Puchero Gaditano. Caldo de puchero.

Puchero Gaditano o Puchero Andalúz. Caldo de Puchero. Para comenzar bien el año que menos que hacerlo comiendo bien y con una comida tan típica en Cádiz, «El Puchero», que en otros lugares se les llama Cocido, como el tradicional Cocido Madrileño, haciendo referencia en todos al recipiente donde se cuece.

Esta receta es la base de otras muchas, si sabes hacer un buen puchero tendrás  un buen trecho ganado en la cocina, así es como yo la suelo hacer, casi siempre la hago igual pero a veces cambio o modifico algún ingrediente según el mercado o capricho, pero en líneas generales mantengo la base que es la que os voy a enseñar.

Hace ya mucho tiempo que tenía ganas de publicar esta receta junto con otras muchas recetas de aprovechamiento como la ropavieja, las croquetas de puchero, el cuscús de pringá, el sándwich de pollo (chanwi en Cádiz) que iré publicando y podréis aprovechar al máximo este cocido ya que la economía no está para chistes.

Aquí en Cádiz se suele comer el caldo con las verduras y garbanzos y después las carnes a las que se les llama «Pringá del cocido» y se comen pringando pan en ellas.

El puchero tiene poco misterio así que ¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de puchero gaditano

  • Un (1) buen trozo de Jarrete de ternera (morcillo) 
  • Medio (1/2) pollo o gallina
  • 400 gr. de garbanzos
  • Un (1) trozo de tocino
  • Un (1) trozo de papada de cerdo
  • Un (1) trozo de tocino «añejo»
  • Un (1) hueso de espinazo
  • Un (1) trozo de costilla salada
  • Un (1) hueso blanco salado (hueso de pata de ternera)
  • Un (1) hueso de jamón serrano
  • Un (1) puerro
  • Dos (2) zanahorias
  • Dos (2) pencas de apio
  • Dos (2) patatas
  • Un (1) nabo (yo no suelo echárselo)
Para el caldo de puchero
  • arroz o fideos
  • unas hojas de hierbabuena
  • huevo cocido (opcional)
  • taquitos de jamón serrano

Elaboración de la receta de Puchero

  1. Lo primero es poner a remojo los garbanzos el día anterior. Ponlos en un bol cubiertos con agua fría, del grifo vamos. Hay quien le echa un puñado de sal, yo no suelo hacerlo.
  2. Lava muy bien todos los ingredientes en especial los salados y así quitarles el exceso de sal pues traen bastante.
  3. Lava y pela la zanahoria, el puerro, el apio y el nabo. Trocea la zanahoria y el puerro en dos, el nabo en cuartos y el apio en trozos mas o menos grandes.
  4. Pon una olla o puchero casi lleno a fuego vivo (mas o menos 3 litros). Añade el jarrete de  ternera, el pollo, el tocino, la papada, el añejo, el espinazo, el hueso jamón, la costilla salada y el hueso blanco.
  5. Cuando empiece a hervir echa los garbanzos y las verduras.
  6. Mientras hierve puede que salga espuma, que deberás retirar con un cazo o espumadera.
  7. Cuando no salga espuma, deja cocer semi tapado a fuego medio unas dos (2h.) o dos horas y media (2h30′). Vigila de vez en cuando y retira las verduras una vez veas que están tiernas. Sigue cociendo hasta que los garbanzos estén tiernos.
  8. Una vez esté listo el puchero retira las carnes en una bandeja. Puedes desechar el hueso de espinazo, el añejo y el hueso blanco. Cuando se enfríe procede a desmenuzar el pollo, el jamón y si quieres la costilla salada. Cuidado con los huesos pequeños o punzantes.
  9. Cuela el caldo y resérvalo. Haz lo mismo con los garbanzos. Ya está listo el PucheroRectifica de sal el caldo si  ves que es necesario, pues no se añade sal al llevar los huesos salados.
  10. Para hacer el caldo de puchero: Pon caldo en un cazo (depende de los comensales) añade garbanzos si quieres y cuando empiece a hervir echa unos puñados de fideos o arroz. Cuando estén tiernos puedes poner un poco de carne del cocido y algo de verdura o unos trozos de jamón y huevo cocido.
  11. La «pringá» preséntala en una bandeja para que cada cual se sirva a su gusto.

¡Prepara pan para la pringá y unas hojas de hierbabuena!

Curiosidades de la receta de Puchero gaditano

Los ingredientes de calidad definen a esta receta por tanto no te la juegues con cualquier carne, dile a tu carnicero que te ponga jarrete de ternera, un buen trozo, así tendrás para hacer croquetas de puchero u otra receta de aprovechamiento.

El tocino, la papada y el jamón si son ibéricos mejor que mejor, esto no hay ni que decirlo, te saldrá una pringá de categoría.

El Puchero en olla exprés es lo que tienes que hacer si no tienes mucho tiempo, sólo debes seguir los pasos hasta el punto 6 y cerrar la olla unos cuarenta (40′) minutos desde el momento en que empieza a salir el vapor. Ten la precaución de no llenar la olla mas allá de los tornillos de las asas.

El caldo lo puedes congelar en pequeños botes y sacarlos cuando quieras consumirlos, para una sopa o para utilizarlo como ingrediente de otra receta.

Puedes también hacer con el caldo del puchero un consomé al Jerez añadiendo un poco de fino, añadirle unos picatostes (pan frito) o cuajarle un huevo en el caldo.

Los garbanzos puedes remojarlos y congelarlos, de esta forma no se te olvidará nunca ponerlos en remojo y los tendrás listos para usar, no tendrás ni que descongelarlos.

Con las carnes del puchero ya he comentado que se pueden aprovechar para hacer ropavieja, que se hace añadiendo patatas fritas y un sofrito, Croquetas de puchero, cuscús de pringá, sándwich de pollo, tostadas de pringá, canelones de pringá y otras muchas recetas de aprovechamiento, estad atentos que iré publicándolas.

El hueso de jamón puede dar un color y sabor excesivo a veces, puedes hacer dos cosas, una meterlo en agua la vispera anterior como los garbanzos o quitarle la piel antes de cocinarlo, así suavizará un poco ese fuerte sabor que a veces ocasiona.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos, de todos modos nunca está de más el comprobar los envases de los productos que vayas a usar y cerciorarte que están libres de gluten, aunque la mayoría de fabricantes ya se van concienciando y se preocupan de informarnos.

Espero que os guste amig@s y Feliz año nuevo!

Si tienes interés en la historia y procedencia del puchero puedes mirar estos artículos: «Del puchero con tos sus avíos» de Julio de la Torre y «Berzas, cocidos y pucheros de Cádiz» de Manuel Ruiz Torres.

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Receta de callos paso a paso

Receta casera de callos paso a paso.  Esta receta debería de llamarse Callos Rafaela, en honor a mi tía Rafi que fue la que me enseño a hacer este guiso tradicional, tal y como ella lo hace, como se suelen hacer en Écija, con sus medidas, aunque yo lo he adaptado un poco, sólo en las cantidades para que no haya error posible, por lo demás está tal y como ella me lo explicó.

Esta es una receta fácil de callos, muy parecidos a la Receta de Callos a la Madrileña sólo que no suele llevar chorizo y morcilla, aunque reconozco que normalmente se los echo y se convierten en un espectáculo de guiso superlativo.

Los callos son toda una receta casera de casquería, que o te gustan mucho o los detestas como ya dije de las carrilladas, por su textura gelatinosa que se acentúa con las manitas de cerdo, pero quien los prueba y le gustan, vuelven, siempre vuelven…

¿Qué mejor que este tiempo frío y lluvioso para hacer este guiso de callos?

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de callos ¿Qué llevan los callos?

  • Un (1) kg. de Callos de ternera
  • Una (1) manita de cerdo (cortada en cuatro trozos)
  • Una (1) cebolla
  • Medio (1/2) pimiento rojo
  • Una (1) cabeza de ajos
  • Un (1) tomate
  • Pimienta negra en grano (Media cucharadita)
  • Dos (2) guindillas
  • Chile o cayena molida (la punta de una cucharada pequeña)
  • Una (1) cucharada pequeña y rasa de pimentón dulce
  • 100 ml. de vino blanco o fino
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Vinagre para lavar los callos
  • Chorizo y Morcilla (opcional)

Elaboración de la receta de callos ¿Cómo se hacen los callos?

  1. Lava muy bien los callos y las manitas con agua limpia. Déjalos con agua y un chorrito de vinagre durante al menos media hora y repite la operación de lavarlos con agua limpia bajo el grifo, aún habiéndolos comprado ya limpios.
  2. Corta la cebolla y el tomate por la mitad, el medio pimiento rojo en trozos y pela la cabeza de ajos, pero sólo las capas exteriores para limpiarla bien, debes dejar la cabeza de ajos entera.
  3. En una cazuela echa los callos y las manitas junto con la cebolla, el tomate, el pimiento, la cabeza de ajos, las especias (pimienta negra, guindillas, chile molido y pimentón dulce), un poco de sal, tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra y 100 ml. de vino blanco
  4. Pon a fuego medio la cazuela y espera a que se consuman los líquidos. Los callos soltarán liquido por tanto se irán haciendo sin que se peguen, sin embargo no debes de dejar de vigilarlos y moverlos de vez en cuando.
  5. Una vez se hayan consumido los líquidos cubre los callos con agua y tapa la cazuela. Deberás dejarlos una media (1/2) hora.
  6. Muele o tritura la cebolla y el tomate para añadirlos al guiso. Deshecha la cabeza de ajos. Deja al fuego quince (15′) minutos mas y aparta.

Prepara una buena hogaza de pan.

Curiosidades de la receta de callos

Asegúrate de limpiar muy bien los callos, yo lo suelo hacer con vinagre pero hay quien lo hace con limón. No compres callos en sitios que no sean de tu confianza o callos que tengan mal color y olor fuerte y desagradable.

Si te gustan mas los callos de cerdo que los de ternera puedes usarlos tranquilamente, pero no uses callos de los que vienen envasados ya guisados.

A mi me gusta que tenga el punto de picante que se note, si te gusta más suave quita una guindilla y el chile o cayena molida, suavizará un poco el guiso.

Si quieres puedes ponerle como ya te he comentado chorizo y morcilla, hasta panceta o tocino si te gusta será algo parecido a unos callos a la madrileña. No uses chorizo picante pues con las especias ya lleva bastante pique.

Estos callos, mi tia y allí en Écija los suelen acompañar con patatas fritas aunque yo no suelo hacerlo, aquí en Cádiz se le suelen echar garbanzos, pero no como Menudo gaditano que esa es otra receta, sino como Callos a la Andaluza.

El maridaje de este plato sería con un buen vino tinto, uno intenso y perfumado, con gran potencia en boca… ¿Qué os parece un Samaruco? De las Bodegas Luis Pérez.

¡Espero que os guste amig@s! ¡Gracias tita por esta magnifica receta!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Carrillada al Oporto

Carrillada al  Oporto. La carrillada es una carne muy agradecida si se hace bien,  tierna y gelatinosa en casa nos encanta y la hago de varias formas. En otra ocasión os he enseñado como hago la carrillada ibérica en salsa de vino tinto, hoy voy a cambiar de vino, utilizaré un Oporto y así internacionalizar un poco  mas esta carne jugosa, aunque es una receta típica extreñeña, que por cercanía con el país vecino suelen utilizan el buen vino de Oporto y de alguna forma lo han dado un poco más a conocer por los guisos.

La idea de preparar la carrillada de esta forma viene de  haber escuchado mucho lo bien que salían los guisos con el vino de oporto y casualmente lo encontré hace poco en un supermercado, por supuesto se vino conmigo. Buceando entre mis libros y por la web encontré una rica receta de Alfonso del Blog «Recetas de Rechupete«, estupendo bloguero con magníficas recetas tanto de su tierra, Galicia, como otras de diverso índole y que siempre salen bien. Esta es una versión de su receta Carrilladas ibéricas al Oporto con miel y os puedo asegurar que sale estupenda, mis cuñados que fueron los que se la comieron pueden dar fe de ello que no dejaron ni la salsa…

¡Ponte el delantal!

 Ingredientes para la receta de carrillada al oporto

  • Un (1) Kg de carrillada de cerdo
  • Una (1) cebolla grande
  • Un (1) pimiento
  • Dos (2) zanahorias
  • Una (1) manzana dulce (golden, reineta)
  • Seis u ocho (6-8) patatas pequeñas de guarnición.
  • Un (1) diente de ajo
  • Dos (2) ramitas de tomillo fresco
  • Dos (2) cucharadas de miel (yo utilizé luna de miel de romero)
  • 250 ml. de vino oporto dulce
  • 250 ml. de caldo de carne
  • Una (1) cucharada de concentrado de carne Bovril
  • Una (1) hoja de laurel
  • Harina de trigo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • Sal

Elaboración de la receta de carrillada al oporto

  1. Limpia muy bien los trozos de carrillada de nervios y grasas.
  2. Maja en un mortero el diente de ajo pelado, unos granos de pimienta, algo de sal, las dos cucharadas de miel, el tomillo y un par de cucharadas de agua.
  3. Mezcla este majado con las piezas de carrillada para  adobarlas y resérvalas al menos una hora en el frigorífico.
  4. Trocea la cebolla y el pimiento muy pequeñito (brunoise) y la zanahoria en daditos un poco mas grandes. Reserva.
  5. Reboza las carrilleras en harina, sólo superficialmente. Puedes ayudarte de una bolsa como te comenté en la anterior receta de carrillada al vino tinto, así no mancharás mas que lo justo.
  6. Pon una olla o cazuela a fuego medio-alto con el fondo cubierto de aceite de oliva. Una vez esté caliente dora las carrilladas por tandas, y resérvalas. Cuanto mas doradas esté la carne, más oscura te saldrá la salsa, y el sabor será mas intenso al reducirla.
  7. En la misma olla donde has dorado la carne añade un poco mas de aceite de oliva y sofríe la verdura a fuego medio-bajo hasta que esté bien tierna, unos quince (15′) minutos.
  8. Pasado este tiempo añade la carne que tienes reservada, si ha soltado jugos, añádelos también junto con el vino de Oporto y la hoja de laurel, deja reducir a la mitad removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
  9. Lava muy bien las patatas, pélalas y las torneas un poco para que sean todas mas o menos uniformes.
  10. Pela la manzana y trocéala en cubitos de mas o menos un centímetro.
  11. Cuando el vino haya reducido a la mitad incorpora el caldo de carne y una cucharada de concentrado de carne Bovril. En este momento puedes cerrar la olla exprés unos veinte (25′) minutos o dejar la cazuela semi tapada una hora y media (1’5h) aproximadamente hasta que la carne esté bien tierna.
  12. Si usas olla exprés una vez abras la olla incorpora las patatas y la manzana, sólo tendrás que esperar a que estén tiernas. Si optas por dejar hacer a fuego lento cuando queden unos veinte minutos para terminar la cocción incorpora las patatas y la manzana.

¡Sirve bien caliente acompañado de un buen pan para hacer barquitos y aprovecha la ocasión para abrir un buen Reserva!

Curiosidades de la receta de carrillera al Oporto

La carrillada si es ibérica mejor que mejor, asegúrate que es bien fresca, gelatinosa y de buena calidad.

La manzana debe de ser dulce, del tipo reineta o golden no uses una manzana verde que le de un sabor ácido al guiso o harinosa que se pueda desboronar.

Hay muchos tipos de vino de Oporto yo usé un vino dulce, pero si no lo encuentras o prefieres usar otro te recomiendo un Moscatel que tenga cuerpo o un Pedro Ximénez (PX) también te saldrá un guiso estupendo.

A veces a los guisos de sabores concentrados como este les pongo un poco de concentrado de carne Bovril que intensifica los sabores y le da muy buena terminación a la salsa. Prescinde de él si quieres o si no tienes.

El caldo de carne es mejor tenerlo echo casero sino es así siempre puedes ponerle una pastilla de caldo de carne, un poco mas de Bovril con el agua o un buen caldo de de calidad como los de Aneto, que en alguna ocasión ya he comentado.

Si no tienes tomillo fresco añade un par de cucharadas pequeñas de tomillo seco.

El guiso está mejor de un día para otro de modo que sino tienes prisa déjalo reposar y date el festín al día siguiente, ya no tendrás que hacer de comer y podrás dedicarle mas tiempo a los tuyos.

Si te sobra carrillada o tienes una comida especial con la familia, amigos o en alguna fiesta como la Navidad puedes sorprenderlos presentando la carne en forma de Saquitos de Carrillada (pincha sobre el nombre para ver la receta).

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Ragú de salchichas

Ragú de salchichas frescas al horno. A veces no comemos algunas cosas por creer que son demasiado calóricas o por su mala fama sin embargo hay productos estupendos y bajos en calorías que desmienten todo lo anterior, hablo de los productos cárnicos y los embutidos Sabrosanos de Serrano. Para solucionar esta «mala imagen» que tienen algunos productos, Cárnicas Serrano elabora productos sanos y con menos del 2% de grasas sin renunciar al buen sabor.

Aprovechando que me han enviado una serie de productos para que los pruebe, he descubierto que hay productos mas allá de la típica e insulsa pechuga  de pollo. Para llevar una vida saludable sólo hay que elegir bien lo que comes y hacer algo de deporte, Serrano sabe bien cómo hacerlo y por ello nos propone: «Pásate a Serrano». Además de esto influye la forma de cocinar los alimentos y este guiso de salchichas al horno es una forma sana de prepararlo ya que se cuece en sus propios jugos, no incorporo mas sal de la que llevan los alimentos y apenas le hace falta grasa para su cocción, prueba a sacarle partido a tu horno y no a la freidora, saldrás ganando!!

Esta receta que os propongo es una adaptación de la receta «Ragout de salchichas y tomates» del programa «En casa de Jamie» donde cocinero Inglés Jamie Oliver nos transmite el entusiasmo que le pone a la cocina y su forma de cocinar, que a pesar de parecer un tanto anárquico y algo «cochino», como dice mi amiga Carmen, es un estupendo cocinero.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de ragú de salchichas frescas al horno

  • Cinco (5) Salchichas frescas o longaniza fresca Serrano baja en grasa
  • Quince o veinte (15/20) tomates cherry
  • Media (1/2) berenjena
  • 150 gr. de bacon o panceta
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Una (1) rama de romero fresco
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un poco de orégano
  • Mezcla de pimientas
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración de la receta de ragú de salchichas frescas al horno

  1. Enciende el horno a 180º arriba y abajo. Cuando caliente mete una cazuela de barro dentro para que tome temperatura.
  2. Lava muy bien la verdura. Corta la berenjena y el bacon en dados.  Pincha los tomates cherry para que suelten su jugo y no revienten.
  3. Cuando esté bien caliente la cazuela echa unas dos cucharadas de aceite de oliva, déjalo calentar y añade el bacon.
  4. Una vez el bacon esté dorado añade los tomates, la berenjena, las hojas de laurel, la rama de romero fresco, un poco de orégano y pimienta. Cuece unos cinco (5′) minutos.
  5. Pincha las salchichas e incorpóralas a la cazuela untadas en aceite de oliva. Añade también un par de dientes de ajo con su piel, sólo golpéalos sobre la tabla de cortar con el cuchillo. Deja cocinar unos cuarenta y cinco (45′) minutos moviendo de vez en cuando con una cuchara y volteando las salchichas para que se doren por igual.
¡Sírvelo con un buen pan casero o de pueblo!
 
 

Curiosidades de la receta de ragout de salchichas frescas al horno

Las salchichas que he utilizado son de Cárnicas Serrano porque como ya he comentado son bajas en grasa sin perder el buen sabor pero si no tienes puedes usar las de tu carnicero de confianza o unos chorizos criollos que también salen muy buenos. Desaconsejo por completo las salchichas envasadas tipo Frankfurt.

Puedes utilizar tomates normales pero tendrás que escaldarlos en la cazuela algo mas de cinco minutos (punto 4) y retirar la piel cuando estén tiernos antes de pasar al punto 5, con cuidado de no desmenuzarlos ni aplastarlos.

Este guiso admite casi cualquier cosa, puedes echarle champiñones, setas, espárragos trigueros, calabacín deja volar tu imaginación o mira en el frigorífico a ver que tienes, no seas cuadriculado en la cocina como en el sexo casi todo vale 😉

Si te gusta puedes servirlo con un chorrito de vinagre balsámico de Módena, verás que punto mas bueno le da.

Si quieres que el ragú sea todavía mas ligero y sano prescinde del bacon que aunque le da muy buen sabor también le aporta calorías extra. Has de tener en cuenta que al no incluir el bacon, que de por sí es salado, deberás añadir algo de sal o el ragú estará soso.

Un buen puré de patatas casero para acompañar este plato sería una opción estupenda, tan rápido y fácil de preparar, pincha sobre el nombre y aparecerá la receta por si tienes dudas de cómo hacerlo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

Conejo con cerezas del Jerte

Conejo con cerezas del Jerte. Hace poco mi amiga Lupe me trajo un conejo de campo que su madre, María Santos, le dio para que me regalara, seguramente esta señora hace un conejo guisado de muerte pero yo opté por darle el toque «Ralu» y ver que tenía en el frigo… Vaya! Unas picotas del Jerte! Seguro que casan bien con este lindo conejo.

Precisamente en un corto viaje de trabajo a Extremadura, me regalaron un libro en el que venían representados los alimentos que se producen en esta región de los cuales dí buena cuenta en esta visita, qué mejor que esta receta para rememorar esos momentos.

El conejo tiene una carne blanca, magra y baja en calorías. Es ideal para dietas de control de peso o colesterol siempre que se cocine con poca grasa. Esta carne, si se cocina guisada o estofada es tierna y fácil de masticar sobre todo para niños y adultos con dificultades, aunque has de saber que si proviene de caza suele ser mas dura y por tanto necesitará algo mas de cocción.

La receta la saqué de un libro del cocinero José Andrés, que tanto me gusta y la hace con cerezas pero como lo que yo tenía eran picotas pues eso le puse y el conejo no se quejó, así que al final queda como conejo con picotas del Jerte.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de conejo con cerezas del Jerte

  • Medio (1/2) conejo de campo (1/2 kg. aproximadamente)
  • Un cuarto (1/4) de cucharada pequeña de sal
  • Mezcla de pimientas o pimienta de colores
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Tres (3) cucharadas de aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Una (1) Cebolla
  • 18 cerezas o picotas fresca
  • 125 ml. de vino dulce (yo usé moscatel de Chiclana)
  • 250 ml. de caldo de pollo (yo usé caldo de pollo Aneto)
  • Una (1) ramita de canela

Elaboración de la receta de conejo con picotas del Jerte

  1. Corta por la mitad las cerezas y las deshuesas. Resérvalas.
  2. Limpia y lava muy bien el conejo, quítale los plomos que pueda tener (si es conejo de campo) y corta en unos ocho (8) trozos. A mí como me lo limpió y peló María Santos, sólo tuve que trocearlo.
  3. Sala los trozos de conejo y le echas un par de vueltas del molinillo de pimientas.
  4. Pela y corta la cebolla en rodajas muy finas.
  5. Pon una sartén o cazuela a fuego medio-alto con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, caliéntalo y dora los trozos de conejo durante cuatro (4′) minutos por cada lado o hasta que esté dorado pero no seco por dentro. Retira el conejo de la sartén y resérvalo.
  6. Baja el fuego y añade otra cucharada de aceite de oliva. Dale un golpe a los dientes de ajo y sin pelarlos los echas en la sartén. Dora los ajos durante un minuto e incorpora la cebolla y seis (6) cerezas. Rehoga la cebolla unos veinte (20′) minutos hasta que caramelice, sin que llegue a quemarse. Si ves que se tuesta demasiado añade una cucharada de agua.
  7. Una vez la cebolla está muy tierna y dorada agrega el vino dulce, sube el fuego y deja reducir un par (2′) de minutos. A continuación incorpora la mitad del caldo de pollo.
  8. Tritura la salsa en el vaso de la batidora (retira la piel del ajo si no quieres encontrarte trocitos desagradables) y de nuevo la echas en la sartén junto con el conejo, la ramita de canela y el resto del caldo. Cuece a fuego lento unos diez (10′) o quince (15′) minutos, dependerá de la dureza de la carne. Prueba de sal y corrige si fuese necesario.
  9. Pasado ese tiempo añade las cerezas restantes y termina de cocer unos cinco (5′) minutos.

Sirve inmediatamente bien calentito junto con unas patatas fritas o un arroz cocido.

Curiosidades de la receta de conejo con picotas del Jerte

Tuve la suerte de que me regalaran este conejo pero siempre puedes hacerlo con cualquier conejo que vendan en el supermercado ya que los hay a muy buen precio. Si compras en el mercado un conejo que proviene de la caza y no de granja, para comprobar que es un conejo joven observarás que la carne es rosada y las patas son flexibles de esta forma te asegurarás de que la pieza es fresca y está en buenas condiciones.

El vino que he utilizado en la receta es un vino Moscatel de Chiclana, amparado por la denominación de origen «Vinos de Chiclana» pero puedes utilizar cualquier otro vino dulce como un moscatel de Chipiona dentro de la denominación de origen Jerez-Xerez-Sherry, un Málaga dulce y hasta un oporto le vendría bien.

Si no te gustan las cerezas, no las encuentras o no están en temporada siempre puedes usar unas uvas, ciruelas o manzana también quedará un guiso estupendo.

El caldo de pollo lo puedes hacer con anterioridad o utilizar un buen caldo de calidad como son los Caldos Aneto  que son 100% naturales además de no contener gluten.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos, de todos modos nunca está de más el comprobar los envases de los productos que utilices y cerciorarte que están libres de gluten, aunque la mayoría de las marcas como Aneto ya se van preocupando de informarnos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Atún encebollado

Ventresca de atún rojo  encebollada. El atún rojo o atún toro como lo llaman los japoneses, es el cerdo ibérico del mar, de él se aprovecha prácticamente todo, es de los pescados más valorados para su consumo por su enorme fuente de proteínas y aceites grasos omega 3 ya que es un pescado azul, el rey de los azules diria yo… Aquí en Cádiz hay una gran tradición conservera pero también muy buenas recetas con atún, varias de las cuales os las iré mostrando. Podría quedarme toda una parrafada hablando de este grande de los oceanos pues hay mucho que contar y mucho que aprender de él pero si queréis saber un poco más sólo tenéis que pinchar el enlace siguiente donde el escritor y gastrónomo gaditano, miembro del Grupo Gastronómico Gaditano y autor del libro «El libro del Atún y su cocina» Carlos Spínola nos habla de él: El atún y su consumo.

El atún encebollado es una receta tradicional cuya paternidad, como dice el gastrónomo Gaditano Pepe Oneto en su libro «Memoria de una Isla de Olores y Sabores», la reclaman para sí los Barbateños y Onubenses, y es posible que lleven razón pero hay que reconocer que esta especialidad se ha hecho desde tiempos ancestrales en mi Isla natal, la Isla de León (San Fernando), por lo que se le puede dar el calificativo de receta Gaditana o mas aún, Receta Isleña.

Ingredientes para la receta de atún encebollado

  • Un (1) Kg. de atún fresco (yo usé ventresca de atún rojo)
  • Tres (3) cebollas (preferiblemente rojas)
  • Dos (2) dientes de ajo
  • 250 ml. de vino fino (o blanco)
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Una (1) cucharada pequeña rasa de pimentón dulce
  • Media (1/2) cucharada pequeña de orégano
  • Unos granos de comino (opcional)
  • Pimenta negra
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Flor de sal (o sal común)

Elaboración de la receta de atún encebollado

  1. Lava el atún, mételo en agua fría unos diez (10′) minutos para que se desangre y sécalo. Trocéalo en dados de unos dos (2) centímetros aproximadamente. Marina el atún en un bol con la sal, pimienta, orégano, cominos y lo reservas.
  2. Corta las cebollas en rodajas. Pela los ajos y los cortas en láminas.
  3. Pon una olla a fuego medio con el fondo cubierto de aceite de oliva. sofríe  los ajos y antes de que cojan color añade la cebolla. Incorpora el laurel. Deja pochar a fuego suave hasta que la cebolla esté muy tierna.
  4. Retira la olla del fuego y añade el pimentón, remueve bien para que se integre y no se queme o tomará un sabor amargo.
  5. Vuelve a poner al fuego lento la olla, añade el vino y los trozos de atún. Deja reducir y que el atún haga durante unos quince (15′) minutos. No le pierdas ojo para que no se te pegue y ve moviéndolo con cuidado para que no se desmenuce. Si ves que se queda sin caldo puedes echarle un poco de caldo de pescado (fumet) o simplemente un poco de agua.
  6. Rectifica de sal si hiciese falta. ¡Ya lo tienes listo!

¡Prepara la telera de pan que hay donde mojar!

Curiosidades de la receta de atún encebollado

La receta está hecha con ventresca de atún rojo de almadraba también llamada, ventrecha, barriga o ijada pero puedes utilizar cualquier otro trozo como lomo, cola, tarantelo, etc u otro tipo de atún como barcora, bonito, listado, etc.

El atún no debe de hacerse mucho o corres el riesgo de que quede seco por ello debes de vigilarlo ya que el tiempo de cocción del atún es corto y debe quedar jugoso.

La cebolla que se suele utilizar para esta receta es la cebolla roja, si no la encuentras usa una cebolla blanca fresca que también es suave o sino usa una cebolla común.

No me canso de decir que utilices un vino de calidad y no un vino que no serías capaz de tomarte, es una pena gastarte un dinero en un pescado de calidad para que le eches un vino de cartón. Puedes usar un fino de Chiclana o Jerez le viene estupendo o una manzanilla de Sanlúcar.

Esta receta es 100% sin gluten y por lo tanto apta par Celíacos.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Garbanzos con almejas

Garbanzos con almejas. Que sea casi verano y haga calor no quiere decir que en mi casa no se coman guisos o legumbres. Nosotros las comemos durante todo el año, eso si, en vez de hacer guisos o potajes contundentes preferimos hacerlos mas ligeros y frescos ¿Coméis vosotros legumbres en verano?

La receta que traigo se la vi a mi amiga Ceci del blog «Harina la carmita», que le gustan tanto los platos de cuchara como a mi, y al verla no dudé en poner garbanzos a remojar. Este plato se parece mucho a la receta gaditana de los típicos Garbanzos con Langostinos que se hacen por aquí en Cádiz, muy rápida, fácil y barata, con un resultado realmente bueno, ideal si quieres comer legumbres sin meterte una bomba de calorías y mantener la línea del bañador/bikini en su sitio, que no es mi caso ya que me como a mi padre por los pies 😉

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Garbanzos con almejas

  • 800 gr. de garbanzos cocidos
  • Medio (1/2) kg. de almejas
  • Una (1) cebolla
  • Un (1) pimiento verde
  • Tres (3) dientes de ajo
  • 12 almendras crudas y peladas
  • Un (1) tomate
  • 125 ml. de vino fino
  • 750 ml. de caldo de pescado
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla
  • Pimienta negra molida
  • Una (1) ramita de perejil
  • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
  • Sal

Elaboración de la receta de Garbanzos con almejas

  1. Lo primero que has de hacer es cocer los garbanzos. Para ello los debes de poner a remojar el día anterior. Cocerlos en abundante agua hirviendo hasta que se pongan tiernos. Resérvalos.
  2. Lava muy bien las almejas bajo el grifo y las pones en un recipiente con agua y un puñado de sal gorda al menos una (1h) hora para que vayan soltando la posible arena que contengan. Las almejas deberán ser frescas, sin trozos rotos ni que estén abiertas, desecha las que veas así.
  3. Pon a calentar a fuego medio una olla con tres cucharadas de aceite de oliva. Mientras tanto trocea la cebolla, el pimiento, corta los ajos en láminas y ralla el tomate. (El tamaño no es importante porque después triturarás el sofrito).
  4. Pocha la cebolla con una pizca de sal y pimienta. Una vez esté pochada añade el pimiento troceado, el ajo laminado y las almendras. Sofríe la verdura durante unos diez (10′) minutos.
  5. Añade el tomate, la hoja de laurel y el vino. Deja reducir el vino un par (2′) de minutos y agrega el caldo caliente. Ahora es el momento de triturar el sofrito (sin la hoja de laurel ya que quedarían trocitos desagradables al paladar).
  6. Escurre las almejas sin verter sobre ellas el agua en el que están metidas, es decir, retira las almejas sacándolas del bol sin remover el agua para que la tierra que puedan haber soltado quede en el fondo. Incorpóralas en la olla junto con los garbanzos.
  7. Prueba de sal y corrige si hiciese falta. Deja cocer unos minutos para que se abran las almejas.
  8. Pica un poco de perejil y servimos el guiso con un poco por encima. Si lo dejas reposar o de un día para otro todavía estará mas bueno, como casi todos los guisos.

Curiosidades de la receta de garbanzos con almejas

Los garbanzos los puedes cocer o si quieres puedes utilizar un bote de los que ya vienen cocidos, te ahorrará un trabajo y harás la receta en un pis-pas.

En vez de tomate rallado puedes utilizar tomate triturado de calidad o tomate concentrado, adaptando la cantidad si usas este último (dos o tres cucharadas pequeñas serían suficiente).

Yo le he puesto una guindilla porque me gusta el puntito picante, si no te gusta con no ponérsela tienes suficiente. Además soy mucho de especias por lo que un poco de pimentón molido, unas hebras de azafrán y comino no le viene nada mal a esta receta.

El caldo de pescado si no lo tienes hecho de alguna otra receta o congelado lo puedes sustituir por un brick de caldo de pescado o una pastilla de caldo concentrado, que te solucionará la papeleta, aunque como un buen fumet de pescado no hay nada, nada.

Las almendras además de dar sabor «engordan» el caldo pero si no tienes en el momento de hacer el guiso puedes freir una rebanada de pan y triturarla junto al sofrito, también es muy buena opción. También puedes probar a cambiar las almendras por avellanas.

 ¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Patatas guisadas con costilla

Patatas guisadas con costillas de cerdo. Bueno ya estoy de vuelta, después de estos días de ausencia traigo una receta para recuperar lo desgastado en la carrera que os comenté en la anterior entrada… os cuento un poco.

El pasado fin de semana estuve en los 101 km en 24 horas de Ronda como ya os comenté, ha sido una de la carreras más duras de mi vida y no tanto por los kilómetros sino por la calor asfixiante. El día fué muy duro  ya la noche mucho mas liviana al bajar las temperaturas, al final terminé en 22 horas y 45 minutos aproximadamente muy cansado y dolorido pero increíblemente feliz, los malos tragos se me olvidaron al cruzar la meta arropado por los amigos y conseguir el preciado «ladrillo» que no es más que una medalla conmemorativa que sólo le dan al que finaliza.

Desde aquí quiero agradecer a todos los amigos y compañeros que de una forma u otra me han ayudado en la preparación y consecución de la carrera sobre todo a Jose Manuel Rebollido que ha sido el que me ha metido el ultrafondo en las venas apostando por mi desde el primer momento y enseñándome todo lo que sabe, a Juan José Nicolini que ha estado todo este año  entrenando conmigo y no pensó en abandonar ni un sólo instante además de ser un apoyo incondicional, a José Antonio Santigosa por lo grande que es, por su entrega desinteresada y por sus palabras que tanto ayudan en los momentos delicados, a Manuel García Melgar por su compañía, su humildad y sencillez, a mis hermanos «Los Últimos Susmurais»  y a tantos otros que no nombro pero que también se merecen mención especial aunque si sigo nombrando no pongo receta alguna que de eso trata este blog y no quiero aburriros con tanta dedicatoria.

Esta receta tan típica y tradicional «costilla con papas» o «papas guisadas» como siempre se les ha llamado en mi casa , es sencilla y barata, rica en carbohidratos, con las proteinas justas y baja en grasas, siempre que la costilla sea magra y le quitemos la grasa sobrante. Una receta tradicional de las de toda la vida que en cada casa se hace de forma diferente pero el resultado es similar.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de patatas guisadas con costilla

    • Cuatro (4) patatas grandes
    • 500 gr de costilla de cerdo troceadas
    • Un (1) pimiento rojo
    • Un (1) pimiento verde
    • Una (1) cebolla
    • Un (1) tomate maduro
    • Un (1) pimiento choricero (o su carne)
    • Media (1/2) cabeza de ajos
    • Una (1) guindilla (opcional)
    • Una (1) hoja de laurel
    • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
    • Pimienta negra
    • Unas hebras de azafrán.
    • Aceite de oliva virgen extra Gil-Luna
    • Sal
    • 200 ml de agua o caldo de pollo

Elaboración de la receta de patatas guisadas con costilla

  1. Pon a remojar en agua templada el pimiento choricero en el caso que lo tengas seco y no utilices carne de pimiento choricero envasada.
  2. En una olla o cazuela echa cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva y ponla a fuego medio-alto.
  3. Limpia bien de grasas las costillas y échalas en la olla para que se doren.
  4. Mientras tanto lava muy bien las verduras, pélalas y las cortas en trocitos muy pequeños (brunoise). La media cabeza de ajos sólo pela las capas exteriores y con un cuchillo afilado hazle una pequeña incisión en el lomo de cada diente de ajo.
  5. Cuando esté la costilla bien dorada echa la cebolla, el pimiento rojo y el verde que dejaremos pochar hasta que este blandita, que será cuando añadirás el tomate. Deja que se haga lentamente, salpimenta e incorpora la hoja de laurel, la media cabeza de ajos y la carne del pimiento choricero que tenías en remojo. Si quieres puedes echar una guindilla para darle un toquecito picante.
  6. Una vez la verdura esté bien pochada incorpora la cucharadita de pimentón dulce, remueve y seguidamente agrega el agua o caldo para que no se te queme y deja a fuego medio para que las costillas se ablanden o cierra en la olla exprés unos quince (15′) minutos.
  7. Pela las patatas y las troceas «chascandolas» o «triscandolas». Tienen que ser trozos irregulares pero de similar tamaño para que se hagan por igual. Lávalas bien e incorpóralas en la olla, tardarán sólo diez (10′) minutos en hacerse si cierras la olla o déjalas hacer a fuego lento hasta que estén tiernas. Si ves que tiene poco caldo puedes añadir algo más. Al chascar las patatas y no cortarlas soltarán la mas fécula que ayudará a espesar el caldo.
  8. Cuando estén tiernas las patatas retira del fuego, corrige de sal y ya tienes listo el guiso. Yo suelo retirar la cabeza de ajos pero si te gustan puedes dejarlos.

¡Pedazo de pan y a la mesa!

Curiosidades de la receta de patatas guisadas con costilla

Las costillas si son de cerdo ibérico en vez de blanco el plato pasa a convertirse en todo un manjar. También puedes sustituir las costillas por carne de cerdo o ternera y tendrás un guiso de «papas con carne» igualmente rico. Hay quien usa costilla adobada pero por aquí no es muy típica y no la encuentro fácilmente.

Puedes sustituir azafrán por cúrcuma o colorante alimentario, en mi casa mi madre siempre utilizó el colorante para poner los guisos amarillitos, ahora si no lo pongo amarillo es mi mujer la que protesta 😉

Mi madre a este guiso como a tantos otros le echa una pastilla de caldo de pollo que hace las veces del caldo, yo como ya he comentado no suelo utilizar mucho esas pastillas prefiero tener caldo de pollo o de cocido preparado para tal fin, pero si quieres puedes echarle la pastilla junto con el agua.

El pimiento choricero puedes no ponérselo pero a mí me gusta mucho el sabor que le da a los guisos, no cuesta mucho extraer su carne si lo hidratas bien pero si quieres también venden unos envases de carne de pimiento choricero muy apañados.

El sofrito con la costilla antes de añadir la patata (la patata queda zapatona al congelarla) aguanta muy bien la congelación de modo que puedes hacerlo y congelar la mitad o entero para cuando lo vayas hacer. Sólo tendrás que descongelarlo, añadir la patata y algo de caldo si hiciese falta. A veces la mitad lo hago con patatas y la otra le echo un puñado de arroz y ya tengo solucionada otra comida «Arroz con costilla» y si no quieres quitarle la patata pues «Arroz con costilla y patatas».

Esta receta es 100% Sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

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Pollo en salsa

Pollo en salsa tradicional. Esta receta de pollo en salsa es de mi prima Auro que dice que no sabe cocinar pero saca unos platos deliciosos. Siempre va corriendo y a última hora para hacer las recetas, las planea con el tiempo justo y si le falta algún ingrediente se agobia pero sabe que tiene a su primo y con un mensajito le intento solucionar la papeleta. Le gusta comer bien tanto como a mi y disfruta a tope de las pequeñas cosas que aun siendo sencillas suele verles la parte buena: Si una receta es sencilla no ve lo fácil y rápida que es sino el cariño que se ha puesto en hacerla. Todo un lujo de comensal y por supuesto de persona.

He querido hacer esta receta tan sencilla porque además de ser de ella, es una receta tradicional y tan fácil que cualquiera puede hacerla, no tiene ingredientes complicados ni elaboraciones tediosas, en un ratito la tienes hecha y sale riquísima, ideal para quien tiene poco tiempo o está empezando a cocinar y no quiere dejar de comer bien.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de pollo en salsa

  •  Un (1) pollo
  • Dos (2) cebollas medianas
  • Un (1) pimiento verde
  • Media (1/2) cabeza de ajos
  • Dos (2) tomates rojos (maduros)
  • Dos (2) hojas de laurel
  • Un (1) «Lio» como dice mi prima o «Farcellet» como lo llaman en Cataluña (Que no es mas que una ramita de romero envuelta en otra de laurel y atada)
  • Medio (1/2) vaso de vino blanco (75 ml) (yo uso vino fino de Chiclana)
  • Un vaso y medio de agua (200 ml)
  • Una (1) pastilla de caldo de pollo (sin gluten)
  • Pimienta negra
  • Sal

 Elaboración de la receta de pollo en salsa

  1. Limpia bien el pollo de pieles y trocéalo. Si te lo dan limpio y troceado pues eso que te ahorras, pero no está demás el eliminar la grasa que veas que se puede quitar.
  2. Coloca una olla a fuego medio-alto con el fondo cubierto de aceite de oliva, cuando esté bien caliente echa el pollo y dóralo bien, moviendo para que no se pegue al fondo.
  3. Mientras tanto prepara la verdura. Corta las cebollas y el pimiento en trocitos pequeños. A la media cabeza de ajos quítale la primera capa pero no los peles de todo, hazle a cada diente una pequeña incisión o corte con el cuchillo. Los tomates pélalos y córtalos en trocitos muy pequeños, los reservas.
  4. Una vez esté dorado el pollo baja el fuego un poco, añade la cebolla, el pimiento y un par de vueltas del molinillo de pimienta, deja que se vaya haciendo. Verás que lo que se ha pegado al fondo al dorar el pollo se va levantando, ráscalo con una cuchara de madera, esa es la esencia del guiso.
  5. Cuando se ablanden las verduras agrega los tomates,  la media cabeza de ajos las hojas de laurel, déjalo pochar a fuego lento.
  6. En el momento que veas que la verdura está bien sofrita es el momento de añadir el «farcellet» y el vino. Reduce un poco el vino (deja que evapore) y añade el agua y la pastilla de caldo de pollo.
  7. Sólo tienes que dejar reducir hasta que consuma parte del caldo y quede una salsa espesita y ligada. Prueba el caldo antes de que reduzca del todo para comprobar que está correcto de sal.

Prepara pan y ¡A comer!

Curiosidades de la receta de pollo en salsa

Como soy un poquito quisquilloso yo doraría el pollo y lo reservaría, en la misma cazuela pocharía la verdura y una vez pochada de nuevo agregaría el pollo, pero como la receta es de mi prima y he querido seguir sus pasos la he hecho tal cual ella me ha dicho que no por esto sale mal, el pollo salió de categoría.

El pollo que he empleado es un pollo entero que lo he troceado, quitado la piel y grasas, puedes utilizar este, uno troceado ya o sólo los trozos que te gusten como los cuartos traseros o la pechuga. Si usas pechuga ten en cuenta que te puede quedar algo seca de modo que no la cocines en exceso. Si usas un pollo de corral o campero esta receta sube de categoría, pero cuidado, que estos pollos están mas «apretados» y su carne mas dura, necesitará algo mas de cocción.

No suelo usar pastillas de caldo pero esta receta la requería, si no te gusta puedes sustituir el agua y la pastilla por caldo de pollo casero o dado el caso del que venden envasado.

Acompaña este pollo con unas buenas patatas fritas, un arroz cocido o un cuscús harás de él un buen plato único.

Esta receta es 100% Sin gluten y por lo tanto apta para Celíacos.

¡Espero que os guste amig@s y por supuesto a ti Auro! 😉

Ralu

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Albóndigas de choco en salsa

Albóndigas de choco en salsa. Como ya te comenté en la receta de Menudo de choco, este molusco cefalópodo es lo mismo que la sepia o la jibia, sólo que aquí en el sur se le llama así, hay quien lo confunde con el calamar cuando no tiene nada que ver uno con el otro, quizás cortado y frito puede tener un aspecto similar pero nada más lejos de la realidad son «bichos» distintos.

Esta es una popular receta Gaditana, aunque es típica de Huelva, en fin, digamos que es una receta de aquí del Sur… pues la procedencia de esta no está determinada, pero a lo que vamos es que está rica y que así la hago yo, y como entramos en cuaresma pues toma receta de cuaresma para celebrarla o no, una opción al tradicional potaje.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Albóndigas de Choco

Para hacer las albóndigas:

  • Un (1) choco de unos 400 gr.
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Un manojito de perejil (unas ramitas)
  • Un (1) huevo
  • 200 gr. de pan duro
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra

Para la salsa:

  • Una (1) cebolla
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria grande
  • Medio (1/2) litro de caldo de pescado
  • Un vaso de vino blanco (125 ml)
  • Una (1) hoja de laurel
  • Una (1) guindilla (opcional)
  • Unas hebras de azafrán
  • Cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Un poco de Pimienta
  • Sal

Elaboración de la receta de Albóndigas de Choco

  1. Limpia muy bien el choco, puedes pedirle a tu pescadero que  te lo deje limpio, aún así lávalo y córtalo en trozos grandes. Trocea también el pan y échalo junto con el choco en la picadora o batidora. Si tienes Thermomix puedes utilizarla para picarlo, yo lo hice así.
  2. Añade en el vaso el huevo, con cuidado que no caigan cáscaras, un manojo de perejil, los ajos pelados, una pizca de sal y pimienta blanca.
  3. Tritura todo pero no hace falta que quede una pasta fina, sino que queden trocitos, que sea un triturado basto.
  4.  Forma las bolas de albóndigas con las manos humedecidas en agua para que no se te pegue la masa y rebózalas en harina. 
  5. Fríelas por tandas en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Resérvalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  6. Para hacer la salsa pica la cebolla y el puerro muy fino (brunoise), pela y corta la zanahoria en daditos.
  7. Pon una cazuela a fuego bajo con las cuatro cucharadas de aceite de oliva. Pocha la cebolla y el puerro junto con la guindilla (si quieres echársela, a mi me gusta un puntito picante, sino no se la pongas) y un poco de sal. Deja que se ablande, no hace falta que se dore.
  8. Mientras tanto lleva a ebullición el caldo de pescado (fumet) en un cazo donde echarás la zanahoria troceada, la hoja de laurel, unas hebras de azafrán y unos granos de pimienta negra. Deja cocer tapado hasta que esté la zanahoria tierna pero no excesivamente pues terminará de hacerse junto con el guiso.
  9. Cuando la cebolla y el puerro esté bien pochado agrega el vaso de vino, sube el fuego y déjalo reducir un par de minutos. Añade el contenido del cazo y cuando comience a hervir incorporamos las albóndigas y comprobamos de sal y pimienta. Deja cocer unos diez (10′) minutos, verás que las albóndigas crecerán al absorber parte de la salsa. 
  10. Espolvorea con un poco de perejil picado y… !A comer! Acompaña el guiso con una buena fritada de patatas o un arroz cocido.

¡Qué aproveche!

Curiosidades de la receta de Albóndigas de Choco

Hay quien a la masa de las albóndigas le añade un huevo cocido y/o un poco de leche para que queden mas jugosas pero yo no suelo echárselo a no ser que vea que la masa está un poco seca. Si ves que la masa te ha quedado poco consistente o muy líquida puedes añadir algo de pan rallado, pero no abuses de él o secará demasiado las albóndigas.

También hay quien mezcla choco con gambas o langostinos lo que le da muy buen sabor y jugosidad a la albóndiga, echando también algunas a la salsa, y con las cabezas y pieles hace el caldo.

Haz el fumé o caldo de pescado con pescados de roca, «descartes» que se suelen llamar aquí en Cádiz, cabezas o espinas de algún pescado que hayas utilizado para otra receta o vayas a utilizar y algo de verdura. Si no tienes caldo o no quieres hacerlo puedes utilizar un envase de caldo de pescado pero no será lo mismo que un buen fumé casero. Como he comentado alguna vez no me suelen gustar las pastillas de caldo, aunque nuestras madres siempre las han utilizado y utilizan pero también es una opción, aunque… yo no te la he dicho 😛

Si al guiso le echas unos guisantes, que por cierto ahora estamos en temporada, quedará una salsa de lujo. Sólo tendrás que cocerlos junto con las zanahorias.

Si ves que la salsa te ha quedado un poco «caldosa» y te gusta mas ligada y espesa puedes añadirle un poco de harina o maicena. Yo suelo diluir en medio vaso de agua fría una cucharada de harina de maíz (maicena) y añadirlo al guiso, espesa la salsa sin formar grumos como puede ocurrir con la harina.

De vez en cuando, sobre todo en fin de semana, me gusta tomar una copa de vino con el guiso o plato que preparo, esta vez he maridado el plato con un vino blanco con Denominación geográfica Tierra de Cádiz «Estero Blanco» de las bodegas William Humbert. Es un vino joven y fresco de uva palomino de los viñedos de la campiña de Jerez que marida a la perfección con primeros platos, guisos, potajes y sobre todo pescados y mariscos. Este mismo vino es el que he utilizado para hacer el guiso ya que como siempre digo y no me canso de decir, no cocines con un vino que no seas capaz de beberte, si los ingredientes son buenos porqué «matarlos» con un mal vino…

Espero que os guste amig@s y en especial a ti Graci (pinchos y canapés) que tenías ganas de que publicase esta receta 😉

Ralu

Nota: El autor no tiene ninguna relación comercial o de otra índole con “Bodegas William humbert», este enlace es puramente informativo.

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.