hasta que estén tiernas, deberás ir vigilandolas cada diez (10′) minutos para que no se te pasen pero que tampoco te queden duras. Cuando estén listas, las escurres y esperas a que se enfríen.
  3. Corta el pulpo en trozos pequeños y similares, mézclalo con las patatas, una cucharada de aceite de oliva y un poco de flor de sal (o sal marina).
  4. Mezcla en un bol media (1/2) cucharada de pimentón y media (1/2) de pimentón picante con la mahonesa e incorpóralo a las patatas. Mueve todo muy bien pero con cuidado de no desmenuzar las patatas en exceso.
  5. Mete la ensaladilla en el frigorífico para que se enfríe.
  6. Para hacer el aceite de pimentón, echa en un bol pequeño dos (2) cucharadas de aceite de oliva y el resto de pimentón dulce y picante, mezcla bien y resérvalo. Puedes guardarlo en un bote e ir usando cuando te haga falta pues se conserva bien.
  7. Sirve la ensaladilla en un molde redondo o simplemente en un plato y vierte  el aceite de pimentón por encima en cantidad a tu gusto y un poco de flor de sal.
¡Prepara picos para comerla y si son pulgarcitos yeyé mejor que mejor!
 
 

Curiosidades de la receta de ensaladilla de pulpo a la gallega

Esta receta de ensaladilla de pulpo está pensada para cuatro (4) raciones bien servidas, plato único por supuesto o varias tapas según la cantidad que pongas en cada tapa.

Para degustar esta ensaladilla sería conveniente sacarla del frigorífico al menos media (1/2 h) hora antes de consumirla para que no esté excesivamente fría y puedas apreciar bien el sabor. Si la comes de un día para otro todavía estará mas fresquita y buena pues se habrán integrado bien todos los sabores.

El pulpo de esta receta ya lo tenía cocido, no se tarda mucho en cocerlo, lo puedes encontrar fresco o congelado pero si no quieres cocerlo también lo venden  ya cocido y te ahorrarás ese paso. También puedes aprovechar un pulpo que hayas cocido para otra receta como pulpo a feira con cachelos, salpicón o ensalada de pulpo.

La mahonesa me gusta usarla casera, a no ser que de antemano sepa que no se va a consumir en su totalidad al día siguiente, por tanto si haces mahonesa casera ten  cuidado con romper la cadena de frío y conservarla adecuadamente. Si te da pereza hacerla o sabes que no la vas a consumir de inmediato utiliza una mahonesa envasada de calidad comprobando que no contiene gluten si eres intolerante.

La cantidad de salsa mahonesa es un poco al gusto, hay a quien le gusta mas jugosa y a quien le gusta con poca de modo que te aconsejo que le vayas añadiendo cucharadas hasta que adquiera la consistencia que a ti te gusta.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta par Celíacos, de todos modos nunca está de más el comprobar que los productos envasados están libres de gluten aunque la mayoría de las marcas ya se van preocupando de informarnos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Atún encebollado

Ventresca de atún rojo  encebollada. El atún rojo o atún toro como lo llaman los japoneses, es el cerdo ibérico del mar, de él se aprovecha prácticamente todo, es de los pescados más valorados para su consumo por su enorme fuente de proteínas y aceites grasos omega 3 ya que es un pescado azul, el rey de los azules diria yo… Aquí en Cádiz hay una gran tradición conservera pero también muy buenas recetas con atún, varias de las cuales os las iré mostrando. Podría quedarme toda una parrafada hablando de este grande de los oceanos pues hay mucho que contar y mucho que aprender de él pero si queréis saber un poco más sólo tenéis que pinchar el enlace siguiente donde el escritor y gastrónomo gaditano, miembro del Grupo Gastronómico Gaditano y autor del libro «El libro del Atún y su cocina» Carlos Spínola nos habla de él: El atún y su consumo.

El atún encebollado es una receta tradicional cuya paternidad, como dice el gastrónomo Gaditano Pepe Oneto en su libro «Memoria de una Isla de Olores y Sabores», la reclaman para sí los Barbateños y Onubenses, y es posible que lleven razón pero hay que reconocer que esta especialidad se ha hecho desde tiempos ancestrales en mi Isla natal, la Isla de León (San Fernando), por lo que se le puede dar el calificativo de receta Gaditana o mas aún, Receta Isleña.

Ingredientes para la receta de atún encebollado

  • Un (1) Kg. de atún fresco (yo usé ventresca de atún rojo)
  • Tres (3) cebollas (preferiblemente rojas)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • 250 ml. de vino fino (o blanco)
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Una (1) cucharada pequeña rasa de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de orégano
  • Unos granos de comino (opcional)
  • Pimenta negra
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Flor de sal (o sal común)

Elaboración de la receta de atún encebollado

  1. Lava el atún, mételo en agua fría unos diez (10′) minutos para que se desangre y sécalo. Trocéalo en dados de unos dos (2) centímetros aproximadamente. Marina el atún en un bol con la sal, pimienta, orégano, cominos y lo reservas.
  2. Corta las cebollas en rodajas. Pela los ajos y los cortas en láminas.
  3. Pon una olla a fuego medio con el fondo cubierto de aceite de oliva. sofríe  los ajos y antes de que cojan color añade la cebolla. Incorpora el laurel. Deja pochar a fuego suave hasta que la cebolla esté muy tierna.
  4. Retira la olla del fuego y añade el pimentón, remueve bien para que se integre y no se queme o tomará un sabor amargo.
  5. Vuelve a poner al fuego lento la olla, añade el vino y los trozos de atún. Deja reducir y que el atún haga durante unos quince (15′) minutos. No le pierdas ojo para que no se te pegue y ve moviéndolo con cuidado para que no se desmenuce. Si ves que se queda sin caldo puedes echarle un poco de caldo de pescado (fumet) o simplemente un poco de agua.
  6. Rectifica de sal si hiciese falta. ¡Ya lo tienes listo!

¡Prepara la telera de pan que hay donde mojar!

Curiosidades de la receta de atún encebollado

La receta está hecha con ventresca de atún rojo de almadraba también llamada, ventrecha, barriga o ijada pero puedes utilizar cualquier otro trozo como lomo, cola, tarantelo, etc u otro tipo de atún como barcora, bonito, listado, etc.

El atún no debe de hacerse mucho o corres el riesgo de que quede seco por ello debes de vigilarlo ya que el tiempo de cocción del atún es corto y debe quedar jugoso.

La cebolla que se suele utilizar para esta receta es la cebolla roja, si no la encuentras usa una cebolla blanca fresca que también es suave o sino usa una cebolla común.

No me canso de decir que utilices un vino de calidad y no un vino que no serías capaz de tomarte, es una pena gastarte un dinero en un pescado de calidad para que le eches un vino de cartón. Puedes usar un fino de Chiclana o Jerez le viene estupendo o una manzanilla de Sanlúcar.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta par Celíacos.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Garbanzos con almejas

Garbanzos con almejas. Que sea casi verano y haga calor no quiere decir que en mi casa no se coman guisos o legumbres. Nosotros las comemos durante todo el año, eso si, en vez de hacer guisos o potajes contundentes preferimos hacerlos mas ligeros y frescos ¿Coméis vosotros legumbres en verano?

La receta que traigo se la vi a mi amiga Ceci del blog «Harina la carmita», que le gustan tanto los platos de cuchara como a mi, y al verla no dudé en poner garbanzos a remojar. Este plato se parece mucho a la receta gaditana de los típicos Garbanzos con Langostinos que se hacen por aquí en Cádiz, muy rápida, fácil y barata, con un resultado realmente bueno, ideal si quieres comer legumbres sin meterte una bomba de calorías y mantener la línea del bañador/bikini en su sitio, que no es mi caso ya que me como a mi padre por los pies 😉

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Garbanzos con almejas

  • 800 gr. de garbanzos cocidos
  • Medio (1/2) kg. de almejas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Tres (3) dientes de ajo
  • 12 almendras crudas y peladas
  • Un (1) tomate
  • 125 ml. de vino fino
  • 750 ml. de caldo de pescado
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla
  • Pimienta negra molida
  • Una (1) ramita de perejil
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Sal

Elaboración de la receta de Garbanzos con almejas

  1. Lo primero que has de hacer es cocer los garbanzos. Para ello los debes de poner a remojar el día anterior. Cocerlos en abundante agua hirviendo hasta que se pongan tiernos. Resérvalos.
  2. Lava muy bien las almejas bajo el grifo y las pones en un recipiente con agua y un puñado de sal gorda al menos una (1h) hora para que vayan soltando la posible arena que contengan. Las almejas deberán ser frescas, sin trozos rotos ni que estén abiertas, desecha las que veas así.
  3. Pon a calentar a fuego medio una olla con tres cucharadas de aceite de oliva. Mientras tanto trocea la cebolla, el pimiento, corta los ajos en láminas y ralla el tomate. (El tamaño no es importante porque después triturarás el sofrito).
  4. Pocha la cebolla con una pizca de sal y pimienta. Una vez esté pochada añade el pimiento troceado, el ajo laminado y las almendras. Sofríe la verdura durante unos diez (10′) minutos.
  5. Añade el tomate, la hoja de laurel y el vino. Deja reducir el vino un par (2′) de minutos y agrega el caldo caliente. Ahora es el momento de triturar el sofrito (sin la hoja de laurel ya que quedarían trocitos desagradables al paladar).
  6. Escurre las almejas sin verter sobre ellas el agua en el que están metidas, es decir, retira las almejas sacándolas del bol sin remover el agua para que la tierra que puedan haber soltado quede en el fondo. Incorpóralas en la olla junto con los garbanzos.
  7. Prueba de sal y corrige si hiciese falta. Deja cocer unos minutos para que se abran las almejas.
  8. Pica un poco de perejil y servimos el guiso con un poco por encima. Si lo dejas reposar o de un día para otro todavía estará mas bueno, como casi todos los guisos.

Curiosidades de la receta de garbanzos con almejas

Los garbanzos los puedes cocer o si quieres puedes utilizar un bote de los que ya vienen cocidos, te ahorrará un trabajo y harás la receta en un pis-pas.

En vez de tomate rallado puedes utilizar tomate triturado de calidad o tomate concentrado, adaptando la cantidad si usas este último (dos o tres cucharadas pequeñas serían suficiente).

Yo le he puesto una guindilla porque me gusta el puntito picante, si no te gusta con no ponérsela tienes suficiente. Además soy mucho de especias por lo que un poco de pimentón molido, unas hebras de azafrán y comino no le viene nada mal a esta receta.

El caldo de pescado si no lo tienes hecho de alguna otra receta o congelado lo puedes sustituir por un brick de caldo de pescado o una pastilla de caldo concentrado, que te solucionará la papeleta, aunque como un buen fumet de pescado no hay nada, nada.

Las almendras además de dar sabor «engordan» el caldo pero si no tienes en el momento de hacer el guiso puedes freir una rebanada de pan y triturarla junto al sofrito, también es muy buena opción. También puedes probar a cambiar las almendras por avellanas.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Boquerones fritos

Boquerones fritos. Pescaito frito. A ver, a quién no viene a la cabeza el verano cuando ve unos boquerones fritos, quién no piensa en un chiringuito de playa gaditana, u otra playa claro, con un buen tinto de verano? Pues nada, aunque sea una receta muy sencilla y se trate sólo de rebozar pescado aquí te la explico para que puedas disfrutar de un buen pescaito frito gaditano estés donde estés y seas de donde seas.

Los boquerones son apreciados, baratos y sanos por contener ácidos grasos omega 3, las grasas buenas para el organismo y ayudan a reducir los niveles de colesterol malo. El boquerón también llamado anchoa, antxoa o bocarte es un pescado azul que está en temporada así que aprovecha las bondades de este pequeño, primo hermano de atún que tiene más propiedades buenas de las que crees.

Así es como hago yo en casa el pescadito frito y como se suele hacer por aquí por el sur, tanto en Cádiz como en Málaga o Huelva donde el pescaito frito es toda una tradición que curiosamente la trajeron los gallegos, que fueron los que pusieron las primeras freidurias en Cádiz. El éxito de la receta radica como bien díce Juan Ramón Gónzalez Higuero en la calidad de la materia prima.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de boquerones fritos

Elaboración de la receta de boquerones fritos

  1. Limpia y lava muy bien los boquerones en agua fría, quítale la cabeza, las vísceras y la espina central dejando los lomos unidos por la cola.
  2. La técnica para limpiar boquerones es bien fácil: Presiona a la altura de las agallas con ambos dedos y tira de la cabeza en dirección a la cola sujetando el cuerpo con la otra mano, saldrán prácticamente todas las vísceras. Introduce el dedo pulgar en el vientre y deslízalo suavemente en dirección a la cola y paralelo a la espina central, con este movimiento conseguirás separar los lomos y eliminar las vísceras que hayan podido quedar. Tira de la espina central y rómpela al llegar a la cola para que así se queden unidos los lomos por esta. Ten cuidado de no pincharte con las espinas.
  3. Lávalos muy bien bajo el grifo de agua fría y escúrrelos. Si es necesario sécalos con papel de cocina.
  4. Sala ligeramente los boquerones y pásalos por harina de freír pescados. Agítalos para eliminar el exceso de harina. Un truco para enharinarlos y no manchar toda la cocina es poner la harina en una bolsa limpia, meter dentro los boquerones y agitar la bolsa, sólo cogerán la harina que les haga falta.
  5. Fríe los boquerones en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente y ponlos en una bandeja con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. En mi casa mi madre a veces los hace uniendo las colas de varios boquerones y los fríe juntos en forma de abanico. Fríelos en pequeñas tandas para que el aceite no se enfríe y los boquerones no se peguen entre si.
  6. Sírvelos calentitos con una ensalada de pimentos asados por ejemplo y un poco de flor de sal por encima que no le viene nada mal.

¡Éxito asegurado!

Curiosidades de la receta de boquerones fritos

Hay quien los marina una media (1/2) hora en zumo de limón antes de enharinarlos, les da un toque fresco  o simplemente acompaña con limón para exprimirlo sobre el pescado. No soy 100% partidario de esto pues pienso que el limón se hace protagonista y en parte oculta el sabor del buen pescado fresco, si bien unas gotas lo realza, mucho me es desagradable. Dicen las malas lenguas que cuando se acompaña el pescado con limón es para ocultar los olores de un pescado que no está todo lo fresco que debería, aunque no siempre es así.

Puedes utilizar esta misma técnica para freír otro tipo de pescado como sardinas, salmonetes, zapatillas (dorada pequeña), pijota (pescadilla), acedías, choco, calamares, puntillitas, gambas u otros mas grandes previamente troceados y a veces marinados o en adobo como el cazón que aquí en Cádiz se le llama Bienmesabe o el atún, ya que aquí el pescaito frito es todo pescado que puedas encontrar en la plaza (mercado) sin importar la forma o el tamaño.

Con estos ingredientes tienes una receta para dos (2) personas de buen comer con plato único o un entrante para cuatro (4) personas. Acompaña los boquerones con una ensalada de pimientos asados o un buen salmorejo y si te los llevas a la playa mejor que mejor.

Para los intolerantes al gluten puedes utilizar harina de garbanzo u otra harina sin gluten y así convertir esta receta 100% sin gluten y así apta para celíacos.

El maridaje de esta receta bien puede ser una buena cerveza bien fresquita o un buen vino blanco de la tierra, dicese de un Barbadillo, un Tierra Blanca o una Manzanilla de Sanlucar.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Albóndigas de choco en salsa

Albóndigas de choco en salsa. Como ya te comenté en la receta de Menudo de choco, este molusco cefalópodo es lo mismo que la sepia o la jibia, sólo que aquí en el sur se le llama así, hay quien lo confunde con el calamar cuando no tiene nada que ver uno con el otro, quizás cortado y frito puede tener un aspecto similar pero nada más lejos de la realidad son «bichos» distintos.

Esta es una popular receta Gaditana, aunque es típica de Huelva, en fin, digamos que es una receta de aquí del Sur… pues la procedencia de esta no está determinada, pero a lo que vamos es que está rica y que así la hago yo, y como entramos en cuaresma pues toma receta de cuaresma para celebrarla o no, una opción al tradicional potaje.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Albóndigas de Choco

Para hacer las albóndigas:

  • Un (1) choco de unos 400 gr.
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un manojito de perejil (unas ramitas)
  • Un (1) huevo
  • 200 gr. de pan duro
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra

Para la salsa:

  • Una (1) cebolla
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria grande
  • Medio (1/2) litro de caldo de pescado
  • Un vaso de vino blanco (125 ml)
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (opcional)
  • Unas hebras de azafrán
  • Cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un poco de Pimienta
  • Sal

Elaboración de la receta de Albóndigas de Choco

  1. Limpia muy bien el choco, puedes pedirle a tu pescadero que  te lo deje limpio, aún así lávalo y córtalo en trozos grandes. Trocea también el pan y échalo junto con el choco en la picadora o batidora. Si tienes Thermomix puedes utilizarla para picarlo, yo lo hice así.
  2. Añade en el vaso el huevo, con cuidado que no caigan cáscaras, un manojo de perejil, los ajos pelados, una pizca de sal y pimienta blanca.
  3. Tritura todo pero no hace falta que quede una pasta fina, sino que queden trocitos, que sea un triturado basto.
  4.  Forma las bolas de albóndigas con las manos humedecidas en agua para que no se te pegue la masa y rebózalas en harina. 
  5. Fríelas por tandas en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Resérvalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  6. Para hacer la salsa pica la cebolla y el puerro muy fino (brunoise), pela y corta la zanahoria en daditos.
  7. Pon una cazuela a fuego bajo con las cuatro cucharadas de aceite de oliva. Pocha la cebolla y el puerro junto con la guindilla (si quieres echársela, a mi me gusta un puntito picante, sino no se la pongas) y un poco de sal. Deja que se ablande, no hace falta que se dore.
  8. Mientras tanto lleva a ebullición el caldo de pescado (fumet) en un cazo donde echarás la zanahoria troceada, la hoja de laurel, unas hebras de azafrán y unos granos de pimienta negra. Deja cocer tapado hasta que esté la zanahoria tierna pero no excesivamente pues terminará de hacerse junto con el guiso.
  9. Cuando la cebolla y el puerro esté bien pochado agrega el vaso de vino, sube el fuego y déjalo reducir un par de minutos. Añade el contenido del cazo y cuando comience a hervir incorporamos las albóndigas y comprobamos de sal y pimienta. Deja cocer unos diez (10′) minutos, verás que las albóndigas crecerán al absorber parte de la salsa. 
  10. Espolvorea con un poco de perejil picado y… !A comer! Acompaña el guiso con una buena fritada de patatas o un arroz cocido.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de Albóndigas de Choco

Hay quien a la masa de las albóndigas le añade un huevo cocido y/o un poco de leche para que queden mas jugosas pero yo no suelo echárselo a no ser que vea que la masa está un poco seca. Si ves que la masa te ha quedado poco consistente o muy líquida puedes añadir algo de pan rallado, pero no abuses de él o secará demasiado las albóndigas.

También hay quien mezcla choco con gambas o langostinos lo que le da muy buen sabor y jugosidad a la albóndiga, echando también algunas a la salsa, y con las cabezas y pieles hace el caldo.

Haz el fumé o caldo de pescado con pescados de roca, «descartes» que se suelen llamar aquí en Cádiz, cabezas o espinas de algún pescado que hayas utilizado para otra receta o vayas a utilizar y algo de verdura. Si no tienes caldo o no quieres hacerlo puedes utilizar un envase de caldo de pescado pero no será lo mismo que un buen fumé casero. Como he comentado alguna vez no me suelen gustar las pastillas de caldo, aunque nuestras madres siempre las han utilizado y utilizan pero también es una opción, aunque… yo no te la he dicho 😛

Si al guiso le echas unos guisantes, que por cierto ahora estamos en temporada, quedará una salsa de lujo. Sólo tendrás que cocerlos junto con las zanahorias.

Si ves que la salsa te ha quedado un poco «caldosa» y te gusta mas ligada y espesa puedes añadirle un poco de harina o maicena. Yo suelo diluir en medio vaso de agua fría una cucharada de harina de maíz (maicena) y añadirlo al guiso, espesa la salsa sin formar grumos como puede ocurrir con la harina.

De vez en cuando, sobre todo en fin de semana, me gusta tomar una copa de vino con el guiso o plato que preparo, esta vez he maridado el plato con un vino blanco con Denominación geográfica Tierra de Cádiz «Estero Blanco» de las bodegas William Humbert. Es un vino joven y fresco de uva palomino de los viñedos de la campiña de Jerez que marida a la perfección con primeros platos, guisos, potajes y sobre todo pescados y mariscos. Este mismo vino es el que he utilizado para hacer el guiso ya que como siempre digo y no me canso de decir, no cocines con un vino que no seas capaz de beberte, si los ingredientes son buenos porqué «matarlos» con un mal vino…

Espero que os guste amig@s y en especial a ti Graci (pinchos y canapés) que tenías ganas de que publicase esta receta 😉

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Bodegas William humbert», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.