Acerca de Ralu

Hola amig@s! Soy Ralu, Gaditano y enamorado de la cocina, desde aquí os llevaré De Camino a Mi Cocina que es el blog donde plasmo mis recetas y pensamientos.

Marmitako de atun rojo

 

Marmitako de atún rojo. De nuevo vuelvo a la cocina con una receta de atún rojo salvaje de almadraba ya que estamos en plena temporada de almadraba y para no olvidar lo aprendido en el Ronqueo, de la presentación de la VI Ruta del atún de Zahara de los Atunes, sobre los diferentes cortes y piezas del atún, os traigo esta receta.

Se trata de un guiso de pescado tradicional en el norte de España que con mucho cariño me la traigo aquí al sur para hacerla con nuestro atún rojo salvaje de almadraba, en vez de hacerla con bonito del norte como es lo normal. Este guiso marinero se solía hacer a bordo del barco con lo que tenían a mano, patatas, lo que pescaban, ya fuera bonito o cualquier otro pescado, y las verduras que llevasen.

Marmitako (en vasco) hace alusión al recipiente donde se hace el guiso, la marmita que usaban los pescadores donde hacían de comer cuando salían a la mar. Lo que aquí llamaríamos cazuela de bonito, o en este caso cazuela de atún rojo de almadraba. En otros puntos de nuestra geografía lo llaman caldereta, pero básicamente casi todos son parecidos y así es como yo hago este rico guiso de atún y patatas.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de marmitako de atún rojo

  • 500 gr. de atún tojo de almadraba
  • Un (1) kg. de patatas viejas
  • Medio (½) pimiento rojo
  • Una (1) cebolla
  • Dos (2) tomates
  • Dos (2) dientes de ajo
  • Una o dos hojas de laurel
  • Media (½) cucharada pequeña de pimentón
  • guindilla (opciónal)
  • 125 ml. de vino fino (yo usé Fino Granero)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de marmitako de atún rojo

  1. Comienza pelando la cebolla y el ajo para el sofrito. Trocéalo muy fino, al igual que el pimiento rojo.
  2. Corta los trozos de atún rojo en dados de unos dos centímetros y medio, o dile a tu pescadero que te dé el pescado ya limpio y cortado. Salpimentalos.
  3. Pon una olla a fuego medio con cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, rehoga un poco los dados de atún, lo justo para sellarlo, sólo unos minutos. Retíralo y lo reservas. El fondo que deja el atún dará sabor a este guiso.
  4. En la misma olla añade el ajo picado y antes de que se dore incorpora la cebolla y el pimiento. Añade un poco de sal, pimienta, las hojas de laurel y deja pochar unos minutos.
  5. Corta los tomates por la mitad y, en un rallador puesto sobre un bol, ralla los tomates por la parte cortada hasta extraer toda la carne. Tira la piel y reserva el resto.
  6. Pela las patatas, las lavas y las cortas en trozos “chascandolas” o “triscandolas” para que suelten la fécula y espese la salsa, con trozos irregulares pero de un tamaño similar, para que se hagan todos por igual. Las añades al sofrito cuando veas que está bien pochado. Deja rehogar unos cuatro o cinco minutos moviendo de vez en cuando la olla para que no se pegue.
  7. Pasado ese tiempo añade el vino fino y espera a que evapore todo el alcohol para añadir el tomate que tenías reservado, la guindilla (si la quieres usar para darle un punto picantito al guiso) y media cucharada pequeña de pimentón. Remueve bien e incorpora agua hasta casi cubrir las patatas, cubre la olla y deja a fuego bajo-medio hasta que las patatas estén tiernas.
  8. Es el momento de añadir el atún, apagar el fuego y dejarlo cocinar con el calor que aún queda en la cazuela pues, el atún tiene que estar poco hecho y jugoso. El hacerlo demasiado hace que esté duro y correoso por muy buen pescado que sea. Añade perejil picado a la olla y reserva unos minutos antes de servirlo.

¡On egin!

Curiosidades de la receta de marmitako de atún rojo

Para este guiso he utilizado lomo de atún rojo salvaje de almadraba de Gadira, que está ahora en temporada. También puedes usar bonito, atún blanco o cualquier otro tipo de atún. Si utilizas ventresca de atún el guiso sube a nivel experto 😉

Utiliza como te digo unas patatas viejas, que no tiene nada que ver con unas patatas feas y pasadas. No las uses nueva pues no adquirirán la textura que deseamos ni aportarán al guiso el almidón suficiente para espesarlo.

Si te gusta la salsa más espesa, te pasaste con el agua o no te espesó bastante, puedes añadir un majado de pan frito con ajo y pimiento choricero. Además de espesar, aportará un plus de sabor.

A mi me gusta el puntito picante y por eso suelo añadir una guindilla, siempre y cuando no vaya a comer de este guiso mi Grumete. Te lo dejo en tu mano si añadirla o no.

Acompaña este Marmitako con un vino blanco o espumoso. Yo lo he acompañado con un Manuel Aragón Suavignon Blanc, de Bodega Sanatorio.

Si te han gustado los platos de gres donde he presentado el Marmitako, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Revuelto de habas

Revuelto de habas repeladas. Vuelvo con una receta de habas, que están de temporada. De estas recetas fáciles y sencillas, ideales para mantener a raya los kilos. Y aprovechando que mis suegros las tienen plantadas y nos las han regalado os traigo esta receta.

A mi las habas es algo que no me hacía mucha gracia hasta que mi suegra me las hizo de esta forma ¡Se me volvieron los ojos literalmente! Tengo claro que no se puede decir nunca -y no lo digo- esto no me gusta. Sólo tienes que buscar la forma en que puedan gustarte y disfrutar del producto de temporada.

No menospreciéis nunca una receta por simple que sea, a veces, caemos en el error de la esferificación y el vinagre de Módena nos damos cuenta de que una simple receta nos dá toda una lección de humildad. He aquí la simpleza hecha arte.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de revuelto de habas

  • Un (1) kg. de habas frescas
  • Dos (2) huevos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración de la receta de revuelto de habas

  1. Lava y pela las habas, extrayendo la vaina y desechándola.
  2. Vuelve a pelar las habas quedándote únicamente con la semilla y las vas metiendo en un bol con agua.
  3. Pon a calentar, a fuego fuerte, una sartén con cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  4. Cuando esté bien caliente, añade las habas, sacándolas del bol donde las tienes con agua y echándolas directamente a la sartén. Cuidado que puedes quemarte al salpicar el aceite. Fríe unos minutos, tapando la sartén y vigilando que no se quemen. Si ves que se están tostando mucho, baja el fuego y añade unas cucharadas de agua, sin dejar de remover.
  5. Casca un par de huevos en un bol y cuando veas que las habas están tiernas y doradas, le zampas dos huevos. Remueve muy bien para que no se pegue y retira del fuego. Corrige de sal y pimienta.

Coge una buena rebanada de pan y te montas una tosta de cuidao!

Curiosidades de la receta de revuelto de habas

Puedes hacer el revuelto con habas sin pelar pero necesitarán una cocción previa para ponerlas tiernas. También puedes usar habitas baby o habas congeladas si no están en temporada.

Es muy común freírlas con jamón o bacon, yo he querido reproducir la receta tal y como la hace mi suegra. Si le añades alguno de estos ingredientes ten cuidado con la sal.

El pan de la tosta, es un pan de centeno hecho por maestro panadero Jesús Machí, del Horno San Bartolomé, de Valencia, que tuve la oportunidad de visitar hace unos días. Es increíble cómo un pan puede contar y transmitir tanto. También es increíble que un pan dure tanto, hasta una semana y sigue en forma. Aunque lo que realmente es increíble es que la gente siga comprando pan en la gasolinera teniendo a mano panaderías tradicionales, donde piensan que los panes son caros, sin embargo salen más caras las barras precocinadas, por el hecho de que no duran ni una comida.

Para maridar este revuelto un vino blanco, fresco y aromático le viene estupendo. «Bahía de Dénia» de Bodegas Xaló, elaborado con Moscatel de Alejandría sería buena opción. Mi amigo Ximo sabía que me gustaría  y acertó al regalármela.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Setas al ajillo con jamón ibérico

Setas al ajillo con jamón ibérico. En esta época del año, así como en enero, todo el mundo tiene una «obsesión», el estar a la línea para cuando llegue la temporada de playa. Pues bien, si eres de ese grupo de personas, esta es una de tus recetas. Si como yo no lo eres, disfrútala, pues está deliciosa.

En esta receta he utilizado seta de ostra porque es, al igual que el champiñón,  de las más fáciles de encontrar, yo la encuentro en mi frutería habitual. Podría haber usado boletus, rebozuelos o cualquier otra seta de temporada, sin embargo al haberlas buscado sin éxito, he pensado que si quieres hacer la receta, lo mejor es tener algo a tu alcance.

La seta de ostra (Pleurotus ostreatus), Belarri landu (euskera) u Orellana (catalán) es una excelente comestible, fácil de identificar si la encuentras silvestre. Tiene el sombrero con forma de concha, de convexo a plano-covexo, de hasta 20 cm. de diámetro. Cutícula de color pardo-oscuro, pardo grisácea o gris oscuro. Himenio formado por láminas blanquecinas muy apretadas y estrechas. El pié lateral, robusto y lleno, de color blanco, y crece sobre la madera. Ya sabes algo más sobre esta seta que ves en cualquier supermercado.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de setas al ajillo con jamón ibérico

  • 500 gr. de setas de ostra
  • 125 gr. de jamón ibérico troceado
  • Seis (6) dientes de ajo
  • Una (1) guindilla
  • Un manojo de perejil fresco
  • Vino oloroso (Bodegas el Gato)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal en escamas
  • Pimienta negra

Elaboración de la receta de setas al ajillo con jamón ibérico

  1. Limpia bien las setas de cualquier resto de tierra que puedan tener. Sólo has de limpiarlas con agua si fuese necesario. Tendrás que secarla muy bien con papel de cocina.
  2. Pela los ajos y pícalos muy pequeñitos. Lava el perejil, lo secas bien y también lo picas muy fino.
  3. Pon una sartén a calentar a fuego fuerte con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Añade las setas y las doras por ambos lados. Repite la operación tantas veces te hagan falta, hasta que estén todas doradas. Si observas que sueltan un poco de agua sube el fuego y se evaporará, es sólo señal de que no estaba lo suficientemente caliente.
  4. En la misma sartén, baja el fuego y añade cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extray los ajos picado. Antes de que se doren incorpora el jamón ibérico, la mitad del perejil picado y la guindilla.  Lo salteas y añade el vino oloroso. Cocínalo unos minutos hasta que evapore casi todo, apaga el fuego y reserva.
  5. Ve colocando las setas en una bandeja y vierte sobre estas el aceite con los ajos y el jamón ibérico.
  6. Espolvorea con perejil picado que te queda, añade un poco de sal en escamas, pimienta negra recién molida y lo sirves.

No abuses del pan, aunque la salsa resultante está ¡Para chuparse los dedos!

Curiosidades de la receta de setas al ajillo con jamón ibérico

Puedes usar los típicos champiñones o cualquier otra seta carnosa que te guste, si son silvestres y de temporada mejor, que mejor. Es conveniente que las setas tengan todas un tamaño similar, así se cocinarán todas de igual manera.También tienes la opción de comprar un paquete de setas congeladas,  te sacarán de un apuro y tendrás la receta en unos minutos.

Cambia el perejil por tomillo recién cortado e impregnará todo con un olor maravilloso a monte, como si te transportase a donde estás recogiendo las setas.

Yo he usado jamón ibérico de las puntas de jamón que saca mi carnicero Paco Melero. Usa un buen jamón o un paquetito de los que venden ya envasados.

Si no tienes vino oloroso puedes usar un fino, amontillado o vino para cocinar de una calidad aceptable. Piensa en que cuanto peor sea el vino, peor será el plato que te comas.

Acompaña las setas con un vino tinto. Yo te recomendaría uno como el «Hiritart Roble» DO. Cigales. Elaborado con uva tinta del país. Puedes encontrarlo en VinumPopulus.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado las setas, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

De Camino a… El Tragaluz

Restaurante El Tragaluz. La pasada semana visitamos el Restaurante «El Tragaluz», situado en el centro de la localidad gaditana de Rota,  invitados por Paco Guzmán, Cocinero del restaurante, para degustar los platos de la VII Jornadas gastronómicas, que se celebraban en torno a la leche de cabra y con la colaboración de la quesería «El bucarito».

Convocados a la jornada gastronómica asistimos un grupo habitual de blogueros: Pilar Ruiz y su madre Cristina (Aprendiendo a cocinar) acompañadas de Daniel Ruiz, padre y esposo respectivamente. Lola López (La fritada) con Miguel Duarte. Benjamin Colsa (corresponsal de Cosas de Comé). Mª Luisa Ibañez (Biendespachao). Ivan Ricoy (Genuine Andalusia). Yolanda Maya (El Bucarito) y el que suscribe.

(La imagen muestra el cartel de las jornadas, diferentes estancias y detalles del restaurante. El original centro de mesa realizado con un lebrillo y verduras de la huerta roteña, que hace alusión a un típico plato de la localidad, Arranque roteño. Los aperitivos de chips de yuca y platano macho junto con el pan y picos artesanales, ambos elaborados en el  restaurante).

El menú, como he comentado giraba en torno a la leche de cabra y combinando los quesos y productos lácteos de El Bucarito, Paco Guzmán, ya famoso por su trabajo en el restaurante «Santa María» de Barcelona, nos deleitó con los siguientes platos.

El primer plato constaba de bombónes de cuajada láctica con lechuga de mar, sésamo y salsa de emulsión de soja con aceite de oliva. Y queso semicurado de cabra frito con confitura de calabaza con especias. La cuajada láctica, de la cual te hablé en la receta de Ensaldada de brocoli, al tener una textura tan agradable en boca y un sabor muy suave, combina a la perfección con las algas.

Los primeros platos estuvieron maridados con Forlong blanco 2014, un vino ecológico de uva Palomino y Pedro Ximénez, de la bodega de El Puerto de Santa María, con el mismo nombre.

El segundo plato se trataba de una cuajada de cabra con atún marinado al jengibre, tomate, albahaca y salicornia. La frescura del atún junto a la textura y acidez de la cuajada fué todo un expectáculo. Para mi uno de los mejores platos.

 Seguidamente un arenque ahumado con requesón y ensalada de ogonri rojo y tapenade.

El plato fuerte de pescado constaba de un pescado de lonja, en este caso pargo, con queso gouda, panceta curada y ratatouille. El Queso gouda y la panceta curada son dos productos de reciente incorporación a los productos de El Bucarito. Todo un acierto pues el salado de la panceta y el queso gouda le daban el toque justo que necesitaba el pescado para destacar.

Para maridar la carne un vino tinto ecológico Forlong Assemblage 2013, con uvas Merlot, syrah y tintilla de Rota, con 12 meses en barricas de roble francés (90%) y resto en americano, húngaro y español.

El plato principal de carne fué, un lomo de ternera madurado, con un gratén de patata y una crema de queso azul al amontillado. Nada tiene que envidiar el queso azul del Bucarito, primer queso azul Andaluz, a los famosos roquefort o cabrales. Tiene personalidad propia, no tiene porqué parecérseles.

Como colofón a la estupenda cena, nos sirvieron un postre de bizcocho con queso fresco napado con chocolate caliente, naranjas confitadas y sopa de hierbabuena.

Al terminar el servicio, Paco Guzmán se sentó con nosotros a conversar y contarnos sus ideas y vivencias, dando fin a la jornada con una foto de grupo.

El cocinero Paco Guzmán se formó en la Escuela de Hostelería de Barcelona y con el chef Paul Schiff en el Restaurante La Hacienda de Marbella para luego pasar por la Hacienda Benazuza en Sevilla, la incursión andaluza de Ferrá Adriá. Viajó  luego, para completar su formación a Japón y con 23 años se fue al País Vasco con Ramón Roteta, uno de los cocineros mas afamados e influyentes. Luego decidió emprender y montó su Restaurante en Barcelona con el nombre de “Santa María” con el que estuvo durante 17 años siendo toda una referencia en la cocina contemporánea catalana. Luego sumaría también a su oferta Mar, con una oferta también innovadora y desenfadada. Paco entiende la cocina “como una forma de expresión, y lo que es ser cocinero viajando” (vía Cosas de Comé).

El Restaurante «El Tragaluz» se encuentra en pleno centro histórico de Rota, en la calle Veracruz número 6, Rota (Cádiz). Teléfono: 956 84 17 50

Agradecer a Paco Guzmán por acogernos en su casa, a Yolanda Maya por los inumerable detalles que tiene con nosotros y a Pilar Ruiz por convocarnos y estar siempre pendiente para que todo salga tan bien, como de costumbre.

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia. 

Tortilla de patatas

Tortilla de patatas. ¿Cómo hacer una tortilla de patatas? Es una pregunta que muchos se hacen, más de los que nos pensamos. Aunque hay quien sabe hacerla, le gustaría mejorar su técnica o que la tortilla de patata le quedase siempre con la misma textura y aspecto. Pues bien, voy a enseñaros como la hago yo.

Es muy complicado que las tortillas salgan perfectas, lo interesante de esto es hacerlas perfectas para nosotros, darles el punto de jugosidad que nos gusta y disfrutar de ellas. Ni mucho menos mis tortillas son perfectas pero salen como yo quiero que estén, eso es fácil controlando la técnica.

La Tortilla de patatas o tortilla española es una de las recetas más típicas de la cocina española, se encuentran en cualquier hogar, bar o restaurante y hasta grandes cocineros, como José Andrés, tienen su peculiar versión de ella. Mi receta de tortilla de patata la he tomado prestada de mi buen amigo Ximo Carrión (Fentdetutto), que es un pedazo de cocinero, pero mucho mejor persona y hace unas tortillas espectaculares, además de arroces valencianos y otras recetas, no dudéis en visitar su cuidado blog de cocina. Pincha aquí si quieres ver su receta.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de tortilla de patatas

  • 800 gr. de patatas nuevas (tres patatas medianas)
  • Seis (6) huevos (de corral a ser posible)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de tortilla de patatas

  1. Lava muy bien las patatas y las pelas.
  2. Córtalas a lo largo por la mitad y sobre una tabla las laminas. Intenta que queden casi todas del mismo grosor, mas bien finitas, para que se cocinen igual. Las pones en un escurridor  y las vuelves a lavar para quitarles el almidón. Déjalas escurrir bien para eliminar el exceso de agua.
  3. Pon una sartén grande al fuego medio-bajo con abundante aceite de oliva virgen extra y añade las patatas. El aceite debe cubrirlas por completo.
  4. Tapa la sartén para que se pochen bien las patatas. Vigila la cocción y remueve de cuando en cuando para que no se peguen o apelmacen.
  5. Casca los seis (6) huevos en un bol y los bates ligeramente con una pizca de sal, no hace falta que le saques espuma, si te pasas batiendo no queda tan jugosa.
  6. Cuando las patatas estén blanditas las escurres bien para quitarle todo el aceite que puedas. Yo pongo un escurridor o colador sobre un bol que aguante bien el calor y vierto el contenido de la sartén sobre él.
  7. Chafa un poco las patatas, casi como si fuera un puré, y las añades al huevo batido con un poco de sal. Mezcla bien todo y deja reposar al menos quince (15′) minutos. El huevo debe cubrir la patata por completo.
  8. Pon una sartén a fuego medio-bajo con una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Déjala calentar bien. Añade el contenido del bol y cocina lentamente hasta que veas que los bordes estén bien cuajados y puedas darle la vuelta.
  9. Ayúdate de un plato llano, más grande que la sartén, píntalo con una gota de aceite de oliva para que no se te pegue, y dale la vuelta a la tortilla con cuidado, con un movimiento rápido y decidido. Vuelve a depositarla en la sartén.
  10. A mí no me gusta darle muchas vueltas a la tortilla, por tanto me aseguro que está bien cuajada y dorada por el lado que le doy la vuelta. Si lo ves necesario vuelve a darle la vuelta para darle el punto de cocción que desees, o dorarla un poco mas
  11. Presiona ligeramente la tortilla para saber si está bien cuajada por dentro. Retírala del fuego.

Déjala reposar unos minutos y ¡a comer!

Curiosidades de la receta de tortilla de patatas

Las patatas deben de ser de calidad, no uses patatas viejas o harinosas. Deben estar prietas al tacto y con buen aspecto exterior, nunca blandas.
Yo uso huevos naturales, de las gallinas de mi padre o de mi suegro. Usa unos buenos huevos frescos, de corral a ser posible. El color amarillo intenso de la tortilla es por ese motivo, porque sólo comen trigo, grano, hierbas e insectos, nada de piensos.

Hay dos creencias sobre la tortilla de patata: La que lleva cebolla o la que no la lleva. Yo soy de los que creo que está buena con lo que le pongas, pero no siempre la hago con cebolla. Pero si tu eres de los que le gustan con ella, elige una cebolla fresca  y la cortas en trocitos pequeños, la pochas y cuando esté bien tierna la añades a la mezcla de patatas y huevo.

Para esta receta necesitarás una buena sartén antiadherente. Te aconsejo que tengas una sartén sólo para hacer tortillas o huevos fritos. Una sartén de calidad, con suelo difusor. Si no tienes una así y piensas que se te puede pegar, calienta la sartén cubriendo el fondo de la misma con sal, cocínala hasta que torne a un color dorado y retírala con un papel de cocina, limpiando bien la superficie. Ya la tienes lista para que no se te pegue la tortilla.

Un truco para saber qué cantidad de patatas y huevos necesitas es, por cada patata grande, dos huevos. Es mejor que te pases con el huevo que quedarte corto y que la tortilla quede seca.

Hay infinidad de variantes en esto de la tortilla de patatas y aceptan casi cualquier ingrediente, desde chorizo hasta cualquier verdura, como ya te enseñé en la Receta de Tortilla de Verduras. Y acompañadas de salsas como mahonesa, alioli, picantes o barbacoa. Existe hasta una ciencia que estudia las tortillas en su amplio sentido. Pepe Monforte sabe mucho de eso y nos lo cuenta en la Licenciatura en Tortillología en Cosas de Comé.

Acompaña la tortilla con un vino rosado, blanco o un espumoso. Yo te recomendaría un espumoso bajo en alcohol, el «Sandara» de Vicente Gandía ó  un espumoso de uva moscatel como «Apiane» de Tierras de Mollina, son perfectos para maridar la tortilla. Puedes encontrarlos en Vinum Populus.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado la tortilla, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

 

Atún en manteca

Atún en manteca. Ya que estamos en temporada de almadraba y por tanto, de atún rojo, vamos a aprovecharla y disfrutar de este delicioso manjar. Esta vez, asesorado por mi pescadero, Fernando Coucheiro, he utilizado Solomillo de atún rojo, que me comenta que es magro pero con su punto jugoso. El solomillo del atún se encuentra en la parte superior del lomo, bajo la aleta dorsal.

Esta receta es una típica receta gaditana de la zona de la Janda y el Campo de Gibraltar, se elabora con manteca de cerdo, la cual yo la compro por esa zona, en la Carnicería de mi amigo Paco Melero. En Vejer de la frontera. La prepara con ajo, orégano y sal, lista para consumir y es de las pocas tan suaves y untuosas que he probado. De las que cuando las comes en una tostada no se te está repitiendo toda la mañana, porque el punto de especias es el justo, y es ideal para hacer este atún en manteca o cualquier otra receta como Lomo en manteca, del que te vende Paco en su Carnicería y es tan típico por Vejer. ¿Quién no se ha parado alguna vez en la Barca de Vejer a comerse un bocadillo de Lomo en Manteca?

Con las cantidades que te doy en la receta puedes hacer un par de tarros de unos 250 ó 300 gr., que el atún en manteca está muy bueno, pero no hay que abusar de él, y por eso suelo hacer poca cantidad. Si quieres hacer más solo tienes que adaptar las cantidades.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de Atún rojo en manteca

  • 500 gr. de solomillo de atún rojo
  • 500 gr. de manteca de cerdo
  • Cinco (5) dientes de ajo
  • Pimienta negra en grano (10 granos)
  • Pimienta blanda en grano (10 granos)
  • Pimienta de Jamaica en grano (3 granos)
  • Un (1) clavo de olor
  • Dos (2) hojas de laurel pequeñas ( o una grande)
  • Sal
Elaboración de la receta de Atún en manteca
  1. Pon una olla pequeña a fuego medio-bajo con la manteca.
  2. Cuando esté derretida añade los granos de las pimientas, las hojas de laurel y los dientes de ajo enteros y con piel, pero con un golpe dado bajo la hoja del cuchillo.
  3. Limpia bien el solomillo de atún, córtalo en buenos trozos, lo salas ligeramente y lo incorporas a la olla. La manteca debe de cubrir todo el atún.
  4. Baja el fuego al mínimo y deja que se confite el atún. Un truco para saber que está hecho cuando pinchas los ajos ceden, están muy tiernos y tornan a un color dorado.
  5. Retira los trozos de atún y los colocas en botes o en un recipiente que soporte bien el calor.
  6. Cuela la manteca de cerdo y rellena con ella los botes o el recipiente donde está el atún hasta cubrirlo por completo.

!Listo para comer en cuanto cuaje la manteca!

Curiosidades de la receta de atún rojo en manteca

El atún en manteca era antiguamente una forma de cocinar y conservar el atún para que durase más tiempo. A día de hoy no es necesario este tratamiento, pero se sigue elaborando de esta forma en Vejer y Barbate, por lo popular que es esta receta.

Yo he utilizado solomillo de atún rojo pero si usas lomo también quedará estupendo. Y si lo que usas es ventresca, ponte a llorar. Esta misma receta puede servirte para usarla con cualquier otra pieza de pescado similar como bonito, barcora o caballa.

El atún en manteca se suele comer frío, untando la manteca en un pan y sobre esta los trozos de atún, en bocadillos, tostadas o panecillos.

Para sacar los trozos del bote y no desmoronarlo, ponlo al baño maría y saldrá del bote fácilmente. También puedes ponerlo en el microondas a baja temperatura y muy poco tiempo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Garbanzos con bacalao y tagarninas

Garbanzos con bacalao y tagarninas. Ya pasó la cuaresma y la semana santa pero no por ello hay que dejar de comer estos platos de cuchara tan sanos y nutritivos, ideales para una dieta sana y equilibrada, porque contiene muy poca grasa. Un potaje de garbanzos a la semana es todo un acierto en tu dieta, no importa si hace frío o calor, este guiso de garbanzos sienta de maravilla en cualquier época del año.

Esta es una versión del típico Potaje de Vigilia o Potaje de bacalao, garbanzos y espinacas, pero yo le he puesto tagarninas, de las que recoge mi suegro en el campo y que con tanto esmero limpia mi suegra. La receta tiene algo especial, como todas. Yo nunca había hecho este potaje y hablándolo con mi compañero Juan Camacho, comenzamos a buscar cómo lo hacían unos y otros. Él me comentaba que su madre lo hacía, pero que no sabía cómo. Yo le pregunté a mi Tía Rafi, para saber cómo se hacía en mi familia este guiso tradicional. Al final, entre lo que  leí, lo que me dijeron y las tagarninas que me regalaron ha salido este potaje tan contundente.

Ahora en primavera es temporada de tagarninas, como ya te comenté en la receta de Tagarninas Esparragás, se utilizan, como norma general, para guisos, berzas, potajes revueltos o tortillas. Es una planta herbácea o verdura silvestre y la suelen recoger los hombres del campo, aunque ya las hay de cultivo en los mercados, peladas y hasta cortadas. Te aseguro que te ahorrarás un trabajo y algún que otro pinchazo, pero la silvestre da mejor sabor. En algunos sitios se les llama cardillos, cardo de olla o cardellet, entre otros nombres.

Para esta receta deberás desalar el bacalao previamente, si no sabes cómo hacerlo, abajo en curiosidades te lo explico.

La receta está pensada para cuatro (4) personas.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de garbanzos con bacalao y tagarninas

  • 300 gr. de garbanzos secos
  • 300 gr. de bacalao desalado
  • 300 gr. de tagarninas frescas
  • Dos (2) cebollas
  • Dos (2) tomates maduros
  • Un (1) puerro
  • Una (1) zanahoria
  • Una (1) cabeza de ajos
  • Una (1) cucharada pequeña de pimentón dulce
  • Media (½) cucharada pequeña de comino molido
  • Dos (2) clavo de olor
  • Una (1) hoja de laurel
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración de la receta de garbanzos con bacalao y tagarninas

  1. Deberás empezar la receta la noche anterior a la elaboración del potaje, poniendo los garbanzos en remojo con agua (Si no tienes el bacalao desalado puedes meterlo con los garbanzos y no tendrás que añadirles sal o bicarbonato). Deja los garbanzos en el agua al menos doce (12) horas. El bacalao, si es un lomo deberá estar de 24 a 48 horas. En curiosidades te doy más detalles sobre el desalado.
  2. Lava y pela las cebollas, la zanahoria y el puerro. Pela también la cabeza de ajos, pero sólo las capas exteriores, no los dientes. Retira un par de dientes de ajo y Pélalos. Reserva todas las verduras.
  3. Pon una olla al fuego con un (1) litro de agua, añade los garbanzos limpios y escurridos, el puerro cortado por la mitad, la cabeza de ajos, una cebolla con los dos clavos de olor clavados sobre ella y la hoja de laurel. Cocina a fuego medio hasta que estén tiernos los garbanzos o cierra la olla exprés unos veinte (20′) minutos. Pasado el tiempo de cocción escurre los garbanzos reservando el agua de cocción y retira las verduras.
  4. Mientras se hacen los garbanzos, ve preparando el sofrito, para ello pica la cebolla y los dos dientes de ajo en trocitos muy pequeños. Pon una sartén a fuego medio-bajo con dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añade el ajo picado y antes de que empiece a dorarse incorpora la cebolla picada.
  5. Ralla los tomates y los añades a la sartén junto a la cucharada de pimentón dulce y la punta de una cuchara pequeña de comino molido cuando la cebolla esté bien sofrita. Deja cocinar, sin dejar de vigilar para que no se queme, unos diez (10′) minutos.
  6. Prepara las tagarninas. Lávalas muy bien las tagarninas para quitarle los restos de tierra que puedan tener y las cortas en trocitos. Se las incorporas al sofrito y las dejas rehogar hasta que estén tiernas. Si fuera necesario, que es lo normal, añade un poco de agua de la cocción de los garbanzos. Si son silvestres es posible que sean algo más duras, por tanto necesitarán algo más de cocción. Te recomiendo que le des un escaldado o cocerla un poco con los garbanzos antes de añadirla al guiso, porque así no te dejará el potaje seco.
  7. Desmenuza o corta en trozos pequeños el bacalao si no lo has hecho previamente o si no lo compraste ya desmigado. Ten cuidado que puede tener espinas y encontrarte alguna en el guiso puede ser desagradable cuanto menos. Resérvalo.
  8. Añade los garbanzos al potaje y remueve con cuidado para no deshacerlos. Añade agua de la cocción de los garbanzos si hiciese falta, ten en cuenta que este potaje de garbanzos lleva poco caldo.
  9. Es el momento de incorporar el bacalao y mover suavemente para mezclarlo bien. Prueba de sal, espera unos minutos para que se cocine y déjalo reposar antes de servir.

Cómetelo recién hecho o al día siguiente que ya esta reposado.

Curiosidades de la receta de garbanzos con bacalao y tagarninas

El bacalao lo he comprado en un lomo y lo he desalado. Puedes hacerlo así o comprarlo ya desalado así evitarte este paso. También puedes elegir entre comprarlo en un lomo y desmigarlo como te comento en la receta o comprarlo ya desmigado. Si optaste por la primera opción, deberás meter en agua el lomo durante 24 o 48 horas, dependiendo del grosor del lomo o si está desmigado que necesita menos de 24 horas. El agua deberás ir cambiándola cada 6 u 8 horas. A cada uno nos gusta un punto de sal, yo suelo pegarle un pellizco al lomo y probarlo, así me hago una idea de en qué punto se encuentra, es preferible que esté soso a que te quede salado y estropee el potaje.

Si aún no te ha quedado muy claro cómo desalar bacalao, puedes visitar este enlace de mi amigo Javi Recetas: Cómo desalar Bacalao paso a paso.

Si no encuentras tagarninas puedes ponerle espárragos trigueros, espinacas, acelgas o simplemente no ponerle verdura. Lo que si te aconsejo es que la verdura sea fresca.

Los garbanzos puedes comprarlos envasados y evitarte el tenerlos que poner la noche anterior, si es así te recomiendo que los laves muy bien para quitarles todo el conservante que puedan llevar. Yo soy más de comprarlos secos y cocerlos porque los conservados me resultan muy salados y el sabor a conserva no se logra disimular del todo.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Tarta de zanahoria y crema de queso (carrot cake)

Desde que publicara la receta de Brownie de manzana y dulce de leche en colaboración con mi socia Carmen (@bate&monta) han ocurrido muchas cosas, una de ellas es que por fin se decidiera a escribir en un blog «Bate & Monta» y con él nos endulzase los días, pero no deja de lado las colaboraciones por eso publicamos nueva receta. Aquí debajo os dejo el enlace a su página de facebook.

Como ya os he contado en alguna ocasión, soy algo perezoso para hacer dulces y para eso ya está mi socia que se encarga de la parte dulce y en esta ocasión hemos decidido publicar la Tarta de Zanahoria y crema de queso o Carrot Cake, porque es una de las tartas que más nos gustan y, aunque me pese decirlo, casi más que cualquiera otra de chocolate, bueno, son diferentes, no se pueden comparar, dejémoslo así.

La receta de Carrot Cake es de Meg Ray, dueña de una de las pastelerías más bonitas del mundo. Se llama Miette, y tiene sus dos tiendas en San Francisco, pero no tiene nada que envidiarle a mi socia 😉

Para esta receta necesitarás un molde de 15 cm, aunque lo ideal sería que tuvieras tres y así te evitarías que repetir tres veces el bizcocho. También puedes ayudarte de la Thermomix (TMX) con la mariposa, la Kitchen Aid (KA) con la pala, o cualquier otro robot de cocina que tengas para que te facilite la mezcla de los ingredientes. Si no tienes no pasa nada, no es muy tedioso el trabajo viendo el resultado, pero puede facilitarte las cosas enormemente…

¡Ponte el delantal, manos a la harina!

Ingredientes para la receta de tarta de zanahoria y crema de queso

Para los bizcochos

  • 120 gr de harina normal de trigo
  • 5 gr de bicarbonato
  • 5 gr. de levadura química
  • 5 gr. de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 huevos tamaño «L» a temperatura ambiente
  • 225 gr. de azúcar blanquilla
  • 120 ml. de aceite de girasol
  • 65 gr. de zanahorias ralladas finamente (suelen ser 2 zanahorias grandotas)
  • 115 gr de pasas
  • 115 gr. de nueces en trozos gordos
  • 115 gr. de coco rallado

Para la crema de queso

  • 468 gr. de queso de untar a temperatura ambiente (nada de light, con su grasita)
  • 136 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 120 gr de azúcar super glass (icing sugar a ser posible y si no, la nueva de Azucarera. Se llama Azúcar Glacé Seda)

Elaboración de la receta de tarta de zanahoria y crema de queso

  1. Precalienta el horno a 180º, arriba y abajo.
  2. Engrasa 3 moldes de 15 cm. (si solo tienes uno tendrás que repetir la operación tres veces).
  3. En un bol mediano tamiza la harina, el bicarbonato, la levadura, la canela y la sal. Reserva estos ingredientes.
  4. Con unas varillas eléctricas (o los forzudos con unas manuales), bate a velocidad media durante dos (2′) minutos el azúcar y los huevos. Debe quedar una mezcla ligera y más clara de color.
  5. Reduce la velocidad al mínimo e incorpora lentamente el aceite de girasol. Sube la potencia y bate durante un minuto.
  6. En este punto deja las varillas y comienza a mezclar con una lengua o pala (si tienes KA con pala, TMX con mariposa o robot de cocina puedes ayudarte de él).
  7. Añade la harina en tres veces, removiendo un poco tras cada incorporación. Remueve constantemente unos dos (2′) minutos  (Si usas robot a velocidad media).
  8. Añade las zanahorias, pasas, nueces y coco y remueve sólo hasta mezclar bien, no más (Si usas máquina dale una vuelta o dos pero manualmente, para que las pasas no se nos escondan).
  9. Divide la masa entre los moldes (si sólo tienes uno tendrás que hacerlo tres veces) y hornea entre 20-25 minutos. Estate atento unos minutillos antes por eso de que el horno de cada uno es un mundo. Aún así, hacer la prueba del palillo por si las moscas.
  10. Sacar pasado el tiempo, y déjalos reposar en sus moldes durante 20 minutos. Después, sobre una rejilla enfriadora unos 20 minutos más.
  11. Envuelve individualmente los bizcochos en papel film y mételos en la nevera para que la miga se asiente. Mínimo 1 hora (hasta 3 días). Yo suelo hacerlos por la noche, y lo relleno por la mañana.
  12. Para hacer la crema de queso, bate la mantequilla y el azúcar (tamizado por favor!) varios minutos hasta que quede suave y brillante.
  13. Añade el queso y bate, si es con maquina, a velocidad baja hasta que se mezcle bien (este punto es delicado porque el queso suele soltar su suero y se puede liar parda). Bate con mucho amor y calma.
  14. Es el momento de montar la tarta. Coloca capas de bizcocho y crema alternativamente hasta terminar y decora a tu gusto.

Curiosidades de la tarta de zanahoria con crema de queso

Usa una harina de calidad, mi socia siempre usa Gallo, que sabe que le dá buen resultado.

Los frutos secos conviene comprarlos a granel en el mercado, que tienen más salida y suelen estar más frescos que los que vienen envasados.

El aceite que uso es de girasol. Nada de aceites de semillas ni especiales para freír…

Es conveniente tener un termómetro de horno (los hay desde 3€). Te dan la temperatura real y así nos explicamos muchos fracasos reposteros

Si te sobra crema de queso métela en la nevera. Tendrás que batirla de nuevo antes de usarla en la tarta o en otra receta.

La tarta puede conservarse en algo hermético a temperatura ambiente. En verano mejor a la nevera pero sácala un rato antes de consumirla. Los bizcochos fríos aparte de que no me gustan, pierden sabor y textura.

Espero que os guste amig@s!

Ralu & Carmen

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Timbal de gulas, patata y huevo

Timbal de gulas, patata y huevo. No tenía pensado publicar esta receta pero al ver la aceptación que ha tendido en las diferentes redes sociales y que, hasta me han solicitado que la publique, no me queda mas remedio que enseñaros como hago este rico plato.

Se trata de un timbal de gulas al ajillo con patata confitada y huevo de campo frito, montado con un molde como si de un milhojas se tratase, capa por capa y terminando con el huevo a modo de tapadera.

Como curiosidad deciros que los huevos son de las gallinas de mi padre, que las alimenta como reinas y como es lógico no sale rentable tenerlas pero es el precio a pagar por estos huevos, que con tanto cariño nos regala y mi grumete tan contento.

Esta receta está pensada para dos (2) comensales.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de gulas, patata y huevo

  • Un (1) paquete de gulas (200 gr.)
  • Dos (2) patatas
  • Dos (2)  huevos
  • Tres (3) dientes de ajo
  • Una (1) guindilla (cayena)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Perejil fresco
  • Sal en escamas

Elaboración de la receta de timbal de gulas, patata y huevo

  1. Pela las patatas y córtalas en rodajas de un dedo de gordas aproximadamente (1 cm), las lavas y las dejas en agua para que pierdan el almidón.
  2. Pela los dientes de ajo y los cortas en láminas. Resérvalos.
  3. En una sartén bien grande con el fuego medio-bajo añade abundante aceite de oliva virgen extra. Mientras tanto calienta escurre las patatas y las secas con papel absorbente (de cocina).
  4. Pon las patatas en la sartén y las dejas cocinar a fuego medio-bajo unos veinte (20′) minutos, con esto consigues confitarlas. Pasado el tiempo de cocción sacamos las patatas a un plato caliente con papel absorbente para quitar el exceso de aceite y las salpimentas. El aceite lo puedes aprovechar para más tarde freír los huevos o elaborar cualquier otra receta.
  5. Para preparar las gulas añade un chorreón de aceite de oliva virgen extra a la sartén, sofríe los ajos laminados y la guindilla. Cuando estén dorados añade las gulas y las salteas, removiendo con suavidad. Échales un poco de perejil picado, sal y pimienta.
  6. Sólo te queda freír los huevos a tu gusto en aceite de oliva virgen extra (puedes aprovechar el de las patatas).
  7. Monta rápidamente el plato con un aro de cocina* poniendo las patatas primero, las gulas al ajillo y a modo de tapadera el huevo. Espolvorea con un poco de perejil fresco y retira el aro.

¡Sirve inmediatamente para que no se enfríe!

Curiosidades de la receta de gulas, patatas y huevo

Las gulas las uso frescas y no congeladas porque el resultado final me gusta más en relación al sabor, aspecto y textura, compra las que más te gusten o tengas más a mano. Si no las encuentras, que me extraña, podrías usar palitos de cangrejo (surimi) cortados en tiras que te darían el apaño.

Los huevos si no te gustan fritos o piensas que tienen muchas calorías puedes hacerlos poché, como en la receta de Huevos poché con crema de patatas y setas, que también salen riquísimos.

*Si no tienes aro de cocina puedes fabricarlo con una botella de plástico, cualquiera de refresco que sea lisa te puede servir. Córtala quitando la boquilla y el culo de la botella. Ten cuidado de no cortarte con los bordes y ya tienes tu aro casero de emplatar que te servirá para hacer timbal, milhojas, etc.

Como curiosidad y por si os interesa saber un poco más sobre las gulas, os dejo este artículo de Mercado Calabajío, que aunque tiene algún tiempo es un texto bien elaborado y documentado «¿Sabéis qué son las gulas?«.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado las gulas, puedes encontrarlo enGressierra, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.

Ensalada de brócoli, bacon, pipas y cuajada láctica

Y seguimos para bingo y la operación bikini, o bañador ajustado, lo que prefieras. La cuestión es que traigo una ensalada riquísima que me pasó mi amiga Patri -con mis modificaciones y apaños habituales- y que merece la pena compartir, porque además de estar riquísima, es otra forma de comer brócoli, una verdura repleta de vitamina C, ácido fólico y vitamina A, y lo curioso de la receta es que no hay que cocinar el brocoli, se come crudo y así no pierde ninguna de sus propiedades, aparte de hacerse muy rápido.

Podría decir que es ideal para bajar peso o para los deportistas por el tema de los frutos secos, pero es más bien una ensalada un tanto «guarreta», pero con el punto ese que tanto nos gusta y que nos hace sentir bien pensando en que comemos sano y por supuesto rico, rico. Pero no te asustes, mas abajo, en curiosidades, te doy unas pautas para hacerla un poco más sana, si lo que quieres es quitarle calorías, bajar de peso o te van las pesas.

La receta está pensada para dos personas y cómo plato único.

¡Ponte el delantal!

Ingredientes para la receta de ensalada de brócoli, bacon, pipas y cuajada láctica

  • 200 gr. de brócoli
  • Una cebolleta roja pequeña
  • 120 gr. de bacon troceado
  • Dos (2) cucharadas de pasas
  • Una (1) cucharada de pipas de girasol peladas y sin sal
  • 60 gr. de cuajada láctica El bucarito de cebolla*
Para la vinagreta
  • Dos (2) cucharadas de mahonesa
  • Media (½) cucharada de vinagre de Jerez
  • Dos (2) cucharadas de azúcar

Elaboración de la receta de ensalada de brócoli, bacon, pipas y cuajada láctica

  1. Corta el brócoli en pequeñas porciones de «un bocado» quitando los tallos, lava muy bien todos los «arbolitos» y escúrrelos muy bien para que no quede aguada la ensalada. Resérvala en un bol o ensaladera.
  2. Pela y corta la cebolleta en trocitos muy pequeños, incorpórala al bol del brócoli.
  3. En un bol, haz una vinagreta con las dos cucharadas de mahonesa, la media cucharada de vinagre y las dos de azúcar, mezcla muy bien y se lo zampas también al bol, junto con las pasas.
  4. Es conveniente dejar reposar al menos una hora en la nevera, removiendo de vez en cuando para que se impregne bien todo, aunque si no tienes tiempo, sáltate el este paso.
  5. Mientras tanto, pon una sartén a fuego medio-bajo, sin aceite, y dora bien el bacon. Cuando esté dorado, pon el bacon en un plato con un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
  6. Dispón en un plato o ensaladera el brócoli, añade las pipas, el bacon, la cuajada láctica desmenuzada o cortada a trocitos y lo sirves.

Acompaña la ensalada con unos ricos picos!

Curiosidades de la ensalada de brócoli, bacon, pipas y cuajada láctica

Ni que decir tiene que si la mahonesa es casera mejor que mejor. Si no la haces te recomiendo que compres una de calidad y a ser posible mahonesa light, aunque si la quieres aligerar un poco de calorías puedes sustituir la mahonesa por yogur natural. De la misma forma puedes cambiar el bacon por jamón cocido o pavo, pero ya nunca será la misma…

Para la vinagreta puedes poner un vinagre de vino blanco en vez de el de Jerez si te resulta muy fuerte. Y sustituir el azúcar por miel, si lo tuyo son las pesas.

*La cuajada lactica es una nueva especialidad de la Quesería El Bucarito que presentó a mis amigos blogueros hace unos días. Como yo no pude asistir, Benjamín Colsa tuvo el detalle de traerme un poco para probarla y quedé encantado con su fino sabor y textura. Se trata de un queso o yogur curado con sabor ácido, elaborado con muy poco cuajo y madurándolo unas 16 ó 20 horas. En esta quesería elaboran hasta seis especialidades diferentes: Perejil, rábano, mostaza, cebolla, pimentón y finas hierbas. Yo usé la de cebolla. 

Si no encuentras cuajada láctica puedes ponerle queso de cabra o queso fresco artesano.

Si te gustan este tipo de ensaladas, échale un vistazo a la Ensalada templada de espinacas, bacon y queso de cabra, es muy parecida a esta y también está deliciosa.

Si te ha gustado el plato de gres donde he presentado la ensalada, puedes encontrarlo en “Gressierra“, en Chiclana de la Frontera.

¡Espero que os guste amig@s!

Ralu

PD: Todo el contenido y fotografías están bajo una licencia.